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San Juan Evangelista
Cultura
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·· EL COMIENZO. ALREDEDOR DE 1970. AÑOS DE LUCHA
·· IMAGINA EL JOHNNY
·· AÑOS 70. LA DÉCADA HEROICA
·· LOS 80 Y 90. 20 AÑOS DE JAZZ Y TODAS LAS MÚSICAS.
·· CURSO 2000-2001: CAMBIO DE SIGLO. LA MÚSICA CONTINÚA.

En casi todo lo que emprenda,
sólo su entusiasmo lo conducirá al éxito.
Si usted se preocupa por alcanzar
un objetivo triunfará sin lugar a dudas.
Si quiere aprender, aprenderá.
Sólo que usted debe desear realmente esas cosas,
y desearlas exclusivamente,
sin desear al mismo tiempo
cien cosas incompatibles

William James (1842-1910)
Filósofo y psicólogo estadounidense

Pues sí, Diana Krall, vocalista de jazz conocida hoy internacionalmente, actuó en el Johnny en uno de sus primeros conciertos en España en diciembre de 1996, como otros muchos músicos de relevancia de la música popular a nivel nacional e internacional, véase Stephane Grapelli, Joaquín Sabina, Tete Montoliu, Camarón de la Isla, Paco de Lucía, Bobby McFerrin, Silvio Rodríguez, Luis Eduardo Aute, Enrique Morente, Hugh Masekela, Jorge Cafrune, Memphis Slim, The Golden Gate Quartet y tantos otros que saldrán a relucir a lo largo de estos recuerdos. Pero hay que empezar por el comienzo.


EL COMIENZO. ALREDEDOR DE 1970. AÑOS DE LUCHA.

El Johnny es como se conoce familiar o popularmente al Colegio Mayor Universitario San Juan Evangelista de Madrid, también conocido por San Juan Evangelista o simplemente San Juan y se identifica con su Club de Música y Jazz.

 

Escultura de John Lennon
en el Paseo de Almería

Como hay que empezar por algún sitio, que mejor que hacerlo con el recuerdo de la extraordinaria canción de John Lennon, “Campos de fresa por siempre” (“Strawberry Fields Forever”), que fue incluido en la cara B del álbum “Magical Mistery Tour”, tema que compuso en Almería, de donde soy natural, cuando grababa con Richard Lester la película “Como gané la guerra” (“How I Want the War”) en el otoño de 1966, que coincide con la apertura del San Juan Evangelista en su actual ubicación. Y por casualidad yo tuve la ocasión de verlo sentado en la terraza de la puerta del Hotel Costasol del Paseo de Almería al atardecer, precisamente con sus compañeros de los Beatles, George Harrison y Ringo Star, que fueron a visitarle creo que para celebrar su veintiséis cumpleaños, y curiosamente ni yo ni nadie les pedimos un autógrafo. Strawberry Fields fue el nombre con que se conoce el lugar del Central Park de Nueva York, donde se recuerda en una placa “Imagine” a su memoria cuando fue asesinado en 1980. Esta canción, de carácter psicodélico y filosófico, recoge uno de sus mejores momentos de sus composiciones al comienzo de su carrera en solitario, donde aparecen versos como “nada es real” o “vivir es fácil con los ojos cerrados”. La primera estrofa de la letra en castellano y que el estribillo de la canción dice así:

“Strawberry Fields Forever” de John Lennon (1967)

Let me take you down
cause I’m going to Strawberry Fields
nothing is real and nothing to get hungabout
Strawberry Fields forever.

