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EL COMIENZO.
ALREDEDOR DE 1970. AÑOS DE LUCHA
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IMAGINA EL JOHNNY
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AÑOS
70. LA DÉCADA HEROICA
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LOS
80 Y 90. 20 AÑOS DE JAZZ Y TODAS LAS
MÚSICAS.
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CURSO 2000-2001: CAMBIO DE SIGLO. LA
MÚSICA CONTINÚA.
En casi todo lo que emprenda,
sólo su entusiasmo lo conducirá al
éxito.
Si usted se preocupa por alcanzar
un objetivo triunfará sin lugar a dudas.
Si quiere aprender, aprenderá.
Sólo que usted debe desear realmente
esas cosas,
y desearlas exclusivamente,
sin desear al mismo tiempo
cien cosas incompatibles
William James (1842-1910)
Filósofo y psicólogo estadounidense
Pues sí, Diana
Krall, vocalista de jazz conocida hoy
internacionalmente, actuó en el Johnny
en uno de sus primeros conciertos en
España en diciembre de 1996, como otros
muchos músicos de relevancia de la
música popular a nivel nacional e
internacional, véase Stephane Grapelli,
Joaquín Sabina, Tete Montoliu, Camarón
de la Isla, Paco de Lucía, Bobby
McFerrin, Silvio Rodríguez, Luis Eduardo
Aute, Enrique Morente, Hugh Masekela,
Jorge Cafrune, Memphis Slim, The Golden
Gate Quartet y tantos otros que saldrán
a relucir a lo largo de estos recuerdos.
Pero hay que empezar por el comienzo.
EL COMIENZO. ALREDEDOR
DE 1970. AÑOS DE LUCHA.
El Johnny es como se conoce familiar o
popularmente al Colegio Mayor
Universitario San Juan Evangelista de
Madrid, también conocido por San Juan
Evangelista o simplemente San Juan y se
identifica con su Club de Música y Jazz.
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Escultura de John Lennon
en el Paseo de Almería |
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Como hay que
empezar por algún sitio, que mejor que
hacerlo con el recuerdo de la
extraordinaria canción de John Lennon,
“Campos de fresa por siempre” (“Strawberry
Fields Forever”), que fue incluido en la
cara B del álbum “Magical Mistery Tour”,
tema que compuso en Almería, de donde
soy natural, cuando grababa con Richard
Lester la película “Como gané la guerra”
(“How I Want the War”) en el otoño de
1966, que coincide con la apertura del
San Juan Evangelista en su actual
ubicación. Y por casualidad yo tuve la
ocasión de verlo sentado en la terraza
de la puerta del Hotel Costasol del
Paseo de Almería al atardecer, precisamente con sus
compañeros de los Beatles, George
Harrison y Ringo Star, que fueron a
visitarle creo que para celebrar su
veintiséis cumpleaños, y curiosamente ni
yo ni nadie les pedimos un autógrafo. Strawberry Fields fue el nombre con que
se conoce el lugar del Central Park de
Nueva York, donde se recuerda en una
placa “Imagine” a su memoria cuando fue
asesinado en 1980. Esta canción, de
carácter psicodélico y filosófico,
recoge uno de sus mejores momentos de
sus composiciones al comienzo de su
carrera en solitario, donde aparecen
versos como “nada es real” o “vivir es
fácil con los ojos cerrados”. La primera
estrofa de la letra en castellano y que
el estribillo de la canción dice así:
“Strawberry
Fields Forever” de John Lennon (1967)
Let me
take you down
cause I’m going to Strawberry
Fields
nothing is real and nothing to
get hungabout
Strawberry Fields forever. |
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“déjame
llevarte allá,
porque voy a los campos de fresa
nada es real y no hay nada para
perder el tiempo
Campos de fresa por siempre”…
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Viene un poco a
cuento con los años que vivíamos con los
recuerdos que voy a ir contando. El
origen de este Club se remonta al año
1970, precisamente, año a mitad de la
década prodigiosa de la música rock,
desde que se abrió el Colegio donde se
ubica, 1966/67 al 1975/76 de la muerte
de Franco, donde se produjeron los
mejores intérpretes y creadores de
inmejorable calidad de toda la historia
de la música popular, con sus estilos
históricos, country, blues, jazz, R&B,
folk, pop, rock, underground, rock
sinfónico, progresivo, funk, etc.
Antes, los
antecedentes a los años 70, están llenos
de hechos sociales y políticos
históricos muy significativos que sin
duda marcaron la vida universitaria de
la época: la Guerra Fría, la Guerra de
los Seis Días, Primavera de Praga, el
Mayo del 68, la Guerra del Vietnam, la
Revolución Cultural de Mao, asesinatos
de Che Guevara y Martin Luther King,
primer alunizaje del hombre, etc., y el
recuerdo remoto del contubernio de
Munich, que es como llamaba el régimen
franquista para ridiculizar el IV
Congreso del Movimiento Europeo,
celebrado en esta capital en 1962,
cuando las huelgas mineras abundaban por
Asturias y donde se reunieron cerca de
120 políticos españoles, tanto del
interior como del exilio, opositores al
régimen bajo la autoridad moral de
Salvador Madariaga.
Y canciones
difíciles de olvidar, clásicos del rock,
incluso de ahora mismo, verdaderas obras
maestras.
Intemporales como “My Generation” de The
Who, “Good Vibrations” de los Beach Boys,
“Satisfaction” de The Rolling Stones,
“Blowin’ in the Wind” de Bob Dylan,
“Suzie Q” de Creedence Clearwater
Revival, o las románticas como “Only You”
de los Platers, “Yesterday” y “Let it
be” de los Beatles, “La Casa del sol
naciente” de The Animals, “San
Francisco” de Scott Makenzie,
“California Dreaming” de The Mammas &
The Papas, “The End” de los Doors,
“Noches de blanco satén” de los Moody
Blues, “Con su blanca palidez” de Procol
Harum, o las españolas “Mamy Blue” de
los Pop Tops, “Black is Black” de los
Bravos, “Se de un lugar” de Triana, etc.
Temas inolvidables para una época tan
oscura de nuestro país y que también se
proyectaron en películas de la época
como “Qué noche la de aquel día” y “Help!”
de Richard Lester con los Beatles de
protagonistas, “Easy Reader” de Dennis
Hooper, “Hear”, “Festival de Woodstok”,
“Tommy”, etc. y sobre todo la canción
“Imagine” de John Lennon. Sin embargo,
las canciones que quedan en nuestra
memoria y que vivimos en la adolescencia
son aquellas como “La vaca lechera,
tolón, tolón”, “A lo loco se vive
mejor”, “Raska-yu”, que magistralmente
recogió el cineasta Basilio Martín
Patino en su documental “Canciones para
después de una guerra”, película
censurada y que no pudo ser vista hasta
después de la muerte de Franco.
Con el
antecedente del estado de excepción el
24 de enero del 69, donde todo estaba
prohibido y recortados importantes
derechos constitucionales, el TOP
(Tribunal de Orden Público), institución
jurídica de represión política que se
creó en 1964, La Brigada Político
Social, etc., llegamos al año 1970,
donde se acaba el sueño pop con la
separación de los Beatles, sin duda el
mejor grupo de la historia de la música
rock. Sube al poder Salvador Allende en
Chile, primer presidente marxista
elegido democráticamente y asistimos al
famoso “Proceso de Burgos”. Precisamente
este año murieron dos gurús de la música
rock por sobredosis, Janis Joplin, la
mejor cantante blanca y Jimi Hendrix
excepcional guitarrista negro. A pesar
de todo lo dicho de la música rock, el
precedente de un festival celebrado dos
años antes en el vecino Colegio Mayor
Pío XII, organizado por Mario Pacheco,
creador del sello discográfico Nuevos
Medios, se produjeron tantos altercados
y alborotos que provocaron que se
restringiera esta música de una manera
considerable en los colegios mayores en
lo sucesivo, pero en nuestro caso, al no
estar el auditorio a pié de suelo, por
indicaciones del arquitecto constructor,
se recomendó que esta música no se
celebrara en el Colegio por el peligro
que acarreaba cuando el personal se
pusiera a bailar. De aquí que la
historia que vamos a describir esta
música no haya tenido lugar preferente.
De todas maneras, a lo largo de años
sucesivos actuaron grupos como: Moncho
Alpuente y los del Río Kwai, Bloque,
Triana, Aviador Dro y sus Obreros
Especializados, Fischer-Z, La Romántica
Banda Local, Itoiz, Los Elegantes,
Guadalquivir, Medina Azahara, Siniestro
Total, Suburbano, Danza Invisible, entre
otros.
Años de lucha por las libertades y la
justicia social, sobre todo por los
militantes y participantes de los
partidos de la izquierda clandestina e
ilegal, como los comunistas,
marxistas-leninistas, troskistas,
maoístas, anarquistas, etc. En mi
memoria recuerdo infinidad de panfletos
y cientos de carteles y pancartas, que
poblaban las paredes de todos los
centros universitarios, las siglas de
partidos políticos de izquierdas como:
PCE (Partido Comunista de España), PC-ML
(Partido Comunista Marxista Leninista),
MC (Movimiento Comunista), OEC (Bandera
Roja), PTE (Partido del Trabajo de
España), LCR (Liga Comunista
Revolucionaria), JGR (Joven Guardia
Roja), ORT (Organización Revolucionaria
de Trabajadores), FRAP (Frente
Revolucionario Antipatriótico), y muchos
de la CNT, etc. y poco después PSOE
(Partido Socialista Obrero Español), PSP
(Partido Socialista Popular), etc.,
frente a los grupos de derechas, Fuerza
Nueva, Guerrilleros de Cristo Rey,
Fuerza Joven, AUN, etc. Paralelamente,
no menos importante por la lucha de la
democracia y la libertad, fue el
movimiento obrero, con las huelgas y
manifestaciones, y por supuesto los
sindicatos hasta su legalización,
especialmente CC.OO (Comisiones
Obreras).
¿Cómo este Club ha llegado hasta aquí?,
viene a cuento la explicación de Plácido
Domingo sobre su éxito en la música: “el
secreto es la pasión”.
Y de aquí comienza lo que parece un
cuento, por los importantes músicos a
nivel nacional e internacional que se
han presentado en tan legendaria
historia.
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IMAGINA EL JOHNNY
“Imagine” de
John Lennon (1971)
Imagine
there’s no heaven
it’s easy if you try
no hell below us
above us only sky
imagine all the people
living for today… |
|
Imagina
que no hay paraíso
es fácil si lo intentas
ningún infierno bajo nosotros
sobre nosotros sólo cielo
imagina toda la gente
viviendo para hoy… |
Esta canción, sin duda una de las más
importantes y conocidas del milenio,
perteneciente al álbum “Imagine”, de
John Lennon, publicado en 1971, himno
por excelencia pacifista y de esperanza
universal, tanto por la letra como por
la música, fue uno de los referentes con
los que afrontábamos esta década y John
Lennon con Che Guevara, se convirtieron
poco a poco en dos de los personajes
míticos e influyentes para los
estudiantes universitarios de esta
época.
El San Juan Evangelista, o el “Johnny”,
parece como si se tratara de un cuento
si se mira desde fuera, pero no es
imaginado, esta es la historia real de
una larguísima serie de conciertos en
vivo, en un centro universitario de
Madrid, y en el fondo, la “pasión” de
una posible obsesión, por vivir y
presentar la Música en directo, algunas
de las mejores músicas del mundo, ya
durante más de cuatro décadas. Que voy a
intentar enmarcar en la historia
cultural del Colegio y socio-política
del momento que se ha vivido, según
abarque mi memoria, en mi óptica
personal y sin duda parcial.
No resulta fácil comenzar, pero quizás
lo más apropiado sea recordar de
principio lo que somos, aunque me
repita. Este Club, comenzó como una
comisión de actividades musicales, una
organización musical universitaria y
desde hace varios años es una Asociación
Cultural, todas sin fines de lucro, con
el claro objetivo de dar a conocer y
divulgar la música en vivo, insertado en
un centro universitario, el Colegio
Mayor San Juan Evangelista localizado en
Madrid, adscrito académicamente a la
Universidad Complutense y de propiedad
privada la Obra Social Unicaja.
Por tanto el hilo conductor de este
relato serán algunos de los nombres de
los conciertos y músicos que hemos
escuchado aquí, aunque se cuenten ya por
cientos, junto a las actividades
culturales del Colegio preferentemente
los veinte primeros años de su
existencia, encuadrados con un apunte de
los hechos musicales, culturales y
políticos más destacados que
paralelamente se han ido sucediendo en
Madrid y a nivel español e
internacional.
La química especial desde sus comienzos
hasta en los tiempos actuales, es un
mestizaje en el que se mezclan una
acústica única del local, un excelente
sonido, el saber escuchar de una gran
afición y aunque parezca increíble, una
casi perfecta organización donde no hay
ningún profesional asalariado, lo que
han dado como resultado la presencia de
muchos de los mejores músicos de todas
las músicas de España y del mundo, que
una y otra vez han dado respuesta en
vivo sobre el escenario a su fama,
quizás contagiados de esta “magia”, y
sin que hasta ahora ninguno haya faltado
a la cita.
Así hemos mascado la belleza de sonidos
imperecederos, reflexionado sobre letras
impactantes y hemos sentido las más
nobles emociones, que nos han hecho
recordar que somos humanos y han ayudado
a dar sentido a nuestra vida en este
tiempo de ocio, en contrapartida a un
mundo cada vez más competitivo,
individualista, materialista y
consumista, con la pérdida preocupante y
sucesiva de los valores e ideales
tradicionales.
Se dice que nadie es nada sin historia y
aquí hay mucha que contar, y como dice
el profesor José Vidal-Beneyto “el arte
y la cultura son la vanguardia de la
sociedad”, parece pues que por el San
Juan Evangelista hemos ido desarrollando
esta actividad musical tanto tiempo,
lejos del mercantilismo, el espectáculo
y la banalidad imperantes, buscando lo
imperecedero de creadores e intérpretes,
lo que vale para siempre, la música como
arte y cultura en la Universidad, que
intento relatar en este texto, puente
también entre esta y la sociedad.
Andaluz, almeriense en Madrid,
estudiante de Ingeniería Industrial, mi
vida en el Colegio comenzó cuando se
inauguró su sede en el domicilio actual
en noviembre de 1966. Su fundador,
animador y primer director fue Jesús
Cobeta Aranda, ya fallecido que inauguró
el edificio nuevo, en la calle Gregorio
del Amo, trasladado de sus antiguas
dependencias en la calle Écija en el
barrio de Argüelles. Uno de sus
planteamientos fundacionales fue hacer
del Colegio una residencia universitaria
económica, en la que el precio del
Colegio tuviera como importa máximo una
parte proporcional al salario mínimo, es
evidente que estos objetivos, a lo largo
del tiempo, se han ido perdiendo.
Fui uno de los “abnegados valientes” que
en esa fecha, noviembre de 1966,
aceptamos vivir en el Colegio en unas
condiciones que hoy se considerarían,
quizás muy precarias e inhabitables: el
comedor todavía estaba en obras, no
había calefacción, recuerdo que nos
ponían una estufa de butano para cada
pasillo, en un edificio donde, con las
obras recién terminadas, el frío era
inimaginable. Tampoco había agua
caliente, en mi caso, me tenía que
duchar en los baños públicos (había
escasez de duchas en esa época en la
zona) de la calle Bravo Murillo del
barrio de Cuatro Caminos, al precio de
una peseta (0,01 euro), y todos los
colegiales contribuimos con el fundador
del Colegio, por que hubiera un centro
universitario que fuera accesible
económicamente a los hijos de las clases
trabajadoras.
Recuerdo que, comiendo en una ocasión,
en ese primer año, en una casa de
comidas, “Las Batuecas”, de la cercana
Avenida de la Reina Victoria, aún hoy
existente, fui consultado por la
dirección de entonces del Colegio, sobre
qué me parecería una bandeja de acero
inoxidable con compartimentos en vez de
platos; no me pareció mal la idea y dije
que sí, supongo que lo consultarían con
más gente, y el comedor se inauguró con
las mismas y luego se demostró que eran
muy higiénicas y tuvieron una larga vida
hasta el curso 1978-1979, que un poco
caracterizaron la forma de ser del
comedor del Colegio, por las cucharadas
que se daban contra las bandejas con un
ruido ensordecedor cuando alguna chica
entraba, hábito que persiste hasta la
fecha. Precisamente este tipo de
bandejas aparecerían poco después en la
película, “Fuga de Alcatraz”, de Don
Siegel, protagonizada por Clint Eastwood,
donde lo ocurrido en esta famosa prisión
de máxima seguridad, que llegó a
albergar al mismísimo Al Capone, comían
en autoservicio en bandejas semejantes,
como nosotros. No es de extrañar, pues
parece ser, hasta hace poco tiempo, las
bandejas eran patente de aluminio de la
marina americana. El Colegio no se
normalizaría en cuanto a mobiliario y
ornamentación hasta que la Caja de
Ahorros de Ronda (hoy Unicaja) se hizo
cargo del Patronato, tres años después y
que entre otras cosas supuso que se
plantara la actual jardinería y se
instalaran butacas de madera en el salón
de actos, que ya han desaparecido, y se
equiparon totalmente las habitaciones.
La historia de mi acercamiento a la
música comenzó en el Teatro Real, en
estos años previos a los 70. Durante
varios cursos estuve asistiendo a todos
los conciertos de la Orquesta Nacional,
“Los Domingos del Real”, para los que
conseguir una entrada de anfiteatro de
10 pesetas (0,6 euros), teníamos que
hacer a lo largo de la semana
interminables colas de más de un día de
duración, y asimismo asistí a otros
muchos recitales extraordinarios de las
más grandes figuras de la música clásica
de nuestro siglo. Si algún nombre tengo
que citar, que fueron muchísimos, sobre
todo de directores de orquesta y de
solistas en recitales entre semana, los
recuerdos son imborrables del organista
alemán Karl Ritcher, del violonchelista
Mstislav Rostropovich, y sobre todo del
pianista polaco Arthur Rubinstein, uno
de los más grandes genios de la música
que interpretando los “Nocturnos” de
Chopin dejó en mí una huella
imperecedera, y que recuerdo salía del
Real casi a hombros al igual que los
toreros coreando todos los aficionados
su nombre al grito de ¡Artur! ¡Artur!
Y por los españoles se me viene a la
memoria concertistas tan importantes
como los maestros ya fallecidos, Andrés
Segovia y Narciso Yepes a la guitarra,
Nicanor Zabaleta, en el arpa; la soprano
catalana Victoria de los Ángeles, y la
pianista, también catalana Alicia de la
Rocha cuyas versiones de la “Suite
Iberia” de Albéniz probablemente sean
únicas, hasta la grabación de la
madrileña Rosa Torres-Pardo.
Por supuesto, a estos conciertos
extraordinarios los jóvenes estudiantes
de entonces, con recursos económicos muy
precarios, entrábamos sin pagar, gracias
al intendente Sr. Palacios, que nos
dejaba sentar en la escalera del
anfiteatro.
Esa época en el San Juan estaba marcada
por una gran lucha por las libertades
contra los últimos años de la dictadura,
y en mi recuerdo está la multitud de
asambleas que se celebraban en el
Colegio y las carreras en la
Universitaria perseguidos por la
policía, los famosos “grises”, y cuando
menos te lo esperabas terminabas con una
redada y con todas las calles cortadas
sin saber donde meterte, gritabas
¡tierra trágame!, con los zetas y los
policías a caballo y antidisturbios
persiguiéndote, una de cuyas redadas más
espectaculares sobre el movimiento
estudiantil, tuve la ocasión de sufrir
mientras comía en los comedores
universitarios, aunque por fortuna y
gracias a algún buen policía que me
indicó entrara por una puerta lateral de
la Escuela de Ingenieros Agrónomos; salí
sólo con magulladuras, cardenales y
golpes que al regreso al Colegio, fueron
curados por la intendenta del Colegio,
pero no terminé en los calabozos de la
DGS de la Puerta del Sol, con una multa
imposible de pagar.
Las barricadas en la calle del San Juan,
entonces sin nombre (hoy Gregorio del
Amo), fueron numerosas y constantes
durante varios cursos, con el trasfondo,
como decía la famosa frase del Mayo
Francés “las barricadas cierran la calle
pero abren el camino”. Estas terminaban
siempre en una manifestación
multitudinaria que era dispersada por la
policía no más lejos de la Plaza de
Cristo Rey y, ni que decir tiene, como
quedaban los cristales de los locales
comerciales de calles adyacentes. Las
sentadas también multitudinarias de
estudiantes en las Facultades, resto de
Centros Universitarios y en el propio
Campus, fueron seguidas masivamente, al
grito de la canción de protesta de Joan
Baez “No nos moverán”, y dispersadas por
la policía y las tanquetas de agua. En
este tiempo fue cuando Raimon, en la
Universidad Complutense, dio uno de los
conciertos que tenía previstos, porque
los demás fueron prohibidos, donde sus
canciones “Al vent” y “Diguem no”, junto
a “L`staca” de Lluis Llach se
convirtieron en el grito de protesta de
todos los estudiantes.
En esos difíciles años viví los “estados
de excepción” con el consiguiente
recorte de las libertades y los juicios
sumarísimos del gobierno de Franco. Ni
que decir tiene, que el miedo trataban
de inocularlo por todos los medios.
Durante estos primeros años de vida del
Colegio fue cuando se practicaba
curiosamente, más que nunca, la
democracia interna. Todo se votaba, la
comida e incluso las películas que se
proyectaban en el cine colegial se
elegían por votación. Por principios no
había televisión en el Colegio, y en la
votación que se realizaba al comienzo de
cada curso, siempre salía que no. El
concepto de “alineación” estaba entonces
muy arraigado entre todos los residentes
y la televisión se consideraba un medio
muy alienante, aparte quitaba tiempo
para la participación en las actividades
culturales o el estudio. Recuerdo que
teníamos que ver algún partido de fútbol
interesante en las televisiones de los
colegios de al lado, o en los bares de
las calles próximas. La televisión no
entraría en el Colegio hasta finales de
los años 70 y hoy curiosamente, rara es
la habitación que no tiene televisión o
video, pero sobre todo ordenador.
Otra palabra en boga con gran contenido
político durante esos años fue
“reaccionario”, como puede explicarse
por la cantidad de estudiantes de
izquierdas que vivían entonces en el
Colegio, porque no había peor insulto
que te pudieran llamar “reaccionario”.
Vamos, casi todos rojos.
La “intifada” tan frecuente hasta hace
poco tiempo en diversos lugares del
mundo, en especial en Oriente Próximo,
tuvo un precedente con el tranvía que
recorría desde Moncloa hasta la Ciudad
Universitaria. Los raíles del mismo que
estaban cubiertos por piedras, fueron
las que sirvieron para la guerrilla
urbana, de forma que no tardaron en
desaparecer y ser cubiertos por cemento,
incluso el propio tranvía, y fue el
precedente de que los cristales de los
coches de la policía fueran cubiertos
por rejas y los policías empezaran a
protegerse con cascos.
Pero sobre todo en esa época, final de
los 60, político, filósofos, novelistas
e intelectuales de la izquierda, sus
libros clandestinos o copiados por las
“vietnamitas” primitivas de esa época,
eran el tema común de cada día. Así,
antes que ninguno, quiero recordar “El
Libro Rojo” de Mao Tse Tung con su
revolución cultural, Marx y Engels con
“La lucha de clases”, numerosos
panfletos de Troski y de Lenin, “El
materialismo dialéctico” y “¿Qué
hacer?”. Los teóricos del anarquismo
como Bakunin cuyo célebre libro “El
estado y la anarquía” era muy conocido
en la época, o el Príncipe Kropotkin con
“El apoyo mutuo”; también se leía mucho
en esa época los textos del pedagogo
anarquista catalán Ferrer i Guardia,
fundador de la Escuela Moderna e
impulsor de publicaciones como “La
huelga General” o “Solidaridad obrera”;
el psicoanalista austriaco Wilhelm Reich,
con su famoso libro, “La lucha sexual de
los jóvenes”, o el filósofo padre del
Mayo del 68 y de la revolución de los
estudiantes, uno de los fundadores del
freudmarxismo Herbert Marcuse y sobre el
cual versaban interminables charlas,
coloquios y tertulias en cualquier
reunión de colegiales o asambleas. Sus
libros “Eros y Civilización” y “El
hombre unidimensional” eran muy
frecuentes en la biblioteca particular
de cada estudiante. Del mayo del 68
recuerdo frases que aparecieron pintadas
en los muros de la Universidad de la
Sorbona de París como “Prohibido
prohibir”, “La imaginación al poder”,
“Pide lo imposible para conseguir lo
posible”, etc. que quedarían grabadas en
nuestra memoria.
Un precedente importante guardado en la
memoria, fue el estreno en el Teatro
Español de la obra de teatro
“Marat-Sade” de Peter Weiss, que dirigió
Adolfo Marsillach, en el papel de Sade
el propio Marsillach que sólo se
representó durante tres días y armó un
grandísimo revuelo al transformarse en
una actividad también de oposición al
régimen, siendo retirados de los
escenarios por orden gubernativa. Entre
los autores de teatro en boga el
madrileño Alfonso Sastre que fue
bastante prohibido y perseguido, igual
que su esposa Eva Forest.
Y estos importantes nombres del teatro
español vienen a cuento porque durante
el curso 68/69 se presentó en el Colegio
el grupo Bululú con la dirección del
catalán Antonio Malonda (que colaboró
con Marsillach en la obra anteriormente
citada Bululú), que pusieron en escena
que yo recuerde la obra “Guillermo Tell
tiene los ojos tristes” de Alfonso
Sastre, que hacía un virulento ataque a
un dictador suizo, hecho que se podía
comparar rápidamente con nuestro país.
Después de la representación todos los
estudiantes organizaron una
manifestación, con lo cual la obra fue
prohibida durante varios meses. De la
importancia de este grupo recuerdo
vagamente como los compañeros me decían
“¡que viene el Bululú!”, no sé si antes
de terminar la década también
representaron esta misma compañía “La
vida es sueño” de Calderón, que por
problemas de la censura también tuvo que
cambiar el nombre.
Durante el curso 1969/70, tan importante
culturalmente, se organizaron las
jornadas de cine 70, cuyos objetivos
eran tratar de modo exhaustivo la
problemática del cine español, con el
fin de clarificar la situación cultural,
profesional e industrial de nuestro cine
en esa época, así como de servir a la
unión de los distintos estamentos y
personas en pro de una política de
revitalización cinematográfica. Para
ello se había invitado a más de un
millar de personas relacionadas
profesionalmente con el cine y según me
dijeron se recibieron multitud de
adhesiones. Los carteles y otros
elementos de información ya estaban en
la calle pero las jornadas fueron
prohibidas una vez más por la autoridad,
por lo que hubo que suspender este gran
acontecimiento del cine español. La
organización expresó su queja con estas
palabras “profundamente lamentamos los
proyectos que en un Estado avanzado, por
circunstancias ajenas a nuestra voluntad
no llegan a alcanzar su realidad”.
El Corral de Comedias del Colegio, que
era quien organizaba todas las
actividades culturales, en este Curso
1969/70 tuvo una temporada de teatro
independiente verdaderamente importante,
por no decir gloriosa. Se presentaron 15
obras con 45 representaciones de las que
quiero destacar las siguientes: “Escuela
de bufones” por el grupo Tábano, que
dirigía Juan Margallo; “El Knack” por el
grupo AKelarre de Bilbao, bajo la
dirección de José Andrés Zalduegui; “La
guerra y el hombre” por el grupo La
Máscara de Gijón; “La boda del
hojalatero” y “En la sombra del valle”
por el Teatro Experimental Independiente
(TEI) que dirigía José Carlos Plaza;
“Ubu Rey” por La Cazuela de Alcoy,
dirigida por Mario Silvestre (para esta
obra se desplazaron más de 40 personas
entre actores y técnicos); “El esclavo”
por El Corral de Comedias de Valladolid,
con la dirección de Carmelo Romero;
“Esperando a Godot” por el grupo Joyce;
“El juego de los insectos”, por el
Corral de Comedias de Madrid, con la
dirección de José Luis Alonso; y “Los
juglares” del Centre d’Estudis
d’Expresió de Barcelona, con un programa
de mimo y pantomima, dirigido por Albert
Boadella. Se terminó el año teatralmente
con la sesión del psiquiatra madrileño
Pablo Población que corrió a cargo del
TEI, con la dirección de José Carlos
Plaza. Sólo enumerar estas obras, los
grupos, los actores que participaron y
los directores, presentan un panorama
difícilmente repetible y que sólo puede
contar con esta lejanía abrir nuestro
asombro y los mayores elogios. Creo
recordar que todos los colegiales
teníamos que pagar la entrada, y el
abono para 3 representaciones era de 25
pesetas (0,15 euros) y una sola 15
pesetas (0,9 euros). Prueba de la
colaboración de todos al mantenimiento
del teatro era que si algún colegial se
colaba era apercibido de expulsión por
la dirección del Colegio expuesto
oficialmente en el tablón de anuncios y
no podía volver a reincidir. Lo que
contrasta con la situación actual, que
teniendo los mejores grupos de jazz
internacionales, y con entrada gratis,
son relativamente escuchados por los
colegiales.
Y en el campo musical, también durante
este curso, organizado por El Corral de
Comedias tuvieron lugar los recitales de
flamenco, con Enrique Morente y Juan
Varea; y de jazz como la Canal Street
Jazz Band, el Cuarteto de Juan Carlos
Calderón y el Trío de Tete Montoliu,
primera vez que actuó en el Jhonny. Y
como anécdota la Canal era el primer
grupo de jazz que yo escuchaba y es
cuando me empecé a aficionar a esta
música, pues ya me dejaba llevar por el
ritmo y empecé a “chasquear” los dedos
con el jazz tradicional.
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AÑOS 70. LA DÉCADA
HEROICA.
Quizás sin pretenderlo, serán referentes
inconscientes, el símil del viaje de
Ulises de vuelta a su patria del poema
“Itaca” de Kavafis que cantaba en estos
comienzos LLuis LLach, de gozar del
camino sin perder de vista la meta; el
vivir la amistad; la búsqueda de la
sabiduría, es decir el conocimiento de
uno mismo y de la vida, sin la aventura
del Himalaya.
No sé si serán estos pretextos para
justificar este trabajo sin desaliento
con tan escasos recursos, año tras año.
Es posible que haya habido un trasfondo
paralelo más personal y metafísico, como
la búsqueda de la liberación personal en
todos los órdenes, el sentido de la
existencia, cual es nuestra verdadera
naturaleza... preguntas que no terminan
de completarse nunca.
Era
tanta la actividad cultural del San Juan
que, cualquier día en la puerta de la
habitación nos encontrábamos folletos
como: “Sobre materia sexual”, de W.
Reich muchas hojas mecanografiadas en
distintas máquinas y hechos a ciclostil
y grapados a mano; o “Introducción a la
teoría económica marxista”, de Ernest
Mandel, material de trabajo del
seminario de economía española del San
Juan Evangelista, curso 1971/72.
Precisamente las Asambleas eran el
máximo órgano de expresión del Colegio,
cosa que podía convocar cualquier
residente y en donde, aparte de informar
sobre el movimiento estudiantil en la
universidad, era como una especie de
cátedra de oradores donde uno muchas
veces se llevaba el bloc para tomar
notas y reflexionar ideas de aquellos
cultos y sabios alumnos estudiantes de
los últimos cursos de la carrera, muchos
de los cuales hoy, son catedráticos en
la universidad.
De ese periodo en que como decía, el
Corral de Comedias organizaba el teatro
dirigido por Cesar de la Prida y su
equipo que cuando se abrió el Auditorio
aún no disponía ni de butacas, por lo
que había que alquilar sillas plegables,
fue de los pocos locales en Madrid donde
se podía estrenar el teatro
independiente y donde nacieron autores,
actores y directores hoy de mucho
nombre; en mi mente está aparte de lo
dicho anteriormente la continuación en
cursos posteriores la representación de
la obras “Castañuela 70” por el grupo
Tábano y las Madres del Cordero, “El
Juego de los Insectos” de los Hermanos
Kappeck, que dirigió José Luis Alonso de
Santos y en donde intervenía el colegial
Rafael Álvarez “El Brujo”, “Quejío” y
“los Palos” de La Cuadra de Sevilla
dirigida por Salvador Tavora, que se
representaron muchas veces siempre
lleno, “La boda de los pequeños
burgueses” de Brecht, por Los Goliardos,
“Proceso por la sombra de un burro” de
F. Dürrenmatt, por el TEI y “Camelamos
naquerar” del gran bailarín y coreógrafo
granadino Mario Maya, “Non Plus Plis”
por Els Comediants dirigido por Joan
Font, entre otros. El gran dramaturgo y
hasta hace poco director de la Compañía
de Teatro Clásico, José Luis Alonso de
Santos, estrenó y dirigió algunas de sus
primeras obras, así como directores tan
conocidos, José Carlos Plaza, Juan
Margallo, Albert Boadella, Antonio
Malonda anteriormente citados, Juan
Antonio Hormigón; y actores como Alfonso
Guerra, Rafael Álvarez “El Brujo”,
Victoria Vera, Ángel Facio, entre otros
muchos.
En el verano del Curso 72-73 me embarqué
en la aventura de viajar con un amigo
colegial, Julio Belinchón Belinchón, al
Norte de Europa, después de recalar en
Suecia y Dinamarca, terminamos
trabajando como obreros de temporada en
una fábrica de papel pintado en un
pueblo cerca de Hannover. Por supuesto
que ese viaje me abrió bastante la mente
y lo bueno que allí me compré por
primera vez un magnetofón pequeño de la
marca Grundig, que para la época sonaba
magníficamente, para reproducir cintas
de cassette a las que yo añadí dos
bafles después. Posteriormente ese
Grundig se hizo famoso en el Colegio y
en él escuché las primeras cintas de
jazz que me proporcionó el colegial
Enrique del Moral Fernández Rincón, nada
menos que empezando por Thelonius Monk y
Miles Davis, y luego el gran aficionado
a la música que mencionaré en algún otro
contexto, Juan José González, me traía
diferentes cassettes de jazz y flamenco,
grabados por él, con los cuales fui
ampliando mis conocimientos y afición
por estas músicas poco a poco que habían
despertado los conciertos en vivo en el
Colegio.
Mediados los 70 para nosotros fue muy
significativa la presencia en el San
Juan de la Orquesta Filarmónica de
Madrid, reducida a Orquesta de Cámara,
de veinte a cuarenta profesores, todos
miembros a su vez de la Orquesta
Nacional de España, y que dirigida por
el Maestro Isidoro García Polo, ya
fallecido, cada curso nos deleitaba con
un concierto de música barroca, con la
intervención de extraordinarios solistas
de la Orquesta Nacional como Ángel
Beriain, M. A. Colmenero, Roberto
Cuesta, etc. y donde se escucharon
muchas de las más conocidas
composiciones de Vivaldi, Mozart, Haydn,
etc.
|
El cine club, que llevaba también el
nombre de Corral de Comedias, fue
también muy importante y su actividad
duró hasta finales de los 70 y dejó
grabado en mi memoria la proyección de
películas cumbre del cine mudo como “El
acorazado Potemkim” y “Octubre” de
Eisenstein, con asistencia masiva de
público y normalmente subtituladas en
francés que tenía que ir traduciendo
algún estudiante del anfiteatro. Un día
me encontré una muchedumbre de jóvenes y
sin saber cómo ni porqué asistí al
estreno español de “Viridiana” de Buñuel,
entonces prohibida. Por supuesto Ingmar
Bergman con sus conocidas películas
proyectadas una y otra vez “El séptimo
sello”, “Fresas salvajes” o “El
manantial de la doncella”; la mítica
“Ciudadano Kane” de Orson Welles, o las
semanas anuales de cortos en 16 mm. de
cine de humor, y no faltaban los
largometrajes “El maquinista de la
General” y “El Navegante” de Buster
Keaton, “¡Ay que me caigo!” de Harold
Lloyd, “Tiempos Modernos”, “Luces de la
ciudad” y “El Gran Dictador” de Charles
Chaplin, y muchas de las de los Hermanos
Marx como “Los Hermanos Marx en el
Oeste” cuyo grito al final de la
película “¡Esto es la guerra, más
madera!” animó algunas barricadas.
Recordar los estrenos de la Nouvelle
Vage como “Cero en conducta”, “Atalante”
de Jean Vigo, “El pequeño salvaje”, “Los
cuatrocientos golpes” y “Jules y Jean”
de Truffaut; el neorrealismo italiano
con “El ladrón de bicicletas” de Vitorio
de Sica, “Giulietta de los espíritus” y
“Amarcord” de Fellini y las célebres
“Mamma Roma”, “Pajaritos y pajarracos”,
“Teorema”, etc. de Pier Paolo Pasolini;
el expresionismo alemán con “Nosferatu”
de D.F.W. Murnau; “La Caída de los
Dioses”, “Muerte en Venecia” de Luchino
Visconti y el cine español con
“Bienvenido Mr. Marshall” y “Plácido” de
Berlanga, “Calle Mayor” y “Muerte de un
ciclista” de Bardem; Basilio Martín
Patiño, Buñuel, Carlos Saura y Manuel
Gutiérrez Aragón. Gozamos con el cine
negro, en especial con las películas de
Humphrey Bogart y Edward G. Robinson, y
los westerns del maestro John Ford, como
la mítica “La Diligencia”. Tampoco
faltaron los grandes directores de la
comedia como Ernst Lubitsch, Fritz Lang
o Billy Wilder. Los coordinadores de
esta importante actividad cultural,
fueron entre otros, José Luis Rodríguez
Panadero, Pedro García González, Carlos
Rodríguez, y posteriormente, Emilio del
Moral Fernández Rincón, Juan Félix
Hernández y Pablo Nacarino Hernández.
