Hace poco
celebrábamos los 40 años de la
fundación de este Colegio Mayor
madrileño, que habría sus
puertas en su actual ubicación,
no sin muchas dificultades y
carencias en noviembre del Curso
1966/67, y ahora en este Curso
2008/09 por considerar su
especial significación queremos
recordar los 40 años de
actividades musicales y
culturales que han tenido lugar
aquí, empezando por el arte
flamenco. Cómo comenzó es
difícil acordarnos a estas
alturas, pero sí los dos
supuestos con los que los
jóvenes universitarios de la
época, residentes en el Colegio
llevaron el arte flamenco al San
Juan Evangelista, la primera
para la dignificación de este
arte, sacándolo de los reducidos
marcos en que se movía en esos
tiempos (fiestas privadas y
tablaos) y reivindicar su
importancia cultural desde la
propia Universidad; y la segunda
aprovechando el contenido de sus
letras (a pesar de la censura
obligatoria) y su carga
emocional para que apoyara en la
concienciación, en la lucha por
la libertad y la democracia.
Los investigadores apuntan que
la primera actividad flamenca en
las universidades tuvo lugar en
la Universidad de Sevilla en
1964, organizada por la Cátedra
de Flamencología de Jerez, a la
que siguió probablemente en el
San Juan Evangelista de Madrid
allá por el Curso1968/69, pero
en este caso organizada por los
propios colegiales como ha
venido siendo durante estos 40
años, en donde estuvo Enrique
Morente cantando después de un
recital de la poetisa Gloria
Fuertes en la Sala de Música con
entrada libre. Paralelamente
parece que en esos años,
comienzo de los 70, la otra
Universidad andaluza existente
entonces, la de Granada, en su
Facultad de Ciencias se presentó
al cantaor Fosforito.
En la actualidad es conocido que
todas las universidades
andaluzas y sus cursos de verano
organizan recitales, ciclos,
seminarios y algunas de ellas
tienen ya Cátedras de Flamenco,
actividad que también es
representativa en otras
universidades de España y hoy
más que nunca el arte flamenco
tiene tal importancia entre las
actividades de la Universidad
que cada curso se presentan
varias tesis doctorales sobre el
flamenco y también son numerosos
los libros sobre este arte que
propicia la propia Universidad,
e incluso conceden los títulos
de Doctor “Honoris Causa” a
personalidades del flamenco
actual, por lo que el arte
flamenco es ahora una actividad
normal ya en la Universidad.
Pero lo que diferencia
sustancialmente al San Juan
Evangelista de casi todas las
actividades que se organizan en
la Universidad es que todas las
que ha realizado a lo largo de
estos 40 años y que se pueden
visitar en la página “historia”
de la web de su Club de Música y
Jazz, aparte de su continuidad
sin lagunas, cada curso han sido
organizadas desinteresadamente y
con verdadera pasión por los
propios universitarios
residentes en el Colegio para lo
cual además han tenido que
buscar los recursos económicos
necesarios para celebrarlas, lo
que sin duda aumenta su mérito y
es fiel referente de la cultura
de base.
Ahora para esta conmemoración
presentamos a dos gigantes de la
creación flamenca, Enrique
Morente al cante y Pepe
Habichuela a la guitarra. Ambos
han pasado por las tablas de
nuestro escenario en más de una
decena de actuaciones a lo largo
de esta historia, dejando en
nuestra memoria verdaderos
momentos de la más pura emoción
con su arte jondo y creativo que
sigue impregnando de magia y
duende nuestro modesto
auditorio, y en tres ocasiones
actuaron juntos en el Johnny, en
los años 1977, 1991 y 1993.
No podemos olvidar a los
artistas que nos han ido dejando
en este largo recorrido y que
tuvieron actuaciones memorables
en el San Juan como: los
cantaores Manuel Soto Sordera,
Rafael Romero “El Gallina”,
Fernanda y Bernarda de Utrera,
José Monge “Camarón de la Isla”,
Chaquetón, Chocolate, Juanito
Valderrama, Indio Gitano, La
Paquera de Jerez, Chato de la
Isla, El Chino de Málaga; los
guitarristas Félix de Utrera y
Pedro Bacán y el pianista Arturo
Pavón, actuaciones que yo he
tenido la suerte de escuchar en
su totalidad y de compartir con
todos ellos momentos entrañables
de simpatía y amistad verdadera,
al igual que el crítico,
promotor y agitador cultural
Paco Almazán, al que fue
inspector de la SGAE y
excepcional compositor de la
copla, el maestro Ricardo
Freire; el letrista y cantaor
Antonio Humanes y el promotor
Antonio Fernández. Y a la hora
de terminar este texto también
se nos ha muerto de pronto el
importante bailarín, coreógrafo
y director, el maestro de la
danza flamenca Mario Maya, gran
amigo al que tuvimos también la
ocasión de verlo bailar en el
San Juan Evangelista en el año
1976 en el estreno en Madrid de
su segunda obra “Camelamos
Naquerar”, con lleno y éxito
absolutos.
Vaya también nuestro
agradecimiento a todas las
personas, entidades y empresas
que nos han ayudado a llevar a
cabo 40 años de arte flamenco al
Johnny en la Universidad de
Madrid y los colegiales de cada
generación que con su entusiasmo
y generosidad han participado de
ellas.
Alejandro
Reyes
Socio-Fundador
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