 

“déjame llevarte allá,
porque voy a los campos de fresa
nada es real y no hay nada para perder el tiempo
Campos de fresa por siempre”…

 

Magical Mystery Tour Magical Mystery Tour

Viene un poco a cuento con los años que vivíamos con los recuerdos que voy a ir contando. El origen de este Club se remonta al año 1970, precisamente, año a mitad de la década prodigiosa de la música rock, desde que se abrió el Colegio donde se ubica, 1966/67 al 1975/76 de la muerte de Franco, donde se produjeron los mejores intérpretes y creadores de inmejorable calidad de toda la historia de la música popular, con sus estilos históricos, country, blues, jazz, R&B, folk, pop, rock, underground, rock sinfónico, progresivo, funk, etc. Antes, los antecedentes a los años 70, están llenos de hechos sociales y políticos históricos muy significativos que sin duda marcaron la vida universitaria de la época: la Guerra Fría, la Guerra de los Seis Días, Primavera de Praga, el Mayo del 68, la Guerra del Vietnam, la Revolución Cultural de Mao, asesinatos de Che Guevara y Martin Luther King, primer alunizaje del hombre, etc., y el recuerdo remoto del contubernio de Munich, que es como llamaba el régimen franquista para ridiculizar el IV Congreso del Movimiento Europeo, celebrado en esta capital en 1962, cuando las huelgas mineras abundaban por Asturias y donde se reunieron cerca de 120 políticos españoles, tanto del interior como del exilio, opositores al régimen bajo la autoridad moral de Salvador Madariaga. Y canciones difíciles de olvidar, clásicos del rock, incluso de ahora mismo, verdaderas obras maestras.

Intemporales como “My Generation” de The Who, “Good Vibrations” de los Beach Boys, “Satisfaction” de The Rolling Stones, “Blowin’ in the Wind” de Bob Dylan, “Suzie Q” de Creedence Clearwater Revival, o las románticas como “Only You” de los Platers, “Yesterday” y “Let it be” de los Beatles, “La Casa del sol naciente” de The Animals, “San Francisco” de Scott Makenzie, “California Dreaming” de The Mammas & The Papas, “The End” de los Doors, “Noches de blanco satén” de los Moody Blues, “Con su blanca palidez” de Procol Harum, o las españolas “Mamy Blue” de los Pop Tops, “Black is Black” de los Bravos, “Se de un lugar” de Triana, etc. Temas inolvidables para una época tan oscura de nuestro país y que también se proyectaron en películas de la época como “Qué noche la de aquel día” y “Help!” de Richard Lester con los Beatles de protagonistas, “Easy Reader” de Dennis Hooper, “Hear”, “Festival de Woodstok”, “Tommy”, etc. y sobre todo la canción “Imagine” de John Lennon. Sin embargo, las canciones que quedan en nuestra memoria y que vivimos en la adolescencia son aquellas como “La vaca lechera, tolón, tolón”, “A lo loco se vive mejor”, “Raska-yu”, que magistralmente recogió el cineasta Basilio Martín Patino en su documental “Canciones para después de una guerra”, película censurada y que no pudo ser vista hasta después de la muerte de Franco.

Con el antecedente del estado de excepción el 24 de enero del 69, donde todo estaba prohibido y recortados importantes derechos constitucionales, el TOP (Tribunal de Orden Público), institución jurídica de represión política que se creó en 1964, La Brigada Político Social, etc., llegamos al año 1970, donde se acaba el sueño pop con la separación de los Beatles, sin duda el mejor grupo de la historia de la música rock. Sube al poder Salvador Allende en Chile, primer presidente marxista elegido democráticamente y asistimos al famoso “Proceso de Burgos”. Precisamente este año murieron dos gurús de la música rock por sobredosis, Janis Joplin, la mejor cantante blanca y Jimi Hendrix excepcional guitarrista negro. A pesar de todo lo dicho de la música rock, el precedente de un festival celebrado dos años antes en el vecino Colegio Mayor Pío XII, organizado por Mario Pacheco, creador del sello discográfico Nuevos Medios, se produjeron tantos altercados y alborotos que provocaron que se restringiera esta música de una manera considerable en los colegios mayores en lo sucesivo, pero en nuestro caso, al no estar el auditorio a pié de suelo, por indicaciones del arquitecto constructor, se recomendó que esta música no se celebrara en el Colegio por el peligro que acarreaba cuando el personal se pusiera a bailar. De aquí que la historia que vamos a describir esta música no haya tenido lugar preferente. De todas maneras, a lo largo de años sucesivos actuaron grupos como: Moncho Alpuente y los del Río Kwai, Bloque, Triana, Aviador Dro y sus Obreros Especializados, Fischer-Z, La Romántica Banda Local, Itoiz, Los Elegantes, Guadalquivir, Medina Azahara, Siniestro Total, Suburbano, Danza Invisible, entre otros.