¿Por qué tuvo tanta importancia el cine
de estos años?, es claro que las
películas sólo se podían ver en el cine,
no existían los videoclubes, los
reproductores de video eran muy escasos
y las películas apenas existían y en
estos comienzos eran en sistema Beta; y
de televisiones sólo Televisión
Española, ni privadas ni autonómicas.
Las multas de las autoridades
gubernativas al Colegio dieron más de un
disgusto a la dirección de la época, con
las reprimendas del Patronato ante las
amenazas de cierre sufridas. Por
entonces durante las noches había que
hacer vigilia, con número de llamadas de
timbre secretos de la consejería a las
habitaciones de los estudiantes se
avisaban las visitas de la policía de la
brigada político-social que buscaba a
los delegados de facultad y estudiantes
activos que vivían allí, de forma que, a
pesar de las señas, la Cárcel de
Carabanchel, tuvo algún que otro
inquilino del Colegio.
En esa época en la que los medios de un
estudiante del San Juan, normalmente
becario o pagándose sus gastos con su
trabajo, eran muy escasos, cada pasillo
compraba semanalmente por aportación de
todos los que vivíamos en el mismo, un
ejemplar de las revistas progresistas de
la época como “Triunfo”, “Cuadernos para
el Diálogo”, “Sábado Gráfico”,
“Destino”, “Primer Acto” y algún que
otro “Play Boy”, etc., junto a alguna de
humor como “La Codorniz” o algunos
tebeos, que circulaban de habitación en
habitación, apuntándose uno en la lista
correspondiente en el tablón del
pasillo. También durante estos años a
veces nos encontrábamos con un ejemplar
de la revista “Cuadernos de Ruedo
Ibérico”, que se publicaba por la
editorial Ruedo Ibérico en Paris, y que
constituyeron un grupo de exiliados
españoles. En el primer número figuraba
como redactor jefe y fundador el
anarquista José Martínez, y el comunista
Jorge Semprún. Esta revista quería ser
una alternativa a “Nuestra Bandera” la
revista política del partido comunista
de España, que varias veces me echaron
por debajo de la puerta. “Cuadernos del
Ruedo Ibérico” tuvo gran importancia y
duro su publicación hasta 1979,
ofreciendo una gran oposición política
al franquismo, con propuestas social
demócratas moderadas a la dictadura.
Evidentemente
estaba prohibido reunirse, asociarse y
expresarse públicamente, por lo que las
actividades culturales de esa época,
desde la creación del Colegio hasta la
muerte de Franco, fueron de un gran
sacrificio, trabajo y constancia. Había
que solicitar los permisos por
triplicado: Rectorado (que nunca había
problemas), censura (al Ministerio de
Información y Turismo que revisaba todos
los textos y en el caso del teatro había
que hacer una función previa para ellos
comprobaran si se podía poner en escena
y que luego la brigada político social
comprobaba si las funciones se adaptaban
a los textos aprobados); y la Dirección
General de la Policía que nunca
contestaba y nunca se sabía si el
concierto se podía realizar o no.
Como anécdota, cuando realizábamos un
concierto de flamenco, como nunca se
sabe el texto de lo que va a cantar un
cantaor, pasábamos a la censura algunos
de los textos de los hermanos Machado
que, incluso algunos de los versos
terminaban tachados y prohibidos.
Como explica el entonces represaliado
director de teatro Antonio Malonda, la
censura en el teatro fue aún mayor que
en la de música, él recuerda de estos
años “prohibir, prohibición, prohibido”,
con la censura de texto, censura visual
de puesta en escena, censura del
chivatazo, censura de censores anónimos,
censura de censores muy conocidos,
esposas, del régimen… ante todo aquello
sólo se podía luchar con las armas de la
astucia, el valor personal, la ética y
la creatividad, cosa que desde los
directores de la época tuvieron que
desarrollar ampliamente, en palabras de
este gran director teatral, ahora parece
que no es muy solicitado.
|
La junta de
censura que es como se llamada el órgano
del Ministerio de Información y Turismo
encargado de la censura, no fue abolida
hasta el 4 de marzo de 1978 en plena
transición, recuperándose así la
libertad de expresión tras 40 años de
censura.
|
Desde el año
1969 hasta el 1973, la dirección del
Colegio perteneció a la Congregación
Religiosa Salesiana, que después se
demostraría que el cargo le venía
demasiado grande, en unos años política
y socialmente bastante difíciles, pese a
su muy buena voluntad. A pesar de lo
cual cometieron algunos errores y no
pudieron hacerse con las riendas del
Colegio, de acuerdo con la libertad en
todos los órdenes que los estudiantes en
esa época defendíamos, por lo que
tuvieron que marcharse.
Con este espíritu de la época, en donde
los estudiantes debieron de ser los
organizadores y a la vez receptores de
las actividades culturales gestionadas
por los mismos, pensamos que en lugar de
que los estudiantes fueran a la música,
la música debería ir a la Universidad y
así a partir de los 70 es cuando el Club
comenzó, en principio como comisión de
actividades musicales de este Colegio.
Se empezó principalmente por la música
clásica, con este pasado que traíamos, y
se creó la discoteca del Colegio, que
inauguramos con la audición de la 2ª
Sinfonía de Beethoven.
Previamente, y organizado por el Corral
de Comedias, como decía yo ya había
escuchado a la banda Canal Street Jazz
Band, a quien debo mi afición por el
Jazz y al organista Lou Bennett. El
presupuesto anual con que contábamos el
primer año y que se conservó durante
varios era de quince mil pesetas (90
euros de hoy), y los conciertos de
música clásica los conseguíamos
patrocinados por la entonces Comisaría
General de la Música del Ministerio de
Educación, dentro del ciclo de
Intérpretes Españoles en España, no sin
mucho esfuerzo y constancia y que te
echasen por la escalera más de una vez.
De esa época recuerdo los conciertos de
grupos de cámara y solistas y en
especial de música española, Granados,
Albéniz, Turina, interpretada por el
gran pianista, ya fallecido, Esteban
Sánchez.
La falta de libertad de expresión fue
manifiesta por ejemplo con el cierre
definitivo el 25 de noviembre de 1971
del Diario Madrid, que dirigía Antonio
Fontán. Ya unos años antes el periódico
había sido cerrado durante cuatro meses
por el famoso artículo de Rafael Calvo
Serrer: “Retirarse a tiempo. No al
general De Gaulle”, por las alusiones a
Franco.
A punto estuvo de venir el gran
compositor y pianista de jazz Thelonious
Monk, en su gira europea de este año
1971 con su grupo “Giants of jazz”, pero
regresó para EEUU antes de lo previsto.
En esa época aún no conocíamos la gran
importancia de este gran músico. Hubiera
supuesto un hito su actuación, cuando
este Club empezaba a dar los primeros
latidos de la música de Jazz. Para
resarcirnos en época de tanta escasez y
por supuesto de conocimientos
jazzísticos, el Club promocionó dos
libros de jazz en el Curso 70/71:
“Variaciones sobre Jazz” del aficionado
y director de cine Julio Coll, por la
insistencia del conocido y sabio
aficionado, Juan José González, que
entonces era residente del Colegio Mayor
Alfonso X El Sabio y “El Jazz, su origen
y desarrollo” de Joachim E. Berendt,
esta vez a requerimiento mío,
considerado desde su primera edición en
español en el año 1962 como “la Biblia
del Jazz”, que el autor después ha ido
actualizando. De ambos libros se
vendieron 50 ejemplares de cada uno a
los miembros del Club y residentes del
Colegio, al precio de 50 pesetas de la
época (0,30 euros). La Editorial
Guadarrama nos hizo una rebaja del 50%
en el libro de Coll.
Punto y aparte hay que hacer para la
presencia en el Colegio en esta época de
uno de los mejores directores de
orquesta de este siglo pasado, quizás el
número uno, el ya fallecido director
rumano, Sergiu Celibidache, que cogido
de mi brazo, recuerdo, me decía, “la
música sólo hay que escucharla en
directo, porque aunque existan los
mejores grabadores, nunca podrán recoger
sino el 70% de lo que se escucha en la
realidad”. Él desde luego se negó en
vida a grabar ningún disco, y aunque hay
ya numerosas grabaciones suyas, se deben
a las que se hicieron para la radio en
distintos auditorios del mundo. A su
conferencia en el Colegio asistieron
directores que empezaban a despuntar en
España como Odón Alonso y Enrique García
Asensio, entre otros muchos. Recuerdo
que le dimos como recuerdo una cerámica
de Talavera que quizá figure hoy en el
museo de su casa natal.
En
estos años hubo bastante interés en dar
a conocer y difundir la música
contemporánea española. Compositores
españoles hoy ya casi clásicos, como
Luis de Pablo, Tomás Marco, Ramón Barce
y sobre todo Cristóbal Halffter, eran
comprendidos y admirados y algunas de
sus obras fueron interpretadas en el
Colegio por los Grupos ALEA y KOAN,
cuando aún estaba muy lejos la creación
del Centro para la Difusión de la Música
Contemporánea, que en estos años tiene
una importante actividad. Pero sobre
todo es importante reseñar las
charlas-audición que nos daba en la sala
de música Cristóbal Halffter, para las
cuales alquilábamos un magnetófono de
cinta en un establecimiento musical de
la calle Princesa. Así escuchábamos,
explicadas por este compositor, casi en
primicia, obras suyas como “Planto por
las víctimas de la violencia”, “Gaudium
et Spes-Bounza”, “Elegías a la muerte de
tres poetas españoles”, entre otras,
siempre en defensa de los derechos
humanos.
Con este contexto, había que
documentarse y reflexionar mucho para
contrarrestar a los más activos de la
comunidad colegial la necesidad de la
música clásica como parte de las
actividades culturales del Colegio,
pues, en el ánimo de estos estaba que la
música clásica era cosa de burgueses.
Recuerdo como en esa época tenía que
leer uno de los grandes teóricos de la
música y fundador de la Escuela de Viena
T.W Adorno y en especial su libro “La
filosofía de la nueva música”, para
tener argumentos con qué contrarrestar
aunque entonces no los entendiera mucho.
El precio de las entradas empezó en
estos conciertos a cinco pesetas (0,03
euros), que en los conciertos de Jazz y
Flamenco, subiría a las veinticinco
(0,15 euros). Pero como lo que no
querían las autoridades gubernativas era
que los estudiantes se reunieran, algún
año tampoco nos dejaron cobrar las
entradas y hubo que organizar los
conciertos como si fuesen actividades
del Cine Club, única actividad que se
permitía que se pagase por lo que
tuvimos que hacer socios del cine club a
miles de universitarios de esa época,
con el siguiente trabajo de confección
de carnets, y extensión de los mismos al
precio de cinco pesetas (0,03 euros).
Los conciertos de estos primeros años de
los 70 eran tan espectaculares y
asistían tantos universitarios que, como
anécdota, tengo que recordar que
poníamos aquellos bafles muy primitivos,
en el vestíbulo de entrada al Teatro, en
las salas de comunidad del Colegio, e
incluso en el jardín, para que el
público que no podía entrar al salón
porque estaba lleno, pudieran escucharlo
desde la calle. El colegial Antonio
Villarejo Perujo, que ejerce hoy su
profesión de Ingeniero Agrónomo en la
Serranía de Ronda, fue promotor del
flamenco de estos conciertos, siguiendo
los pasos de los hoy flamencólogos y
catedráticos como Andrés Raya,
Catedrático de la Universidad de
Córdoba, Francisco Gutiérrez Carbajo,
Decano de Filología de la UNED y José
Luis Ortiz Nuevo, escritor y autor, ha
publicado importantes libros para la
flamencología, fue director de la Bienal
de Arte Flamenco de Sevilla y lo es
ahora de la de Málaga.
La gran afición de Antonio y un esfuerzo
a toda prueba, conseguía convencer a los
artistas en los tablaos de aquella época
muy famosos de Madrid, como Zambra, con
unos cachés de cinco mil pesetas (30
euros) por persona; y a los que venían
de fuera se les pagaba, a parte, el
viaje y el hotel. Con todo esto siempre
el flamenco terminaba arruinando el
presupuesto. En estos años se practicaba
realmente la autogestión sin ningún tipo
de ayuda de empresas o entidades. De esa
época tengo que recordar los recitales
flamencos del cantaor El Agujetas, que
se prolongaban hasta altas horas de la
madrugada después en la comunidad; muy
especialmente los conciertos de Aguaviva
cantando a “Los poetas andaluces”, “La
Casa de San Jamás”, “Acopalipsis”, etc.
y el espectáculo dirigiendo a una
orquesta de jazz en la que sobresalía el
saxofonista Pedro Iturralde con el grupo
vasco de folk Mocedades al completo,
“África Negra” de Juan Carlos Calderón y
donde recuerdo como impresionante su
versión del “Pange Lingua”. Y el
mismísimo concierto de Paco de Lucía el
año 74 cuyo caché era a taquilla, a 40
pesetas la entrada (0,25 euros de hoy),
con jóvenes por todos los lados,
incluido el propio escenario, y cuyos
honorarios finales fueron de 30.000
pesetas (180 euros). Antes había estado
en varios recitales el gran compositor y
guitarrista flamenco Manolo Sanlúcar,
después vendrían, entre otros muchos, el
cantautor Carlos Cano, con su
“manifiesto de la canción sur” cuyo
primer concierto profesional fue en el
San Juan y, que después se convertiría
por unos años, en sus recitales en el
abanderado del andalucismo, llenándose
el teatro de banderas de Andalucía.
Pocos años después se presentaba por
primera vez quizás en Madrid, el
principiante cantautor Joaquín Sabina,
hoy uno de los más grandes poetas
urbanos de la actualidad.
En el año 1973 se
creó la editorial de flamenco Ediciones
Demófilo, por los colegiales José Luis
Ortiz Nuevo, Paco Gutiérrez Carbajo,
Andrés Raya, el cantaor Enrique Morente
y el flamencólogo José Blas Vega.
Editorial que cubrió un hueco importante
en la escasa bibliografía flamenca de la
época.
Con el asesinato
del General Carrero Blanco el 20 de
diciembre de 1973, comienzo del proceso
1001 (juicio contra 10 dirigentes del
sindicato CC.OO por el Tribunal de Orden
Público, y donde fue condenado a veinte
años de prisión el líder de este
sindicato, Marcelino Camacho con las
restantes penas que alcanzaron de veinte
a doce años), la preocupación por la
caída de Salvador Allende por la toma
del poder por la fuerza del General
Pinochet, y la esperanza cuatro meses
después de la Revolución de los Claveles
en Portugal.
Hay que destacar
revistas que contribuyeron a la
concienciación juvenil universitaria de
la época con contenido cultural,
musical, político, sexual, etc. como: AU
(Apuntes Universitarios) Boletín del
Colegio Mayor Chaminade de Madrid, fue
creada aproximadamente en agosto en 1972
y se publicaba mensualmente con
distribución gratuita, entre los
redactores de música por ejemplo
figuraban periodistas conocidos de hoy
como Alvaro Feito, Manuel Domínguez,
muchos de los hasta ahora en Radio 3
como Jorge Muñoz, Diego Manrique, etc. y
otros como Luis Suárez Rufo, Gonzalo
García Pelayo (el de los casinos hoy),
etc.; también revistas mensuales, fueron
“Ajoblanco”, nacida con redacción y
editada en Barcelona, allá por el 1974,
con contenidos de nueva cultura y
acracia, y mucha utopía. Todos vivimos a
través de esta revista, lo que era la
contracultura, las comunas, el
ecologismo, el feminismo, el movimiento
libertario y la libertad sexual.
Durante
los años 1972 al 1974, este Club tuvo
dos o tres cursos de unión y
colaboración con el vecino Colegio Mayor
Femenino Isabel de España, con una
participación muy activa de las chicas
miembros del Club, realizándose
actividades y compartiendo las reuniones
en uno y otro centro.
Del Curso
1973/74 es de los pocos que guardamos
casualmente algunos datos del Club. Los
precios de las entradas oscilaron entre
25 pesetas (0,15 euros) para la Orquesta
Filarmónica de Madrid, a la II Reunión
Flamenca de la Universidad a 50 pesetas
(0,30 euros), con aforo completo de
entonces novecientas personas (el doble
aforo que en la actualidad). También de
ese curso, a parte del recital de Paco
de Lucía, que llenó asimismo el aforo
completo, tuvo lugar el recital de Jose
Afonso y José J. Letría, también aforo
completo a 30 pesetas (0,18 euros). De
ese curso, concierto apoteósico también
fue el del grupo de folk argentino los
Chalchaleros a 45 pesetas (0,27 euros),
que de nuevo agotaron el aforo, así como
el recital del guitarrista argentino
Eduardo Falú, el 16 de diciembre de
1973, rodeado el Colegio por la policía
ante la situación política muy tensa que
vivíamos, incluido el proceso 1001. La
aportación del Colegio al club durante
este curso fue de 40.000 pesetas (240
euros).
Si todos
estos conciertos reseñados
anteriormente, por primerísimas figuras
de la música popular, dejaron una huella
indeleble entre todos los asistentes,
sin duda el de José Afonso fue de una
importancia y de un recuerdo
inolvidable, pues allí cantó el famoso
tema “Grândola vila morena” que como es
sabido fue utilizado como consigna en la
Revolución de los Claveles de Portugal
en el cambio de una dictadura por un
sistema democrático.
Hay que
reseñar, que durante estos primeros
años, y durante casi una década, la
infraestructura de sonido y luces era
bastante elemental y rudimentaria si se
comparan con los actuales, pero acorde
con el tiempo tecnológico en que se
vivía. Alquilábamos en la tienda de
sonido Mario Gómez, de la Calle Santa
Isabel cerca de la Plaza Antón Martín,
un amplificador de válvulas, dos bafles
y primitivos micrófonos y su manejo lo
realizaban los propios estudiantes de
Telecomunicación. Algo así como los
bafles que teníamos en las habitaciones,
los aficionados a la música, una caja de
zapatos de cartón con altavoz y aún así,
a años luz de los equipos técnicos de
ahora, el sonido aquel nos parecía
extraordinario, es evidente que lo que
importaba era la afición por la música.
Las luces también eran manejadas por
colegiales y nos apañábamos con ocho
focos, que cada tres por cuatro había
que cambiar de bombilla y que se
colocaban sobre las paralelas del piso
superior y que servían para todas las
actividades. Las mesas de mezclas
estaban aún por venir. Las primeras
empresas profesionales que recuerde que
emplearon el sonido y luces como en la
actualidad, fueron
PTOLOMEO
y BERENICE, que dirigía el que llegó a
ser nuestro gran amigo y benefactor del
Club, Ángel del Cerro del Casar, que
años después crearía la Asociación
Cultural Plató, convocante de
importantes concursos de composición de
jazz contemporáneo.
En estos años 70, en que la Universidad
aún estaba muy centralizada y
prácticamente todas las escuelas de
Ingenieros de la Universidad
Politécnica, sólo existían en Madrid, en
el Colegio había estudiantes de todo el
Estado Español. Ellos propiciaron a
través del Club la presencia en el
Colegio de grupos de folk y cantautores
de todo el estado español tan míticos
como Los Sabandeños de Canarias, Fuxa os
Ventos y Milladoiro de Galicia, Oskorri
del País Vasco, José Antonio Labordeta
de Aragón, Francisco Pi de la Serra de
Cataluña, Nuevo Mester de Juglaría de
Castilla, Suburbano de Madrid, etc.
Siguiendo con estos primeros años 70 las
miradas estaban puestas en el gobierno
socialista de Salvador Allende y la
democracia en Chile. Cantautores
chilenos como Victor Jara y Violeta
Parra y grupos como Intillimani y
Quilapayún eran escuchados continuamente
en programas de la radio especializados
y seguidos por los cantautores
españoles, especialmente de protesta.
Durante esos años actuaron así en el
Colegio, siempre con lleno total, Pablo
Guerrero, Elisa Serna, Luis Pastor,
Manuel Manzano y Olga Picón, José
Antonio Labordeta (hoy diputado), Xabier
Ribalta, Pi de la Serra, y un poco más
tarde Javier Krahe y Luis Eduardo Aute,
entre otros.
Agitadores culturales imprescindibles de
las actividades culturales, del
departamento de libros, conferencias y
seminarios, fueron entre otros, los
colegiales Francisco Gutiérrez Carbajo,
Frutos Barbero Sánchez, Orlando Álvarez
Redondo, Moisés Cohen, Carlos Rodríguez,
Rafael Martín Huertas, Antonio Álvaro
Rincón, etc. y de esta historia musical
que estoy recordando, a miembros del
Club a partir de finales de los 70 hasta
la actualidad: Juan Jesús García Merayo,
Jesús Gerardo Fernández García, José
Luis Muñoz Guirado, Luis Mora Olivares,
Guillermo Puente Ortiz de Urbina, David
Cuenca Arcos, Diego Soto Ugalde, Julio
Morilla Padial, Martín Camero Castro
Mansilla, Pablo Sanz Magdaleno, Juan
José Carrilero Martín, Ricardo Arjona
Cano, Borja Judel Carballa, Alvaro Vivas
Aparicio, Eduardo Santana Santana, en
representación de muchos.
Sin duda algunos de los colegiales
citados anteriormente, sobre todo los de
origen andaluz, tendrían que ver en la
organización de la “I Semana de
Andalucía”, que se celebró del 9 al 16
de febrero de 1975, en el que
participaron personalidades andaluzas de
la literatura, de la sociología y la
política, artistas de teatro e
importantes músicos sobre todo del
flamenco. Recuerdo que intervinieron
José Luis Ortiz Nuevo, Félix Grande,
Paco Alburquerque, Enrique Barón,
Antonio Burgos, José Manuel Caballero
Bonald, con la actuación de artistas de
flamenco como Enrique Morente, José
Romero, Gualberto y Agujetas y Manolo
Sanlúcar entre otros y el grupo de
teatro La Tabla de Granada que
representó la obra “Cadenas”. Hubo
lecturas poéticas en un homenaje a
Antonio Machado, nada menos que por Luis
Rosales y Fernando Quiñones, ya
fallecidos e incluso una tertulia
flamenca con el que fue famoso cantaor
Pepe el de la Matrona. También hubo rock
como fue la actuación del grupo
Manantial de Sevilla, con el que se
cerró la semana. Esta Semana de
Andalucía tuvo su continuación en la
segunda, que se celebró del 16 al 25 de
abril de 1977, en colaboración con el
vecino Colegio Mayor Chaminade, llevaban
de subtítulo la copla, “Ni dioses, reyes
ni na / en mí mando yo solito / y no
manda nadie más”, por cierto una bulería
del colegial Rafael Arjona Collado, hubo
mesas redondas, conferencias, teatro,
flamenco y rock. Entre los participantes
de las mesas destacar a José Luis
Sampedro, Agustín Gómez, José Luis Ortiz
Nuevo, Francisco Lara, J. Antonio Lacomba, Antonio Burgos, entre otros.
Actuó el teatro La Cuadra de Sevilla y
el Grupo Aula 6 de Granada, y una mesa
redonda sobre el teatro andaluz en el
que intervino como moderador José
Monleón y participaron Salvador Távora,
Martín Recuerda, Enrique Llovet y
miembros del grupo Esperpento de
Sevilla; el cantautor Carlos Cano que
presentó “A duras penas”, el grupo de
rock Triana, el cantaor Enrique Morente
con Pepe Habichuela y se celebró una
“Reunión Flamenca en la Universidad” con
la intervención de los excepcionales
artistas Manuela Vargas al baile, Luis
de Córdoba, Calixto Sánchez, Diego
Clavel, José Mercé, Indio Gitano y Goméz
de Jerez, en el cante y los guitarristas
Luis Habichuela, Pepe Habichuela,
Enrique de Melchor y Antonio Solera,
dentro de esta semana tuvo lugar el
homenaje nacional a Juan Rejano en la
Universidad del que hablaremos
posteriormente. Y asimismo se presentó
el disco histórico “Persecución” de Juan
Peña El Lebrijano, con las guitarras de
Enrique de Melchor y Pedro Peña y el
recitado de Félix Grande.
En este año 1975, tan emblemático,
miembros destacados del club como Juan
Ramón Martín Huertas, Fernando
Orgambides Gómez, Emilio del Moral
Fernández Rincón y yo, junto con otros
significativos miembros del Club, entre
ellos Pedro Díez Llavero, Eduardo Gantes
Trellez, Emilio García Fuentes, Pedro
García González, José F. Rodríguez
Sánchez, el subdirector del Colegio
Braulio Tamayo López y las colegialas
del Isabel de España, Rosa Sánchez
Herrera, Dolores Luengo Merino, y
Soledad Martínez Martínez, junto a los
estudiantes de Filosofía y Letras de la
Universidad de Granada, Fidel Villar
Ribot y Alejandro del Moral Fernández
Rincón, organizamos el “I Festival
Internacional de Jazz de Granada” con el
complemento de una visita cultural a tan
preciosa ciudad. Efectivamente tuvo
lugar en el Claustro del Hospital Real,
hoy sede del Rectorado de dicha
Universidad, los días 9 y 10 de mayo de
1975, con la actuación de los grupos, Modern Jazz Sextet de Juventudes
Musicales de Tarrasa, Lou Bennet y Al
Jones, el día 9; Traditional Jazz Studio
de Praga y Quinteto de Free-Jazz de
Vladimiro Bas, el día 10; ambos días
presentados por Juan Claudio Cifuentes,
entonces en Radio España FM. El éxito
fue total y se llevó a cabo su
patrocinio gracias a la colaboración de
la Subsecretaría del Ministerio de
Educación y Ciencia de la que entonces
era titular Federico Mayor Zaragoza, que
después sería presidente de la UNESCO.
Creo que este es el primer Festival de
Jazz que se ha hecho en Granada. Por
supuesto que se realizó la actividad
cultural paralela con las visitas a la Alhambra, el Generalife y la
Catedral.
Estas visitas culturales tuvieron un
precedente con el concierto de órgano de
Montserrat
Torrent en la antigua Iglesia
de San Miguel de Cuenca con visitas al
Museo de Arte Abstracto y posteriormente
el concierto de órgano de Francis
Chapelet en la Colegiata de San Cosme y
San Damián de Covarrubias, con visita a
la Catedral de Burgos.
Con posterioridad son históricas las dos
entradas del Cuerpo de Policía que
estrenó los antidisturbios en el
recinto, desalojando el mismo, colegial
por colegial, con las consiguientes
palizas, sobre todo a los de aspecto
físico más contrario a las normas de la
época, que yo mismo sufrí con el
recuerdo de que al salir del Colegio
esquivé con la mano un golpe de la
culata de la pistola a la cabeza, de un
famoso policía de entonces, que a punto
estuve de escayolar el dedo pulgar y que
me dejó una huella para siempre. Baste
recordar que el médico del Colegio
realizó más de trescientos certificados
médicos de heridos, de tales injustas
refriegas y por ello sufrió el acoso de
las autoridades. La primera entrada, que
yo recuerde de la policía y a la que
estoy aludiendo, tuvo lugar el 4 de
junio de 1975, en ésta al final lo que
la policía se llevaba después del
registro era algún póster del Che
Guevara o de Jesucristo, los más
abundantes y también de Fidel Castro, Ho
Chi Minch y hasta el propio Lumumba del
Congo, y ninguna propaganda ilegal, que
es lo que al parecer buscaban con la
excusa también que iba a haber allí una
concentración de estudiantes del
distrito.
Como consecuencia de esta refriega entró
el Colegio en un periodo bastante oscuro
que con todo detalle a mi me es difícil
recordar. Primero es cesado al final de
ese Curso 74-75 el director José Luis
Sagredo Ruiz, que acompaña la dimisión
del fundador del Colegio, Jesús Cobeta
como miembro del Patronato. Para el
curso siguiente es nombrado en el verano
por el Rectorado José Carlos García
Sierra, vinculado familiarmente con el
entonces Alcalde de Madrid, Miguel Ángel
García Lomas. Este nuevo Director hace
su presentación en octubre del Curso
75-76 en una asamblea que termina con el
abandono de la sala de todos los
asistentes por considerarle una persona
no preparada para el cargo y con pocos
méritos académicos. Tras un año
ajetreado al final de este curso los
colegiales piden su dimisión por su
falta de implicación en la vida
colegial. Siguen los sucesos y durante
el verano García Sierra expulsa a cien
colegiales y presenta su dimisión al
Patronato. El 18 de agosto se reúne éste
en Ronda, sede social de la Caja de
Ahorros de Ronda propietaria del
Colegio, con escasos miembros, admiten
su dimisión y deciden la cesión del
Colegio ante su probado interés a la
Delegación Nacional de la Juventud de la
Secretaría General del Movimiento, pero
esta decisión tenía que ser rubricada
por la Universidad Complutense. Entonces
es nombrado Director para el Curso
1976-77 Agustín Díaz de Mera, que había
desempeñado la dirección de un Colegio
Menor del Movimiento en Ávila y que con
el paso del tiempo sería el último
Director General de la Policiía del
Gobierno de Aznar, que admite a sesenta
de los colegiales expulsados pero que
lleva consigo un montón de estudiantes
de otro Colegio Mayor vecino el Antonio
Ribera de orientación falangista fundado
por Blas Piñar, en la actualidad sede de
las oficinas de la Universidad
Politécnica. El 26 de septiembre se
reúne la Junta de Gobierno de la
Universidad Complutense para tratar este
tema, pero la fuerte presión de los
estudiantes con una carta al Rector Vian
Ortuño impiden que al final esta
decisión se formalice. A la vista de los
hechos el Presidente de la Caja de
Ahorros de Ronda D. Juan de la Rosa,
toma la decisión de continuar con la
propiedad del Colegio y nombra Director
a Gustavo Villapalos que entraría a
final de enero de 1977. En todo este
proceso hubo colegiales que tuvieron una
participación muy activa como Antonio
Fernández Poyatos, Publio Beltrán Palomo
y creo que Pascual Sicilia Martín, José
Andrés Torres Mora, Miguel Ángel Ortiz
Sobrino, entre otros muchos, que
entrarían a formar parte del equipo de
dirección de Villapalos. De todo esto
pueden dar cuenta de lo que pasó el
exdirector José Luis Sagredo Ruiz, en la
actualidad Profesor en la Escuela de
Ingenieros Aeronáuticos de Madrid y el
exsubdirector Jesús Parra Montero,
entonces cura salesiano, que incluso
sufrió las represalias de la autoridad
eclesiástica de Madrid de la época y
creo recordar que fue desterrado al
Colegio Mayor Chaminade y los
excolegiales citados.
|
El
20 de noviembre de 1975 moría Franco,
cuando se dio la noticia oficialmente
ese día por la radio y se conoció en el
Colegio, sobre las seis de la mañana,
todos salimos a los pasillos y hubo
celebraciones, alegría y jolgorio
general. Don Juan Carlos, que había
asumido en funciones la Jefatura del
Estado, por enfermedad de Franco desde
el 30 de octubre, cesa en la misma y el
22 de noviembre es proclamado Rey de
España, siendo el 27 de ese mes de 1975
cuando tiene lugar un acto religioso de
su subida al trono de España con el
nombre de Juan Carlos I.
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Durante este Curso 1975-76 hubo una
época en el Colegio con mucho interés
por la poesía, sobre todo porque un
miembro del Club, Jesús Gerardo
Fernández García, organizó numerosas
tertulias con los poetas más importantes
de España. Así estuvieron Claudio
Rodríguez, Ángel González, Gloria
Fuertes, Francisco Brines, Carlos
Bousoño, etc. Además entre nosotros
convivió un poeta que era estudiante de
Filología Hispánica, Ángel Sánchez
Pascual, que supongo ayudaría bastante
en este tema y que fue precisamente
Premio Adonáis de Poesía 1975 con su
libro “Ceremonia de la Inocencia”. Él
también se aficionó a la música a cuenta
del interés que mostrábamos los miembros
del Club por la misma y su amistad le
llevó a que me diera su libro premiado
recién salido de la imprenta
dedicándomelo con estas palabras: “para
ti, Reyes, toda ésta mi palabra de
inocencia, como ceremonia de amistad.
Viva la música”. En este último año en
que los poetas jóvenes frecuentaban la
casa del reconocido y admirado poeta
Vicente Aleixandre que era vecino del
San Juan, Calle Velintonía, 3, hoy Calle
Vicente Aleixandre, le fue concedido el
Premio Nobel de Literatura. Entonces
como anécdota le di a Sánchez Pascual la
“Antología Poética” del entonces
reciente Premio Nobel, editada por
alianza Editorial para que me la
dedicara y terminó por dedicársela a él,
que es la que se aprecia al lado.
De este Curso 75-76, por los estudiantes
de los colegios de alrededor, quedó la
frase “Johnny” lo siento, sois del
movimiento” en contraste con su pasado,
a lo que el San Juan respondía “Alcalá
sois el culo de la Universidad” al
colegio de enfrente, dirigido por una
congregación religiosa.
Fue precisamente al final de este Curso
75-76, año 1976, intermedio entre los
cursos 75/76 y el 76/77, en que se
celebraba el centenario del nacimiento
del compositor Manuel de Falla
(1986-1976) cuando a un grupo de
miembros del Club, con mucho entusiasmo
y entre los que estaban los citados J.
R. Martín Huertas, Fernando Orgambides,
Emilio del Moral Fernández, y otros, se
nos ocurrió convocar un concurso
literario “Manuel de Falla. Cien Años”,
en torno a la figura de este célebre
compositor español por ahora uno de los
más grandes de nuestra historia musical.
Con enorme esfuerzo y dedicación éste se
llevó a cabo y creo recordar que en el
jurado había musicólogos tan importantes
como Federico Sopeña Ibáñez, Enrique
Franco y Tomás Marco. Visto con
perspectiva, desde luego ahora sería
imposible embarcarnos en una aventura
semejante que sólo fue posible por el
esfuerzo y la ilusión de un montón de
jóvenes universitarios, a pesar de los
dificilísimos tiempos políticos que se
vivían y la escasez de recursos
económicos que se consiguieron con mucho
trabajo de las instituciones para los
premios.
En este año 1976, Año Falla, y dentro de
la temporada internacional de conciertos
de la Unión Europea de Radiodifusión
(UER) la Orquesta Sinfónica de RTVE
presentó un concierto extraordinario en
Homenaje a Manuel de Falla en el Teatro
Real el lunes 29 de noviembre de 1976,
donde destacaba en la segunda parte el
concierto para piano y cinco
instrumentos con solistas
extraordinarios como Rafael Puyana al
clave, Pedro León al violín y Pedro
Corostola al violonchelo, entre otros.
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Ya durante el
año 76 se había nombrado a Adolfo Suárez
como Presidente del Gobierno, que al
proceder del Movimiento, se miraba
entonces con mucha suspicacia y en
diciembre de ese año realizó el
referéndum para la reforma política, con
la aprobación de los partidos políticos.
Desgraciadamente en enero del 77 se
produjo la matanza de Atocha, cuyo
entierro fue en Madrid, uno de los más
multitudinarios, a los que he asistido,
comparable en esa década tan sólo al del
Alcalde de Madrid D. Enrique Tierno
Galván.
Es interesante
ver de esta época negra de nuestra
historia la película “Siete días de
Enero” del director Juan Antonio Bardem,
donde se documentan los hechos de la
matanza de Atocha en la que perdieron la
vida cinco abogados laboralistas de
manos de asesinos de la ultraderecha.
Revistas también importantes en la época
fueron “El Viejo Topo”, editada también
en Cataluña, nacida allá por el 1976 y
dedicada especialmente a política y
filosofía; otra importante fue la
madrileña “Ozono”, cuyo redactor jefe
era Alvaro Feito y entre los redactores
encontrábamos a Paco Almazán (importante
musicólogo popular ya fallecido que
escribió sobre flamenco en Triunfo),
Mario Pacheco (Nuevos Medios) y Manuel
Domínguez (Nube Negra), entre otros; o
las ecologistas y libertarias
“Bicicleta” y “Alfalfa”.
Lo importante de esos años fue la labor
de las radios de FM, que nos dieron a
conocer la buena música popular: Radio
Juventud, después Radio Cadena Española,
Radio Popular, Radio España Onda 2 y
después RNE-Radio3. Hay que destacar los
programas “Más o Menos Folk” de Antonio
Gómez, “Tiempos de Universidad” de
Fernando Segundo, “El Pupitre Loco” de
Manolo HH y Juan Herrera, “En Concierto”
de Javier Díez, “Diario Pop” de Jesús
Ordovás, etc., entre los programas de
música general y temas relacionados con
la Universidad; y también los especiales
de jazz, “Jazz Porque Sí” de Juan
Claudio Cifuentes, “Jazz Internacional”
de Paco Montes, “Jazztamos Aquí” de
Rafael Fuentes, “Jazz en la Onda” de
Jorge Arnaiz, “Ochenta Años de Jazz” de
José Mª García Martínez, “Jazz en la
Noche” de Narciso Munné, y tantos otros
como los programas de Gonzalo García
Pelayo, Julio Ruiz, Rodolfo Poveda,
Diego Manrique, Jorge Muñoz, Luz Elez;
en los cuales siempre se nos abrían las
puertas a comunicar los conciertos que
se celebraban en el San Juan.
En el recuerdo de
esta casi década, quedan los gritos
¡amnistía, libertad! y ¡grises
cabrones!... de las manifestaciones,
“más madera, esto es la guerra” de las
barricadas, “no nos moverán...” de las
sentadas, y poco después ¡OTAN no, bases
fuera! del antiamericanismo imperante en
la época.
El 4 de
mayo de 1976 salía a la calle el número
uno del diario El País, con la dirección
de Juan Luis Cebrián y con un artículo
editorial del mismo en tribuna libre,
“El País que queremos”. Precisamente la
primera referencia al San Juan
Evangelista en este diario fue por un
artículo del entonces crítico Paco
Montes, aparecido el día 26 de este
mismo mes, con el título “Jazz en la
Universidad” y donde escribía de la
actuación de la Revival Jazz Band de
Bratislava, con otros dos conciertos de
jazz en los colegios vecinos, como los
grupos españoles Orgón en el Elias Hauja
y HackensacK en el femenino Almudena.
Continuarían artículos como “El Johnny
cumple 15 años” de José Ramón Rubio el
16 de marzo 1985; “el Club de Música del
Colegio Mayor San Juan Evangelista
cumple 20 años” de Javier de Cambra el
17 de octubre de 1989; “el Club de
Música y Jazz es una experiencia única
en el mundo”, palabras mías a Federico
González (magnifico crítico de jazz,
fallecido), con motivo del 30º
Aniversario el 4 de marzo del 2000;
entre otros muchos previos y críticas de
las distintas músicas populares.
El domingo 9 de mayo de 1976, sobre la
vaguada del Campus de Canto Blanco de la
Universidad Autónoma, tuvo lugar el
Festival de los Pueblos Ibéricos, a la
que acudimos más de 50.000 personas, en
su mayoría universitarios, organizado
por la Federación de Asociaciones
Culturales Universitarias de Madrid que
lideraba la Joven Guardia Roja (JGR),
grupo que se mostró muy activo desde el
año 1973. Asistieron la mayoría de los
cantautores y músicos de Folk de toda la
península. Casi 20 grupos, entre los que
recuerdo a Quico Pi de la Serra, Luis
Pastor, Julia León, Elisa Serna, Pablo
Guerrero, José Antonio Labordeta, Raimon,
Victor Manuel, Mikel Laboa, Adolfo
Cedrán, Bibiano y Benedicto, Ovidi
Montllor, y los portugueses Fausto y
Victorino, que cantaron “Grândola, vila
morena” de Jose Afonso, con todo el
mundo en pié, entre otros. Todo el
recinto se llenó de banderas de las
distintas comunidades autónomas y fueron
constantes los gritos de “amnistía y
libertad”, claveles rojos y globos con
las letras “pan, cultura y libertad”.
Rodeado todo el mundo por un grandísimo
despliegue policial no hubo ningún
problema y fue un gran éxito de
organización. La JGR era la organización
juvenil del Partido Comunista de España
Internacional, que después se llamó
Partido de Trabajo de España para que no
se confundiese con el PCE.
Hay que mencionar
tres salas independientes que tuvieron
una importante actividad sobre todo con
la presentación de teatro independiente
en Madrid. La primera que apareció fue
la Sala Cadarso, que abría el 25 de
febrero de 1976 y que estaba situada en
el número 18 de la calle Cadarso, cerca
de la Plaza de España, y que era el
hogar del empleado, estaba dirigida por
la Asociación Caballo de Bastos y duró
hasta el año 1982; otra que abrió el 23
de noviembre de 1978 era El Gallo
Vallecano situada en la Avenida de San
Diego 63 de Vallecas y que estaba
dirigida por el Centro Cultural
Ciudadano Fuenteovejuna. En estas dos
salas estuvo implicado el director de
teatro Juan Margallo y participaron todo
tipo de personas relacionadas con el
teatro independiente de entonces como
Fermín Cabal, Manuel Álvarez Junco, etc.
También en estas salas no sólo actuaban
grupos de teatro sino que presentaban
grupos de música como de jazz-rock,
rock, etc. Antes que ésta empezó una
importante actividad flamenca situada en
un sótano en la calle Monteleón 10 del
barrio madrileño de Malasaña, dirigida
por la Asociación Cultural la Carcelera
y con este nombre, que dirigida por el
director de cine José Luis López del
Río, conocido por su película de culto
“Casas Viejas”, desarrollaría una
respetable actividad flamenca los fines
de semana durante casi veinte años,
desde 1973 a 1993 con que cerró.
Ese
año culturalmente tuvieron especial
significado dos actos que para la época
y como todo lo dicho hasta aquí
organizado por los universitarios
residentes en el Colegio, hay que
considerarlo de gran trascendencia:
El primero musical organizado por el
Club, un concierto de música clásica en
conmemoración del 150º Aniversario de la
muerte de Beethoven, se celebró en la
mañana del domingo 27 de marzo de 1977
(horario inhabitual pero escogido para
que los costes fueran menores) por la
Orquesta Sinfónica de la Radio de
Bratislava (entonces en Checoslovaquia)
que dirigió Ondrej Lenard y entre otras
obras se interpretó la 3ª Sinfonía,
“Heroica” de Beethoven. Único concierto
de una orquesta sinfónica en toda la
historia del San Juan que será imposible
volver a repetir ya que el escenario
hubo que ampliarlo hasta casi la mitad
del patio de butacas para que cupieran
los más de cien profesores de la
orquesta; a este concierto asistió el
entonces Rector de la Universidad
Complutense Ángel Vián Ortuño, invitado
por el Director del Colegio Gustavo
Villapalos, el concierto fue
espectacular y la música escuchada creo
que impregnó de magia a las paredes del
auditorio en un concierto inolvidable.
|
El
segundo acto cultural fue a iniciativa
de un colegial cordobés, Miguel Ángel
Toledano Rodríguez. Este acto homenaje,
encuadrado en la II Semana de Andalucía
que tuvo lugar del 16 al 25 de abril de
1977 en este Colegio Mayor, que se le
tributó el 22 de abril al poeta y
escritor asimismo cordobés, Juan Rejano,
que vivió en el exilio en México desde
1939 hasta su muerte en 1976, el acto
que se denominó homenaje a Juan Rejano
en la Universidad de Madrid se realizó
con la presentación de su primera
antología poética publicada en España el
libro “Juan Rejano, poesías”, editada
por Ediciones Demófilo. Intervinieron
Andrés Raya Saro, presidente de esta
editorial, Aurora de Albornoz y la
presentación del propio Miguel Ángel
Toledano por la comisión organizadora, y
recitaron sus poesías Juan de Diego y
Rosa Vicente. Juan Rejano fue un
auténtico poeta andaluz, militante
comunista, que se nota en su poesía por
su compromiso político y también refleja
la nostalgia de España con una gran
dimensión ética y humanista.
Posteriormente se le han tributado
numerosos homenajes y exposiciones en
Andalucía, sobre todo en Córdoba y
Málaga. Como muestra recordar sus
versos:
Juan Rejano, 1903, Puentegenil (Córdoba)
– México (exilio) 1976
“Si me dan a elegir,
yo nazco bajo un olivo,
orilla al Guadalquivir”
“Me nutrió tu palabra, desnuda y
verdadera
y he crecido a tu lado como un árbol
sonoro
al pie de una montaña.
Desde la infancia tengo los labios
rezumando tu sabia humilde y buena.
No te siento: te llevo dentro de mí
lo mismo que rumor enclaustrado de un
caracol marino”
A lo largo del
año 1977, tras un proceso judicial de un
año, que llevé yo personalmente a través
de la Dirección General de Registro y
Notariado, mi nombre pasó de Reyes a
Alejandro Reyes, pues estaba harto de
las confusiones que el primero que
acarreaban, en cuanto a mi identidad
personal. Ya se sabe que Reyes es un
nombre femenino muy usado en Andalucía.
Desgraciadamente el 21 de febrero de
1977 fallecía en la Clínica Puerta de
Hierro el fundador del Colegio, Jesús
Cobeta. En una breve necrológica, pero
muy marcada, del diario El País, cuando
aún no había esquelas mortuorias, se
leía “Jesús Cobeta fue animador y primer
Director del Colegio San Juan
Evangelista de Madrid, a cuyo Patronato
perteneció. En los primeros años de
existencia del Colegio contribuyó a
imprimirle su carácter de vanguardia
cultural y política, que mantuvo en
tiempos difíciles y ha sido siempre una
de sus principales características. Uno
de los planteamientos fundacionales del
Sr. Cobeta fue hacer del San Juan una
residencia universitaria económica, en
la que el estudiante desembolsara como
máximo un importe proporcional al
salario mínimo”.
Días más tarde, 28 de febrero del 77, se
reunió en el Colegio la Cominisión
Nacional de Justicia y Paz para exponer
las líneas fundamentales que según ellos
debía reunir la Ley Electoral.
Estuvieron Joaquín Ruiz Jiménez, que
habló de las perspectivas políticas de
la ley, Rafael Arias Salgado que nos
habló de la libertad e igualdad de
oportunidades, Enrique Miret Magdalena
que desde un punto de vista ético
expresó la importancia de la amnistía
total y de las libertades fundamentales
del hombre como la expresión y
asociación, y Bonifacio Rojo que nos
indicó las exigencias para unas
elecciones libres, amnistía total,
legalización de todos los partidos
políticos y centrales sindicales y que
tuviéramos seguridad, que durante el
periodo electoral tuviéramos un clima de
calma.
El 13 de mayo de 1977 se presentó en el
Colegio el dramaturgo Enrique
Buenaventura, director del teatro
Experimental de Cali (TEC) de Colombia,
que aparte de un coloquio sobre le
teatro latinoamericano representaron las
obras “Vida y muerte del fantoche
Lusiano” (sobre un texto Peter Wess), “A
la diestra de Dios padre”, “Soldados” y
“La Denuncia”. Según Enrique
Buenaventura el teatro no era para darle
conciencia a nadie sino para
cuestionarle la conciencia que tiene,
para que las personas pensáramos los
grandes problemas que tenemos y sobre
todo para que nos divirtiéramos. Para la
época fue desde luego, como tantas obras
de teatro representadas en el Colegio,
un gran acontecimiento que causó gran
expectación.
También este año de 1977 los días 30 y
31 de mayo actuó en el Colegio el que
era famoso grupo de Teatro Independiente
Americano Bread and Puppet Theater de
Nueva York, en su gira europea
representó la obra “Circo del Caballo
Blanco”, un espectáculo sobre el
bicentenario de los Estados Unidos en su
línea de teatro radical y denuncia de la
sociedad norteamericana. Utilizaba una
gran variedad de muñecos de papel o
plástico y máscaras consiguiendo un gran
éxito, no en vano ya había participado
en varias ediciones en el Festival de
Teatro de Nancy. Sin duda un nuevo éxito
de la comisión de entonces del Corral de
Comedias del Colegio. Un acontecimiento
cultural insuperable que dejó el mayor
impacto en los asistentes.
En
mayo de 1977 en el Teatro Real, bajo la
dirección de Rafael Frühbeck de Burgos
la Orquesta Nacional de España presentó
la Cantanta “Atlántida” según un poema
de M. Jacinto Verdaguer, con música de
Manuel de Falla y Ernesto Halfter y la
participación del Coro Nacional de
España y la Escolanía de Nuestra Señora
del Recuerdo, bajo la supervisión del
propio Ernesto Halfter, esto fue uno de
los conciertos importantes de la
historia del Teatro Real y tuvo lugar
los días 20, 21 y 22 de mayo de 1977.
Con Gustavo
Villapalos, primer director de la
transición, se modernizó también
bastante el Colegio, apareciendo los
platos y los manteles en el comedor, y
enriqueció artísticamente las paredes
del hall, comedor y comunidades, con
grandes murales de los pintores Jiménez
Larios y Val Citoris, también se equipó
con televisión, implantó los desayunos y
cenas de los domingos y creó el Fondo de
Compensación para los estudiantes más
necesitados y la vida colegial tuvo un
impulso dinámico volviendo a los tiempos
históricos. Durante esos años la
actividad política en el Colegio fue muy
destacada con las agrupaciones de los
partidos socialista y comunista, entre
otros, y la presencia firme, así mismo,
que durante muchos años ha sido muy
estable del grupo cristiano que dirigía
el capellán del Colegio, Juan Ardura,
todo ya muy vago en la actualidad.
En lo político y en esta primera etapa
de Villapalos, recuerdo con intensidad
por la multitud de banderas rojas con la
hoz y el martillo que vi concentradas en
tan poco espacio, cuando yo me preparaba
en un mes de agosto inusual para los
exámenes de septiembre, la asistencia
pasiva al espectáculo que fue desde
fuera el I Congreso de la Organización
Revolucionaria de Trabajadores (ORT),
organización política que se
autocalificaba como marxista-leninista y
que se celebró de los días 13 al 20 de
agosto en el Colegio. Asistieron más de
quinientos delegados con un montón de
temas a tratar. Incluso diversos
partidos políticos nacionales y
extranjeros enviaron delegaciones y ya
en esa época de la transición tenía la
correspondiente autorización del
Gobierno Civil de Madrid.
Por su significación es importante
recordar la presentación del libro
“Poemas de Carlos González”, que tuvo
lugar el 9 de noviembre de 1977, que fue
asesinado el 27 de septiembre de 1976
por miembros de la extrema derecha de un
grupo de incontrolados cuando se
celebraba una manifestación en contra de
la pena de muerte en la calle Barquillo
de Madrid, en el aniversario de los
fusilamientos realizados tras los
consejos de guerra del verano del 75. En
la presentación estuvieron presentes
Celso Emilio Ferreiro, gran poeta
gallego que prologó la edición y el
editor del libro R. Acal y como en estos
actos hubo bastante asistencia. Libro
que incluye la totalidad de la obra
poética de Carlos González entre 1974 y
el 27 de septiembre del 76 en que fue
herido de muerte. “Esperamos que el
libro de Carlos sirva –concluyen sus
amigos-, independientemente de su valor
literario, para evitar que las trágicas
circunstancias de su muerte se diluyan
para siempre sin más diligencias ni
investigaciones, sin que nadie vuelva a
preguntarse sobre lo que sucedió aquella
noche de septiembre que acabó con la
vida de un muchacho de 21 años contrario
a la pena de muerte”.
El 20 de diciembre de este año 1977,
cuando ya casi estábamos en plenas
vacaciones de Navidad, se organizó un
acto convocado por la Unión para la
Liberación de la Mujer (ULM), Movimiento
Democrático de la Mujer y la Asociación
de Mujeres Separadas, para la defensa de
los derechos de la mujer y la plena
igualdad de la mujer ante la Ley, que
según ellas debía amparar la
Constitución y era la finalidad de su
lucha, como la plena igualdad de la
mujer ante la Ley, la despenalización de
los anticonceptivos, el divorcio, etc.
De esta época en que los colegiales
estaban, como decía, muy politizados,
recuerdo un grupo de los mismos que los
llamaban “los pasaos” entre los que
estaban mis amigos de entonces Francisco
de la Torre Alvarado y Jesús Pose Furest,
por su actitud que recordaba un poco a
los hippies incluso por su aspecto
físico. Ellos fueron los que me dieron a
conocer el rock sinfónico con canciones
inolvidables de Jethro Tull, Crosby,
Stills, Nash & Young y King Crimson,
entre otros y músicos emergentes de
aquella época como Graham Parker, Ian
Dury y Dire Straits, con su conocida
canción “Communíqué” y otros más
conocidos como Supertramp (“Crime of the
Century”), Jackson Browne (“Running on
Empty”), Steely Dan (“Aja”) y la
Marshall Tucker Band.
Culturalmente el Colegio volvió a vivir
unos años dorados con la creación del
Centro de Estudios Juan de la Rosa, con
conferencias, lecciones magistrales y
seminarios de las más eminentes figuras
de la cultura, el arte y la academia,
que dirigió el Profesor de Sociología de
la Complutense Lorenzo Navarrete Moreno.
Destacar, por ejemplo, el seminario que
anualmente daba el profesor Tierno
Galván que se celebraba durante varias
semanas. En ese periodo se estrenó en el
Colegio en primicia en España la
película inglesa “Quadrophenia”, ópera
rock cuyo nombre provenía del sexto
álbum que el grupo The Who publicaron en
el año 1973 y cuyo mayor mérito podría
ser su banda sonora, donde se encuentran
canciones como la mítica “My generation”.
La película con música de Pete Townshend
y donde actuaba un jovencísimo Sting
(que casualmente posteriormente
visitaría el Colegio en el año 1989 en
una jornada ecológica organizada por la
Universidad Complutense para concienciar
la importancia de conservar la selva del
Amazonas), narra el nacimiento de dos
grupos juveniles rivales los “mods” y
los “rockers” convirtiéndose en la
reivindicación de los valores de toda
una generación de jóvenes que querían
sentirse pertenecientes a un grupo. Los
“mods” estaban solamente preocupados por
tener algo de dinero para estar a la
moda y estar todo el día corriendo
encima de sus vespas y lambretas,
adornadas con espejos. Por el otro lado,
los “rockers” que les gustaba el rock de
la década de los cincuenta, tenían motos
más clásicas y vestían con botas
camperas de cuero. Como ejemplo de la
música “mod” tuvimos la osadía de
presentar en el año 1982 al grupo pop
Los Elegantes, que se saldó con la
rotura de varias filas de butacas.
Junto
a otros conciertos hay que hacer mención
de los multitudinarios recitales del
grupo bretón Gwendal, durante los cursos
76-77 y 77-78, que fue el precursor de
la música Celta en España, que cada año
hacían cinco a seis actuaciones, con
llenos absolutos, y que incluso a veces
había que llamar a la policía, cuando
nosotros habíamos sido tan contrarios a
ella, porque era imposible contener a
tanta gente. Hubo que desistir de
traerlos más por el Colegio, porque todo
el recinto de acceso después de estos
conciertos quedaba peor que la Puerta
del Sol tras la Nochevieja.
Muestra de la libertad de expresión de
los colegiales, fueron los
extraordinarios dibujos humorísticos,
que con el seudónimo de “Gil Patrik”
aparecían en el tablón de anuncios de
tiempo en tiempo con las críticas al
momento colegial en que se vivía.
Posteriormente se supo el nombre de este
colegial, que yo en este momento no
recuerdo, y cuyos dibujos se guardaron
en la memoria durante varios años; y que
al despedirse del Colegio me echó una
colección por debajo de la puerta que he
perdido.
Retomando la actividad colegial,
musicalmente durante estos años finales
de los 70 hubo un gran movimiento de
música clásica, y en especial, de
orquestas de cámara. Como no destacar la
actuación de la Orquesta de Cámara de
Holanda, dirigida por el Maestro Antoni
Ros Marbá, o las Orquestas Femeninas de
Praga y Bratislava, la Real de Cámara de
Estocolmo, y la Orquesta de Cámara
Plovdiv.
Fue claro que
Villapalos no sólo se ocupó de la vida
colegial y la cultural, sino como
venimos recordando también de la
política. Así durante los días del 17 al
19 de febrero de 1978 se celebró el I
Simposium Cultural del Partido
Socialista Obrero Español en el Colegio,
bajo el titulo “Cultura es Libertad”, en
donde se presentaron varias ponencias
específicas sobre las distintas áreas
culturales, hubo actos paralelos como
una representación de teatro del grupo
El Lebrel Blanco, un concierto de
guitarra a cargo de Emiliano del Ceffo,
pero lo más de destacar fue la mesa
redonda en que intervinieron militantes
del mundo de la cultura del PSOE e
intelectuales independientes, estuvieron
personalidades como Carlos Barral,
Enrique LLovet, Ignacio Sotelo, José
Agustín Goytisolo, entre otros. Creo que
asistió el Secretario General del PSOE
Felipe González, al que no tuve ocasión
de escuchar.
La Asociación Española de Amistad con el
Pueblo Palestino y el Instituto de
Estudios Latinoamericanos organizaron
una jornada de estudio del problema
palestino en que, entre otros, asistió
el presidente de la Asociación de
Amistad Pedro Martínez Montálvez y el
director de la oficina de la OLP de
Madrid, con representantes de todos los
partidos de izquierdas incluido UCD y
centrales sindicales.
Hay que recordar que el 4 de febrero de
este año 1978, más de un centenar de
universitarios de los colegios mayores
madrileños se entrevistaron en el
Palacio de la Moncloa con el Presidente
del Gobierno Adolfo Suárez durante casi
tres horas, parece que el Presidente
expresó a los mismos con agrado su idea
de que los colegios mayores no quedaran
en manos de los partidos políticos, sin
embargo éstos no representaban a los
alumnos de todos los colegios pues
varios, entre ellos el nuestro, como el
Elias Ahuja, Loyola, el entonces Santa
María del Espíritu Santo, “El Negro”, no
fuimos invitados a esta recepción.
En abril de 1978, no sabemos exactamente
la fecha, pero si después de que
falleciera su padre, actuó en el Colegio
Luis Eduardo Aute, no recuerdo si la
guitarra era la de Jorge Krahe con quien
ya había actuado en los conciertos
anteriores o con el que después sería su
inseparable guitarrista Luis Mendo. Fue
de las primeras veces que interpretó el
tema “Al Alba”, posiblemente el más
famoso y significativo de toda su
carrera que dedicó a las víctimas de los
últimos fusilamientos del franquismo,
cinco terroristas ejecutados en
septiembre de 1975. Esta canción que
compuso precisamente en los días previos
a los fusilamientos, dice el propio
autor que la compuso muy rápidamente
porque quería que la gente la cantara y
como también tenía que pasar la censura
la estructuró como una canción de amor,
de despedida para siempre y como un
alegato a la muerte. Una vez que pasó la
censura la cantautora Rosa León la grabó
en diciembre de ese año 75 y rápidamente
alcanzó los mayores éxitos, el propio
Aute no la llegó a grabar hasta este año
1978. Ahora la ha vuelto a recordar en
clave flamenca el cantaor José Mercé.
“Al alba” de
Luis Eduardo Aute (1975)
Si te dijera amor mío
que temo a la madrugada
no sé que estrellas son esas
que hieren como amenazas
ni sé que sangra la luna
al filo de su guadaña
Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga
quiero que no me abandones
amor mío al alba
al alba, al alba
al alba, al alba…
Dentro
de los actos culturales que tuvieron
lugar este año en Madrid, destaca y creo
que fue muy importante la presencia del
Ballet del Siglo XX de Maurice Bejart,
ya desaparecido que organizó la
Dirección General de Música y los
Teatros Nacionales y Festivales de
España en el Palacio de los Deportes del
20 al 25 de junio. Presentaron “El
pájaro de fuego”, “Petrouchka” y “La
consagración de la primavera” de Igor
Stravinsky, a los cuales tuve la gran
suerte de asistir pues estas obras eran
para mi muy apreciadas. En “El pájaro de
fuego” participó como bailarín solista
el director y coreógrafo del ballet de
la Comunicad de Madrid actualmente,
Victor Ullate y en “Petrouchka” el ya
desgraciadamente desaparecido bailarín
Jorge Donn, al cual el propio Maurice
Bejart dedicó un ballet como a la figura
Freddie Mercury, los dos fallecido por
SIDA siendo jóvenes. Los tres últimos
días fueron dedicados nada menos que a
la música de Gustav Mahler bajo el
título “Lo que la muerte me dice” donde
también actuó como solista el bailarín
Jorge Donn. Recuerdo que fue
impresionante y el éxito y la fama de
Bejart llenó el Palacio de los Deportes
durante estos seis días, un
acontecimiento cultural difícil de
repetir. El primer canto del Ballet
puede servir de argumento para describir
la soledad del poeta, extracto de las
“Canciones Ruckert “que se siente ya
como muerto al mundo.
ME HE CONVERTIDO EN UN EXTRAÑO PARA
EL MUNDO
Donde, solía otrora, dilapidar tanto
tiempo
Hace ahora ya mucho que no ha oído de mí
Pudiera bien pensar que he muerto…
En verdad, no me preocupa gran cosa
Si es que me cree ya muerto,
Ni siquiera puedo contradecirle,
Pues, en realidad, muerto para el Mundo
estoy.
Renunciado he al mundanal bullicio,
Viviendo en paz en un lugar tranquilo.
Vivo solo en éste, mi paraíso,
En mi amor y en mis canciones.
En abril o
mayo de 1978, no recuerdo como se
organizó, supongo que por los
universitarios del PCE que vivían en el
Colegio, pero el caso es que hubo unas
jornadas de presentación en Madrid en el
Colegio del “XI Festival Mundial de la
Juventud y los Estudiantes” bajo el lema
“Por la solidaridad antiimperialista, la
paz y la amistad”, el primero que se iba
a celebrar en tierras americanas y que
en julio se celebró en Cuba. Dentro de
los actos tuvo lugar un concierto en el
que participaron Silvio Rodríguez,
Victor Manuel y Ana Belén, Teddy
Bautista con el grupo canario Teclados
Fritos y nuevos miembros de la Nova
Troba Cubana como Amaury Pérez, entre
otros, aunque posiblemente estuvieran
también Pablo Milanés y Luis Eduardo
Aute. Hubo paralelamente varias
exposiciones permanentes sobre temas
educativos y sociales de Cuba en esa
época y mucha propaganda de la
Revolución Cubana que tuvieron mucho
éxito.
Otro acto importante en el Colegio fue
la celebración Trigésimo Aniversario de
la Declaración Universal de los Derechos
Humanos, se celebró el 10 de diciembre
de ese año 78 convocada por el Consejo
Mundial de la Paz y el Club de Amigos de
la UNESCO, donde intervinieron Joaquín
Ruiz Giménez, Jordi Solé Tura, Gregorio
Peces Barba, entre otros, instando en un
comunicado a que se divulgara
información sobre el significado de los
derechos humanos “como forma de alcanzar
y afianzar un ideal democrático que
tenga como base la justicia, el respeto
mutuo y la igualdad”.
En febrero de 1979 se organizaron unas
jornadas sobre el “Filicidio”, supongo
que por un colegial que estudiaba la
rama de psicoanálisis en Psicología,
Ángel de Frutos Salvador, pero tuvieron
especial atención la proyección de tres
películas “Porcile” de Pier Paolo
Pasollini, “Padre Padrone” de Paolo y
Vittorio Taviani y “Desesperación” de
Fassbinder que fueron comentadas por
Arnaldo Rascovsky que era figura
destacada del psicoanálisis de la época
y presidente de la Sociedad de Lucha
contra el “Filicidio” y las tendencias
destructivas contra los menores.
Especialmente tuvo, como decimos,
importancia el Centro de Estudios Juan
de la Rosa, Fundación que patrocinaba la
Caja de Ahorros de Ronda, ahora
integrada en Unicaja, durante el Curso
1979-80, donde se llevó a un gran número
de personalidades del mundo de la
cultura y la ciencia con conocidos
profesores y especialistas de todas las
ramas de la cultura, parece ser se
pretendía como una Universidad paralela
en lo académico para complementar la
Universidad Estatal a la que se apoyaba
y asimismo animar al escaso panorama
cultural de la época. Dentro de las
actividades del centro, aparte de las
reseñadas, destacaron un ciclo de
Filosofía con el nombre “Purgatorio,
Infierno y Cielo de la Ética”, donde
intervinieron los profesores hoy
catedráticos de la Universidad Javier
Mugüerza que disertó sobre la “Ética en
la Cruz del Presente”, Javier Sádaba
cuya conferencia tituló “Entre el Dogma
y la Ilusión (de lo sublime a lo
cotidiano)” para finalizar Jacobo Muñoz
que habló sobre “Figuras del
Apocalipsis: Dios (Teodicea y
Ecología)”. En unas charlas tan
especializadas por supuesto que se
citaron a Hegel, Marx, Nietzsche,
Wittgenstein y Heidegger, entre otros
filósofos históricos, desde luego
demasiado difícil para los que no
estudiábamos filosofía. Este ciclo tuvo
tal importancia que fue comentado en el
diario El País por el filósofo de los
sentimientos ya fallecido Carlos
Gurmendez.
También en este Curso 79-80, en el mes
de mayo, tuvo lugar el Primer Festival
Internacional de Teatro San Juan
Evangelista donde intervinieron ocho
grupos. El programa lo abrió el Teatro
Carrusel de Cádiz con el espectáculo
“Rito y Ceremonia sobre una Leyenda
Inmortal” que basaron en el mito de
Medea y lo cerraron la Cooperativa
Proposta de Venecia con la obra “Die
Pestis” una investigación sobre los
orígenes del hombre.
No puedo olvidar el concierto del 22 de
febrero de 1980, organizado por el
miembro del Club José Manuel Gómez
Cantera, de Vainica Doble, uno de los
principales mitos de la canción de
autor, cuyo concierto fue tan
multitudinario como problemático, hubo
heridos entre el público en la puerta,
incluidos varios miembros del Club, por
los golpes de la gente para entrar, que
tuvieron que ser curados en la
enfermería por el médico del Colegio.
Para hacernos una idea recuerdo cómo una
chica sacaba de su macuto un martillo y
se liaba a martillazos contra los
cristales de la puerta del hall de
entrada al salón rompiendo los mismos.
Como ya había ocurrido en ocasiones
anteriores, esto trajo consigo que se
quitaran los cristales y se pusieran
rejas, y tuviéramos que sufrir algunos
insultos de “fascistas”, cuando, por
todo lo dicho anteriormente, este
Colegio siempre había luchado por todo
lo contrario. En el concierto actuaron
junto a Vainica Doble que se llaman
Carmen y Gloria, Hilario Camacho y creo
recordar el Gran Wyoming con El
Reverendo al piano. Vainica Doble con
una banda integrada por piano,
sintetizadores, bajo, guitarra y
batería, estuvieron además acompañadas
al arpa por Emilio Cao en tres
canciones. Interpretaron temas como
“Caramelo de limón”, “La cocinita
mágica”, “Alas de algodón”, “Cartas de
amor”, hasta no sé cuantas canciones y
terminaron con una de sus canciones más
idolatradas “La habanera del primer
amor”.
Respecto a mi historia personal en su
relación con el Colegio, no deja de ser
anecdótico que en dos ocasiones no fui
readmitido en el mismo, aunque sólo fue
por el breve lapsus del tiempo estival.
En el 1973, porque ante la
ingobernabilidad del Colegio, las
órdenes del patronato eran excluir a los
cabecillas de las comisiones culturales
y creo que en el 1978, por la comisión
de admisiones de colegiales, quizás esta
vez fue justificado por el expediente
académico.
Con la
aprobación de los partidos políticos
tuvieron charlas multitudinarias en el
Colegio, de los secretarios generales
del partido comunista, Santiago
Carrillo, una vez dejada la peluca, del
partido socialista Felipe González, etc.
La política nacional, ya casi
normalizada, celebra las primeras
elecciones democráticas, el 15 de junio
del 77, ganadas por mayoría por la UCD.
El 27 de octubre de ese mismo año
tuvieron lugar los famosos Pactos de la
Moncloa, y el 6 de diciembre del 78 se
aprobaría la Constitución. Las primeras
elecciones populares democráticas
tendrían lugar en abril del 79. Ese
mismo año, en el Congreso del Partido
Socialista, el PSOE aprobaba el abandono
del marxismo, donde salía elegido como
líder Felipe González. Con
posterioridad, en los años 81, 82, 83,
se creó el estado de las autonomías,
siendo la última en aprobarse la
Comunidad de Madrid el 1 de marzo del
83.
Como muestra de la represión franquista
y de jóvenes que fueron asesinados por
el régimen, además del citado
anteriormente Carlos González, recordar
tres de ellos: el catalán Salvador Puig
Antich, de 25 años, anarquista activo,
fue ejecutado a garrote vil el 2 de
marzo de 1974, tras ser acusado de los
disparos que causaron la muerte de un
subinspector de la brigada
político-social y juzgado y condenado a
muerte en un consejo de guerra y aunque
en toda Europa hubo un clamor unánime
para que se le conmutara la pena, Franco
fue inclemente y no le concedió el
indulto; el joven estudiante almeriense
de 19 años Francisco Javier Verdejo
Lucas que murió por los disparos de la
Guardia Civil, el 13 de agosto de 1976,
mientras pintaba en las paredes de las
casas de la Playa del Zapillo de Almería
“pan, trabajo y libertad” y Agustín
Rueda, que falleció en la prisión de
Carabanchel el 14 de marzo de 1978,
recluso anarquista tras a haber sido
torturado por los funcionarios que le
interrogaron. De todos estos asesinatos
es interesante leer el documentado libro
“La sombra de Franco en la transición”
de Alfredo Grimaldos.
Siguiendo
con la década de los 70, del cine, que
como no era mi actividad preferida a
pesar de ser cinéfilo he escrito poco,
pero no obstante habría mucho de qué
hablar, tanto de los ciclos de humor en
16mm., los maratones de 24 horas, como
del cine colegial, el cine Club, las
jornadas de cine prohibidas, la
presencia de directores y actores, etc.
Y también muchos de estos actos acordes
con la época con la presencia de policía
en la calle. Decía recientemente el
psiquiatra y escritor Enrique González
Duro, del que se hablaba y se leía tanto
en esos años y que creo que también
visitó el Colegio, en su libro
“Biografía del miedo” que el cine es un
mecanismo de proyección y liberación de
nuestros propios miedos y fobias, cuando
en la sociedad actual el miedo es más
intenso que en ninguna otra época
anterior, incluso cuando había guerras y
epidemias que diezmaban la población. No
sé si esta era la finalidad más o menos
consciente de la proyección de tantas
películas sobre todo en 36mm.
(contábamos con un buen proyector y
pantalla), pero desde luego el cine
siempre estaba atiborrado y se desprende
que había grandes aficionados entre los
organizadores colegiales. Se proyectaron
decenas de películas, pero a parte de
las citadas anteriormente recuerdo que
me dejaron huella y que sin duda estarán
entre las mejores de la historia del
cine, aunque no sabría distinguir si se
proyectaron los jueves (Cineclub) o los
domingos por la noche (Cine colegial)
como “La novia de Frankestein”,
“Casablanca”, “El tercer hombre”,
“Puente sobre el río Kwai”, “Con faldas
y a lo loco”, “Psicosis”, “El
apartamento”, “EL feo, el bueno y el
malo”, “Trenes rigurosamente vigilados”,
“Bonnie & Clyde”, “Fahrenheit 451”,
“Grupo salvaje”, “Cowboy de medianoche”,
“Paseo por el amor y la muerte”, “El
padrino”, “Aguirre y la cólera de Dios”,
“La naranja mecánica”, “El hombre de
McKintosh”, “Pat Garret & Billy the Kid”,
“Chinatown”, y un largo etcétera.
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LAS DÉCADAS DE LOS 80 Y
90. 20 AÑOS DE JAZZ Y TODAS LAS
MÚSICAS.
A partir del comienzo de la década de
los 80 y ya en los años siguientes será
imposible practicar la autogestión,
porque los artistas vienen con unos
cachets fijos y la calidad de la
producción de los conciertos va acorde y
exigida por los mismos y también la
presentación en los elementos gráficos
irá avanzando con el tiempo en calidad.
De la anterior década es oportuno
recordar los agentes artísticos que
colaboraron con el Club a la hora de
presentar sus artistas de forma que sus
cachets fueran según los ingresos de
taquilla, como Luis Suárez Rufo, Silvia
Lovosevic, Luis Ribalta, y casi al final
Julio Martí, que continuaría unos años
más en esta década, lo que sirvió de
gran ayuda para presentar excelentes
grupos de jazz.
Entre las
actividades a destacar en los centros
educativos de la Ciudad Universitaria
por organizaciones semejantes a la
nuestra, hay que mencionar la importante
tarea realizada sobre todo en el campo
del rock por la Asociación Cultural
Caminos, como el concierto celebrado en
dicha Escuela, Homenaje a Canito
(batería del grupo Los Secretos) el 9 de
febrero de 1980, en la que participaron
grupos tan míticos del pop español como:
Mermelada, Paraíso, Nacha Pop, Mama,
etc. y que se consideró el acta
fundacional de la nueva ola y por
extensión de “la movida madrileña”.
Precisamente se ha dicho que “la movida”
fue uno de los movimientos culturales
más importantes del siglo XX en España.
Madrid “la ciudad más divertida del
mundo”, a decir de muchos, se convirtió
en el centro de todas las miradas y duró
al menos hasta 1985 con el cierre de la
sala “Rockola”, que con el “Marquee”
eran los lugares, entre otros, de
encuentro.
Fue una gran ebullición musical de
pop-rock de muchos grupos, donde se
crearon canciones que aún se siguen
escuchando con deleite como: “Enamorado
de la moda juvenil”, de Radio Futura;
“La chica de ayer” de Nacha Pop, con
Antonio Vega, que aún sigue en
solitario; “Déjame” de Los Secretos;
“Chicas de colegio” de Mamá; “Para ti”,
de Paraíso; “Groelandia” de Los Zombis;
“Hoy no me puedo levantar” de Mecano;
“El pistolero” de Los Pistones, grupo
del que formaba parte un colegial, etc.,
etc., hasta “La puerta de Alcalá” de
Suburbano.
Pero “la movida” no sólo fue musical,
porque también quedó el cine de Pedro
Almodóvar con “Laberinto de pasiones”;
las fotografías de Ouka Lele; la pintura
de Guillermo Pérez Villalta; la moda de
Manuel Piña, etc. Y revistas como “Madriz”,
“La Luna” y “Madrid me Mata”.