Años de lucha por las libertades y la justicia social, sobre todo por los militantes y participantes de los partidos de la izquierda clandestina e ilegal, como los comunistas, marxistas-leninistas, troskistas, maoístas, anarquistas, etc. En mi memoria recuerdo infinidad de panfletos y cientos de carteles y pancartas, que poblaban las paredes de todos los centros universitarios, las siglas de partidos políticos de izquierdas como: PCE (Partido Comunista de España), PC-ML (Partido Comunista Marxista Leninista), MC (Movimiento Comunista), OEC (Bandera Roja), PTE (Partido del Trabajo de España), LCR (Liga Comunista Revolucionaria), JGR (Joven Guardia Roja), ORT (Organización Revolucionaria de Trabajadores), FRAP (Frente Revolucionario Antipatriótico), y muchos de la CNT, etc. y poco después PSOE (Partido Socialista Obrero Español), PSP (Partido Socialista Popular), etc., frente a los grupos de derechas, Fuerza Nueva, Guerrilleros de Cristo Rey, Fuerza Joven, AUN, etc. Paralelamente, no menos importante por la lucha de la democracia y la libertad, fue el movimiento obrero, con las huelgas y manifestaciones, y por supuesto los sindicatos hasta su legalización, especialmente CC.OO (Comisiones Obreras).

¿Cómo este Club ha llegado hasta aquí?, viene a cuento la explicación de Plácido Domingo sobre su éxito en la música: “el secreto es la pasión”.

Y de aquí comienza lo que parece un cuento, por los importantes músicos a nivel nacional e internacional que se han presentado en tan legendaria historia.


IMAGINA EL JOHNNY

“Imagine” de John Lennon (1971)

Imagine there’s no heaven
it’s easy if you try
no hell below us
above us only sky
imagine all the people
living for today…

 

Imagina que no hay paraíso
es fácil si lo intentas
ningún infierno bajo nosotros
sobre nosotros sólo cielo
imagina toda la gente
viviendo para hoy…

Esta canción, sin duda una de las más importantes y conocidas del milenio, perteneciente al álbum “Imagine”, de John Lennon, publicado en 1971, himno por excelencia pacifista y de esperanza universal, tanto por la letra como por la música, fue uno de los referentes con los que afrontábamos esta década y John Lennon con Che Guevara, se convirtieron poco a poco en dos de los personajes míticos e influyentes para los estudiantes universitarios de esta época.

El San Juan Evangelista, o el “Johnny”, parece como si se tratara de un cuento si se mira desde fuera, pero no es imaginado, esta es la historia real de una larguísima serie de conciertos en vivo, en un centro universitario de Madrid, y en el fondo, la “pasión” de una posible obsesión, por vivir y presentar la Música en directo, algunas de las mejores músicas del mundo, ya durante más de cuatro décadas. Que voy a intentar enmarcar en la historia cultural del Colegio y socio-política del momento que se ha vivido, según abarque mi memoria, en mi óptica personal y sin duda parcial.

No resulta fácil comenzar, pero quizás lo más apropiado sea recordar de principio lo que somos, aunque me repita. Este Club, comenzó como una comisión de actividades musicales, una organización musical universitaria y desde hace varios años es una Asociación Cultural, todas sin fines de lucro, con el claro objetivo de dar a conocer y divulgar la música en vivo, insertado en un centro universitario, el Colegio Mayor San Juan Evangelista localizado en Madrid, adscrito académicamente a la Universidad Complutense y de propiedad privada la Obra Social Unicaja.