De todas formas, la movida también tiene
numerosos detractores, porque la
consideran como un movimiento
escasamente cultural y poco
significativo, y en lo referente a la
música, las canciones dicen ser ñoñerías
de los “hijos de papá” de la época. Por
lo que fuera, en el San Juan no tuvieron
cabida.
También
significativo y, como de excepción, fue
la actuación del grupo mítico británico
de pop-rock Fischer-Z, que hizo su
presentación en España en el Colegio los
días 9 y 10 de abril de 1980, con el
salón hasta la bandera, todo el mundo
bailando, a tal punto que ese día estuve
pensando durante el concierto que en ese
momento el edificio iba a entrar en
resonancia y se iba a desplomar con todo
el público dentro, incluido yo mismo, de
la estructura física del teatro. Este
grupo era objeto de culto de la época
junto a los Talking Heads, los B-52 o
Nick Love y hacían pop-rock-reggae con
composiciones propias donde destacaba la
voz de su líder John Watts y como digo
nos mantuvieron bailando aproximadamente
una hora que para muchos resultó
insuficiente.
Prueba, una
vez más, de la importante actividad de
los estudiantes de la época, fueron las
convocatorias masivas de los festivales
de pop-rock, las fiestas de la primavera
de 1980 de la Universidad Autónoma y
1981 en el Campus de la escuela de
Arquitectura de la Ciudad Universitaria,
que quisieron ser nuevas ediciones del
Festival de los Pueblos Ibéricos. Parece
que en este último asistieron más de
15.000 personas y actuaron grupos
conocidos de la época como Mamá, Los
Secretos, Rubí y Los Casinos, Alaska y
Los Pegamoides y otros de menos nombre
como Farenheit 451 o Los Modelos.
Como
inauguración del Curso 1980-81 del
Centro de Estudios Juan de la Rosa, dio
una conferencia el psiquiatra Carlos
Castilla del Pino sobre “La conducta
como lenguaje”, donde recordó su
expulsión de la Universidad española y
que diez años antes las autoridades
gubernativas le habían prohibido hablar
en nuestro Colegio.
A
partir de los 80 empieza la gran
eclosión del Jazz americano en el San
Juan. A los primeros nombres de Andrew
Cyrille, Louis Hayes y Archie Sheep se
sucederían las actuaciones en estos
últimos veinte años los más grandes
nombres de la historia del jazz, cosa
totalmente impensable cuando actuó el
primero. Todo empezó con la universidad
del jazz, el maestro de grandes músicos,
el batería Art Blakey y sus Jazz
Messengers y la asistencia era tan
numerosa que en los primeros años se
realizaban dos sesiones de cada grupo.
La presencia que tuvieron estos
conciertos en la prensa con grandes
titulares y numerosas páginas se dio a
conocer en toda España y quizás esta
expresión pública de la música clásica
del siglo XX fuera el embrión del
nacimiento del Jazz al resto del estado
español, con la excepción de Barcelona,
y los Festivales históricos del País
Vasco de San Sebastián y Vitoria. Estos
grandes músicos compartieron muchas
veces comida con los colegiales en el
comedor.
No hay que
olvidar dentro de todo este contexto
histórico-político, el fallido golpe de
estado del teniente coronel Tejero, el
23 de febrero del 81. Precisamente
cuando los asaltantes penetraron en la
Sala de Plenos del Congreso, se producía
la votación de la investidura del
Presidente de Gobierno Leopoldo Calvo
Sotelo, y el nominado era el
exeurodiputado socialista, ex-colegial y
hoy catedrático de C.C. de la
Información, Manuel Núñez Encabo. Esa
tarde la mayoría de los colegiales
abandonaron el Colegio, y los que
permanecimos allí, afortunadamente sólo
sufrimos dos cócteles molotov en el bar,
aunque con muchísimo miedo, en nuestra
imaginación estaba la acorazada armada
echando el Colegio abajo por su historia
de “rojillo”. Yo, que tenía una bandera
de Andalucía que cubría toda la pared de
mi habitación, inmediatamente la quité,
la doblé y la escondí, para evitar
represalias. Hoy no soy precisamente
partidario de las banderas, porque
desunen a la gente y crean
enfrentamientos absurdos.
Frustrado el golpe de estado se produjo
la Manifestación por la Democracia,
convocada por los partidos y todas las
instituciones democráticas, también
multitudinaria, con la asistencia de más
de dos millones de madrileños por la
Castellana, desde la plaza de Atocha
hasta la Plaza de Castilla, casi todo el
paseo lleno, como desgraciadamente la
reciente del 12 de marzo de 2004 contra
el terrorismo, por los desgraciados e
inolvidables sucesos terroristas del día
anterior en Madrid, con casi 200
muertos.
Quizás prueba de
que ya a la altura de 1981 éramos
conocidos, fue el que estuviéramos en la
relación de premiados por el programa
“Tiempos de Universidad” de la entonces
Radio Juventud de España (Radio Cadena
Española) como institución que había
destacado en dicho espacio nada menos
que junto al Rector de la Universidad
Autónoma de la época, Pedro Martínez
Montávez, y con otra amplísima lista de
premiados por cada programa como por
ejemplo en el programa “Entrevista de
los lunes” los escritores Fernando
Sabater y Francisco Umbral, de la
edición de tarde los cantantes Lluis
Llach y Ana Belén, “897 Raya” los
presentadores José Ramón Pardo y Carlos
Tena, “Jazztamos aquí” el músico Max
Suñé, etc. Se nos entregó un diploma
donde figuraban los logos de RTVE, Radio
Cadena Española y Radio Juventud,
fechado el 25 de junio de 1981, junto
con un recuerdo de la radio.
|
Expuesto
en el museo Nacional Centro de
arte Reina Sofía
|
El 10 de
septiembre de 1981, regresó a España “El
Guernica” de Picasso, el cuadro más
viajero de la historia, después de esa
trayectoria nómada y pasar 40 años en el
Museo de Arte Moderno de Nueva York
(MOMA), que fue devuelto al Gobierno
español por el deseo del propio Picasso
en cuanto se hubieran restablecido las
libertades públicas de España. Instalado
en el Casón del Buen Retiro de Madrid,
para salir después al Museo Nacional
Centro de Arte Reina Sofía, donde se
exhibe actualmente. Precisamente las
láminas de este cuadro, que reflejaban
el bombardeo alemán de la localidad
vasca en 1937, se convirtió en uno de
los símbolos de la paz y la lucha contra
la guerra y la libertad, y en esa
primera década del colegio adornaba
muchas de las habitaciones del mismo.
En este año de 1981, nacía la cadena
norteamericana de televisión MTV, que a
lo largo de los años venideros ha
revolucionado la promoción de la cultura
popular y sorbe todo de la música rock,
con la creación del videoclip, que ha
unido música con imagen.
En los cursos
80-81 y 81-82 volvieron con
extraordinario éxito el grupo bretón de
música celta Gwendal, y actuaron también
con sesiones múltiples los cantautores
cubanos de la Nueva Trova Silvio
Rodríguez y Pablo Milanés con llenos
absolutos; y seguiría Mercedes Sosa, que
dio cinco recitales y de quien no
olvidaremos sus versiones de las
canciones “Gracias a la vida” y
“Alfonsina y el mar”.
Durante el Curso 81-82 uno de los más
triunfales por las grandes estrellas del
jazz que nos visitaron, baste recordar:
Los Angeles Four, McCoy Tyner, The Great
Guitars, Art Blakey & The Jazz
Messengers, The Mingus Dynasty, Woody
Shaw, Irakere, Milt Jackson, Ray Brown
Quartet, Dexter Gordon, Archie Shepp,
entre otros; nuestro amigo miembro del
Club entonces, Joseba Real de Asua Llona,
nos embarcó en presentar el grupo de
tecno-pop El Aviador Dro y sus Obreros
Especializados, donde ofrecían el
triunfo del automatismo, el futuro de
las máquinas y según ellos nuestro
inevitable transformismo en seres
estúpidos y amorfos. Predicaban la
victoria nuclear, el amor plastificado,
etc. Tuvieron a pesar de su espectacular
puesta en escena con dos chicas-robot y
otras escenografías acorde con su
propuesta, pitadas y abucheos y una mala
crítica, pero nosotros quedamos
encantados de presentar lo que creíamos
una verdadera innovación dentro de la
música rock por este grupo liderado por
Servando Carballar.
En mayo de 1982, organizado por el
Centro de Estudios, creo que por Carlos
Manuel Fernández que era entonces su
Director, con la coordinación del
Filósofo Jesús Moreno, tuvo lugar una
semana de homenaje a la pensadora,
filósofa y escritora de la generación de
la República, María Zambrano, que vivía
exiliada desde la Guerra Civil, hubo
conferencias y mesas redondas y se
presentó una cinta-homenaje que editó el
Ministerio de Educación y Ciencia. A
parte de las conferencias he de destacar
varias mesas redondas, una que moderó
José Miguel Ullán en la que participaron
el filósofo José Luis López Aranguren,
el profesor José Antonio Maravall y el
psiquiatra Juan Rof Carballo, otra en la
que intervinieron sólo mujeres bajo el
título “La palabra poética” donde
analizaron la escritura de Zambrano e
intervinieron Clara Janés, Fanny Rubio,
Julia Castillo y Teresa Gracia; y la
última bajo el título “Sabiduría y
Filosofía” hablaron Jacobo Muñoz, Javier
Ruiz, entre otros, donde se estudió el
pensamiento de esta extraordinaria
pensadora. Realmente fue un auténtico
homenaje de los intelectuales españoles
a la personalidad de María Zambrano y
uno de los actos culturales más
importantes celebrados en el Colegio a
lo largo de su historia.
Fui invitado, el mes de julio del 82,
como miembro del jurado del Concurso de
Aficionados Internacional y del País
Vasco de Grupos de Jazz del Festival de
San Sebastián, se celebró del 13 al 18
de julio, jurado que presidió Tete
Montoliu y que recuerde ganaría con el
primer premio el grupo sueco Olle Bäver.
De paso presencié importantes grupos de
jazz internacional como The Modern Jazz
Quartet, Wynton Marsalis Quintet donde
formaba parte su hermano Bradford
Marsalis, Randy Weston Trio y un grupo
liderado por Tete Montoliu con Niels-Henning
Ørsted Pedersen y Ed Thigpen a la
batería, entre otros. El descubrimiento
de este festival en la actualidad sin
duda uno de los más importantes del
mundo, me animó a asistir a San
Sebastián en años sucesivos y hacerme un
fan del mismo por su indudable calidad y
la belleza de la ciudad.
Y en
octubre del 82, tuve la suerte de
dirigir el Festival Internacional de
Jazz de Madrid que se celebró en el
Palacio de los Deportes, por encargo del
Ministerio de Cultura, a través de su
Director General de Música, Juan
Cambreleng, cuando solicitaba una ayuda
para el San Juan, y sin duda ha sido el
evento más importante de estas
características celebrado nunca en
Madrid, por la asistencia de público que
agotó todas las entradas, durante los
cinco días de su celebración.
Participaron grandes jazzmen como Sonny
Rollins, Oscar Peterson, Max Roach, B.B.
King, Art Ensemble of Chicago, McCoy
Tyner, Ron Carter, Elvin Jones, entre
otros.
Un poco
después, el 20 de octubre de este mes,
el PSOE tenía la primera mayoría
absoluta de un partido en la democracia,
siendo elegido Felipe González
Presidente del Gobierno y que también
ganarían las tres elecciones siguientes
de 1986, 1989 y 1993. Se apoyó la
permanencia de España en la OTAN como
referéndum en 1986. España se unión a la
Comunidad Económica Europea en 1985,
cuya entrada se produjo en enero de
1986.
Llegados hasta aquí habría que decir
unas palabras sobre la Transición, que
es el periodo de la historia que va
desde la proclamación de Juan Carlos
como Rey de España el 22 de noviembre de
1975, la aprobación de la Constitución,
hasta el 28 de octubre de este año 1982,
en que dejó de gobernar la UCD y
empezaba el gobierno del PSOE. Para
llegar aquí habría que recordar la Junta
Democrática creada en julio del 74 por
impulso del PCE que dirigía Santiago
Carrillo en el que estaban otros
partidos de la izquierda, sindicatos y
personalidades significativas como Calvo
Serer, García Trebijano y el gran
intelectual José Vidal-Beneyto; la
Plataforma de Convergencia Democrática
que encabezó el PSOE en junio de 1975
con organizaciones de la izquierda como
la ORT, Movimiento Comunista y las
democracias cristianas entre otros; y la
Coordinación Democrática o Platajunta
que se creó en marzo de 1976 como fusión
de las anteriores. Sus objetivos eran la
amnistía, la libertad de creación de
partidos políticos y la convocatoria de
elecciones. De todo esto en la época oí
mucho hablar, pero ya lo recuerdo
vagamente. No se produjo la ruptura que
tanto buscaba la izquierda, pero se
llegó a esta convivencia pacífica
considerada modelo en todo el mundo, con
la cesión de ambas partes, los herederos
del régimen por una parte y los que
querían la democracia por otra. Para
estudiar con profundidad este tema es
interesante acudir a lo escrito por los
catedráticos José Alvarez Junco, Antonio
Elorza y José Vidal-Beneyto, entre otros
muchos. Poco a poco se fueron
consiguiendo las metas perseguidas en
esta lucha por la democracia como la
amnistía, la libertad de expresión, las
leyes del aborto y del divorcio, etc.,
hasta llegar a la actualidad del
matrimonio homosexual.
En enero del año
1983 actuaron en el Colegio el escritor
Eduardo Galeano y el poeta y cantante
Daniel Viglieti, ofrecieron un recital
conjunto de canciones y textos sobre la
canción de los presos, organizado por el
Comité en apoyo a la Lucha del Pueblo
Uruguayo, con poemas y textos de los dos
intérpretes y de presos políticos
uruguayos anónimos y cuya recaudación se
destinó a las familias de los presos de
Uruguay.
Continuando
con el Jazz citar tantos nombres de
músicos que hayan actuado en el Johnny
sería muy prolijo, pero como detalle de
sencillez recuerdo como, los grandes
monstruos del jazz de fusión y grandes
creadores de la música de cine con
numerosos oscars, como David Grusin, Tom
Scott con su espectáculo que
representaron en concierto la GRP All
Star, no sólo comieron en el Colegio
sino que jugaron al tenis, e incluso
hicieron footing por la Ciudad
Universitaria.
El gran vocalista Bobby
McFerrin, que tuvo que dar dos recitales
en el mismo día, compartió los momentos
de ocio en los jardines del Colegio,
entre concierto y concierto, con el
numeroso público que se agolpaba a la
puerta. Histórico fue el concierto del
trompetista Chet Baker, que precisamente
moriría unos días después en Ámsterdam
al caerse de la ventana de la habitación
de su hotel; el de Dizzie Gillespie con
su trompeta angular; el Art Ensemble of
Chicago con su espectacular puesta en
escena de instrumentos de percusión de
todo tipo, y vestimenta y colorido
maquillaje; la Chick Corea Elektric Band
cuyo decorado costó muchísimo trabajo
montar; el concierto de Milt Jackson-Ray
Brown Quartet, al que asistió tanta
gente que yo tuve que ver el concierto
sentado en el mismo escenario, casi
debajo del piano; el concierto
inigualable de Dexter Gordon, cuya
imagen de él con sus dos metros de
estatura, y sus brazos extendidos
despidiéndose del público quedará como
un recuerdo asociado a la historia del
Colegio, y otros saxofonistas como Phil
Woods, Joe Henderson, Benny Golson,
Chico Freeman, Branford Marsalis, Jackie
McLean, Steve Lacy, Jean Garbarek, etc.,
o los trompetistas Wynton Marsalis,
Clark Terry, Freddie Hubbard, etc., o
los contrabajistas Ray Brown, John
Patitucci, etc.
Los recitales de
Tete Montoliu, Pedro Iturralde y Vlady
Bas; la bellísima reina de la bosanova,
a sus cuarenta años, Astrud Gilberto, el
rey del violín del mundo Stephane
Grapelli que, pese a su avanzada edad,
dio dos conciertos espectaculares; el
guitarrista fundador del jazz-rock John
McLaughlin; por supuesto, los grandes
pianistas como Cecil Taylor, McCoy Tyner,
Randy Weston, Kenny Barron, Tommy
Flannagan, Michel Petrucciani, Paul Bley,
Abdulah Ibrahim, Hank Jones; y la
famosísima actual Diana Krall, y qué
decir de los gigantes en la batería Max
Roach y Elvin Jones; o los monstruos de
la vanguardia como Ornette Coleman,
Lester Bowie; la lista es interminable.
El gran pianista cubano Rubén González
cuyos éxitos de público recordaron
viejos tiempos.
Las vocalistas Cassandra Wilson y Sheila
Jordan, entre otros.
Y por supuesto la presencia de los
grandes del jazz latino con Paquito
d’Rivera, Gonzalo Rubalcaba, Danilo
Pérez, Bebo y Chucho Valdés, David
Sánchez, etc.
También el jazz europeo y africano como
el citado Grappelli, Michel Portal,
Martial Solal, Joachim Kühn, Philip
Catherine, Hugh Masekela, Louis Moholo,
etc.
A parte del jazz de fusión con los
grupos The Lee Ritenour, han tenido
también cabida las big band como la
Toshico Akiyoshi, la Count Basie
Orchestra o la Maynard Ferguson Big Band,
Sun Ra Orchestra, Vienna Art Orchestra,
etc.
El capítulo del jazz español sería
igualmente extenso, pero a parte de los
veteranos citados anteriormente,
repetidas veces hemos tenido la
presencia de las primeras figuras del
jazz español como: Dave Thomas, Jean Luc
Vallet, José Antonio Galicia, Jorge
Pardo, Carles Benavent, Chano Domínguez,
Perico Sambeat, Javier Paxariño, Ximo
Tebar, Iñaki Salvador, José Vázquez “Roper”,
entre otros muchos.
Hay que destacar la amplia nómina de
nombres del blues, con los grandes mitos
de esta historia como: Memphis Slim,
Johnny Coppeland, Luther Allison,
Charlie Musselwhite, Carey Bell. Aún hay
que resaltar los grupos de Gospel: The
Stars of Faith, Delois Barrett Campbell,
The Barrett Sisters, La Velle, Liz
McComb, Golden Gate Quartet, The Blind
Boys of Alabama, The Dixie Hummingbirds,
The Soul Stirrers of Chicago, The Mighty
Prince Singers, o el famoso cantante de
soul actual Maceo Parker.
A partir de
aquí mis recuerdos de la vida colegial
es menor, puesto que en el 82 tuve que
empezar a trabajar. Por otra parte, en
el 85 me hicieron subdirector del
Colegio, y al año siguiente fui ubicado
en una de las antiguas habitaciones de
invitados, que hoy ocupan por un año los
subdirectores que cesan en el puesto, y
que han sido remodeladas recientemente y
que, aunque parezca mentira aún conservo
y utilizo en las visitas previas a los
conciertos.
Los días 4 y 5 de marzo de 1983
presentamos el grupo inglés, que según
Leonard Father, en su libro “La
Encyclopedia of Jazz” había sido la
influencia germinal de todos los grupos
de jazz-rock, no sólo de Europa sino del
mundo entero, gracias al entonces
conocido agente Salvador Arevalillo, se
trataba del grupo Nucleus, que venía
avalado con el Primer Premio del
Festival de Jazz de Montreux y mejor
grupo británico de jazz-rock para el
diario Melody Market durante varios
años, con la presencia del trompetista
Ian Carr, admirador de Miles Davis y que
recientemente ha escrito su mejor
biografía y el batería John Marshalls
que había formado parte del grupo Soft
Machine, fue un verdadero
acontecimiento, porque el grupo de Ian
Carr llevaba entonces trece años en
activo con más de una decena de LP’s
publicados, muchos años de una labor
impecable, lúcida e imaginativa. En
palabras de Xabier Rekalde en la revista
Teleradio de marzo de ese año, con el
título “Jazz electrónico en Madrid”,
comentaba que “Nucleus fueron los
pioneros junto a Blood, Sweet & Tears,
de esa discutida influencia entre una de
las tendencias más ricas de la música
popular electrificada –el rock & roll- y
las últimas corrientes jazzísticas
especialmente el cool. Pero no solamente
fueron la semilla de una vía de
evolución para el jazz moderno, sino
que, durante todos estos años, se han
mentando como un grupo con personalidad
diferenciada de las demás opciones
planteadas hasta hoy en el jazz moderno.
Ofrecieron dos propinas, una en que Carr
se sentó al piano y una balada de
Charlie Mariano para demostrar la
sutileza de Carr y la emotividad que era
capaz de transmitir con su trompeta, un
final espléndido”.
El 28 de abril de
1983, RNE celebró en el San Juan la
fiesta del libro, que fue retransmitida
para toda España por Radio 3,
intervinieron el entonces Director
General del Libro Jaime Salinas y el
escritor José Luis Sampedro y tuvimos
las actuaciones de los grupos musicales
Olga Manzano y Manuel Picón, Luis Pastor
y Joaquín Sabina. Ese año fue
especialmente intenso en la colaboración
con RNE, pues para sus programas “Jazz
Internacional” de Radio 2 y “Club de
Jazz” de Radio 3 se grabó el II Festival
de Jazz San Juan Evangelista celebrado
en enero de este año, conciertos que
luego fueron intercambiados con la Red
de Radios Europeas, igualmente a través
del programa “Tiempos de Universidad” de
Radio 3 a lo largo de todo el año se
hicieron diferentes tomas de los
conciertos de jazz retransmitidos en
directo.
A mediados de mayo del 83, intenté
organizar unas jornadas de jazz y
literatura, en la que invité a uno de
los escritores, de los últimos Premios
Cervantes, el cubano Guillermo Cabrera
Infante, que vivía exiliado en Londres y
al autor de obras tan conocidas como “El
Perseguidor” o “Rayuela” donde reflejaba
su amor por el jazz, Julio Cortázar, que
vivía en París, ambos ya fallecidos y
que no lo llegué a celebrar por la
precaria salud de este último. Creo
recordar que también iba a participar el
importante escritor español José María
Guelbenzu. Esta es la carta autógrafa
que por suerte me escribió Cortázar, sin
duda de un valor extraordinario.
Y para terminar este Curso 1982-83, el
29 de mayo de este año 1983,
verdaderamente tuvimos un concierto de
jazz fin de curso excepcional, la
presentación del Sexteto de Anthony
Davis & Abdud Wadud, con uno de los
mejores flautistas de todos los tiempos
James Newton, sin duda uno de los
máximos representantes de la nueva
generación de jazz de la época. Pero
antes del concierto por sorpresa se me
ofreció un pequeño homenaje al que José
Ramón Rubio me indicaba mis
merecimientos poniéndome como buen
ejemplo de “promotor con swing” y es que
al comienzo, antes de salir los músicos
al escenario, el director del sello
discográfico Jazz Stop, Carlos Pérez de
Alvaro, me premiaba con un Disco de Oro
como reconocimiento a la mejor labor
realizada a favor de la difusión del
jazz hasta la fecha. Con mi natural
timidez y no sé si con suficientes
merecimientos tuve que salir al
escenario, no me acuerdo si logré dar
las gracias, pero sí que me abrumaron la
salva de plausos que me hicieron. Hasta
la fecha presente no sé si a alguien,
músico, compositor o institución se le
ha vuelto a hacer este tipo de
reconocimiento, por lo tanto para mí fue
de un gran valor, por una parte
entrañable y por otra de verdadero
acicate para continuar en los tiempos
posteriores llevando las riendas de este
Club y apoyando y divulgando el jazz.
Los días 16 y 17 de marzo de 1984 volvía
al San Juan después de casi diez años,
local en el que dio su primer recital
madrileño, el cantautor Carlos Cano.
Presentó un recorrido de todas sus
canciones desde su primer disco “A duras
penas” a los entonces actuales “A la luz
de los cantares” y “Crónicas
granadinas”, recuperó las raíces de la
tonadilla andaluza y repasó temas como
“La murga de los currelantes”, “El
Salustiano”, entre otras. Incorporó
luego temas modernos de su repertorio
como “Verde, blanca y verde” canción,
que pudo ser el himno de Andalucía hasta
el tango de “Las madres locas” en el que
trataba el problema de los desparecidos
argentinos. Había
n pasado ya un montón
de años desde que Carlos Cano empezó el
manifiesto “Canción del Sur” con Antonio
Mata y el poeta Juan de Loxa, entre
otros. Estos recitales tuvieron el éxito
esperado como la primera vez que actuó,
como decimos, en el San Juan hacía ya
tiempo.
En noviembre de 1984, realizamos las
Primeras Jornadas de Música Popular del
País Vasco. Aunque era absolutamente
desconocido la sorpresa fue la del grupo
de rock Itoiz, que fue una auténtica
revelación, con grandes músicos como el
bajista, el de los teclados y el
guitarrista conectaron con el público
que abarrotaba el salón de una manera
total, canciones sencillas y cortas, en
las que me recuerde destacaron “Marea
Gora” (buena marcha), con una mezcla de
rock y ritmo de reggae y scat.
Los días 7 y 8 de febrero de 1985
tuvimos la extraordinaria actuación de
Tete Montoliu con el contrabajista danés
Niels-Henning Ørsted Pedersen. En la
primera sesión se grabó con público
restringido para el programa “Solo Jazz”
de la Buena Música de TVE de la segunda
cadena y el segundo día con entrada
normal. Fueron conciertos sencillamente
inolvidables que recogía la prensa de la
época como nuestro amigo Angel Luis
Inurria en el Diario Liberación con el
título “Tete Montoliu grande entre los
grandes”, “el hermano pequeño” de Tete
Montoliu en el diario El País por José
Ramón Rubio como presentó a Niels el
propio Tete o el diario ABC
considerándolo de histórico “Tete
Montoliu generoso, ejemplar y
apabullante”, sin duda unos conciertos
de estos dos grandísimos músicos el
pianista y el contrabajo ya fallecidos
que nos deleitaron con su diálogo lleno
de melodías emocionantes y bellísimas
improvisaciones.
Como ilustración
sobre el jazz nacional e internacional,
empezamos a suscribirnos a revistas que
trataban este tema. La primera y de la
que fui colaborador “Quártica Jazz”
editada en Barcelona, cuyo primer número
aparecía en mayo de 1985, con la
dirección sabia de Joan Giner. En el
verano de 1990 aparecía “Cuadernos de
Jazz”, bajo la dirección de Raúl A. Mao,
que permanece hasta la fecha, pero ya
anteriormente estábamos suscritos a las
revistas francesas “Jazz Magazine” y
“Jazz Hot”, que a parte del jazz
internacional nos tenían al corriente
del jazz europeo. Igualmente estábamos
suscritos a las revistas americanas
“Down Beat” y “Jazz Times” hasta la
fecha. Al escoger al azar entre ellas a
pesar de tantos números no es casual que
muchos de los artistas, por no decir la
mayoría, que aparecen en la portada han
actuado en el San Juan.
He de destacar a partir del año 83, al
igual que anteriormente hemos hablado
del Festival de los Pueblos Ibéricos de
la Universidad Autónoma, la “Gran Fiesta
del Estudiante y la Radio” que
organizaba Radio 3 de RNE a través de su
programa “Tiempo de Universidad”
dirigido por Fernando Segundo Moya y con
la producción de Javier García Pelayo,
para celebrar el día de Santo Tomás de
Aquino patrón de los estudiantes (28 de
febrero), en un maratón de 24 horas de
música y cultura con entrada gratuita y
donde en cada edición participaban
varias decenas de grupos de todos los
géneros musicales, como cantautor, jazz,
folk, pop, rock, etc. El segundo se
celebró en el Pabellón de Deportes del
Real Madrid y como en todos ellos el
programa “Tiempo de Universidad” entregó
los premios universitarios del año,
entre otros mejor universitario del año
a Elisa Pérez Varela Rectora de la UNED
y que fue la primera mujer rectora de la
universidad española; el mejor
universitario veterano a José Luis López
Aranguren catedrático de Ética y
Sociología de la Complutense de Madrid y
mejor institución universitaria la
“Fundación Universidad-Empresa” que
estaba especializada en la promoción e
investigación y colaboración del mundo
empresarial y universitario, también se
concedió al periódico ya desaparecido
Informaciones de Madrid el premio de al
medio de comunicación por su mejor
cobertura de la información
universitaria. Esta fiesta comenzó a las
doce de la mañana del día 28 para acabar
a las doce y cuarto del día siguiente y
durante estas veinticuatro horas fue
retransmitida en directo por Radio 3,
Radio 1 y Radio Cadena Española,
destacar que hubo decenas de entrevistas
a diferentes personalidades relacionadas
con la cultura y la universidad y entre
otros habló el Alcalde Madrid D. Enrique
Tierno Galván.
Al año siguiente, 1984 se celebró la
“III Gran Fiesta del Estudiante y la
Radio” que comenzó a las doce de la
mañana del día 28 en el Palacio de
Deportes de Madrid y también tenía
previsto veinticuatro horas. En la
organización del festival colaboraron la
Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, el
Ministerio de Educación y Ciencia y las
universidades madrileñas Complutense,
Autónoma, Politécnica, de Alcalá de
Henares y UNED, Ministerio de Cultura y
la SGAE. Una vez más el esfuerzo de
Fernando Segundo a través del programa
radiofónico “Tiempo de Universidad” hizo
que este magno festival saliera adelante
retransmitido una vez más por Radio 3 y
Radio 1 y sumándose en esta ocasión TVE
a través de su segunda cadena.
Participaron numerosos grupos como en la
anterior y entre los que recuerde
estaban Javier Ruibal, Raúl Alcocer,
José Antonio Labordeta, Pablo Guerrero e
incluso Teddy Bautista con el grupo
canario Teclados Fritos. En esta ocasión
el premio institución universitaria
recayó en nuestro Club que yo mismo
recogí sobre el escenario del palacio
entregado por el Alcalde de Madrid D.
Enrique Tierno Galván en presencia entre
otros del Ministro de Educación y
Ciencia D. José María Maravall. A partir
de esa hora las cosas empezaron a
calentarse y unas palabras del Alcalde a
los asistentes al acto que llenaba todo
el recinto “rockeros: el que no esté
colocado que se coloque y al loro”
fueron sobre todo mal interpretadas al
día siguiente por la prensa
sensacionalista incluso ocupando
portadas a no entender las palabras de
éste, pues el Alcalde quiso dar a
entender “lo de colocarse en el sentido
de animarse y estar alegre”. Y es que a
partir de la madrugada el ambiente
totalmente normal con que había
transcurrido el día empezó a romperse
por cerca de dos mil personas que
quisieron entrar al palacio por la
fuerza cuando era imposible, pues sólo
dejaron entrar el mismo número de los
que salían, hubo multitud de altercados
entre la gente y la policía sobre todo
en la puerta principal, calle Felipe II,
y tres amenazas de bomba en la
centralita del Diario 16, Cadena SER y
la Comisaría de Buena Vista, hicieron
que se suspendiera la fiesta y se
desalojara el local a todas las personas
que había dentro, más de ocho mil,
explicando que había sido por una avería
en el equipo técnico. A las cinco de la
madrugada los grupos de rock siguieron
con sus actuaciones y se abrieron las
puertas al público a partir de las siete
de nuevo. Los directores de RNE Fernando
Delgado, de Radio 3 Pablo García y el
propio Fernando Segundo tuvieron que
hacer frente a este lío inesperado y
varios miembros del Club que en esta
fiesta llevábamos la prensa no fuimos
ajenos a todos los problemas que
surgieron y que tuvimos que vivir con
verdadero nerviosismo. Consecuencia de
estos altercados es que el año
siguiente, 1985, Fernando Segundo fue
despedido pues tenía un contrato con RNE
y la fiesta se dividió en dos partes,
como Fernando consideraba que la idea
era suya hizo un festival alternativo
que se realizó en la Facultad de
Geografía e Historia, Edifico B de
Filosofía de la Complutense que ya sólo
duró dieciséis horas y no contó con la
transmisión por radio y televisión, en
esta ocasión ante la imposibilidad de
contar con buena parte de los grupos
contactados, abrieron el escenario a
cuantos grupos y músicos lo solicitaron
que tuvieron también gran éxito. Y por
su parte Radio 3 organizó la suya en el
mes de marzo.
Este Club
que en su origen se llamaba Club de
Música y que en los finales de los 70 y
comienzo de los 80 en los conciertos de
jazz se denominaba Club de Jazz, terminó
por unificar los dos nombres con el de
Club de Música y Jazz San Juan
Evangelista en el Curso 1984/85, con el
logotipo actual que realizaron el
arquitecto, crítico y promotor musical
Manuel Domínguez y el entonces
coordinador de imagen y relaciones
públicas del Club,
José Luis García Díaz, que perdura hasta
hoy.
En 1985, por mediación del periodista
radiofónico antes citado, Fernando
Segundo, gran agitador cultural como
acabamos de reseñar, que montó y dirigió
Radio Universidad en el edificio del
Rectorado de la Universidad Politécnica
de Madrid contiguo al San Juan, fue para
mi bastante estimulante el presentar y
dirigir un programa de jazz en la radio
durante casi un curso, bajo el título
“De Madrid al Jazz”, que por cierto
escuchaba bastante gente Madrid y la
Comunidad, según las llamadas que
teníamos a la emisora.
Como indicábamos anteriormente actuaba
en el San Juan el 30 de octubre de 1985
el que está considerado el mejor
cantante de jazz de la actualidad Bobby
McFerrin, que en solitario y sin
instrumentos consiguió uno de los
mayores éxitos de todos los conciertos
celebrados hasta la fecha por este Club.
McFerrin demostró en vivo su grandísimo
talento improvisando jazz e
interpretando sólo con la voz,
acompañado a veces por los rítmicos
golpes de la mano en el pecho o los
efectos que sacaba con el micrófono en
la garganta, incluyó en sus conciertos
un amplio repertorio con obras tanto de
Thelonius Monk, los Beatles o Juan
Sebastián Bach, entre otros, logrando
cuando quiso que le acompañara un
público que llenó absolutamente el
auditorio totalmente entregado. Sin duda
un recuerdo histórico para todos los que
tuvimos la oportunidad de escucharle en
el Johnny.
En el Paseo
Camoens del Parque del Oeste, un 11 de
abril de 1986, estudiantes de las cuatro
universidades madrileñas organizaron un
homenaje a Enrique Tierno, Alcalde de
Madrid fallecido en enero de es mismo
año. Participaron numerosos grupos como
Burning, Medina Zahara, La frontera y
Joaquín Sabina entre otros, que fueron
presentados por Moncho Alpuente, Alaska,
El Pirata, Luis Carandell... Teniendo
una asistencia masiva de jóvenes y
estudiantes.
El domingo 16 de
marzo de 1986, en sesiones de tarde y
noche y dentro del programa del 5º
Festival Internacional de Jazz, tuvimos
la actuación de Memphis Slim al piano y
la voz y de Son Thomas a la guitarra y
George Colier a la batería con un lleno
absoluto, fue uno de los mayores éxitos
de los celebrados hasta la fecha.
Memphis Slim, rey del boogie, un clásico
del blues, realizó una actuación
extraordinaria y llena de humor,
cantando temas originales que pusieron
al público en pié, explicando con sus
canciones la esencia del blues “de lo
buenas que son las mujeres”, “de lo
malas que son las mujeres”, “de lo bueno
que es tener bebida” y “de lo malo que
es no tener bebida”. La despedida del
concierto Memphis y Son Thomas nos
deleitaron con una auténtica lección con
un gran humor y nos relataron su vida
cantando, primero Slim “me emborracho el
lunes, el martes y el miércoles”. “Me
emborracho el jueves, el viernes y el
sábado. Y los domingos bebo porque no
tengo otra cosas que hacer". A lo que
contestó Thomas “no bebo güisqui. Sabes
que no bebo vino rojo, así que móntatelo
a tu manera que yo me lo montaré a la
mía”. Como apostillaba Pedro Calvo en el
Diario 16, es decir las cosas
directamente con el corazón donde radica
la raíz del blues y que también Alvaro
Feito recogía en el Diario La Tarde como
uno de los mayores éxitos del Johnny.
Estando
yo de Coordinador de Actividades
Musicales y Escénicas de la Concejalía
de Cultura del Ayuntamiento de Madrid,
colaboré en el estreno en el Teatro
Real, el viernes 16 de mayo, de
“Fantasía de Cante Jondo” para voz
flamenca y orquesta, una creación de
Enrique Morente con música compuesta y
orquestada por el compositor alemán
Armin Hassen que adoptó el nombre de
Antonio Robledo cuando decidió consagrar
su talento creador al flamenco, actuó la
Orquesta sinfónica de Madrid dirigida
por Luis Izquierdo, entonces director
titular de la Orquesta Filarmónica de
Sevilla, actuando al cante Enrique
Morente y a la guitarra Juan Habichuela
y Gerardo Núñez, interpretaron letras de
José Bergamín, Luis Rius, Manuel
Machado, José Hierro, del propio Morente
y populares del cante jondo. El éxito
fue total y después esta obra la
grabaría Enrique Morente en su sello
“Discos Probéticos”, esta vez con la
Orquesta Sinfónica de Europa y a la
guitarra Montoyita y El Bola, entre
otros. Por este tiempo era Alcalde de
Madrid Juan Barranco Gallardo y Director
de Actividades Culturales del
Ayuntamiento, Ignacio Amestoy Eguiguren.
En 1988
se abría en Madrid el centro más
importante para la música clásica, que
iba a sustituir al Teatro Real como sala
de conciertos, el Auditorio Nacional de
Música donde tiene su sede la Orquesta
Nacional de España y en donde este Club
organizó varios conciertos siempre con
notable éxito llenando casi todas sus
localidades sobre todo de estudiantes.
Precisamente
en este año de apertura del Teatro Real
la Universidad Complutense organizó un
concierto extraordinario de fin de curso
con la presencia de uno de los grupos
más importantes de la historia del jazz
The Modern Jazz Quartet que el martes 7
de junio actuó en doble sesión, la
primera para el público y la segunda
para la comunidad universitaria, por
supuesto con lleno absoluto concierto
que ha quedado marcado en la vida
jazzística de la capital desde entonces,
además tocaron acústico y sin
electrificación. La formación era la
clásica y estaba integrada por John
Lewis al piano, Milt Jackson vibráfono,
Percy Heath contrabajo y Connie Kay a la
batería.
Posteriormente, el
19 de octubre de 1988 actuaba para
inaugurar el 19º Curso del Club de
Música el excepcional pianista de
vanguardia Cecil Taylor a piano solo.
Sin duda ha sido uno de los grandes
hitos musicales de la larga historia de
este Club. En palabras al crítico Javier
de Cambra aparecidas ese mismo día decía
“comprende cuando se le insinúa de donde
había sacado fuerzas para llevar
adelante su solitaria y en parte
reconocida tarea”, a la que contestaba:
“siempre he sido un admirador de las
grandes personas. Creo que hay cosas en
la vida que te escogen a ti, tú no las
escoges. Yo tengo un regalo y una
responsabilidad y trato de devolverlo.
También está el amor de mis padres y la
fuerza que me dieron, y mi propio
interés en lo que hago. El arte es un
negocio en Estados Unidos y a veces
dices no y te escapas de eso y te llaman
listo o contestón y tú te enfadas, te
frustras y te confundes-. Pero luego te
encaras con el verdadero juego. Yo lo
encaré cuando murió mi padre, al que yo
llamaba tío Tom –cuando le alimentaba,
pero no alzaba la voz-, y me encontré
lavando platos. Tocada seis, siete horas
diarias y encontré trabajo”. Al
concierto asistieron multitud de músicos
madrileños y sin duda su música quedó en
la memoria colectiva de todos los
presentes. Yo que tuve la suerte de que
me grabara el concierto uno de los
asistentes con un magnetofón de
bolsillo, cuando escucho ahora su música
me parece imposible que pudiéramos tener
la suerte de escuchar en nuestro recinto
este excepcional músico que nos dio una
de las más brillantes páginas musicales
dentro del jazz de vanguardia que yo
haya escuchado hasta ahora.
El diario El Mundo sacaría su primer
número bajo la dirección de Pedro J.
Ramírez el 23 de octubre de 1989. Y ya
el 1 de noviembre de ese año, Francisco
Javier Llorente nos sacaba una página en
el suplemento Campus dedicado a la
Universidad de dicho diario, el perfil
mío, bajo el título “El profesor de
Jazz”. Después más artículos: 23 de
enero de 1990 en el propio Campus, el 13
de diciembre de 1995 otro con el título
“Feliz Cumpleaños querido Johnny”, de
Lidia Garrido al cumplir el 25º
Aniversario; Vox Populi cultural el 21
de mayo de 1999; “el San Juan
Evangelista celebra 30 años de jazz y
blues” de Pablo Sanz el 10 de marzo del
2000; “La leyenda continua” de Javier de
Cambra, en el suplemento El Cultural el
26 de abril del 2000, con motivo del 30º
Aniversario; Vox Populi el 19 de abril
de 2004; “El Alma del Johnny” de Antonio
Sanchidrián el 5 de mayo de 2004, con
motivo del “23º Festival de Jazz”, y
recientemente de nuevo en El Cultura “El
Foco” el 2 de marzo de 2006, entre otros
muchos previos y críticas.
Atrás quedaron
periódicos importantes como Pueblo,
Informaciones, Mundo Diario, Diario 16,
Liberación, El Sol, El Independiente, El
YA…, la revista La Calle, entre otros,
que reflejaron con intensidad los
conciertos del Club en previos y
críticas.
Otro dato importante del año 1989, fue
la caída del muro de Berlín el 9 de
noviembre, llamado “el muro de la
vergüenza” en Occidente y “muro
antifascista” por RDA. Existió desde su
construcción en 1961 y se considera con
su retirada el fin de la Guerra Fría.
Este mismo año, 1989, moría la famosa
luchadora comunista Dolores Ibarruri “La
Pasionaria”, que volvió a España en
1977, después de su largo exilio.
Recordemos las citas de sus discursos
“más vale morir de pié que morir de
rodillas” o su “no pasarán”. Auténtico
símbolo popular, fue protagonista de
poemas y canciones de Pablo Neruda,
Rafael Alberti y otros.
Finalizando 1989,
un 25 de noviembre, actuó en el Colegio
el cantante guipuzcoano Benito Lertxundi,
que presentó su último trabajo en
euskera “Pazko Gerdi Ondua” (la post
medianoche de pascua) que él definió
como un trabajo de canciones de carácter
tradicional, sin duda fue un
extraordinario concierto del que
guardamos un recuerdo imborrable por su
música de belleza inolvidable.
Durante los meses
de marzo, abril y mayo de 1991 la
Universidad Complutense organizó un
ciclo de conciertos para celebrar el
Bicentenario de la muerte de W. A.
Mozart y tuvimos la fortuna que dos de
los conciertos se celebraran en el San
Juan Evangelista con la presencia de dos
importantes orquestas de cámara
europeas, así el domingo 14 de abril a
las 19.30 h. se presentó la Orquesta de
Cámara de Munich dirigida por Hans
Stadlmair y el sábado 11 de mayo a la
misma ahora nada menos que la Orquesta
de Cámara de la Filarmónica Checa,
actuando cono director Petr Skvor y
solista Miroslav Kejmar
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Durante el año 1991 el presidente de
Sudáfrica, Frederik Klerk, puso fin al
régimen racista, conocido como Apartheid
que surgió en este país en el año 1944.
Fue liberado Nelson Mandela tras 28 años
en prisión y que sería nombrado
Presidente de la República tres años
después. Mandela, Premio Nobel de la Paz
y con numerosos premios más, entre ellos
el Príncipe de Asturias de 1992, sin
duda es una de las personas más
admiradas y carismáticas de los últimos
tiempos.
Para concienciarnos sobre este problema,
el Club organizó precisamente unas
jornadas Antiapartheid de Afro-Jazz en
diciembre de 1988, que comenzaron con
una mesa redonda moderada por el
periodista Xavier Rekalde y con la
intervención del famoso trompetista
sudafricano Hugh Masekela y
representantes de ONG’s y continuaron
los dos días siguientes con conciertos
del Louis Moholo’s “Viva La Black” y el
mismo Hugh Masekela and Company.
Quisiera recordar el último concierto en
vida del cantaor José Monge “Camarón de
la Isla”, el 25 enero de 1992, que vino
porque fue patrocinado por la Dirección
General de Cultura de la Junta de
Andalucía. Camarón llegó de Francia, el
día anterior había actuado creo que en
Nimes y estaba por tanto bastante
cansado y quizá ya tocado por la
enfermedad. Media hora antes de la
actuación, y con el local absolutamente
repleto, hubo aficionados que trataron
de pagar hasta veinticinco mil pesetas
(150 euros) la entrada, sin que nadie
pudiese saber que esa sería su última
actuación en vida, me llamó Tomatito
diciendo que el maestro se había quitado
el puente de la boca, y debido a su
cansancio, no tenía ganas de ir al
concierto. Desde luego si llega a
ocurrir que suspende la actuación se
habría organizado un gran revuelo, pero
gracias a la mediación de Tomatito que
le dijo “no podemos dejar tirado al
paisano”, finalmente acudieron y resultó
ser uno de los mejores conciertos que
haya dado Camarón en los últimos años de
su vida, con una actuación de casi una
hora totalmente entregado. Recuerdo que
estuve hablando con él en los camerinos,
y me pareció una excepcional persona,
natural, amable y sencilla, como los
grandes genios.
Hay que hacer
mención como foco importante de la
cultura de Madrid, la inauguración en el
año 1992 de los museos de Arte Nacional
Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza. El
primero con importantes obras de Picasso,
Dalí y Miró, y el segundo con más de
cincuenta lienzos de los más importantes
de la pintura universal, que complementa
la pintura de El Prado y Reina Sofía,
como único lugar donde se pueden ver
lienzos del impresionismo,
postimpresionismo, últimas vanguardias,
pop-art, etc. Estos tres museos,
ubicados en lo que se llama el “paseo
del arte”, sin duda constituyen uno de
los atractivos culturales más
importantes a nivel mundial de Madrid.
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|
Precisamente en el
año 1992 Madrid fue Capital Europea de
la Cultura que se celebró con una gran
cantidad y variedad de importantes
actividades culturales de todo tipo,
aparte de la Tribuna del Jazz que se
celebró durante todo el año un día a la
semana en la Sala Galileo Galilei con la
mayoría de los grupos españoles y una
presencia importante de grupos de jazz
extranjeros, hay que destacar el Ciclo
de Música Clásica fuera de serie con las
más importantes orquestas de todo el
mundo y que se inauguró en el Auditorio
Nacional el domingo 19 de enero con la
Royal Philarmonic Orchestra bajo la
dirección de Vladimir Ashkennazy y
actuando como solista el violonchelo
Mischa Maisky y se interpretaron obras
de Benjamín Britten, Richard Straus y la
“Suite Española” de Albéniz y Frühbeck
de Burgos. Después vendrían la Chicago
Symphony Orchestra entre otras muchas,
para terminar el 8 de diciembre con la
Royal Concertgebouw Orkest. Todos estos
actos fueron organizados por el
Consorcio para la Organización de Madrid
Capital Europea de la Cultura 1992 con
la dirección general de Pablo López de
Osaba y coordinando el área de música
Tomás Martín de Vidales.
En
el año 1993 se celebró el Séptimo
Centenario de la Fundación de la
Universidad Complutense que se conmemoró
en el Auditorio Nacional de Música el
jueves 20 de mayo a las 22.30 horas con
la presencia de la Royal Philarmonic
Orchestra bajo la dirección de Leopold
Hager, con obras de Johannes Brahms,
Jesús del Monasterio y Antonin Dvorak.
Al comienzo del
Curso 93-94, concretamente los días 22,
23 y 24 de octubre de 1993, organizamos
el I Festival de Música Popular de
Brasil, con la ayuda del periodista
Adolfo Montejo. En el San Juan que ya
habíamos tenido previamente otro
festival de música brasileña con músicos
de este país, radicados en Madrid como
Frutos Tropicais, Rubém Dantas, Quique
Alvarado, etc. que actuaron en febrero
de 1980 y otros españoles que hacían su
música, esta vez fue verdaderamente
internacional con todos los músicos
procedentes de este país, participaron
verdaderas figuras como Hermeto Pascoal,
músico autodidacta que aparte de tocar
gran número de instrumentos
convencionales era capaz de sacar sonido
de máquinas de coser o latas, el albino
Severino Dias de Oliveira apodado Sivuca,
un gran especialista del acordeón que
practicaba la improvisación
enfrentándose a canciones típicas
brasileiras como sambas, forrós, etc. Y
clausurando el domingo el festival
Carlos Escobar, Guinga, que ya entonces
consideraban como un compositor
excepcional, tocando la guitarra de una
manera especial.
Aunque
en este texto hago especial incidencia a
la música de jazz, a lo largo de todos
estos años ha tenido una verdadera
importancia también el flamenco, a parte
de todas las músicas no especialmente
comerciales, con presencia de todo el
mundo. Baste recordar las
importantísimas primeras “reuniones del
flamenco en la universidad” dónde se le
dio al flamenco la categoría cultural
que merece, sacándole un poco de los
reductos en que desde su creación había
estado metido, con la celebración
flamenca del Día de Andalucía alrededor
del 28 de febrero, después de la
creación de esta Autonomía y el
“Festival Flamenco por Tarantos” que
como almeriense hemos dedicado a
Almería, para dar a conocer este
importante cante libre, originario de mi
tierra y en general todos los cantos
mineros levantinos. Este festival empezó
el 26 de noviembre de 1989 con la
presentación de Juan Verdú y José Manuel
Gamboa, que también colaborarían en la
programación de flamenco en años
posteriores, disertación Ángel Álvarez
Caballero sobre el taranto y un cartel
de lujo entre los que estaban los
cantaores Carmen Linares, José Mercé,
Fosforito y Chocolate, y los
guitarristas Enrique de Melchor y
Tomatito, entre otros. A parte de otros
tipos de festivales como los de guitarra
flamenca. Desde luego en todas estas
actividades flamencas a lo largo de
tantos años, sin duda ha pasado la flor
y nata de los artistas flamencos del
siglo XX: desde las míticas Fernanda y
Bernarda de Utrera, La Paquera de Jerez,
Juanito Valderrama, Camarón, El Cabrero,
Chano Lobato, Rancapino, etc., a los hoy
tan famosos Carmen Linares, Enrique
Morente, José Mercé, Estrella Morente,
Diego el Cigala, Miguel Poveda, Mayte
Martín, etc.; o el flamenco-fusión, con
los primeros conciertos de Ketama, La
Barbería del Sur, Pata Negra, etc.
A la lista de famosos guitarristas
nombrados, la lista sería interminable,
no podemos dejar de recordar las
actuaciones de los hermanos Juan y Pepe
Habichuela, Perico del Lunar, Luis
Pastor, Félix de Utrera, hasta los más
jóvenes de hoy como Vicente Amigo,
Tomatito, Gerardo Núñez, Jerónimo o Niño
Josele. Igualmente en el baile ha habido
una destacada presencia desde la gran
bailaora gitana Manuela Carrasco o El
Güito, a la hoy famosa
internacionalmente Sara Baras, pasando
por los conocidos Antonio Canales, María
Pagés, Antonio el Pipa, El Mistela, etc.
Como prueba del interés que hemos tenido
siempre por el flamenco, fue el merecido
homenaje que hicimos el 21 de enero de
1994 al que había sido gran guitarrista,
Félix de Utrera, que debido a una
artrosis en las manos ya no podía tocar
la guitarra. Aunque se cayeron del
cartel importantes figuras que estaban
anunciadas no por ello dejó de ser uno
de los mayores éxitos que yo recuerde,
estuvieron al cante grandísimos artistas
como los cantaores Carmen Linares,
Chaquetón, El Flecha, Gabriel Moreno,
José Menese y Juanito Valderrama, con
las guitarras de El Niño del Tupé, José
Mª Pardo y Juan Carmona Habichuela,
entre otros; en guitarra en concierto
estuvieron los jóvenes guitarristas
Jerónimo Maya y Rafael Riqueni y al
baile Antonio Canales, ya entonces muy
famoso, que venía de posar con trajes de
Luccino y Adolfo Domínguez, y Manuela,
la hija del homenajeado. Recuerdo como a
Juan Carmona Habichuela le dio por
acariciar la guitarra y desde el patio
de butacas se oyó, y siempre se lo
comento al maestro, “esa guitarra es tan
dulce que sabe a caramelo”. El festival
fue un auténtico éxito y gracias a la
colaboración de las entidades que nos
patrocinaban, el amigo Félix de Utrera
ya fallecido se llevó un pico importante
de pesetas de entonces que seguro le
vinieron bien a su mermada economía.
Según escribía el famoso pedagogo
brasileño Paolo Freire en sus conocidos
libros “La educación como práctica de la
libertad” y “Pedagogía del oprimido”,
nadie enseña a nadie sino que todos
aprendemos juntos, no obstante creo que
el San Juan ha ocupado un lugar
preferente en la historia de la música
en vivo en la universidad española que
posiblemente haya servido de ejemplo
para que otras muchas asociaciones y
organizaciones hayan recogido el
testigo.
Decía un conocido cronista, en un marco
de austeridad, el “sanjuanismo” –una
forma de entender la vida- no se
entendería si no es al calor de un
público que es el que marca la
diferencia. Ha sido un milagro escuchar
los mejores músicos del mundo, pero
también tocar para el mejor público del
mundo. Entre estos personajes unidos a
esta historia de sus comienzos, citar a
Juan José González “Pepito el Jazzman”,
ingeniero de Telecomunicaciones, socio
de honor del Club, que no sólo nos ha
animado desde el principio, sino que ha
participado en muchos conciertos de
forma espontánea y por sorpresa, con su
canto “scat” en lo que él llama “blues
por soleá”, provocando el aumento de la
temperatura de los conciertos y a veces
el asombro de los músicos y otras su
cómplice, forzándolos muchas veces a
tener que hacer otro bis para superar
tan alto voltaje alcanzado con su
participación en el escenario. Y sus
cualidades humanas como su generosidad y
bondad le han hecho ganarse la amistad
de todos los que le hemos conocido al
igual que de multitud de músicos, como
ejemplo baste las palabras que el
escritor y crítico de música popular
Pedro Calvo nos decía recientemente
sobre Juanjo: “Juanjo, tan enamorado del
jazz como del flamenco, la música
clásica o simplemente la buena música,
comprende y sabe expresar y expresarse
desde el tuétano de las músicas
improvisadas. Sus improvisaciones ad
libitum, en el trapecio del directo y
sin red, son un hito absolutamente
histórico para las músicas creativas.
Además, a Juanjo debe serle reconocido
el mérito de haberse subido a un
escenario y salir con bien de sus retos
con tantos y tan grandes artistas.
Juanjo, que se duerme por la noche
escuchando a Arnold Schonberg, ha sido
capaz de contagiar un amor absoluto por
la música y los músicos comprometidos
seriamente con el arte. Todos los que
conocemos a Juanjo hemos recibido de su
apasionada bonhomía un anecdotario vital
irrepetible, unas reflexiones teóricas
sobre la música cabales, sorprendentes e
innovadoras. Conocerle nos ha hecho
mejores profesionales, mejores personas
también. Juanjo ha tratado de echarnos
una mano siempre, siempre con la más
absoluta humildad”.
La “IV Muestra de Jazz y Blues de la
Comunidad de Madrid” se celebró en el
Colegio y entre otros tuvimos la
actuación de la nueva banda del
saxofonista John Zorn, presentando su
proyecto “Masada”, en el que
participaban artistas nada más y nada
menos que John Medewski al órgano y los
teclados, Marc Ribot a la guitarra y
Billy Martin a la batería. En palabras
del crítico y periodista Federico
González en un diario madrileño de esos
días “El pope de la vanguardia
neoyorquina, en el San Juan. John Zorn
ejemplifica para muchos el artista
creativo por antonomasia, siempre
mirando a su alrededor y absorbiendo
materiales útiles para alimentar su
revolución casi diaria. Entre sus ídolos
figura músicos de jazz como John
Coltrane y Albert Ayler, pero también
compositores cultos contemporáneos como
John Cage y Karlheinz Stockhausen, por
ejemplo”. Pero es que ya John Zorn nos
había visitado el 31 de marzo de 1990
con su anterior trabajo “Naked City” al
que le acompañaban músicos tan
importantes como Bill Frisell a la
guitarra, Wayne Hortvitz al piano, Fred
Frith bajo eléctrico y Joey Baron a la
batería. Posteriormente en el año 99
vino con la New Ensemble Orchestra, este
importantísimo grupo de la vanguardia
neoyorquina, como vemos ya nos ha
visitado con casi todos sus proyectos al
San Juan Evangelista, y dentro del 3er.
Ciclo de Músicas Creativas y de Raíz en
la Universidad, programa que
completarían músicos de la talla como
John Patituccci Band, Bill Evans & Push
y Lester Bowie & The Brass Fantasy.
Dentro del 13º Festival de Jazz San Juan
Evangelista, el domingo 15 de mayo de
1994, en dos sesiones hubo un homenaje
de blues a Muddy Waters. Una formación
auténticamente de lujo contó nada más y
nada menos con Bon Margolin, Luther
Johnson Jr., Big Daddy Kinsey, Pinetop
Perkins, Carey Bell, Calvin “Fuzz” Jones,
Willie “Big Eyes” Smith, una selección
de los grandes músicos que acompañaron a
este mítico compositor e intérprete a lo
largo de su dilatada carrera, uno de los
padres del blues de Chicago y padre del
rock de los años 60. Con motivo del
décimo aniversario de la muerte de Muddy
Waters, varias de las figuras más
relevantes del blues contemporáneo se
reunieron para rendirle este homenaje.
Todos los equipos de dirección, y los
subdirectores de música, siempre han
colaborado con el Club. Al exdirector
del Colegio, José Santos Navarro, se
debe la modernización de las salas y
comedor del Colegio, y habitaciones
renovadas totalmente que han sido
dotadas con conexión central para
ordenadores, nuevo mobiliario, etc.,
obras que se han realizado en sus
últimos cinco años con el patrocinio de
la Obra Social Unicaja.
Como inauguración del Curso 94-95,
concretamente el 21 de octubre del 94,
celebramos un festival antirracista,
bajo el título “Por respeto al
Diferente” con el objeto de recaudar
fondos para la Federación de
Organizaciones de Refugiados y Asilados
en España (FEDORA), en la que
colaboraron también el Alto Comisionado
de las Naciones Unidas para Refugiados
(ACNUR) y la Dirección General de la
Juventud de la Comunidad de Madrid.
FEDORA se fundó en 1965 para los que
tenían la necesidad de mejorar la
situación de los que obligatoriamente o
sin más remedio escogían España como
lugar de inmigración e incidir en el
reconocimiento de sus derechos a la
diferencia de religión, cultura…
Presentaron el festival Carlos Tena y
Mari Pau Domínguez, en un cartel
diseñado por el líder del grupo de los
Coyotes, Victor Abundancia, que tenía
varias canciones dedicadas a países del
tercer mundo y en donde participaron el
cantautor Javier Krahe y su grupo, el
grupo de pop la Marabunta, el reggae de
Afro Brass y la música de Luis Paniagua,
las entradas entonces costaron mil
pesetas.
Este año 94, el 16 de diciembre, en el
tradicional concierto de Navidad,
tuvimos la presentación del grupo de
Negro Spirituals & Gospel Songs, The
Blind Boys of Alabama, que estuvieron
dirigidos por su fundador Clarence
Fountain. Este sexteto, entre sus
miembros lo integraban cuatro vocalistas
que son ciegos, sin duda fue uno de los
mayores éxitos de los numerosos grupos
de gospel que a lo largo de toda su
historia han pasado por el Colegio.
Al año siguiente, en abril de 1995,
coordinado por el periodista y escritor
danés gran amigo del Club Ebbe Traberg,
se celebraron unas Jornadas Nórdicas de
Jazz con el título “Bajo la Estrella
Polar”, el último día, domingo 23 de
abril actuó el grupo sueco dirigido por
el pianista Esbjörn Svensson (que a la
hora de actualizar este texto acaba de
fallecer en accidente en su país) que
presentó su trabajo “When everyone has
gone”, y el grupo danés del
contrabajista también desgraciadamente
fallecido Niels-Henning Østerd Pedersen.
También participaron grupos de
Finlandia, Islandia y Noruega y se dio
para empezar a dar a conocer el jazz de
los países nórdicos cuando ya ahora está
tan de actualidad.
En el año 1996 el
PP, presidido por José Mª Aznar, ganó
las elecciones, sin mayoría absoluta y
gobernando con los grupos nacionalistas;
sí conseguiría la mayoría absoluta en
las siguientes elecciones del año 2000.
En su Gobierno, entre 1996 y 1999 se
produjo la plena integración de España
en la estructura militar de la OTAN y en
la Unión Europea.
El 3 de mayo del
96, dentro de la programación del XV
Festival de Jazz San Juan Evangelista,
nos visitó el tejano Flaco Jiménez, para
presentar su disco “Buena suerte
señorita”, sin duda una de las más
importantes figuras del tex-mex
contemporáneo y virtuoso del acordeón.
Su música era una mezcla entre rock &
roll americano y la música popular
mejicana, con un sonido basado en la
polka su música enseñaba las raíces que
los alemanes llevaron a Tejas a finales
del Siglo XIX y que tanto se escucha en
la frontera del Méjico y Tejas.
Este mismo año de 1996 tuvimos la
presentación por primera vez en España,
concretamente el 13 de diciembre, de la
pianista y vocalista Diana Krall cuando
entonces era una de las artistas más
prometedoras del jazz actual, canadiense
de origen, como vimos al presentar su
disco “All for you” en el que rendía
homenaje a Nat King Cole tocó el piano
de una manera totalmente llamativa
acompañándole Russell Malone a la
guitarra y Paul Keller al contrabajo,
también sorprendió por su voz cálida y
con el tiempo ha llegado a convertirse
en una de las más importantes figuras
femeninas del jazz actual, aunque al
entrar se sorprendió de una manera
negativa por la “belleza” del recinto,
al final terminó entregada ante un
público sabio que la escuchó con
atención y la aplaudió masivamente en
todos los temas.
Ya al año siguiente, 1997, concretamente
el 7 de febrero unos meses antes de
fallecer nos visitaba el gran pianista
catalán de jazz tan ligado a este Club
Tete Montoliu que con la cantaora
también catalana de flamenco Mayte
Martín, presentaron el disco “Free
Boleros”, a ellos le acompañaron Horacio
Fumero al contrabajo y Nan Mercader a la
percusión. Ese mismo día Tete indicaba a
la prensa “los madrileños son muy
agradecidos con el arte y la música” y a
la pregunta de si el público le
apreciaba aquí respondía “mucho y
respeta mi forma de hacer música, tan
ortodoxa. Y más en este Colegio
Universitario donde actúo desde hace más
de veinticinco años, y al que me encanta
volver, porque era un lugar que
frecuentábamos los progresistas”. Y a la
no menos interesante pregunta ¿Si sabían
de jazz?, respondía “la música no hay
que entenderla cualquier manifestación
artística hay que sentirla. Es una
pedantería intentar entender de algo…”
Una vez más este dúo obtuvieron un gran
éxito donde escuchamos los boleros de
siempre como “Contigo en la distancia”,
“Nostalgia”, “El día que me quieras”,
“Somos”, “El reloj”, y particularmente
después de escuchar los temas con el
piano de Tete ya otras interpretaciones
me gustan menos. La prensa recogió este
grandísimo éxito como Pedro Calvo en
Diario 16 al que tituló “Boleros
libérrimos”, decía “… a nadie imita
Mayte. Su voz y su sentimiento fijan una
impronta con nombre propio. Por supuesto
que, como artista inteligente y noble
que es, lejos de ella la tentación de
embarullar flamenco y boleros en un
pastiche absurdo. No es eso, ocurre que
su talento es de serena avalancha. Con
una afinación inmaculada y una
credibilidad a flor de piel, Mayte hace
boleros en el centro de su verdad. El
hipercreativo piano jazzísitco de Tete
se derrama por una torrentera de
libertad que nos hace flotar con toda
naturalidad en lo sublime…. Explicó
Tete, al presentar la epistemológica
belleza de ‘Contigo aprendí’, que,
siendo él invidente, ha podido disfrutar
la pintura de Miró gracias al don de su
mujer, que ha tenido el amoroso talento
de hacérsela comprender a través de las
palabras. Muchos sueños imposibles
despierta el bolero. Mayte, Tete y
compañía encienden una luz al otro lado
del alma”. Esta experiencia de mestizaje
del jazz con otras músicas también tuvo
un previo en octubre de 1996 cuando El
Cabrero presentó un disco “Sin remache”
dedicado al tango argentino y al que le
acompañó el grupo Tango al Sur, también
fue del aprecio de todos los aficionados
aunque a lo largo del tiempo a todos nos
ha gustado más Tete tocando jazz y Mayte
Martín y El Cabrero cantando flamenco.
Dentro de la programación del XVI
Festival de Jazz que se celebró en mayo
de este año 1997 el dieciséis de este
mes, hicimos un recuerdo al periodista
que había fallecido meses atrás Ebbe
Traberg, con actuación del excepcional
pianista canadiense Paul Bley, amigo de
Ebbe, al que le acompañó una sección
rítmica de campanillas con el
contrabajista George Mraz y el baterista
antiguo miembro de la banda de Miles
Davis, Al Foster, que después también
nos visitaría con distintas formaciones.
Sin duda Paul Bley junto a Abdullah
Ibrahim y Randy Weston son tres de mis
pianistas de jazz favoritos, pero a lo
largo de toda esta historia han ido
pasando por el San Juan extraordinarios
pianistas de jazz como McCoy Tyner, Hank
Jones, Tommy Flanagan, Tete Montoliu,
Gonzalo Rubalcaba, Cedar Walton, Chano
Domínguez, Carla Bley, Geri Allen, Iñaki
Salvador, Diana Krall, Bebo Valdés, Uri
Caine y Bugge Wesseltoft, entre otros
muchos.
Al finalizar el Curso 96/97, el día 24
de mayo de 1997 presentábamos el grupo
Afro Cuban All Stars, que venía por
primea vez a España tocando un
repertorio de nuevos y viejos clásicos y
en donde se unían cuatro generaciones de
los más brillantes músicos de Cuba. Un
gran lleno acogió a este extraordinario
grupo a cuyo frente estaban los maestros
pianistas Rubén González y Guillermo
Rubalcaba y que hasta algunos medios
llegaron a llamar el concierto del
siglo. Vinieron a presentar el disco “A
toda Cuba le gusta”, y decían que era el
mejor disco cubano de los últimos
cuarenta años, les acompañaban la voz de
Ibrahim Ferrer y estuvo entre otros
Orlando López “Cachaito”, heredero de la
gloria bajista de su padre Orestes,
hermano de Israel y figura central del
contrabajo en Cuba, sobrino del Gran
Cachao. Presentaron piezas maestras de
la música de Cuba que van del son a la
rumba y el guacanson a la guajira, el
danzonete, el cha-cha-cha y otras. Con
una formación de hasta doce músicos en
el que dirigiendo todo el grupo Juan
Marcos González nos dejó en la memoria
un recuerdo inolvidable que ha durado
muchos años en los que tuvimos la
ocasión de escucharlo. Evidentemente
este Curso 96/97 en lo musical puede
servir como ejemplo de todos los cursos
siguientes porque verdaderamente nos
visitaron grandísimos músicos de todo el
mundo.
Siguiendo con el 97, Curso 97/98, a los
pocos meses de la muerte de Tete
Montoliu, concretamente los días 24, 25
y 26 de octubre, organizamos un festival
en homenaje al mismo con el título
“Nuestro Jazz. Pianos para Tete”, donde
queríamos un poco presentar a la misma
vez la calidad del jazz español a través
de una presencia importante de los
pianistas de diferentes comunidades como
El País Vasco, Cataluña, Valencia,
Galicia, Madrid y Asturias. Aprovechamos
la ocasión para colocar una placa en el
hall del teatro a Tete, junto a la de
Camarón que como dijimos había dado su
último concierto en vida en el San Juan
Evangelista. Se entregaron diferentes
premios con los nombres de las
instituciones y empresas que lo
patrocinaban y entre los premiados
estuvieron Peer Wyboris, el gran batería
ya jubilado que acompañó tantos años a
Tete y a los pianistas Iñaki Salvador,
Ignasi Terraza, Albert Bover y Chano
Domínguez.
El 20 de abril de 1999 el diario El
País, sobre la sociedad creada para
afrontar el problema de los músicos de
jazz madrileños, “Músicos Asociados” y
aprovechando la ocasión para hacer un
recorrido por los clubes de jazz más
populares de Madrid, escrito por el
periodista ya fallecido Federico
González, terminaba su artículo con este
párrafo que me parece necesario no
olvidar: “… finalmente es obligado citar
al San Juan Evangelista. No es un club
ni es un teatro: simplemente es la
catedral del jazz de Madrid, lugar de
culto donde a lo largo de sus casi 30
años de existencia tanta música
celestial se ha podido escuchar”.
Evidentemente cuando se fechan estos
recuerdos ya llevamos 40 años.
Antes de finalizar
los recuerdos de estas dos décadas,
tengo que hacer alguna reseña a la
tecnología de los años 70, por su
relación con la música. En mi memoria
está, el trauma que me producían las
tarjetas perforadas que llevaban algunos
compañeros estudiantes de Ingeniería y
que yo no llegué a conocer en la
práctica. Creo que el funcionamiento era
escribir a máquina los trabajos técnicos
de algunas asignaturas, dárselos a un
perforista que había en los centros de
estudio que se dedicaba a eso, y éste
sacaba las tarjetas amarillas con una
máquina especializada. Éstas se llevaban
a la computadora central, que había
pocas en algunas escuelas técnicas, y
las cuales ya sacaban impreso en papel
el trabajo de estudio. Creo recordar que
los lenguajes se utilizaban entonces, de
los cuales había multitud de libros,
eran Cobol y Ascic, y de los cuales mi
ignorancia era grande.
Pero a partir de la década de los 80, se
ha producido una auténtica revolución
tecnológica, que sólo voy a reseñar
someramente porque tiene que ver con lo
que estoy escribiendo. En 1982 apareció
el microprocesador individual PC,
fabricado por IBM que ahora pulula por
todos sitios, que sustituye a las
grandes computadoras de tarjetas
perforadas y programas ya poco en uso.
La tarjeta perforada era una cartulina
con unas determinadas posiciones que
podían estar perforadas o no, lo que
suponía la utilización de un código
binario y era la forma de introducir la
información a un computador, en los años
70 y cayeron en desuso al ser
sustituidas por medios magnéticos y
ópticos como el CD-ROM que hablaré más
adelante.
Pocos años después aparecía Internet,
acrónimo del inglés INTERnational NET
que traducido al español significa “red
mundial” y todo lo asociado con este
sistema de comunicación, como la Web
(World Wide Web), el correo electrónico
con la @ como uno de los símbolos más
conocidos, los navegadores como ADSL, y
la famosa herramienta Windows con los
programas Word, Excel…, los buscadores
como Google, Yahoo, Terra, Altavista… y
los exploradores como Microsoft, aunque
éste ya contiene todos los términos
anteriormente dichos, y otros conceptos
como Blog, Chats, Foros,
Videoconferencia…, en definitiva todo lo
relacionado con la informática actual,
entre cuyos contenidos, la palabra
“icono” es una referencia básica.
Entre estas innovaciones también
importantes hay que destacar el invento
del CD siglas del inglés Compact Disc y
en español Disco Compacto, primer
sistema de grabación óptico-digital, que
superaba las limitaciones de los
formatos convencionales y convirtiéndose
en el primer sistema de reproducción de
sonido, que no se deteriora al usarlo y
puede reproducirse muchas veces sin
perder calidad, y que ha sustituido
comercialmente a los antiguos vinilos y
cassettes de música. Paralelamente se
comercializaría el CD-ROM, disco
compacto de memoria de sólo lectura y
que ha revolucionado el uso de las
computadoras personales, pieza estándar
para un equipo de PC. También aparecía
el DVD, un formato similar a los CD’s,
pero codificado de forma distinta y su
uso sobre todo es utilizado para
películas con alta calidad de video y
audio, sustituyendo a los antiguos VHS
que prácticamente han desaparecido del
mercado.
Durante estos años, asimismo, salieron
al mercado los teléfonos móviles, sobre
todo a partir de 1990, siendo su uso
ahora absolutamente masivo. Y
relacionados con ellos los mensajes SMS,
en cifras también multimillonarias, su
avance ha ido en aumento y en estos
momentos su tecnología no deja de
desarrollarse, como cámaras fotográficas
y de video incorporadas y
móvil-ordenador.
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CURSO 2000-2001: CAMBIO DE SIGLO. LA
MÚSICA CONTINÚA.
Desde su
llegada al Colegio, hasta hace pocos
años director, José Andrés Torres Mora,
y hoy Diputado del PSOE por Málaga, que
también fue colegial y subdirector a
finales de los 70, aportó su máxima
colaboración para que el Club no
desaparezca, con la búsqueda de
recursos, su apoyo constante asistiendo
como un buen aficionado a la música
popular a la mayoría de los conciertos,
y destacando siempre esta actividad como
una de las más importantes del Colegio.
A él se debe que, a partir del curso
2000-2001, el Colegio sea mixto, chicos
y chicas, un logro inimaginable a nivel
oficial en otros tiempos, aunque en la
realidad lo fue desde sus comienzos.
En este año 2000 tuve la suerte de
comprarme la entonces última novela de
Manuel Vicent “La Novia de Matisse”,
según Vicent “quería saber qué poder o
energía ejerce sobre las personas el
amor, el arte y la belleza. No hay que
darle ninguna importancia al dinero ni a
la moral frente a la belleza. Para mí,
lo importante es saber demostrar si una
obra de arte cuando es solamente
estética ejerce el mismo poder y energía
sobre las personas que cuando es una
obra religiosa. Si una madonna de
Rafael, cuando se la reza en la iglesia,
te puede salvar y hacer un milagro,
porqué no cuando está en un museo.
También puede crear una emoción estética
que sigue siendo tan poderosa como la
religiosa y te puede sanar
espiritualmente”. Manuel Vicent escogió
a Matisse como sanador porque según él
ya en sus tiempos le llamaban el doctor
y a su cuadro “La Alegría de Vivir”, el
paraíso curativo, en el que se basa la
novela. A partir de aquí empezó mi
afición por la pintura, las visitas
dominicales a todos los museos de Madrid
y a todas las exposiciones temporales e
incluso me he hecho amigo de mi museo
preferido el Thyssen-Bornemisza. De
forma que de no tener ni idea ahora soy
un aprendiz ilustrado que quizás puede
distinguir un cuadro impresionista de
uno pop-art y entre un dibujo, una
acuarela o un óleo. Hasta entonces
verdaderamente había sido un ignorante
en esta materia, que afortunadamente
gracias a este libro que recomiendo a
todos, el arte, me está dando un
suplemento necesario de espiritualidad.
Con el cambio del milenio, actuaron en
el San Juan grupos de jazz tan
importantes como los de los saxofonistas
Gary Bartz, David S. Ware y James Carter;
grupos míticos como Oregón y The Heath
Brothers y la famosas orquestas, la
europea Vienna Art Orchestra y la
americana The Woody Herman Orchestra,
entre otros. Siguió en pié el Festival
Flamenco por Tarantos, con nombres de
actualidad como los cantaores El Cigala
y Montse Cortés y el guitarrista Niño
Josele y también regresó la música celta
con Phil Cunningham y la novedad del
jazz-tango de Dino Saluzzi.
Mientras tanto en
el año 2000, en colaboración con la
Concejalía de Cultura del Ayuntamiento
de Almería, en este año regentaba el
grupo de Izquierda Unida, dirigido por
los concejales Concha Márquez el primer
año y Rafael Esteban los tres años
siguientes, comenzamos los Encuentros de
las Culturas Mediterráneas, Alamar; y
durante cinco años colaboramos en llevar
a esta ciudad a los mejores grupos de
música popular de ambas orillas del
Mediterráneo convirtiendo a este
festival en uno de los referentes en
estos años de toda Europa, con
exposiciones, conciertos, encuentros
cinematográficos y tertulias de poesía.
Por ejemplo, en Almería actuaron grupos
como Mª del Mar Bonet, Nass El Guiwan,
Manolo Sanlúcar y Carmen Linares con
“Locura de brisa y trino”, Tamburi del
Vesuvio (Italia), La Sulamiyya (Túnez),
José Menese y Mayte Martín, Orchestre
National de Barbés (Argelia/París), Yair
Dalal Trío (Israel), Adel Salameth Trío
(Palestina), Ensemble Ganub (Egipto),
Lluis Llach, Rabih Abu Jalil (Líbano),
Cheija Rimitti (Argelia), Burhan Öçal
(Turquía), Orquesta Arábigo Andaluza de
Fez (Marruecos), Savina Yannatu &
Primavera en Salonico (Grecia), Sivan
Perwer (Curdistán), etc., etc.
Posteriormente el festival ha tomado
otros rumbos y ya no se realiza
exclusivamente con las culturas del
Mediterráneo, una lástima porque se
había convertido en un referente en los
países ribereños de este mar de los tres
continentes que les baña.
Como muestra basta rememorar el texto
que escribía el periodista Xabier
Rekalde desgraciadamente fallecido en un
accidente de coche: “Los aires de un
mar. El mar es un camino desde que los
navegantes de toda laya hicieron de él
la ruta de sus andanzas. Pero también es
frontera infranqueable y tenebrosa para
las gentes de tierra, dique para los que
los Continentes respiren por separado, y
trinchera entre mundos que se observan
con desconfianza. El Mediterráneo no
quiso ser un lago gigante y abrió dos
bocas hacia el infinito, y se creó un
norte y un sur que parecen más distantes
que su este de su oeste. Los ribereños
se miran de frente y de cerca; se
mezclan y se odian en caliente. Hay
discrepancias seculares tan insistentes
que nos han acercado pero no nos han
convertido en el mismo. Alamar es un
encuentro de culturas, de sensibilidades
diferentes, de miradores sociales que
cuentan la Historia con caligrafía que
no coincide. Pero las culturas sólo se
aproximan si se muestran como son, si se
reconocen en el mismo plano porque
ninguna es un exotismo, sino otra
expresión, otro punto de vista de otros
hombres. En el Mediterráneo, todas se
han tocado, se han contagiado y se han
negado, replegándose hacia su interior.
Alamar quiere ser una plaza que las
aproxime, porque, al sumergirnos en la
cultura de otros, la nuestra se hace
relativa y se afirma en lo que es: una
forma de circular por la vida. Y quiere
mostrar el rastro vivo de los pueblos a
través de la música, la literatura, el
cine, las artes plásticas de todas las
esquinas de este rincón del Planeta…
Esta cita anual pretende buscar
argumentos distintos y no someterse a
los caprichos de la Industria o de las
giras ocasionales. Pretende ser un
alamar, un adorno grande y refulgente
que brille desde Andalucía, y que,
además, sirva para sujetar una capa
marina donde todos los vecinos se
reconozcan un poco”.
No nos podremos olvidar de sonidos tan
bellos de tantos conciertos en el San
Juan donde los ojos se nos llenaban de
emoción y se nos abría el espíritu y el
alma a sentimientos positivos
oscurecidos por la complejidad de la
vida, con sus problemas y dificultades,
decepciones y desencantos, pérdidas y
separaciones, con músicos como Dexter
Gordon, Milt Jackson, Hannibal Marvin
Peterson, Paul Bley, Abdulah Ibrahim,
David Murray, Juan Carmona Habichuela,
Camarón, Morente, Emilio Cao, Benito
Lertxundi, Pablo Milanés, Aute, Memphis
Slim, Rubén González, Stephane Grapelli,
Carmen Linares, Masekela, Astrud
Gilberto, José Mercé, etc. En definitiva
la música de ahora y del siglo XXI que
hace poco comenzó.
A partir del 1 de enero de 2002
nos incorporamos a la moneda de la Unión
Europea, el euro, un hecho que cambió
nuestra vida económica y desde luego
encareció todos los alimentos y
servicios de primera necesidad y
perdimos poder adquisitivo. Desde ese
momento desapareció la moneda oficial
española, la peseta.
Pero en
estos tiempos en que es realidad la
globalización, con la estandarización
mundial del mercado, por las grandes
empresas multinacionales, donde priva la
eficiencia, la velocidad y el beneficio
y las modas se imponen por la exagerada
publicidad, podrá subsistir este Club
donde sólo se encuentran partidas con
recursos humanos, importantes, pero cada
vez más escasos. La cultura siempre será
deficitaria, por lo que será
absolutamente imprescindible para
sobrevivir, seguir contando con
patrocinadores como hasta hora,
manteniendo las señas e identidad
propias, sin caer en la tentación de
competir y comparase con nadie.
¿A estas alturas, cómo se explica que
una Asociación Cultural sin fines de
lucro, sin ningún personal asalariado
haya superado ya las tres décadas de
existencia? A decir de los periodistas,
hoy por hoy es un misterio, pero
transmitida y regenerada de generación
en generación, por los jóvenes
universitarios. Quizás sería tema para
explicar por sociólogos o profesionales
de la comunicación. El caso es que a
decir de aficionados y periodistas,
desde hace tiempo se ha convertido en
una institución, que probablemente no
tenga otra parecida en ningún otro lugar
y que aún sigue viva.
Y así
llegamos, con el paso del tiempo a las
elecciones del 14 de febrero de 2004, en
las cuales el PP fue derrotado por el
PSOE, entre otras cosas por el
descontento general por la participación
de España en la Guerra de Irak y es
elegido Presidente del Gobierno, José
Luis Rodríguez Zapatero, con lo que
comienza una nueva época para España.
Atrás han quedado el mayo francés, la
primavera de Praga, la revolución de los
claveles, la transición española, la
abolición del apartheid, la caída del
muro, la perestroica, el eurocomunismo,
las dictaduras chilena y argentina, los
objetores de conciencia, etc. Se han
desvanecido los mitos históricos, Lennin,
Marx, Trosky, Mao... y los símbolos “la
hoz y el martillo”, “Guevara”..., los
himnos “cara al sol”. Y desapareció la
mili, que yo hice durante 15 meses.
Ya se han cumplido varias décadas del
inicio de la Revolución Cultural en
China y según se ve al día de hoy estos
diez años ahora son recordados como uno
de los periodos más locos del Siglo XX,
una de las épocas más difíciles de la
historia contemporánea, en donde los
hijos maltrataron a los padres, los
alumnos les pegaban a los profesores y
miles de personas fallecieron en nombre
de la guerra de clases. La Revolución
Cultural de Mao, que comenzó el 16 de
mayo de 1966 con un panfleto del mismo
“todas las ideas erróneas, todas las
malas hierbas venenosas, todos los
monstruos y fantasmas deben estar
sujetos a las críticas”, donde llamaba a
una batalla a vida o muerte contra la
ideología burguesa. Error gigantesco que
ya reconocen los libros de texto de la
propia China.
Continúa el desacuerdo en Oriente
Próximo entre Palestinos y Judíos, la
Guerra de Irak y nos enfrentamos a otros
problemas serios como la contaminación,
el calentamiento del planeta, la
globalización, el terrorismo (por
ejemplo recordemos el 11 de septiembre
de 2001 en Estados Unidos; el 11 de
marzo de 2004 en Madrid y el 7 de julio
de 2005 en Londres); el hambre y la
pobreza sobre todo en África y el
aumento de la desigualdad entre ricos y
pobres. Aparecen con fuerza nuevas
enfermedades como el Sida, el Alhzeimer,
Parkinson y las catástrofes naturales
parecen cebarse con los pueblos más
pobres, con tsunamis, huracanes y
terremotos, de miles de muertos; y
fenómenos sociales nuevos con los
movimientos migratorios, las pateras y
entre los jóvenes “el botellón”. Y
cantidad de ONG’s y los voluntarios. Y
el fenómeno de la “piratería” en todo
tipo de bienes de consumo.
Y en nuestro vocabulario de hoy, es
frecuente escuchar palabras como “burka”,
“velo”, “yihad”, “chador”, etc. y
fenómenos sociales como
“multiculturalismo”, “diálogo de
culturas”, “diversidad cultural”,
“excepción cultural”, “alianza de
civilizaciones”, etc.
Durante los
primeros cursos de este nuevo siglo
hemos vuelto a contar con las figuras
más destacadas del jazz contemporáneo y
así han venido presentándose los
proyectos del jazz de hoy como: los de
los saxofonistas Bill Evans, Kenny
Garrett, Steve Coleman, John Zorn,
Lester Bowie, Ravi Coltrane, Archie
Shepp, David Murray y Don Byron; de los
guitarristas Bill Frisell, John Scofield,
John Abercrombie y Larry Coryell; y de
los trompetistas Michael Mossman, Dave
Douglas y Jon Hassell; así como los
grupos de los pianistas Marcus Robert,
Jacky Terrasson, Uri Caine, Kenny Werner,
Geri Allen, Bennie Green, Hiromi y
reciente la de Myra Melford; y lo
pianistas cubanos Ramón Valle y Omar
Sosa. Entre los grupos destaca la
presencia de The Bad Plus y los músicos
emergentes europeos como Paolo Fresu,
Bojan Z, y Erik Trufazz; los vocalistas
Diane Schuur, Tania María, Sheila Jordan,
Kurt Elling y Nnenna Freelon; y bajistas
tan famosos como Christian McBride, John
Patitucci y Avishai Cohen; o los grupos
de los baterías Dave Weckl y Bobby
Previte; y músicos de jazz españoles
como el hoy internacionalmente conocido,
Chano Domínguez; y el grupo de Jorge
Pardo, d’3 y el del guitarrista Ximo
Tebar.
Y la de los grupos de la fusión flamenca
en su primera presentación pública como
Elbicho y la Orquesta Chekara con
Segundo Falcón, entre otros.
Y
en el flamenco cantaores como Juanito
Villar, Rancapino, Enrique Morente, José
Mercé, Miguel Poveda, El Cabrero,
Vicente Soto “Sordera”, Duquende, María
Vargas, El Chocolate y Carmen Linares
entre otros; o guitarristas tan
conocidos como Tomatito, Pepe
Habichuela, Gerardo Núñez y Serranito; o
la del pianista Arturo Pavón.
También el folk ha tenido su hueco como
la presencia de grupos como el asturiano
Texedor, la del vasco Benito Lertxundi o
la del canadiense La Botine Suriante y
los madrileños Suburbano y La Musgaña,
entre otros.
Por hacer
una alusión a las Ciencias, el año 2005,
aparte del 5ª Centenario del Quijote,
nos trajo el centenario de la Teoría de
la Relatividad E=mc2 de Albert Einstein
y fue el año internacional de la Física.
La prestigiosa revista científica “Science”,
con motivo de su 125º Aniversario
celebrado este mismo año, en un número
especial dedicado al mismo, recopilaba
las 125 incógnitas que aún la ciencia
tiene sin resolver como: “¿Cómo se puede
prolongar la vida humana?, ¿cómo obtener
cualquier tipo de tejido de las células
madre? (en mi caso sería muy favorable),
¿es factible una vacuna contra el sida?,
¿qué cambio genético nos hizo humanos?,
¿estamos solos en el Universo?, ¿cuáles
son las bases biológicas de la
conciencia?, ¿dónde y cómo surgió la
vida?, ¿cuánto se calentará el planeta
por el efecto invernadero?”, etc., entre
otros interrogantes científicos que
afronta la sociedad en los comienzos de
este milenio.
El 17 de
mayo del año 2005, organizado por el
Festival Internacional de Jazz de Madrid
se le tributó en el Colegio un homenaje
al maestro cubano del trombón, Juan
Pablo Torres, que había fallecido el mes
anterior en Miami y cuya recaudación del
concierto fue íntegramente a la familia
de este histórico músico. Es de destacar
que en este homenaje participó el
legendario pianista Bebo Valdés al que
le acompañó el contrabajista Javier
Colina y también actuó el grupo
Conexiones de Joshua Edelman. Juan Pablo
Torres fue uno de los grandes de la
música cubana e incluso fue nominado a
los premios Grammy y Grammy Latino,
entre sus discos destacaban títulos como
“Trombón man”, “Cuba master”, etc.
Continúan los Festivales de Guitarra en
Concierto, con artistas tan destacados
como Gerardo Núñez, Pepe Habichuela,
Victor Monge “Serranito”, Tomatito,
entre otros. Conciertos especiales de
flamenco como el dedicado a Jerez con
artistas como Luis el Zambo, Fernando de
la Morena y Manuel Moneo; y a Cádiz con
artistas también de la tierra como
Carmen de la Jara, Antonio Reyes y
Canela de San Roque; y el concierto de
las figuras jóvenes del flamenco actual,
Arcángel. Y continúa el Festival de
Tarantos, con figuras de la actualidad
como José Mercé, Carmen Linares,
Fuensanta la Moneta, Chano Lobato,
Rancapino, Fernando Terremoto, José de
la Tomasa, etc. Pero especial
significado ha tenido la celebración en
el año 2006 de las Bodas de Plata del
Festival de Jazz, con el título “La
libertad y la improvisación en el jazz
moderno”, con figuras internacionales
como Dave Douglas, Louis Sclavis, Marc
Ribot y Dave Holland, entre otros. Y
siguen los ciclos de Jazz es Primavera
con grupos tan importantes del jazz
actual como Atomic, Yusef Lateef, Jaime
Saft y Dave Burrel, entre otros. Y
vuelven los cantautores como Moncho
Alpuente, con su último trabajo “De
perdidos Alpuente” y Pablo Guerrero con
su último disco “Plata”. Un cierre
extraordinario con la vocalista noruega
Rebekka Bakken.
No puedo dejar de
hacerme eco en el año 2006 del homenaje
que se le tributó en París a mi paisano
el gran compositor José Padilla
(1889-1960) que compuso “Ça c’est
Paris!” uno de sus mayores éxitos a
nivel mundial. Según Octavio Martín del
diario El País, el martes 5 de diciembre
de 2006 se le recordó en la capital
francesa en presencia de autoridades
municipales y familiares del compositor,
supongo que estaría su hija Eugenia
Padilla y se descubrió una placa en el
número 10 de la Rue Pergolesi que fue el
último domicilio de Padilla.
Popularizada por Mistinguett, “Ça c’est
Paris!” Se convirtió en “la marsellesa
de los parisienses” y también fue
tarareada por Greta Garbo en “Ninotchka”
cuando recuerda en Moscú los placeres
perdidos de la Ville Lumiére. Padilla es
el autor de temas inolvidables, como “La
violetera”, “Un relicario”, “Valencia”,
“Fleur d’amour” o “Princesita”…
En el Curso 2007-2008, dentro de la
programación del 26º Festival de Jazz
San Juan Evangelista grabamos un CD con
el grupo de Miguel Ángel Chastang con el
título de “Johnny Forever”, en el que
tenía como invitados especiales a los
históricos músicos, el batería Al Foster
y el trompetista Eddie Henderson. Este
disco ya está en el mercado y lo
distribuye RNE en su sello discográfico
RTVE Música. Ya con anterioridad se
habían grabado dos discos en directo en
el San Juan, “Gwendal en Concierto” y
“Tete en el San Juan”, que han tenido
gran éxito en el mercado incluso
internacionalmente. El programa de este
festival ha tenido una de las mayores
aceptaciones de la prensa de los hasta
ahora celebrados, con títulos como “La
vanguardia más libre con una
programación espectacular”, “El Johnny
trae el jazz más valiente” o “El San
Juan Evangelista escenario del jazz más
radical” y es que dentro de las grandes
figuras que integraban el cartel
inauguró el mismo el gran
multiinstrumentista y compositor de
Chicago Anthony Braxton. También
estuvieron David Murray, Carla Bley,
Jack DeJohnette, Peter Brötzmann y
Enrico Rava con sus respectivas
formaciones entre los extranjeros, y
aparte del citado grupo de Chastang por
España el gran trío de músicos de
vanguardia integrado por Agustí
Fernández, Baldo Martínez y Ramón López.
No es necesario añadir que ha sido otro
gran éxito de la historia de todos estos
festivales.
En este curso concretamente el 14 de
diciembre de 2007, organizamos un
concierto de Gospel a cargo del grupo
Sjuwana Byers & The Children of God para
celebrar los 40 años de la vida del
Johnny, en el texto del programa se
destacaba estos 40 años con las
siguientes palabras: “se cumplen ya 40
años de vida del San Juan Evangelista en
su ubicación actual en la Ciudad
Universitaria madrileña. Queremos
recordar a toda la generación de
universitarios residentes en el Colegio
y rendirles con este concierto nuestro
sencillo homenaje, en especial a todos
los que contribuyeron con sus
inquietudes y dedicación a hacer del
Johnny un centro universitario pionero
en la lucha por el advenimiento de la
democracia en pleno en España hasta el
año 1982 y referente cultural en toda su
trayectoria”. Por supuesto asistieron al
concierto exmiembros y excolegiales de
todas las épocas. Previamente el Centro
de Estudios que dirigía Miguel Ángel
Cánovas organizó cuatro mesas redondas
correspondientes a las cuatro décadas de
vida del Colegio, en las que
participaron excolegiales de cada década
que fueron muy concurridas y divertidas.
También durante este curso, el 16 de
abril de 2008, conmemoramos del 25º
Aniversario de la Colaboración con El
Corte Inglés con un concierto
extraordinario. Actuó el grupo del
mundialmente conocido guitarrista de
jazz John Scofield Trio+Horns,
presentando su obra “This meet that”, en
la que se incluían dos estándars de la
música rock como “House of the rising
sun” de The Animals y “Satisfaction” de
The Rolling Stones, dos grandes
canciones que aprendió a tocar con doce
años, y como él dijo himnos de guitarra
que era divertido convertirlas en temas
de jazz y en donde también expresó su
alabanza y admiración por Miles Davis
del que dijo “era más grande que ninguna
estrella del pop”. El concierto fue un
gran éxito con lleno total y al final
del mismo en una sala del Colegio, se
realizó un acto entrañable de
aniversario con esta empresa y
especialmente de homenaje al que ha sido
nuestro benefactor durante todos estos
años el Jefe de Relaciones Externas de
El Corte Inglés, Ángel de Barutell
Farinós, y se entregaron 25 esculturas
creadas para la ocasión por el artista
plástico Mauricio Jiménez Larios y
fundidas en los talleres del prestigioso
escultor José Luis Fernández, a
diferentes personalidades incluidos los
medios de comunicación que habían estado
relacionadas con este Club durante estos
25 años. Y en donde contamos con la
presencia del Rector Magnífico de la
Universidad Complutense, Carlos Berzosa
Alonso-Martínez que dio un carácter
universitario. A esta celebración
asistieron asimismo diferentes
generaciones de exmiembros del Club y
también todos los medios de comunicación
que nos habían apoyado durante todos
estos años. Breves discursos del
Director del Colegio Juan Córcoles, mío,
de Barutell y del Rector con las
sencillas palabras también de los
premiados, dieron un carácter
verdaderamente emocionante a este
acto-homenaje.
Si como indicaba en páginas anteriores
que el expresidente del Gobierno Adolfo
Suárez no nos recibió en sus años de
gobierno en La Moncloa, como lo hizo con
otros universitarios vecinos, en esta
ocasión sí recibimos el día de este
concierto una carta del Presidente del
Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero,
que entre otras palabras decía: “no
todos pueden presumir que la vida
cultural de varias generaciones sea, a
estas alturas, más elevada, permitiendo
con ello el crecimiento y la adquisición
de un nivel de exigencia mayor en el
teatro, en la música, en el cine frente
a todos a los que, respectivamente,
siempre atendieron su Corral de
Comedias, el Club de Música y Jazz y el
Cine Club. Sólo por eso el San Juan
Evangelista ya es merecedor del mayor de
los elogios. Pero es que además, no es
casualidad que sus 40 años de vida, muy
próximos por cierto a los 37 del Club de
Música y Jazz, coincidan con un tiempo y
unos acontecimientos que han sido
catalizadores de nuestra democracia y de
sus libertades”
Hace poco
celebrábamos los 40 años de la fundación
de este Colegio Mayor madrileño, que
habría sus puertas en su actual
ubicación, no sin muchas dificultades y
carencias en noviembre del Curso
1966/67, y ahora en este Curso 2008/09
por considerar su especial significación
queremos recordar los 40 años de
actividades musicales y culturales que
han tenido lugar aquí, empezando por el
arte flamenco. Cómo comenzó es difícil
acordarnos a estas alturas, pero sí los
dos supuestos con los que los jóvenes
universitarios de la época, residentes
en el Colegio llevaron el arte flamenco
al San Juan Evangelista, la primera para
la dignificación de este arte, sacándolo
de los reducidos marcos en que se movía
en esos tiempos (fiestas privadas y
tablaos) y reivindicar su importancia
cultural desde la propia Universidad; y
la segunda aprovechando el contenido de
sus letras (a pesar de la censura
obligatoria) y su carga emocional para
que apoyara en la concienciación, en la
lucha por la libertad y la democracia.
Los investigadores apuntan que la
primera actividad flamenca en las
universidades tuvo lugar en la
Universidad de Sevilla en 1964,
organizada por la Cátedra de
Flamencología de Jerez, a la que siguió
probablemente en el San Juan Evangelista
de Madrid allá por el Curso 1968/69,
pero en este caso organizada por los
propios colegiales como ha venido siendo
durante estos 40 años, en donde estuvo
Enrique Morente cantando después de un
recital de la poetisa Gloria Fuertes en
la Sala de Música con entrada libre.
Paralelamente parece que en esos años,
comienzo de los 70, la otra Universidad
andaluza existente entonces, la de
Granada, en su Facultad de Ciencias se
presentó al cantaor Fosforito.
En la actualidad es conocido que todas
las universidades andaluzas y sus cursos
de verano organizan recitales, ciclos,
seminarios y algunas de ellas tienen ya
Cátedras de Flamenco, actividad que
también es representativa en otras
universidades de España y hoy más que
nunca el arte flamenco tiene tal
importancia entre las actividades de la
Universidad que cada curso se presentan
varias tesis doctorales sobre el
flamenco y también son numerosos los
libros sobre este arte que propicia la
propia Universidad, e incluso conceden
los títulos de Doctor “Honoris Causa” a
personalidades del flamenco actual, por
lo que el arte flamenco es ahora una
actividad normal ya en la Universidad.
Pero lo que diferencia sustancialmente
al San Juan Evangelista de casi todas
las actividades que se organizan en la
Universidad es que todas las que ha
realizado a lo largo de estos 40 años y
que se pueden visitar en la página
“historia” de la web de su Club de
Música y Jazz, aparte de su continuidad
sin lagunas, cada curso han sido
organizadas desinteresadamente y con
verdadera pasión por los propios
universitarios residentes en el Colegio
para lo cual además han tenido que
buscar los recursos económicos
necesarios para celebrarlas, lo que sin
duda aumenta su mérito y es fiel
referente de la cultura de base.
Para esta conmemoración presentábamos a
dos gigantes de la creación flamenca,
Enrique Morente al cante y Pepe
Habichuela a la guitarra. Ambos han
pasado por las tablas de nuestro
escenario en más de una decena de
actuaciones a lo largo de esta historia,
dejando en nuestra memoria verdaderos
momentos de la más pura emoción con su
arte jondo y creativo que sigue
impregnando de magia y duende nuestro
modesto auditorio, y en tres ocasiones
actuaron juntos en el Johnny, en los
años 1977, 1991 y 1993.
No podemos olvidar a los artistas que
nos han ido dejando en este largo
recorrido y que tuvieron actuaciones
memorables en el San Juan como: los
cantaores Manuel Soto Sordera, Rafael
Romero “El Gallina”, Fernanda y Bernarda
de Utrera, José Monge “Camarón de la
Isla”, Chaquetón, Chocolate, Juanito
Valderrama, Indio Gitano, La Paquera de
Jerez, Chato de la Isla, El Chino de
Málaga; los guitarristas Félix de Utrera
y Pedro Bacán y el pianista Arturo
Pavón, actuaciones que yo he tenido la
suerte de escuchar en su totalidad y de
compartir con todos ellos momentos
entrañables de simpatía y amistad
verdadera, al igual que el crítico,
promotor y agitador cultural Paco
Almazán, al que fue inspector de la SGAE
y excepcional compositor de la copla, el
maestro Ricardo Freire; el letrista y
cantaor Antonio Humanes y el promotor
Antonio Fernández. Y a la hora de
terminar este texto también se nos ha
muerto de pronto el importante bailarín,
coreógrafo y director, el maestro de la
danza flamenca Mario Maya, gran amigo al
que tuvimos también la ocasión de verlo
bailar en el San Juan Evangelista en el
año 1976 en el estreno en Madrid de su
segunda obra “Camelamos Naquerar”, con
lleno y éxito absolutos.
Como decía Oscar Wilde “el verdadero
misterio es lo que se ve y no lo
invisible” y lo que se ha visto y sobre
todo oído hasta ahora en el Johnny ha
sido mucho y bueno, de la mejor música
española y del mundo. Se dice que nada
que merezca la pena en la vida, se
consigue sin mucho esfuerzo y en este
caso lo ha habido con generosidad
durante y por varias generaciones de
universitarios. El Johnny, que es como
se conoce popularmente al San Juan
Evangelista, es hoy pues, según los
medios de comunicación, una institución
y también para los aficionados y
eruditos, una leyenda. A lo largo de
esta historia también se le ha conocido
como “San Juan Jazzbandista”, “Uralita
Palace”, “Universidad Popular”, “La
Catedral”, “Templo”, “Cátedra”, entre
otras admiraciones.
Respecto a mi persona, recuerdo con
especial simpatía los apelativos con los
que me designaba en sus sabios escritos
el famoso periodista danés ya
desaparecido Ebbe Traberg, como “Don
Alex” y “Alex King”, o especialmente los
artículos del diario El Mundo con
títulos como “Alma del Club”, “Profesor
del Jazz” o “Alma del Johnny”, o el
apelativo en que coincidieron Freddie
Hubbard y Lou Bennett “Keeping of
swinging” cuando me veían en sus
conciertos marcando el swing con los
dedos.
Para médicos, psicólogos y sociólogos,
que estudian el problema de la
felicidad, coinciden en que la felicidad
puede ser definida como la sensación que
produce la persecución de un objetivo
ansiado. Según esto, la persecución de
mantener vivo un centro cultural musical
en la Universidad de Madrid, al menos
nos ha hecho un poco felices. Opinión
que coincide con el padre de la
psicología positiva, el americano Martin
Seligman “la vida feliz es aquella vida
con sentido y tu vida tiene sentido
cuando tú te sientes ligado a algo mayor
que tú mismo, al servicio de una causa
que es mayor que tú, proporciona
felicidad”.
Citando de nuevo el maestro Sergiu
Celebidache, “la música es el camino de
la libertad”. La música como cultura
viva en la Universidad, en Madrid y para
goce de estudiantes y universitarios,
aficionados y muchos ciudadanos de
España. Su nombre hoy es conocido desde
Europa a África, desde el Norte de
América (Canadá) al Sur (Argentina), y
de Este a Oeste, y esto no es vanagloria
ni falsa modestia.
Quien resiste vence, como lo demuestra
continuamente la historia. ¿Qué se ha
ganado? El San Juan Evangelista o “El
Johnny”, a parte de un centro
residencial universitario, educativo y
formativo con su propia vida, continúa
activo musicalmente, quizás sea esta la
mejor noticia. La música como cultura,
frente al mercantilismo, el espectáculo
y el entretenimiento y las confusiones
hoy en boga como cantidad por calidad,
arte por espectáculo, envoltorio con el
contenido, felicidad con consumo, lo
popular con lo vulgar, etc., organizada
y vivida por jóvenes, chicos y chicas en
su ámbito universitario, y abierta a
toda la sociedad madrileña.
En
este paseo histórico-musical
paralelamente, han quedado grabadas en
la memoria canciones emblemáticas de la
música popular que han ido marcando cada
época, “Al vent” de Raimon, “Te recuerdo
Amanda” de Victor Jara, “L’Staca” de
Lluis Llach, “A beneficio de los
huérfanos” de Moncho Alpuente, “La
poesía es un arma cargada de futuro” y
“Andaluces de Jaén” de Paco Ibáñez, “No
nos moverán” de Joan Baez, “Canto a la
libertad” de José Antonio Labordeta,
“Poetas Andaluces” de Aguaviva,
“Grândola vila morena” de Jose Afonso,
“La Muralla” de Los Sabandeños y Ana
Belén, “El pueblo unido jamás será
vencido” por Intillimani, “A Cántaros”
de Pablo Guerrero, “La Murga de los
Currelantes” de Carlos Cano, “Con tu
puedo y mi quiero, vamos juntos
compañero” de Luis Pastor, “Quejido” de
Elisa Serna, “La vida no vale nada” de
Pablo Milanés, “Madrid Amanece” de
Hilario Camacho, “La respuesta está en
el viento” (“Blowin’ in the wind”) de
B
ylan, “Imagine”
de John Lenon,
“Libertad sin ira” de Jarcha,
“Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat,
“Al alba” de Luis Eduardo Aute,
“Pongamos que hablo de Madrid” de
Joaquín Sabina, y las míticas canciones
de Camarón “Volando voy” y “Soy gitano”,
etc., no sólo cantada por todos, sino
muchas de ellas a coro con sus propios
intérpretes en directo en el Colegio,
como estas:
“A
cántaros” de Pablo Guerrero (1972)
Tu y yo muchacha, estamos hechos de
nubes
pero, ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de
creer
que tiene que llover
a cántaros….
“Canto a la Libertad” de J. A.
Labordeta
Habrá un día
en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra
que ponga libertad…
La década
prodigiosa del rock, la movida
madrileña, los cantautores, la música
contemporánea…, y la música popular viva
de calidad en el San Juan Evangelista,
porque como decía hace años, un
reconocido crítico musical “los
aficionados de Madrid, sabemos que
aunque todo nos falle siempre nos
quedará el San Juan”.
He reiterado en este texto lo de
“leyenda” refiriéndome al Club, pero no
sólo por la relación de conciertos
extraordinarios e históricos que han
tenido lugar en El Johnny, que cuando se
recuerdan produce la admiración de los
aficionados, sino que también ya es
leyenda, porque se le atribuyen
conciertos que uno no sabe a ciencia
cierta, sin se han llegado a celebrar o
son imaginados. A lo largo de todos
estos años he escuchado como en el San
Juan habían actuado músicos de la talla
de Atahualpa Yupanqui, Miles Davis,
Oscar Peterson, etc., que ahora ya no
sabemos si se han celebrado realmente.
Seguro que el de Miles Davis no, ¡qué
más hubiera querido yo!.
Según escribía José Ortega y Gasset en
su libro “Misión de la Universidad”, las
funciones básicas de esta son promover y
divulgar la cultura, la educación y la
enseñanza de una profesión e
investigación, por todo lo dicho, este
Club ha contribuido a promover y
divulgar la cultura musical desde un
centro universitario madrileño, el San
Juan Evangelista.
Y que la música, como contacta el músico
venezolano José Antonio Abreu, creador
de una red de orquestas infantiles y
juveniles en dicho país, que utilizando
la “música” como instrumento de acción
social, los niños aprenden el sentido de
equipo y solidaridad, nos indica como la
música como también hemos aprendido a lo
largo de todos estos años es un lenguaje
privilegiado de comunicación, trasmisor
de alegría y esperanza y sitúa los
valores concernientes a lo humano más
allá de cualquier consideración política
o social.
El
auditorio del “Johnny”, aún con sus
paredes de ladrillo, remodelado
recientemente, conserva como lo añejo
que gana valor con los años, la magia y
las buenas vibraciones de los mejores
intérpretes y músicas del mundo que se
han ido dando cita en él durante todos
estos años, con ecos de grito y
esperanza, de duende y “feeling”, de
lirismo y de fiesta, de músicas cultas y
sobre todo populares.
Desde luego que uno se va dejando la
vida en lo que hace y para mí tantos
años de esfuerzo y trabajo, y también de
sacrificios y renuncias a las que he
dedicado muchas horas, a la vez con el
paso del tiempo van dejando su marca,
pero el balance final por todo lo que he
escrito creo que ha merecido la pena.
Los cientos de conciertos programados,
todos ellos se han realizado sin que
milagrosamente hayan faltado ninguno de
los músicos programados a la cita y yo
personalmente he disfrutado
prácticamente de todos ellos,
presenciando casi la totalidad de los
mismos y el haber compartido estos
momentos con muchas generaciones de
universitarios, sin duda han enriquecido
mi vida personal con numerosas amistades
que se han conservado con el paso del
tiempo.
Claro que nos hemos esforzado y hemos
trabajado mucho para acercarnos ya a las
cuatro décadas de música en vivo en El
Johnny, pero, por todo lo dicho, es una
realidad que hemos disfrutado de la
mejor música del mundo, y durante estos
años, hemos conocido multitud de
universitarios de todas las carreras,
clases sociales y provincias de España,
y conservado de entre ellos algunos
buenos amigos. Siguiendo al premio Nóbel
de literatura ruso-americano Iósif A.
Brodski, en la actualidad es muy
importante la estética, pues ésta
engendra a la ética, es decir, que los
que trabajan y disfrutan por la cultura
y el arte, como la literatura, el cine,
la pintura, el teatro, la fotografía, la
música, etc. parece ser que terminan
siendo personas que aprenden y practican
los valores universales más fácilmente y
son más cívicos.
Pero al menos en esta búsqueda personal
paralela hemos ido constatando como se
aprecia: que la “belleza” salvará al
mundo, según escribió Dostoyevski en su
novela “El Idiota”, “la libertad” es el bien supremo
del hombre, aunque cueste un alto precio
y siempre hay que ir conquistando y que
“la bondad” como escribe W. Somerset Moaugham en su novela “El Filo de la
Navaja”, al fin y al cabo es la fuerza
más poderosa del mundo, o como
reflexiona el ensayista y filósofo José
Antonio Marina “la gran creación de la
inteligencia no es la ciencia, ni el
arte, ni la técnica, sino la bondad,
porque es la solución más inteligente a
los problemas fundamentales del ser
humano: la felicidad y la dignidad de la
convivencia”.
Creo también que en lo autobiográfico
hay algo de lo que refleja la bonita
película “La leyenda del pianista en el
océano” de Giuseppe Tornatore (con
música de jazz), que comienza su relato
indicando “no estás acabado mientras
tengas una buena historia que contar y a
alguien a quien contársela” y sobre todo
como reflejaba el crítico Benjamín
Manzanares “algo de la perplejidad del
hombre moderno, incapaz de satisfacer su
innato deseo por negarse a bajar del
barco de sus propios deseos”; y no menos
del libro y la película “La soledad del
corredor de fondo” del británico Tony
Richardson, al habarme sentido solo en
algunos momentos en mantener en pie al
Club. ¿Será por pura cabezonería?.
Recordando al libro de Alan Sillitoe,
“luego dobló metiéndose por una lengua
de árboles y matojos donde ya no le pude
ver, ni pude ver a nadie, y entonces
conocí la soledad que siente el corredor
de fondo corriendo campo a través y me
di cuenta que por lo que a mí se refiere
esta sensación era lo único honrado y
verdadero que hay en el mundo, y
comprendí que nunca cambiaría, sin
importar para nada lo que sentía en
algunos momentos raros, y sin importar
tampoco lo que me digan los demás”.
Así, esta es la breve historia de una
pasión desbordante por la música de
calidad y en libertad en la Universidad
de Madrid, con un idealismo, entusiasmo,
independencia, trabajo y constancia a
prueba de fuego, a veces al filo de lo
imposible por su dificultad.
Personalmente, sin mis conocimientos
aprendidos de álgebra en el bachillerato
hubieran sido más sólidos y profundos,
es probable que hubiera terminado la
carrera de Ingeniero Industrial, con lo
cual quizás no estaría contando estos
recuerdos, lo que no sé si para mejor o
peor. Como el protagonista del cuento de
Gabriel García Márquez “El hombre sin
paga”, en este trabajo constante sin
desmayo, sólo hemos cobrado en
ilusiones, inusual, pero cierto.
También en esta historia aparecen
momentos con elecciones tal vez
equivocadas como la propuesta que me
hicieron para traer al grupo de pop
Radio Futura, que posteriormente sería
uno de los grupos más importantes de la
movida madrileña y que aún persiste su
fama, pero que entonces comenzaban su
andadura y al gaitero Carlos Núñez, que
entonces residía en un Colegio Mayor
vecino, El Aquinas, antes de comenzar a
ser famoso, y por aquella época a ambos
me negué no sé porqué razones. También
me parece que he ido incidiendo
demasiado en los años que cumplía el
Club y quizás me haya puesto un poco
pesado con tanto aniversario, sin
embargo mi intención era simplemente
atraer la atención de los medios de
comunicación y de esa forma tuviéramos
un plus de información general para
conocimiento de aficionados, que por los
medios publicitarios ante la
imposibilidad de tener recursos para
este tema, nos era imposible llevar a
cabo. De todas maneras pocas
asociaciones culturales como la nuestra
es casi imposible comparar que hayan
sobrevivido a tan prolongado periodo de
actividad ininterrumpida que ya se está
acercando a los cuarenta años.
Hasta aquí algunos de los recuerdos
escritos seguramente con más voluntad
que acierto, con mucha dificultad y con
poco oficio también, dados, mi lenguaje
de nacimiento, el castellano versión
andaluz, que reduce las frases a
palabras, que cuando se lee se nota, con
lagunas de memoria por supuesto, quizás
con escasez de vocabulario y demasiados
datos políticos y al que próximamente
tendré que añadir más datos culturales,
y sobre todo, más memoria en recuerdos
personales y que no podía haber escrito
sin la ayuda inestimable e impagable de
Lola de Pablo. ¿Cómo me voy a acordar yo
de ya cerca de dos mil conciertos y
próximo a los cuarenta años de
existencia del Club?
Hubiera sido necesario que se hubieran
grabado los momentos mágicos de tanta
música escuchada y ahora tendríamos un
museo de la gran música en vivo, pero
por ahora así están las cosas, y
cronológicamente en mis recuerdos
sucedieron como he intentado recordar,
con fallos seguramente, pero sin ser
fantasioso.
Con esfuerzo, trabajo y no poco
entusiasmo y con una gran dificultad en
recoger todos los datos del Club, al
final hemos conseguido colgar en la red
una Web sobre toda la vida del Club y El
Johnny, donde precisamente lees este
texto, con multitud de datos, fechas,
conciertos e imágenes. La Web
www.sanjuanevangelista.org fue
presentada a los medios de comunicación
en octubre de 2006 y seguimos
actualizándola poco a poco. Modestamente
pensamos que tiene una riqueza histórica
musical importante y recoge casi toda la
vida del Club, una organización musical
de base que, por todo lo dicho, está
dentro del campo de las ONL
(Organizaciones no Lucrativas).
Y como se han quedado muchas cosas en el
tintero, sobretodo en lo musical
nuestro, si tenéis curiosidad, os
recomiendo visitar la HISTORIA en dicha
Web, donde están recogidos todos los
conciertos realizados desde su origen,
en muchos casos con las formaciones
completas de los grupos y las fechas que
tuvieron lugar, o la página IMÁGENES,
donde hemos colgado numerosos carteles
que son interesantes ver por su
contenido y evolución del diseño, tanto
de jazz, como de flamenco y otras
músicas, y QUIENES SOMOS, la sección
Documentación, donde se citan algunos
libros que complementan este relato.
Si se aún tienes tiempo de continuar con
esta lectura, puedes visitar las
direcciones siguientes, donde se cuenta
un poco la historia más actual del Club
y se documenta con una relación de
carteles significativos de distintos
años:
http://www.tomajazz.com/perfiles/san_juan_evangelista.htm
http://www.tomajazz.com/perfiles/fotografias/johnny.htm
o buscar por San Juan Evangelista o
Johnny en el buscador de google de
“Tomajazz”
http://www.tomajazz.com/mapa/resultados.html
Imagina el mundo
que soñábamos en la década de los 70,
¿seguiremos persiguiendo esa utopía?
Recordando otra de las canciones míticas
del movimiento pacifista universal, que
siempre estará presente en la memoria
para los que la vivimos y sentimos desde
sus comienzos, quizás sigamos
actualizando este texto porque así nos
mantendremos más vivos con espíritu
joven, “La respuesta está soplando en el
viento”, canción que sigue estando
vigente. “Blowin’
in the Wind” de Bod Dylan (1963)
¿Cuántos caminos tiene que andar un
hombre
antes de que le llaméis hombre?
Si, ¿Cuántos mares tiene que surcar
la paloma blanca
antes de poder descansar en la arena?
Sí, ¿y cuánto tiempo tienen que volar
las balas de cañón
antes de que sean prohibidas para
siempre?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el
viento….
How many roads must a man walk down
before you call him a man?
Yes, ‘n’ how many seas must
a white dove sail
befote she sleeps in the sand?
Yes, ‘n’ how many times
must the cannon balls fly
before they’re forever banned?
The answer, my friend,
is blowin’ in the wind,
the answer is blowin’ in the wind…
Como es sabido y
por todo lo dicho, el mundo de la
cultura, como es el caso
en el que
nosotros nos movemos, será siempre una
actividad deficitaria, por lo que
necesitará para su supervivencia seguir
contando con el patrocinio de empresas o
entidades públicas, de forma que esta
línea que ha caracterizado al Club con
una programación siempre de calidad y a
veces diferente y con miras al futuro,
pueda seguir teniendo un hueco en el ya
amplio abanico de actividades musicales
que se desarrollan cada año en la
Universidad y en Madrid.
¿Continuará esta historia? Por ahora
todo parece indicar que sí, siempre que
los patrocinadores oficiales El Corte
Inglés y Fundación Unicaja y otro
privados y oficiales, con los organismos
que se suman cada año, Ayuntamiento y
Comunidad de Madrid, y ya el Ministerio
de Cultura, entre otros, mantengan su
importante e imprescindible ayuda
económica, porque la cultura siempre
será deficitaria, y lo demás es la
industria del espectáculo y el
marketing. Y también se cuente como
hasta ahora con la colaboración de la
Dirección del Colegio, que los socios
vayan teniendo progresivamente una
participación más activa, y sobre todo
que la directiva de la Asociación sepa
transmitir a futuras generaciones de los
universitarios residentes en el Mayor
esta pasión y entusiasmo por la música.
Y no menos importante seguir
afianzándose en una identidad propia,
como centro cultural de la Universidad y
que se diferencie el programa musical
que se presente, claramente de las salas
comerciales.
Desde
luego el Festival de Jazz de los últimos
años va alcanzando unas dimensiones
artísticas difíciles de imaginar cuando
comenzábamos los primeros pasos, véase
el programa, pero visto todo lo que he
intentado recordar con perspectiva, por
muy de destacar que sea lo que este Club
ha ido organizando a partir de los años
80, donde vemos a muchos músicos de
primer nivel nacional e internacional,
me parece que es muy meritorio y de un
valor histórico impresionante los quince
primeros años de vida cultural del
Johnny, desde su segundo año de andadura
después de la apertura en el Curso
1966-67 hasta la recuperación de la
democracia en 1982, sobre todo por
haberse realizado en una época tan
difícil, tenebrosa y oscurantista.
Porque, recordemos, todo estaba
prohibido, no había libertad de
expresión, reunión ni asociación, ni
patrocinadores ni infraestructura, con
medios de comunicación oficiales al
servicio del régimen, la censura, la
brigada político social, la policía
acechando, en medio de mítines,
asambleas, manifestaciones, barricadas,
panfletos y pancartas por doquier en la
lucha estudiantil por la libertad. Había
que ser muy imaginativos, luchadores,
idealistas y sobre todo resistentes. Las
actividades realizadas por el Corral de
Comedias del Colegio en el teatro y en
el cine y este Club de Música con las
Reuniones Flamencas en la Universidad,
los recitales de Paco de Lucía y Manolo
Sanlúcar, Festival Internacional de Jazz
de Granada, la presentación del jazz
español con todos los grupos históricos
y la Primera Semana de Andalucía, el
concurso Manuel de Falla Cien Años, los
cantautores y las actividades del Centro
de Estudios Juan de la Rosa, entre otras
actividades, merecen de por sí un sitio
en la historia cultural de nuestro país
y desde luego que algún sociólogo
debería haber escrito en un libro para
contar esta actividad cultural tan
brillante realizada por estudiantes
cuando en Madrid eran tan escasas las
actividades culturales de cualquier
tipo.
Viene a cuento, las palabras que “el
loco Mateo”, es decir, Francisco
Gutiérrez Carbajo antes aludido, con que
presentaba al San Juan Evangelista sobre
el escenario del mismo, en el documental
de TVE “Tesoros del Flamenco” bajo guión
y dirección del flamencólogo Miguel
Espín, y recientemente editado en el DVD
en el número “Camarón de la Isla”: “en
la década de los 60 y 70, el San Juan
Evangelista fue la catedral cultural y
artística de la universidad española,
por él pasaron los mejores jazzmen
españoles, se proyectaron películas
prohibidas y actuaron los mejores
artistas flamencos. Todo esto tenía un
valor testimonial, respuesta a una
situación de injusticia y política
social de esos tiempos; por ejemplo, por
primera vez, Enrique Morente cantó “Las
nanas a la cebolla” de Miguel Hernández,
José Menese “El Romance de Juan García”
y allí se presentó el primer cancionero
flamenco de Manuel Balmaseda, que
después cantaría alguna de estas
preciosas letras, Carmen Linares”…
|
Para la
estadística varios músicos españoles han
tenido una notable presencia a lo largo
de esta historia como el gran pianista
catalán ya fallecido Tete Montoliu, que
actuó doce veces y grabó el directo
“Tete en el San Juan”; el maestro del
cante actual Enrique Morente que también
ha actuado hasta hora once veces, aunque
creo que son más; el contrabajista
Miguel Ángel Chastang con diez, el gran
pianista de jazz-flamenco Chano
Domínguez que lleva más de cinco, pero
la palma en cuanto a su presencia en
nuestro auditorio, hasta hora la tiene
el gran saxofonista y flautista de
jazz-flamenco Jorge Pardo, que lleva por
ahora cerca de veinte actuaciones.
|
Jorge
Pardo, el músico de jazz que más
ha actuado en el San Juan
Evangelista |
Prueba
de los años ya de esta legendaria
historia del Club de Música y Jazz San
Juan Evangelista, es que nuestra web en
la página de HISTORIA hemos hecho un
apartado dedicado a músicos que han
tenido destacada presencia en el San
Juan Evangelista a lo largo de estos
años, como el pianista de jazz Tete
Montoliu, el cantaor flamenco Enrique
Morente y por su especial significación
por el último concierto de su vida al
cantaor Camarón de la Isla, y así mismo
hemos recogido la historia del los
festivales de jazz, hasta ahora ya 29,
los Ciclos de Jazz es Primavera que va
por la 18ª edición y los Festivales
Flamenco por Tarantos que ha alcanzado
el 21º.
|
Sabido es que tarantos es como se
llamaban a los mineros de Almería que
iban a trabajar a Linares, a raíz de la
creación del ferrocarril que unía estas
dos poblaciones, y también que con el
nombre de taranto se denomina a este
palo flamenco al que según los
escritores Fernando Quiñones y José Blas
Vega, entre otros destacan su origen
almeriense. Su nacimiento está al final
del Siglo XIX en los cantaores El
Cabogatero, El Ciego de la Playa, para
seguir con Pedro El Morato y Chilares,
al que seguirían entre otros Joselito,
El Tío Enrique, Manolo el de la Ribera,
etc. Y luego, en la época dorada del
flamenco, aparte de las grabaciones de
D. Antonio Chacón y Manuel Torre, los
cantaores La Niña de los Peines, El Cojo
de Málaga, Vallejo, Pepe Marchena, El
Pena, Bernardo el de los Lobitos, etc.,
siguiendo con los pioneros del cante por tarantos como Antonio Mairena, Gabriel
Moreno, Juan Varea, por citar algunos,
para llegar hasta 1956 donde Antonio
Fernández “Fosforito” en su triunfo en
el Concurso Nacional de Córdoba,
difundió y puso en marcha este palo, que
hoy es interpretado por todos los
artistas flamencos y ya ampliamente
conocido.
Para celebrar este importante
aniversario, se contó con la presencia
de dos de los más destacados cantaores
gitanos de la actualidad, la máxima
expresión de lo jondo, como Pansequito
con la guitarra de Diego Amaya y El Pele
con la guitarra de Patrocinio Hijo, en
recuerdo del centenario del cantaor
Manolo Caracol. Aparece por primera vez
la presentación de la joven cantaora
Tamara Escudero, cuya voz dulce flamenca
llena de quejío será un auténtico
descubrimiento y el resto del programa
lo configuraron jóvenes cantaores
almerienses como El Niño de la Chata, Mª
Angeles Fernández y Montse Pérez,
cargados de futuro, con guitarristas de
acompañamiento de gran predicamento
donde destaca el gigante Antonio
Carrión. Pero lo que brilló
especialmente en el segundo día es sin
duda el regreso al San Juan, donde
empezó su carrera como profesional en
este Festival en el año 1993 después de
la muerte de Camarón de la Isla, del
guitarrista en concierto el almeriense
José Fernández Torres “Tomatito”, hoy en
día una de las máximas figuras de la
guitarra flamenca, artista admirado,
internacional y popular. El nexo común
de los conciertos del programa fue el
taranto que interpretaron todos los
artistas, de aquí el nombre del
Festival.
Veintiún años de tarantos en Madrid y
una vez más es necesario agradecer a las
empresas y organismos que nos apoyan su
colaboración en este Festival Flamenco
en la Universidad de Madrid y a las
personalidades flamencas de Almería que
nos han ayudado a lo largo de estos
años, como las directivas de la Peña El
Taranto, su presidente de honor Lucas
López, el coordinador de los circuitos
municipales José Antonio López Alemán,
la de críticos y flamencólogos como
Antonio Sevillano, Lola Benavides,
Antonio F. García, Antonio Zapata,
Norberto Torres, Rubén Gutiérrez y
Antonio Alcántara, entre otros y la de
muchos aficionados almerienses que nos
animan cuyos nombres sería muy largo
ahora de reseñar.
No sé si al comienzo de este relato nos
preguntábamos si todos estos años de
actividad musical y de cultura nos
ayudarían a encontrar el sentido de la
vida por el que nos interrogamos todos
en cualquier época y en especial en las
de crisis. Después de tanto tiempo sólo
puedo citar dos libros que he
descubierto tras haber leído muchos de
ellos que nos pueden hacer reflexionar
sobre este tema, el primero “El sentido
de la vida y las respuestas de la
filosofía” del filósofo, escritor y
periodista Julián Baggini, que con un
discurso humanista nos responde a las
dudas que acompañan a todo ser humano,
pero sobre todo “El sentido de la vida”
del catedrático de filología inglesa en
la Universidad de Manchester, Terry
Eagleton, donde repasa esta cuestión tan
difícil desde los filósofos y escritores
de siglos anteriores como Shakespeare,
Schopenhauer y Marx, hasta Sartre y
Beckett, poniendo con sentido del humor
e ironía hasta qué punto se ha vuelto
problemática esta pregunta en los
tiempos actuales y confesando como la
desorientación nos hace refugiar en gran
cantidad de actividades cual de ellas
más disparatada, libros pues
verdaderamente interesantes que quizás
deberíamos tener en la cabecera de
nuestra cama y que sería importante
complemento a los amantes del arte y la
música. Y cuando renuevo este texto me
encuentro con otro libro sobre “El
sentido de la vida” del Doctor de
Filosofía español Salvardor A. Carrión,
sobre los fundamentos y técnicas para
dar un sentido humano y trascendente a
nuestra existencia. Un libro que me
parece aún más interesante que los
anteriores, pues nos aporta y nos
sugiere los medios para evitar que
penetremos en ese agujero negro de la
insatisfacción, tristeza, desgana y
apatía, una orientación para vivir con
intensidad, compromiso y satisfacción la
propia existencia.
Con toda sorpresa el 4 de mayo de 2009,
la dirección del Colegio envía una carta
a todos los colegiales en la que indica
que la Obra Social Unicaja había tomado
la decisión de cerrar el Colegio para el
curso siguiente 2009-2010. La reacción
no se hizo esperar, se creó la
Asociación de Excolegiales y con los
propios colegiales del Mayor se creó un
movimiento de todos por intentar que
Unicaja cambiara de parecer. Así se hizo
un manifiesto bajo el título “Por la
libertad, la cultura y la pluralidad, el
Johnny no se cierra” que fue presentado
en rueda de prensa en el Ateneo de
Madrid. Las razones del motivo del
cierre se dan por realizar una obra de
mejoras de las instalaciones pero no se
comunicaba fecha de inicio de las
mismas. Después de la rueda de prensa la
presión social y cultural fue
impresionante e incluso política y de
las centrales sindicales, incluso la
propia Asamblea y el Ayuntamiento de
Madrid. Los artículos en prensa fueron
muchísimos, tanto de carácter local como
firmas de prestigio como Benjamín Prado,
Moncho Alpuente, Clara Sánchez, Luis
Martín, etc. Al final, el 25 de junio
Unicaja comunicaba que las obras
parciales se harían en el verano y que
la actividad académica seguiría de nuevo
el próximo curso. En busca de que no se
cerrara se organizó un gran festival de
música el viernes 26 de junio con el
título “Gran Festival El Johnny Vive”.
Difícilmente se podrá volver a reunir a
tantos artistas como los que estuvieron
aquella noche, en el programa
participaron los siguientes artistas con
sus grupos: los cantautores Pablo
Gerrero, Moncho Alpuente, Pedro Guerra;
los jazzistas Jorge Pardo, Miguel Ángel
Chastang, Mariano Díaz, Carlos Carli,
Natalia Dicenta, Vicente Borland,
Santiago Reyes, en el blues Javier
Bargas Blues Band, en el flamenco Paco
del Pozo, Vicente Soto “Sordera”, Pepe
Habichuela, Niño Josele, Josemi Carmona,
en el pop-rock Los Melocos, El Gran
Wyoming, J. Teixi Band, Kiko Veneno y
Flaming Pie Band.
Hemos llegado al curso
2009-2010 y lo vamos a hacer con nuestro
modesto homenaje a la música y el legado
de Miles Davis por el 50º Aniversario de
“Kind of Blue”. Y es que se cumple en
este año 2009 el 50º Aniversario de
“Kind of Blue”, la obra maestra de Miles
Davis, de atractivo intemporal y
popularidad siempre creciente, lo que
nos ha movido a que el hilo conductor
del programa de este Festival del San
Juan Evangelista 2009 sea la figura y el
legado de este músico universal en
especial de su álbum “Kind of Blue”, con
la trompeta “el rey de los instrumentos”
que Miles tocaba con inspiración y
personalidad propia, como el metal común
de varios de los líderes de las bandas
que nos visitan.
Y es que Miles, conocido ya desde su
juventud como el “Picasso del Jazz” por
su permanente espíritu innovador y que
además de genial músico fue líder,
director musical y descubridor constante
de talentos en sus importantes grupos,
de amplias giras, actuaciones y
discografía, es considerado desde hace
tiempo una leyenda de la música
americana.
En nuestro modesto homenaje a este icono
del jazz y a su música imperecedera
contaremos con excelentes músicos de
sobra conocidos por los aficionados como
Dave Liebman y Ron Carter que formaron
parte de alguno de sus grupos, o Dave
Douglas y Tomasz Stanko de los que se
dicen son herederos del maestro por el
lirismo semejante con que tocan.
Tendremos revisiones de algunos de sus
temas y sobre todo las del mencionado
álbum, como la novedosa del grupo
gaditano Kind of Cai en jazz-flamenco
donde Miles fue pionero con varios temas
inspirados en el flamenco y su
importante álbum “Sketches of Spain”.
Asimismo son significativas la presencia
por primera vez en España del músico
incomparable, el genial trompetista
americano de vanguardia Wadada Leo Smith
como la extensa e importante
representación de grandes jazzmen
españoles porque aparte de los gaditanos
estarán los liderados por tres grandes
trompetistas, Raynald Colom al que
llaman “el Miles Davis catalán” y los
americanos residentes en Madrid Chris
Kase y Jerry González, todos en la
estela de Miles como se podrá ver con
detalle en el programa completo.
Parafraseando el tema más versionado de
“Kind of Blue”, “So What” en su
traducción al castellano “y qué”, así
con humildad en esta ocasión el recuerdo
de Miles en el Johnny, buscando en el
programa como él un “siempre más allá”.
Y es que ya lo decía Chet Baker, icono
de nuestra Web, que también actuó en el
San Juan, Miles Davis “The King”. Genio,
figura y mito del músico con un sonido
único.
Pero hay más, puede que la sombra del
mítico legado musical de Miles Davis
sobre el Johnny sea también luminosa y
azul, como se coloreaba en los lienzos
de la pintura impresionista, de Monet,
Sisley y Pissarro o los españoles
Sorolla, Rusiñol y Regoyos, porque los
conocidos temas de su famoso álbum “la
leyenda del azul”, “el azul de España”,
“como… triste”, “tipo azul”, “azul
legendario”… según traducen libremente
cronistas y aficionados el título de
“Kind of Blue” que celebra ahora su
triunfante 50 aniversario, o las de sus
grandes aportaciones o innovaciones en
los estilos, cool, hard bop, modal,
jazz-rock y fusión, entre otras,
escuchados más de una vez en el Johnny,
sin duda han llenado de la magia de
Miles el alma musical del modesto
auditorio de este centro universitario
madrileño dejando una huella indeleble
en su ya legendaria historia jazzística
que afortunadamente continuará.
Como no es para menos, también la
leyenda del jazz de Madrid cuenta del
Johnny, según he leído en más de una
ocasión en algún artículo escrito en
prensa por prestigiosas firmas, que
dicen, que Miles tocó aquí por sorpresa
al terminar un concierto de músicos
americanos amigos suyos en una de sus
cinco visitas a Madrid en los años
ochenta, y lo hizo cara al público, con
una trompeta con sordina, sus gafas de
sol de siempre y vestimenta elegante de
cuero, dejando sorprendidos y anonadados
a los aficionados asistentes que
tuvieron la fortuna de presenciar ese
momento histórico. No podría ser de otra
forma para nosotros, habida cuenta de su
cachet de entonces superior a 40.000$
USA de la época (1 dólar=160 pesetas; la
peseta moneda oficial de España hasta el
año 2002) más gastos de lujo, es decir,
más de seis millones de las antiguas
pesetas y que sólo tocaba ya en grandes
recintos.
Parece pues suceso raro y difícil, pero
no tan extraño de imaginar si sobre todo
recordamos el antecedente de Miles en
Barcelona en los años 60, donde
presenciando un concierto de B.B. King
en el Palau de la Música, éste le invitó
a subir al escenario y con una trompeta
prestada tocó un larguísimo blues. Y
sobre todo lo que es importante es que
en el Johnny han ido actuando durante
estos años muchos de sus mejores amigos
y compañeros que participaron con él en
sus discos, conciertos o giras, gigantes
del jazz de todos los tiempos, liderando
sus grupos, como Dexter Gordon, Clark
Terry, Art Blakey, Dizzy Gillespie, Milt
Jackson, Roy Haynes, Philly Joe Jones,
Max Roach, Jackie McLean, Tony Williams,
Elvin Jones, Chick Corea, George
Coleman, Jimmy Heath, Jack DeJohnette,
John McLaughlin, Adam Holzmann, Bob Berg,
Dave Holland, Dave Liebman, Gary Bartz,
John Scolfield, Bill Evans, Al Foster,
Kenny Garrett, entre otros muchos.
En una entrevista que realizó el
admirado decano periodista radiofónico
Juan Claudio Cifuentes “Cifu” a Miles
Davis en el año 1986 durante el Festival
de Jazz de San Sebastián para el
programa “Jazz entre amigos” de TVE2, le
decía “siempre juzgo a mis grupos por el
batería; si el batería es bueno la cosa
funciona”, pues bien, entre los músicos
antes citados aparecen casi todos los
grandes bateristas que estuvieron con
Miles.
Por si fuera poco, el afamado
trompetista y gran periodista escocés
Ian Carr, fallecido en febrero de 2009,
que publicó en España en el año 2005
“Miles Davis, la biografía definitiva”,
con traducción al castellano del gran
escritor jazzista Eduardo Hojman, actuó
con su grupo Nucleus en el año 1983 en
el San Juan Evangelista.
Lo dicho “el azul de España”, quizás
porque cuando Miles era entrevistado en
nuestro país siempre señalaba que “el
blues tiene el sentido del flamenco”.
Una sombra espiritual y azul de Miles
sobre el Johnny, ya durante casi cuatro
décadas, que sin duda ha contribuido a
la magia musical del local que los
propios músicos perciben cuando pisan el
escenario, como el mismo Dave Holland
decía en su actuación en el 27º Festival
de Jazz “me gusta tocar en Madrid, pero
este sitio, es muy muy especial”.
Continuamos el Curso 2009/2010 con el
18º Ciclo Jazz es Primavera, dentro del
programa Eurojazz 2010 de la Presidencia
Española de la Unión Europea desde enero
a junio de 2010. Precisamente
celebrábamos en este año 2010 el 40º
aniversario de la creación de este Club,
Asociación Cultural sin fines de lucro,
que empezó llamándose Club de Música San
Juan Evangelista y tiempo después se le
añadió la palabra Jazz, pasando a
denominarse Club de Música y Jazz, para
recalcar la importancia y la valoración
que le dábamos los aficionados
residentes en este Colegio Mayor
madrileño a esta música, porque desde su
inicio, año 1970, comenzamos las
actividades musicales con un concierto
del jazzman español más universal, el
catalán Tete Montoliu; conciertos de
jazz en la dictadura y que,
ininterrumpidamente, hemos seguido
haciendo durante estos 40 años.
Refiriéndonos
a la música de jazz en vivo, el
propósito que hemos seguido en estos
últimos festivales, como en los ciclos
de jazz, ha sido que los conciertos
programados tuvieran un hilo conductor y
este año, coincidiendo con la
Presidencia Española de la Unión
Europea, nos ha parecido oportuno
dedicar este 18º Ciclo de Jazz es
Primavera al Eurojazz, a celebrar entre
finales de febrero y marzo.
A la hora de confeccionar este programa,
lo que hemos buscado además de su origen
europeo, es la importante calidad de los
músicos que nos visitan y sus grandes
proyectos, su música diversa, su
espíritu creativo y originalidad desde
los más jóvenes hasta los más veteranos
con la absoluta novedad de Djabe, el
mejor grupo de Hungría, el regreso a
España de la European Jazz Ensemble en
su 34º Tour formada por excelentes
músicos europeos, las joyas de los tríos
de Stefano Bollani (Italia), Nils Wogram
(Alemania), Bobo Stenson (Suecia) y
Enrico Pieranunzi (Italia), la nueva
estrella del jazz vocal inglés Jose
James, el jazz español de raíz de Carlos
“Sir Charles” Glez. y la sorpresa joven
innovadora también inglesa de Portico
Quartet.
Se nos antoja que es un programa para el
recuerdo, con músicas basadas en el
folklor de cada país, en un free-jazz
propio, en la música clásica europea o
el jazz de raíz, llenas de belleza,
lirismo y frescura en esta nueva
presentación del jazz europeo, con
arreglo a unas modestas posibilidades
económicas y en este año aún más
menguadas por la retirada de uno de
nuestros patrocinadores oficiales y que
han provocado que dejemos fuera de este
ciclo -muy a pesar nuestro- al jazz de
Francia que, como es sabido, es una de
las cunas más importantes del jazz en
Europa.
Nuestro futuro es de incertidumbre, por
lo que el apoyo de aficionados y medios
de comunicación resulta más necesario
que nunca, así como es de agradecer una
vez más, para este ciclo, la importante
colaboración de El Corte Inglés que se
remonta ya a 28 años junto a la de las
Embajadas de Hungría y Suecia y la
Presidencia Española.
Quien podía pensar en cumplir 40 años de
jazz, flamenco y el resto de músicas del
mundo en el Johnny, es decir, en el San
Juan Evangelista organizados por su Club
de Música y Jazz y sin embargo seguimos
en la brecha.
Como dice el director de ópera del
Teatro Real, Gérard Portier “en momentos
de crisis en que Europa no se puede
salvar más que gracias a las ideas
creativas, sobre todo a nivel cultural”,
esperamos que nuestro proyecto de Jazz
es Primavera esté entre ellas, formando
parte del Festival Eurojazz 2010 de la
Presidencia Española de la UE.
Por supuesto que este año también hemos
celebrado el 21º Festival Flamenco por
Tarantos, más modesto en la nómina de
artistas por la escasez de recursos,
algunos patrocinadores se nos han venido
abajo, peor en abril han estado
presentes el guitarrista Leo de Aurora
con su grupo, y los cantaores Ramón el
Portugués, Cancanilla de Marbella,
Rafael Jiménez Falo y El Titi
Destacar que participamos por primera
vez con La Noche en Blanco de Madrid el
11 de septiembre de 2010, en un homenaje
a los “50 años de los Beatles”, con el
grupo Flaming Pie Band y actuando como
invitados Alex de la Nuez, Delincuencia
Sonora, Sol & Soul, Wyoming y Última
Experiencia, Luis Livingstone, Javier
Losada, Carmelo López (El Norte), Blue
Child y Las Chamorro. Que resultó un
gran éxito con asistencia masiva de
aficionados hasta que acabó el evento.
Como inauguración del curso celebramos
un importante concierto con el gran
guitarrista flamenco Juan Manuel
Cañizares, que presentó su último
trabajo “Cuerdas del Alma” con un
destacado grupo y que demostró su gran
maestría artística, su depurada técnica
y su gran espíritu creador lleno de
libertad en todos sus temas.
El 29º Festival de Jazz se celebró del
22 de octubre al 20 de noviembre de
2010, bajo el título “La belleza mágica
del jazz en su valiosa diversidad”.
Porque si algo caracteriza al jazz
actual es sin duda su rica diversidad.
Aún en vigencia los estilos clásicos, su
tendencia al mestizaje con otras músicas
es notorio desde hace tiempo, sin perder
su identidad y a veces no hay fronteras
con las músicas improvisadas o la música
clásica contemporánea.
En esta línea de ponderar la vitalidad
del jazz, en el programa de la 29ª
edición, dimos presencia con nuestro
modesto presupuesto, a una muestra
significativa de estos distintos
lenguajes, con grupos de varios países y
con un homenaje especial al padre del
jazz francés, uno de los músicos más
importantes de la historia del jazz
europeo como es el pianista Martial
Solal.
Dentro de esta, parece que lujosa
variedad, nuestra línea y finalidad en
el programa, fue encaminada con
determinación hacia la búsqueda de la
belleza del jazz en vivo; ese
sentimiento tan fuerte que en un momento
determinado del concierto nos hace
captar algo muy especial de la música
que escuchamos y que los aficionados
tratamos de descubrir con ahínco.
Resulta muy difícil explicar con
precisión este término, más aún en un
arte tan abstracto como la música, sin
embargo, lo que nos confirma que estamos
percibiendo la misma es cuando asistimos
a un concierto y se nota su ausencia.
Puede leerse el aclaratorio artículo “la
belleza estructural del jazz” de Enrique
Turpin.
Esperábamos así expectantes a que en
algún momento surgieran esos acordes,
notas o temas que encierran lo que
buscamos y que si podíamos, no sin
esfuerzo, se nos quedaran grabados en
nuestra memoria para siempre, porque sin
duda, esos instantes del jazz en directo
donde su principal característica es la
conocida improvisación, esta belleza
perseguida no se volvería a repetir, ya
que nada sonará igual otra vez, porque
como es sabido debido a la misma, el
intérprete es el creador y el compositor
al mismo tiempo mientras actúa y cada
concierto difiere aún en los mismos
temas y no la encontraremos ni siquiera
rastreando en sus grabaciones pasadas o
futuras.
Quizás esta belleza añorada la
percibimos primero en el sonido de los
instrumentos melódicos, es decir, en los
de viento, pero en el programa que
presentamos lo más probable es que
ocurriera en el instrumento armónico más
presente en el cartel como fue el piano,
que vino a ser la línea conductora del
programa, donde figuraron seis grandes
músicos como los pianistas Martial Solal,
Albert Sanz, Geri Allen, Agustí
Fernández, Chano Domínguez y Tord
Gustavsen o en su libertad creativa,
otra esencia del jazz, como la de los
grupos de UZ, Nicole Mitchell, Peter
Brötzmann o Dave Holland del que se
describe como el mejor quinteto acústico
de jazz del mundo.
Poco antes de finalizar este Festival de
Jazz, concretamente el martes 16 de
noviembre de 2010, el Comité
Intergubernamental del Patrimonio
Inmaterial de la UNESCO, reunido en
Nairobi (Kenia), nos dio la buena
noticia de considerar al Flamenco como
Patrimonio Cultural Inmaterial de la
Humanidad, junto al Flamenco, también se
lo concedieron a el canto la Sibila de
Mallorca y Los Castells catalanes, la
dieta mediterránea y la cetrería que
fueron compartidas por varios países. La
Junta de Andalucía había hecho una gran
campaña desde principios de año con
“Flamenco Soy”, a la que se unieron para
promocionar este proyecto el Gobierno de
España y el consenso de Murcia y
Extremadura, así contó con una gran
apoyo de instituciones, artistas y
aficionados, se contabilizó que más de
30.000 personas procedentes de 60 países
votaron online para que el Flamenco
tuviera este importante reconocimiento a
nivel internacional.
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Camaron
con Tomatito en el San Juan
Evangelista ‘92
Universal Music 2010 |
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Afortunadamente, el 8 de diciembre de
2010 salía al mercado publicado por
Universal Music el concierto que dio
Camarón de la Isla en el San Juan
Evangelista el 25 de enero de 1992,
dentro del programa del III Festival
Flamenco por Tarantos a Almería y que
desgraciadamente fue el último que dio
en vida, con el título “El último
concierto. San Juan Evangelista 92”. Por
supuesto que estuvo acompañado por la
guitarra de Tomatito y ese mismo día
actuaron previamente tres cantaores de
Almería, Juan Gómez, José Sorroche y
Luis de la Venta, este ya también
fallecido. El disco tuvo una gran
repercusión en la prensa y ha sido muy
bien acogido por todos los aficionados
por su gran calidad, como muestra
recogemos las palabras que escribía José
Mª Velázquez-Gaztelu en el suplemento El
Cultural del diario El Mundo: “Los
directos de Camarón superaban en mucho
las grabaciones en estudio. La
diferencia, en la mayoría de los casos,
era bastante significativa, tanto en
emoción y calidez como en la disposición
para transmitir la música de manera más
vigorosa. Sobre el escenario, la
capacidad de Camarón se multiplicaba y
sus magníficos y originales materiales
expresivos adquirían su máxima
dimensión. También había que tener en
cuenta la presencia de un público
incondicional y dispuesto a dejarse
conducir hasta las más altas cotas de
catarsis emocional. Ahí se encontraba a
gusto el cantaor de la Isla de San
Fernando, y en ese momento lo daba todo.
Así ocurre en este disco del concierto
celebrado en el San Juan Evangelista el
25 de enero de 1992, acompañado en sus
cinco cantes por la guitarra de
Tomatito. Una experiencia única para los
que quieran encontrarse con un Camarón
grandioso, conmovedor, dramático en
muchos pasajes y con el valor añadido de
ser su última comparecencia pública”.
Sin embargo
el año 2010 se nos despidió con la
muerte inesperada de dos grandes
personalidades del mundo de la música.
El 26 de noviembre fallecía Mario
Pacheco, fotógrafo, productor,
cazatalentos y creador del sello
discográfico Nuevos Medios, cosa que
realizó en el año 1982, se le considera
el impulsor del nuevo flamenco con la
edición de discos de los grupos Ketama,
La Barbería del Sur, Pata Negra, Ray
Heredia, Martirio, Diego Carrasco y de
grandes guitarristas como Pepe
Habichuela, Tomatito y hasta el cantaor
Enrique Morente. Muchos de estos
artistas actuaron y dieron sus primeros
conciertos en el San Juan Evangelista.
El disco “El Blues de la Frontera” de
Pata Negra que también se presentó en el
San Juan, fue considerado el mejor disco
de la década de los 80. También hizo una
importante labor en el mundo del jazz
como fue la distribución de los discos
del sello ECM y con el San Juan
intervino en la producción y edición del
disco “Tete en el San Juan” que fue
grabado en directo por Tete Montoliu
acompañado por los Harper Brothers.
Importante fue también su aportación al
nacimiento de la movida con grupos que
aportaban un estilo novedoso y fresco
como La Mode, Golpes Bajos y otros. La
biografía de este ilustre personaje
desde luego es larguísima y también
recordar que a principios del 70
organizó el Primer Festival
Internacional de Jazz de Madrid en el
Colegio Mayor Pio XII que solo se
celebró durante un día porque el resto
fue prohibido por la policía. Para la
historia del flamenco hay que mencionar
que él hizo la foto de la portada del
más importante disco de Camarón de la
Isla “La Leyenda del Tiempo”. Mario
Pacheco fue un gran amigo del San Juan,
acudía a los conciertos de jazz y de
flamenco en numerosas ocasiones y
lamentablemente se quedó con las ganas
de que presentáramos en concierto al
gran músico y pianista, bajista y
cantaor de flamenco, Diego Amador.
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Otra triste noticia para los aficionados
al flamenco fue también el fallecimiento
del maestro Enrique Morente, considerado
uno de los grande innovadores del cante
flamenco, hecho que ocurrió el 13 de
diciembre en la Clínica de la Luz de
Madrid. Su disco “Omega” que grabó con
el grupo Lagartija Nick como el de “La
Leyenda del Tiempo” de Camarón de la
Isla, han sido dos de los más
revolucionarios del cante flamenco,
atribuyéndose a estos maestros a Camarón
como la popularización del flamenco y a
Morente como el innovador del género.
Morente fue un gran amigo del San Juan
Evangelista donde comenzó su carrera a
finales de los 60 y actuando desde
entonces en más de 15 recitales. El
último fue el 17 de octubre de 2008 para
celebrar “El Johnny. 40 años de arte
flamenco en la Universidad de Madrid”
acompañándole a la guitarra Pepe
Habichuela; para esta ocasión yo escribí
el siguiente texto: “Enrique Morente,
creación y maestría. Enrique Morente, al
que se ha llamado el Picasso del cante,
es sin duda hoy la voz más creativa e
importante del flamenco, un auténtico
maestro. Es uno de los cantaores más
comprometidos con la creación y que,
conservando lo mejor de la tradición,
está proyectando permanentemente el
flamenco como un arte vivo hacia el
futuro. Cantaor de poetas como Federico
García Lorca, Miguel Hernández, Antonio
y Manuel Machado, San Juan de la Cruz,
Al Mutamid, León Felipe, Bécquer, entre
otros grandes. Sus experiencias con todo
tipo de músicas, comunica el flamenco
con la música sinfónica, el rock, con el
canto gregoriano, con la música
andalusí, y hasta con el mismísimo
Leonard Cohen, le convierten en un
cantaor de plena actualidad y
universalidad. Su coherencia y sabiduría
permanentes, acompañado por los mejores
guitarristas, le llevan en la actualidad
a ser considerado como un gran maestro
del cante jondo de todos los tiempos.
Premio Nacional de Música del Ministerio
de Cultura, Premio Bienal de Cultura de
la Junta de Andalucía, Premio
Extremadura de la Creación, Galardón
calle de Alcalá... Es Socio de Honor de
este Club y prácticamente ha venido
actuando en este Colegio Mayor desde sus
inicios como se aprecia en la página
lateral, pues ya actuó por primera vez
en el Curso 1968/69 en una tertulia con
entrada libre en la Sala de Música del
Colegio, después de recitar poemas la
poetisa Gloria Fuertes. En estos últimos
años su actividad es frenética, más
exitosa que nunca y junto a sus nuevas
grabaciones, ha trabajado mezclando el
flamenco con el jazz (Pat Metheny), con
las músicas étnicas (Orquesta Chekara) o
con el rock (Lagartija Nick), girando en
las principales poblaciones de España
con lleno total en amplios recintos.
En las sabias palabras de José Mª
Velázquez-Gaztelu “la creatividad, la
inventiva, la indagación de nuevos
recursos musicales y el camino en el
escudriñamiento perenne de distintos
modelos expresivos, ha formado parte de
la identidad de Enrique Morente. Es su
condición inmutable, la que ha definido
su trayectoria artística, su
particularidad como persona y como
cantaor”.
Escuchar a Morente en el San Juan
evangelista, su casa, era como asistir a
una reunión de cabales en un pequeño
local entre amigos. Una ocasión única e
irrepetible; acústica, afición y su
casa, hacían aparecer el duende, la
comunicación, los ecos y el pellizco más
jondo”.
Respecto al 19º Ciclo Jazz es Primavera
2011 pusimos de manifiesto, si cabe con
más fuerza, la vitalidad del Jazz actual
bajo el prisma de su universalidad, como
se muestra que hayan integrado el
programa grandes músicos de cuatro
continentes Asía, África, América del
Norte y Europa, así como con diferentes
estilos. Pensamos que ha habido calidad,
diversidad y también novedad, porque la
mayoría de los grupos se presentaron por
primera vez en Madrid. Así estuvieron la
famosa cantante Roberta Gambarini, el
guitarrista africano Lionel Loueke Trío,
el grupo de vanguardia europeo La
Planete Quartet la japonesa Aki Takase,
el pianista americano de origen indio
Vijay Iyer, los grupos también
americanos Tarbaby y Trombone Shorty
Quintet, y los quintetos de los
españoles de Cecilia Cruz y Juan
Camacho.
Muy importante destacar en este Curso
2010/2011, que el pasado mes de abril, a
propuesta de la Ministra de Cultura
Ángeles González Sinde y este
Ministerioy previa aprobación del
Consejo de Ministros, se nos concediera
la Medalla de Oro al Mérito de las
Bellas Artes 2010, junto con otras
personalidades del mundo del arte y la
cultura que recogeremos en el próximo
otoño, supone un reconocimiento muy
importante a ya más de 40 años de música
en vivo en un centro de la Universidad
de Madrid y que nos sirve de ánimo para
continuar en la medida de nuestras
modestas posibilidades presentando
música popular de calidad en la
Universidad. “Oro para la buena música…
la concesión de esta Medalla de las
Bellas Artes que es de oro y sabe a
gloria…’puedo sentir las vibraciones’,
exclamó Art Blakey nada más pisar el
salón de actos del San Juan Evangelista…
Nuestro añorado Tete Montoliu le dedicó
un blues al San Juan que hoy debería
sonar en todas las emisoras de radio.
Porque le acaban de conceder una de las
más altas distinciones culturales del
país, la Medalla de Oro de las Bellas
Artes. Porque la buena música se lo
merece. Por justicia” Pablo Sanz (El
Mundo)
La medalla la
recibí el 24 de noviembre en el Palacio
Real de El Pardo, de manos de S.M. el
Rey con presencia de S.M. la Reina, la
Ministra de Cultura y la Presidenta de
la Comunidad de Madrid Esperanza
Aguirre, con asistencia de numerosos
invitados del mundo de la cultura y los
galardonados, todos ellos se recogen en
la foto que se muestra.
Desde finales de febrero en que comenzó
el 19º Ciclo de Jazz es Primavera,
muchos de los aficionados que acuden a
los conciertos del San Juan Evangelista
tomaron conciencia de la incertidumbre
que se cierne sobre la vida y futuro del
Colegio Mayor San Juan Evangelista,
principalmente porque las obras que
había previstas de rehabilitación del
edificio del Colegio sólo se habían
llevado a cabo en una parte parcial de
las mismas por su propietaria la Obra
Social de Unicaja y añadiendo que en el
2013 termina la cesión del terreno sobre
el que está el Colegio que pertenece a
la Universidad Complutense de Madrid, en
el ambiente está el futuro del Colegio.
De aquí que especialmente a dos grandes
aficionados históricos del Colegio
empezaran a promover que el edificio
fuera declarado Bien de Interés Cultural
y este Club Bien Inmaterial, sobre todo
para preservar que no se pudiera vender
o dedicar a otro menester que no fuera
el actual, es decir el de residencia
universitaria con actividades culturales
importantes abiertas no sólo a la
Universidad sino a Madrid.
Con un trabajo contumaz al que le han
dedicado muchas horas los aficionados
Amparo Berlinches Acin, el fotógrafo
Sergio Cabanillas, la aficionada Mª
Teresa Torres del Pino y yo mismo,
durante dos meses recogimos toda la
documentación necesaria que fue la
siguiente: un CD con el archivo en pdf.
de una documentación de más de 500
páginas (del que se encargó Sergio
Cananillas con un trabajo de muchas
horas constante e infatigable), un
expositor con carteles y otros impresos
promocionales, cuatro carpetas con
muestra de carteles desde los cursos
1993 a 2011, un anexo “ocurrió en el
Johnny” y listas de firmas de apoyo y la
solicitud pertinente que fue presentada
el 5 de mayo de 2011 en la Dirección
General del Patrimonio Histórico de la
Vicepresidencia, Consejería de Cultura y
Deportes y Portavocía de Gobierno de la
Comunidad de Madrid, solicitando que
simultáneamente se declare como Bien de
Interés Cultural el edificio del Colegio
Mayor San Juan Evangelista y como Bien
Inmaterial asociado al mismo a su Club
de Música y Jazz San Juan Evangelista.
En la solicitud se exponía el siguiente
texto:
Que el Colegio San Juan Evangelista,
edificio de gran interés arquitectónico
sito en la calle Gregorio del Amo nº 4
de Madrid, proyectado por los
arquitectos Luis Miguel Suárez Inclán y
Antonio Viloria, en 1964 es sede desde
su inauguración de un Colegio Mayor de
singulares características, tanto
formales y funcionales como sociales y
culturales.
En él surgió en los difíciles años de la
dictadura un peculiar club musical,
teatral, cultural en suma, que
recogiendo las inquietudes del momento y
sintonizando con la demanda social de
sus ocupantes y en general de la
Universidad española, cumplió
esforzándose con aquellas inquietudes,
deviniendo a lo largo de los años
transcurridos, cuarenta se han cumplido,
en un singular foro cultural, un
auténtico templo de la música de mayor
calidad de nuestra ciudad. Su indudable
interés y trayectoria han sido premiados
recientemente con la concesión de la
Medalla de Oro al Mérito en las Bellas
Artes 2010 al Club de Música y Jazz San
Juan Evangelista.
Que el interés de su arquitectura,
reconocida sobradamente en los foros
profesionales y en la protección
urbanística que ostenta, conforma lo que
hemos denominado “el cuerpo” de una
interesantísima y dilatada actividad
cultural “el alma” en una afortunada y
singular conjunción.
Asimismo hay que destacar el gran
trabajo realizado por la aficionada
Amparo Berlinches, arquitecta de
profesión, que redactó buscando la
construcción del edificio del Colegio
por sus arquitectos autores y las
personas que intervinieron para llevarlo
a cabo. Es interesante recordar aunque
lo hagamos resumidamente el mismo dado
que implícitamente es una especie de
homenaje al fundador del Colegio Jesús
Cobeta:
EL CUERPO: EL EDIFICIO DEL C.M.U. SAN
JUAN EVANGELISTA
- ORIGEN.
En el año 1963 la Universidad
Complutense cedió el solar donde se
asienta el Colegio Mayor San Juan
Evangelista, para su construcción. “El
Evangelista” era entonces un colegio
mayor de poca entidad, cuya sede estaba
localizada en un pequeño edificio de la
calle Écija c/v a la calle Ferraz
(conviene aclarar que los colegios
mayores eran instituciones de carácter
privado o semipúblico sin ánimo de
lucro, regidas por un Patronato en el
que participaba un representante del
Ministerio de Educación Nacional).
El solar cedido en la Ciudad
Universitaria presentaba una complicada
topografía con una acusada pendiente
hacia el Norte, una escasa superficie –
6.400 m2- y un suelo de muy mala calidad
(echadizo), como en gran parte de la
Ciudad Universitaria, en realidad una
escombrera cuyo firme está en algunos
puntos a más de 15 mts., fue no obstante
soporte de un original y pionero
edificio tanto en lo conceptual como en
lo arquitectónico.
Sus autores, los arquitectos Luis Miquel
Suárez-Inclán y Antonio Viloria García,
fueron invitados por el Patronato a
participar en un concurso restringido de
anteproyectos junto con otros dos
equipos, debido al conocimiento
circunstancial de Antonio Viloria con
Jesús Cobeta.
En palabras de Lucho Miquel:
“Jesús Cobeta “fue el “alma mater” del
Johnny, su creador conceptual, su tenaz
impulsor y su genio gestor. Era un
abogado de nuestra edad, de origen muy
modesto, socialista de raíz cristiana,
un baturro empecinado en cambiar el
mundo (en ese momento cambiar el mundo
era liquidar la dictadura). Hasta su
muerte, en los años 80, fue un amigo de
verdad.”
Uno de los arquitectos invitados al
concurso fue Antonio Perpiñá, ya en ese
momento figura consolidada de nuestra
arquitectura, sin embargo el jurado,
formado por miembros del Patronato, (en
el que estaba Jesús Cobeta como
secretario), les seleccionó a los
ganadores por la claridad y frescura de
su propuesta; quizás pensaron que para
Perpiñá el proyecto era solo una
solución correcta y al uso, frente a la
ganadora, que estaba llena de vida y de
incertidumbres y que al ser el primer
trabajo de sus autores fue para ellos un
constante reto en el que se “dejarían la
piel” (lo que, en los momentos difíciles
que Cobeta tuvo que remontar, se
demostró cierto). El proyecto se
adaptaba perfectamente al programa del
concurso y se integraba en el solar y en
el entorno, mostrando su bello y curvo
chaflán en la parte más visible de la
parcela dejando patente una de las
perspectivas más valoradas de la
arquitectura del incipiente Movimiento
Moderno español.
El programa inicial del edificio, que
sirvió de base para el concurso de
anteproyectos, fue elaborado por el ya
mencionado y por entonces director del
colegio de la calle Écija, Jesús Cobeta,
este joven abogado de ideología
socialista fue, hasta su prematura
muerte, el valedor conceptual del
proyecto, pleno responsable de su
ejecución y director del nuevo colegio
durante los primeros años de
funcionamiento.
Jesús Cobeta imaginó un colegio mayor
que, alejado del modelo imperante de
alojamiento para estudiantes de buena
posición, sirviera a una numerosa
población estudiantil de medios
limitados, que entonces se hospedaba en
pensiones o en pisos compartidos.
• La idea
Construir un Colegio masivo (400 plazas)
y de calidad material espartana cuya
dimensión no sólo asegurase un coste de
funcionamiento económico (lo que daría
lugar a precios bajos y por tanto
facilitaría el acceso a estudiantes de
familias de rentas medio-bajas), sino
que también permitiese montar y
justificar económicamente un aparato
cultural importante que desbordase el
ámbito del Colegio y, a ser posible, el
universitario, devolviendo a la
Universidad su depauperada (al menos en
Madrid) función pública.
- ESTADO ACTUAL
A lo largo de los años la edificación ha
sido objeto de múltiples reformas, más o
menos acertadas, más o menos
desacertadas, que no han modificado su
carácter ni alterado su vigor expresivo.
Algunas han sido absolutamente
lamentables como el chapado con mármol
que ha padecido el corredor de acceso al
Edificio de Comunidades que ha
pretendido “dignificar” la austeridad
original (de vivienda popular) que, al
parecer, ofendía, a algún director.
Horteril exceso que contrasta con el
bajísimo nivel de diseño de la ruidosa
cafetería que ha venido a ocupar,
razonablemente, una parte de los
soportales originales. También ha sido
acertada la apertura de un nuevo acceso
desde la calle Ramón Menéndez Pidal.
En la actualidad se ha procedido a
realizar en el conjunto una acertada
rehabilitación de gran parte de las
fachadas, coherente con el espíritu del
edificio, que si bien no mantiene los
materiales originales en cuanto a las
placas onduladas de fibrocemento, que
hoy no existen en el mercado, la
solución (chapas onduladas de acero
galvanizado) ha sido respetuosa con la
fisonomía del proyecto. En esta
inconclusa “rehabilitación” se han
añadido, por imperativos normativos,
unas potentes escaleras de emergencia
que se compadecen bien con el descaro
formal, irreverente y joven que, desde
su origen, presenta el edificio. (2)
La rehabilitación ha sido ejecutada por
el arquitecto Luis Fernández Yruegas que
ha tenido el acierto de contar con el
asesoramiento de Luis Miquel, uno de los
autores del edificio.
Todas lo expuesto fundamenta la
solicitud de la declaración de Bien de
Interés Cultural en la categoría de
Monumento, con la feliz circunstancia de
que este monumento alberga, según se
desarrolla en otros apartados de este
documento, el Club de Música San Juan
Evangelista cuya consideración como Bien
Cultural Inmaterial se solicita
conjuntamente.
- PROTECCIÓN LEGAL VIGENTE
De Patrimonio Histórico:
El colegio mayor San Juan Evangelista
está dentro del recinto declarado
Conjunto Histórico Artístico de la
Ciudad Universitaria por decreto 21/
1999. Esta protección genérica implica
la tutela de la Dirección General de
Patrimonio Histórico en las obras que en
él se realicen al igual que en todos los
edificios comprendidos en recinto
delimitado en el Conjunto Histórico y
recogido en tal decreto.
Los efectos prácticos de tal declaración
en lo que a obras se refiere, son los
que suponen el análisis y necesaria
aprobación de los proyectos que se
pretendan realizar en el edificio.
(2) Como bien dice Antonio Viloria “el
cacharro” del Evangelista aguanta lo que
le echen.
- Protección Urbanística:
Además de esta protección genérica, el
edificio está catalogado como de
protección INTEGRAL por el Plan General
de Ordenación Urbana de Madrid.
Esta catalogación incluida en lo que en
el PGOUM define como Nivel 1, implica lo
siguiente:
Edificios con nivel 1 de protección: Se
consideran protegidos de forma global,
con el fin de mantener sus
características arquitectónicas y
constructivas, volúmenes, formas y
elementos decorativos.
matiza esta norma la protección para el
grado Integral, haciéndola extensiva
además a la parcela:
…con este grado se protegen los
edificios de gran calidad, que presentan
importantes valores arquitectónicos y
ambientales.
en cuanto a los usos en los edificios
catalogados en este nivel dice:
Los usos dotacionales de equipamiento
público o privado ubicados en edificios
de estos niveles de protección, no
podrán cambiar de actividad ni
categoría,…
impone la norma la prohibición del
cambio de uso limitando el mismo a la
preservación del mantenimiento de los
valores del edificio y ello mediante la
redacción de un Plan Especial que
acredite tal mantenimiento.
en cuanto a las obras permitidas la
norma municipal autoriza las de:
…conservación, consolidación,
restauración.
En los edificios con protección Integral
se autorizan además las de
acondicionamiento y reestructuración
puntual, siempre que no se alteren las
características arquitectónicas…
es decir, en la protección municipal
vigente se preserva sus características
arquitectónicas y formales además de su
uso.
Podría pensarse que esta protección
sería suficiente para preservar los
valores arquitectónicos y de uso
vigentes, pero la solicitud de
declaración de BIC representaría además
el reconocimiento social de los valores
conjuntos de contenedor y contenido;
“cuerpo” y “alma” como venimos llamando
a esta feliz suma de una arquitectura de
gran valor y un contenido cultural
único.
A este fin apoyaron con textos varios
críticos: Mª Antonia García y Raúl Mao
de Cuadernos de Jazz, Pablo Sanz del
diario El Mundo y la revista Scherzo,
Enrique Farelo, Carlos Lara y Arturo
Mora de la web tomajazz.com, José Manuel
Gamboa escritor, Fernando Ortiz de
Urbina, etc. En representación de todos
ellos recojo el texto de José Manuel
Gamboa:
Al Johnny lo que es del Johnny
Una alegría grande, grande, grande, muy
grande para el mundo de la cultura en
general y la música en particular, en
estos tiempos que no les son nada
propicios, por no decir algo peor, ha
sido la recién anunciada concesión al
Club de Música y Jazz San Juan
Evangelista, de la Medalla al Mérito en
las Bellas Artes, en su categoría de
oro, otorgada por S.M. el rey don Juan
Carlos I de Borbón a propuesta de la
ministra de Cultura y tras deliberación
del Consejo de Ministros.
Ante las incertidumbres que asoman en el
horizonte cercano para la institución,
nada mejor que la dorada luz de una
concesión semejante, porque,
parafraseando a la copla flamenca
popular, A los “alumnos” del Johnny
mucho nos importa que un rey nos abone.
Y damos gracias a la Democracia; eso sí,
una Democracia que en muchos sentidos no
hubiese sido posible sin la labor
consumada –a la contra, cuando necesario
era, y positiva siempre-, por el Club de
Música del madrileño Colegio Mayor
Universitario y sus infinitos amigos.
La continuidad del Club de Música y Jazz
del San Juan -al que pertenezco en
calidad de Socio de Honor, de lo que me
siento particularmente honrado-, así
como la del propio Colegio Mayor, sobra
decirlo, la entendemos decisiva en la
buena marcha cultural/universitaria;
para la Complutense es un bastión de
primer orden y así ha de entenderse. El
programa de actividades desplegado desde
antaño por el Colegio es desde todo
punto ejemplar, por eso va recogiendo
frutos. Incontables son los personajes
de máxima entidad que agitan la cultura
en este país –en todos los ámbitos-, que
se formaron al calor del San Juan
Evangelista, bien en su propio seno,
bien externos. Pretender un nomenclátor
será labor tan ardua como injusta, pues
si el listado tendería a infinito
cualquier ausencia va a ser de relieve.
La obra sociocultural verificada por el
Club de Música y Jazz San Juan
Evangelista, queda reconocida en toda
clase de artículos periodísticos
–locales, nacionales e internacionales-,
ensayos, programas televisivos y
radiofónicos, el ciberespacio, libros de
ficción y no-ficción, siendo motivo de
estudio científico.
Únicamente en la parcela dedicada al
flamenco –hoy Patrimonio Universal de la
Humanidad-, la labor desplegada por los
colegiales y amigos del San Juan es de
tal calado, que sin su colaboración ni
tan siquiera la UNESCO hubiese tenido
opción a declarar el género Patrimonio
Universal ¿Motivo? Que el equipo
encargado por la Junta de Andalucía de
elaborar/redactar el proyecto que a
UNESCO se presentó, dirigido estaba por
un antiguo alumno del San Juan
Evangelista –José Luis Ortiz Nuevo- y
contaba con otro veterano del Colegio
–el profesor Francisco Gutiérrez Carbajo-,
más quien suscribe. Poco exageramos al
decir que la mitad del grupo hundía sus
raíces en el Johnny. El dato es claro y
decisivo.
Y hemos empezado por el final en la
parcela concreta, imposible de abordar
una breve historia de la misma con la
mínima profundidad sin necesitar para
ello las páginas de un libro. Por
cierto, hablando de libros, en la sede
del Colegio nació, por iniciativa de
colegiales y allegados, la primera
editorial dedicada al flamenco, Demófilo.
En 1975 dio a las estanterías los
primeros ejemplares. Antes, en aquel
ámbito cultural, el amigo Enrique
Morente supo de la existencia de un
poeta prohibido llamado Miguel
Hernández. Poco después ponía quejío a
tan intensa obra, dándolo a conocer en
la España melómana y desplegando su
mensaje en México y demás países
hermanos. Luego vino Serrat.
Sobre el escenario del salón de actos
del Johnny se despidió de los públicos
Camarón de la Isla, que, aún
encontrándose físicamente mal, esforzado
quiso cumplir esa noche con el
compromiso adquirido tras haber
comprobado, dos años atrás, la respuesta
de aquel público tan joven al que no se
le podía fallar. Hoy se encuentra al
alcance de cualquier aficionado del
planeta la grabación de esa última
noche, pues el pasado año la editó la
multinacional Universal. Y si aquí dijo
adiós Camarón, también en el Johnny
renació como concertista su acompañante,
Tomatito, quien hoy acumula premios
Grammy.
Desde Paco de Lucía hasta los miembros
de La Barbería del Sur, desde Manolo
Sanlúcar a Pitingo, el gremio sabe de la
importancia esencial del lugar. Y sólo
nos referimos al flamenco, pues dejamos
que otros compañeros mencionen demás
parcelas –que hemos disfrutado por
igual. Nuestra formación, allá en la
adolescencia, se completó de modo
esencial a través de la múltiple y
asequible oferta cultural que el San
Juan ofrecía. Madrid y la Complutense no
pueden desairar a una de sus preclaras
señas de identidad culturales, y mucho
menos prescindir de su crucial labor de
extensión cultural –en la que apenas
encuentra “rival”.
El movimiento se demuestra andando y el
Johnny jamás paró de moverse y hacer
camino, como su inmueble de dar cabida a
los empeños más generosos e
inestimables. Hoy que tanto hay que
hacer en el apartado cultural y escasean
las voluntades para emplearse en ello
sin ánimo de lucro, el Club de Música y
Jazz y el propio Colegio Mayor San Juan
Evangelista son un ejemplo a seguir y un
modelo a amparar urgente.
Es por eso que apoyamos sin reservas la
iniciativa tomada por los responsables
de la institución de solicitar sea
declarado por la Comunidad de Madrid:
"El San Juan Evangelista, Bien de
Interés Cultural".
Y preparamos el programa del 30º
Festival de Jazz San Juan Evangelista a
celebrar entre el 20 de octubre y el 18
de noviembre de 2011. Así, si cabe,
mantiene la calidad de años anteriores,
y aunque es tarea cada vez más difícil,
para un aficionado quizás bastaría con
sólo ojear los nombres de grupos y
líderes que próximamente nos van a
visitar y con ello pueda ser suficiente
para apreciar su importancia y es que
sin duda vamos a disfrutar una vez más
de un poquito del mejor jazz del mundo,
con sus elementos esenciales de libertad
e improvisación, que junto con el
talento y originalidad de los músicos
poseedores también de una sobrada y
refinada técnica, nos mantendrán de
nuevo impacientes por escucharles pronto
en el Johnny y sentir emocionados esos
acordes y notas que configuran melodías
o ritmos que expresan el lenguaje
musical de la belleza en el jazz, que
intentaremos no sin esfuerzo seguir
reteniendo en la memoria como un valioso
tesoro.
De los brillantes músicos americanos que
nos visitan, profesores de jazz de
universidad, nominados a los Grammys,
con multitud de premios, excepcionales
compositores, si repasamos sus nombres
en las encuestas anuales de la crítica
de las revistas americanas “Down Beat” y
“ Jazz Times”, lo que vemos, ya durante
varios años es que todos ellos copan los
primeros puestos de las listas en sus
respectivos instrumentos, Rudresh
Mahanthappa mejor saxo alto, Kurt Elling
mejor vocalista, Dave Holland mejor
contrabajista y que decir de Wadada Leo
Smith, Steve Coleman, Fred Hersch y
vuelve el baterista sudafricano
residente en Londres Louis Moholo que ya
estuvo en el San Juan en las I Jornadas
Antiaparheid de afrojazz en Diciembre de
1988 con su “Viva la Black”.
Significativa también la presencia del
jazz español con cuatro grupos de
diferentes estilos en la línea del mejor
jazz europeo, como D’3 de Jorge Pardo,
Jerez-Texas, MBM Trío de Baldo Martínez
y Dead Capo, dedicándose un día a
homenajear al programa de radio “Jazz
porque sí” del admirado sabio jazzista
Juan Claudio Cifuentes “Cifu”, que
celebra su 40º Aniversario en la
actualidad en Radio Clásica y Radio 3 de
RNE. Como destacada es la presencia del
gran guitarrista flamenco Pepe
Habichuela músico inquieto y uno de los
pioneros en la fusión del jazz con el
flamenco, en el estreno de su trabajo
con Holland, “Hands”, en un concierto en
que volvemos al Auditorio Nacional en
coproducción con el Centro Nacional de
Difusión Musical.
Dentro del programa presentamos varios
conciertos dobles para acompañar al jazz
mas intelectual con música más lúdica
como en el caso Jerez-Texas, que por el
jazz tratan de unir la música clásica
con el flamenco o Dead Capo que con un
jazz funk es de lo más sorprendente y
animado del jazz español.
En definitiva, un programa de jazz
actual reafirmando su vitalidad y
diversidad, de nuevo arriesgando con un
poco de aire fresco donde la creatividad
marca su hilo conductor y permanece la
curiosidad por presentar a algunos
músicos no sobradamente escuchados y
sonidos diferentes, con la pasión de
siempre por este arte, que sigue
alimentando nuestro espíritu, nos hace
más felices y hasta puede que nos
rejuvenezca, como apunta que le ocurre a
un gran aficionado vasco cuando escucha
el jazz.
Os invitamos pues a participar con
nosotros en esta fiesta del jazz en el
San Juan y una vez más es obligado
agradecer a patrocinadores públicos
(Ministerio de Cultura, Ayuntamiento y
Comunidad de Madrid) y privados (El
Corte Inglés, AIE) su importante e
imprescindible mecenazgo, así como a los
aficionados y la prensa local y
especializada, escrita y digital, porque
sin la fiel ayuda de todos ellos, es
indudable que ahora no celebraríamos ni
treinta años de festival ni
condecoración y también al Ministerio de
Cultura y al Gobierno de España por tan
importante reconocimiento, que nos anima
a resistir y avanzar, superando las
dificultades y lo a veces uniforme y más
comercial si cabe con algo de novedad y
frescura.
¿Quién dice que el jazz de hoy no puede
ser también divertido? ¡Vamos, el Johnny,
que treinta años de festival no son
nada…¡
Cuando la web acaba de cumplir ya más de
20 años aparecen con fuerza los blogspot
personales y toman enorme fuerza
facebook y twiter de forma que la
tecnología y los programas por Internet
continúan evolucionando con fuerza y
constituyendo las redes sociales que son
usadas por millones de personas
diariamente.
El libro “¡Indignados!” de
Stéphane Hessel, un sobreviviente del
campo de concentración de Buchenwald y
formó parte del equipo internacional que
redactó la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, a sus 93 años ha
contagiado su mensaje de esperanza y
rebeldía a muchos lectores invitándolos
a no dejarse impresionar por las
dictaduras de los mercados financieros y
preocuparse por la ética y la justicia
con un prólogo del también nonagenario
escritor y economista José Luis Sampedro
llama a la revolución pacífica. Quizás
haya sido este el embrión del movimiento
del “15 de mayo” ‘Democracia Real YA’
que se le ha llamado en twiter #15m, #Spanish
Revolution, etc. De su acampada en la
Puerta del Sol en el centro de la ciudad
de Madrid se ha extendido por todas las
plazas de España y del mundo y continúa
con la misma fuerza con que partió.
Su manifiesto comienza:
Somos personas normales y corrientes.
Somos como tú: gente que se levanta por
las mañanas para estudiar, para trabajar
o para buscar trabajo, gente que tiene
familia y amigos. Gente que trabaja duro
todos los días para vivir y dar un
futuro mejor a los que nos rodean.
Unos nos consideramos más progresistas,
otros más conservadores. Unos creyentes,
otros no. Unos tenemos ideologías bien
definidas, otros nos consideramos
apolíticos. Pero todos estamos
preocupados por el panorama político,
económico y social que vemos a nuestro
alrededor. Por la corrupción de los
políticos, empresario, banqueros. Por la
indefensión del ciudadano de a pie…
Por todo lo anterior, estoy indignado.
Creo que puedo cambiarlo.
Creo que puedo ayudar.
Sé que unidos podemos.
Sal con nosotros. Es tu derecho
Cuando
terminamos de actualizar este ya largo
texto se ha estrenado por la TV Digital
el interesante documental “Jazz en
España” que ha realizado el Canal
Historia y donde aparece suficientemente
reflejado el San Juan Evangelista con
entrevistas a algunos de sus miembros y
algunos reflejos importantes de su
historia.
No dudamos, que en este centro
universitario madrileño, con su
amplísima historia musical, como es el
San Juan Evangelista, que celebra en
este 2011 los 41 años de la creación de
su CLUB DE MUSICA, entidad organizadora,
con la magia del local (más músicos,
aficionados y técnicos), vuelva a
aparecer esta belleza en el jazz en
vivo, lo efímero de unos instantes para
la eternidad y que -como ocurrió otras
tantas veces-, surja de la imaginación,
inspiración y técnica o del sonido
particular de los músicos, bien como
solistas o en su conjunto y en donde la
emoción transmitida también importará
mucho.
En mis recuerdos quedan múltiples
momentos donde tuve la suerte de
sentirla y vivirla. Reseñar, por citar
algunos en el hilo del piano, los
excepcionales conciertos que hemos
venido escuchando en vivo en el San
Juan, como los de Chucho Valdés, Anthony
Davis, Paul Bley, Cecil Taylor, Chick
Corea, Cedar Walton, Don Pullen, McCoy
Tyner, Joachim Kühn, Abdullah Ibrahim,
Tete Montoliu, Gonzalo Rubalcaba, Michel
Petrucciani, Hank Jones, Chano
Domínguez, Randy Weston, Mulgrew Miller,
Dave Burrel, Kenny Barron, Richard
Wyands, Danilo Pérez, Marcus Roberts,
Esbjörn Svenson, Carla Bley, Bebo
Valdés, Diana Krall, Iñaki Salvador,
Geri Allen, Bugge Wesseltoft, Agustí
Fernández, Jason Moran, Albert Bover,
Vijay Iyer, Bobo Stenson, Enrico
Pieranunzi,… donde surgió normalmente en
momentos puntuales, siempre por sorpresa
y en más de una ocasión en los bises.
¿Quizás un poco de vanidad en recordar
esta extensa lista y exagere porque
desde luego no fue en todos?
Divertirse, distraerse y disfrutar, algo
más que asistir a un simple concierto y
olvidarse al poco tiempo. Prestemos
atención y procuremos sobre todo
mantener despierta la curiosidad, el
secreto según se dice de la juventud y
la sabiduría. Resistamos y persistamos
educando nuestra sensibilidad, vigilando
la memoria, pero ¿Cómo atrapamos la
belleza? ¿Después de tantos años, será
ésta una de las claves de haber llegado
a esta historia?
Desde luego no ha sido nada fácil
ordenar cronológicamente estos recuerdos
y con un trabajo incansable que cada año
vamos actualizando conforme nuestra
memoria incorpora detalles, a estas
alturas se necesitaría un trabajo
prolongado de investigación. Las líneas
maestras por este recorrido histórico
del Club han sido: independencia y
autonomía de todos los poderes;
voluntarismo y generosidad a prueba de
fuego por parte de los organizadores,
espíritu de curiosidad y aprendizaje
permanentes; honestidad, respeto,
democracia e idealismo; y tener presente
que el cambio es lo único consistente en
la vida para ir adaptándose a cada época
sin olvidar el pasado y buscar y
mantener una identidad que nos distinga
claramente en el ya extenso y variado
universo de actividades musicales que se
celebran diariamente en Madrid sin
olvidar que somos un centro de la
Universidad. En definitiva disfrutar de
la música de calidad en vivo en un
centro universitario de Madrid y
compartirla con la comunidad
universitaria y sociedad. ¿Cuándo se
editará un libro? Más de cuatro décadas
de música en vivo, desconozco que haya
una asociación semejante en España con
tanta historia.
Resumiendo, resistir, recuperar la
memoria y los recuerdos, pasión y
curiosidad y amor por la música con
mayúsculas.
Y ya estamos en el año 2012, la crisis y
los recortes aparecen por todos los
sitios y a nosotros también nos ha
tocado, si ya fue importante la retirada
de la Fundación Unicaja como
patrocinador de este Club hace dos años,
después de veintiocho años también se
descuelga toda la colaboración de El
Corte Inglés. Al no tener por ahora
patrocinadores privados y los oficiales
merman sus ayudas, después de 41 años no
quiero ser agorero pero parece que se
acerca el fin de esta historia. Por lo
pronto ya se han caído dos festivales,
el Festival Flamenco por Tarantos que
llegó a la 21ª edición y el Ciclo Jazz
es Primavera que ha llegado hasta la
19ª. Corre bastante preligo y en todo
caso habrá una disminución considerable
de conciertos del próximo 31º Festival
de Jazz a celebrar en noviembre. A no
ser que haya algún mecenas o alguna
ayuda desinteresada de alguien con alto
nivel de propiedades, como digo el
futuro para esta Asociación se avecina
casi como imposible.
Y
como decía mi amigo el gran poeta y
periodista danés Ebbe Traberg fallecido
en 1996 “la música nos mantiene en vida
más de lo que tal vez imaginas”.
Y aparte de lo dicho, también como
comenzábamos al principio, mucho
entusiasmo, otra de las claves del
posible éxito hasta ahora reseñado.
Alejandro
Reyes Domene Rodríguez
Socio fundador y coordinador
desde sus orígenes
Club de Música y Jazz San Juan
Evangelista
Desde 1970 |
|
|
|
Esta carpeta
recoge algunas de las
letras completas
de las canciones citadas anteriormente
en el texto, que han sido compañeras de
estos recuerdos: Carlos Gardel, Bob
Dylan, Raimon, Violeta Parra, John
Lennon, Paco Ibáñez, Quilapayún, Victor
Jara, Sergio Ortega, Pablo Guerrero, The
Who, Jose Afonso, Joan Baez, Lluis Llach,
José Antonio Labordeta, Luis Eduardo
Aute, Pablo Milanés, Luis Pastor, Carlos
Cano, Joaquín Sabina, Camarón de la
Isla, Enrique Morente.
Nota final:
Después de tantos años, recordar
minuciosamente la historia del Johnny,
resulta evidente que es una tarea para
mí no sólo difícil sino casi imposible,
a pesar del idealismo y el entusiasmo
que ponga,
porque seguro estará llena de bastantes
lagunas. Por lo tanto, este texto quizás
podría servir de una especie de guión,
para poco a poco entre todos ir
escribiendo la historia real del San
Juan Evangelista. Por eso os pediría a
todos los que habéis tenido la paciencia
de llegar hasta aquí y vivido en alguna
época en el Colegio, me enviarais
vuestros recuerdos de entonces a la
dirección de correo electrónico:
areyes@sanjuanevangelista.org
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