Por tanto el hilo conductor de este relato serán algunos de los nombres de los conciertos y músicos que hemos escuchado aquí, aunque se cuenten ya por cientos, junto a las actividades culturales del Colegio preferentemente los veinte primeros años de su existencia, encuadrados con un apunte de los hechos musicales, culturales y políticos más destacados que paralelamente se han ido sucediendo en Madrid y a nivel español e internacional.

La química especial desde sus comienzos hasta en los tiempos actuales, es un mestizaje en el que se mezclan una acústica única del local, un excelente sonido, el saber escuchar de una gran afición y aunque parezca increíble, una casi perfecta organización donde no hay ningún profesional asalariado, lo que han dado como resultado la presencia de muchos de los mejores músicos de todas las músicas de España y del mundo, que una y otra vez han dado respuesta en vivo sobre el escenario a su fama, quizás contagiados de esta “magia”, y sin que hasta ahora ninguno haya faltado a la cita.

Así hemos mascado la belleza de sonidos imperecederos, reflexionado sobre letras impactantes y hemos sentido las más nobles emociones, que nos han hecho recordar que somos humanos y han ayudado a dar sentido a nuestra vida en este tiempo de ocio, en contrapartida a un mundo cada vez más competitivo, individualista, materialista y consumista, con la pérdida preocupante y sucesiva de los valores e ideales tradicionales.

Se dice que nadie es nada sin historia y aquí hay mucha que contar, y como dice el profesor José Vidal-Beneyto “el arte y la cultura son la vanguardia de la sociedad”, parece pues que por el San Juan Evangelista hemos ido desarrollando esta actividad musical tanto tiempo, lejos del mercantilismo, el espectáculo y la banalidad imperantes, buscando lo imperecedero de creadores e intérpretes, lo que vale para siempre, la música como arte y cultura en la Universidad, que intento relatar en este texto, puente también entre esta y la sociedad.

Andaluz, almeriense en Madrid, estudiante de Ingeniería Industrial, mi vida en el Colegio comenzó cuando se inauguró su sede en el domicilio actual en noviembre de 1966. Su fundador, animador y primer director fue Jesús Cobeta Aranda, ya fallecido que inauguró el edificio nuevo, en la calle Gregorio del Amo, trasladado de sus antiguas dependencias en la calle Écija en el barrio de Argüelles. Uno de sus planteamientos fundacionales fue hacer del Colegio una residencia universitaria económica, en la que el precio del Colegio tuviera como importa máximo una parte proporcional al salario mínimo, es evidente que estos objetivos, a lo largo del tiempo, se han ido perdiendo.

Fui uno de los “abnegados valientes” que en esa fecha, noviembre de 1966, aceptamos vivir en el Colegio en unas condiciones que hoy se considerarían, quizás muy precarias e inhabitables: el comedor todavía estaba en obras, no había calefacción, recuerdo que nos ponían una estufa de butano para cada pasillo, en un edificio donde, con las obras recién terminadas, el frío era inimaginable. Tampoco había agua caliente, en mi caso, me tenía que duchar en los baños públicos (había escasez de duchas en esa época en la zona) de la calle Bravo Murillo del barrio de Cuatro Caminos, al precio de una peseta (0,01 euro), y todos los colegiales contribuimos con el fundador del Colegio, por que hubiera un centro universitario que fuera accesible económicamente a los hijos de las clases trabajadoras.

Recuerdo que, comiendo en una ocasión, en ese primer año, en una casa de comidas, “Las Batuecas”, de la cercana Avenida de la Reina Victoria, aún hoy existente, fui consultado por la dirección de entonces del Colegio, sobre qué me parecería una bandeja de acero inoxidable con compartimentos en vez de platos; no me pareció mal la idea y dije que sí, supongo que lo consultarían con más gente, y el comedor se inauguró con las mismas y luego se demostró que eran muy higiénicas y tuvieron una larga vida hasta el curso 1978-1979, que un poco caracterizaron la forma de ser del comedor del Colegio, por las cucharadas que se daban contra las bandejas con un ruido ensordecedor cuando alguna chica entraba, hábito que persiste hasta la fecha. Precisamente este tipo de bandejas aparecerían poco después en la película, “Fuga de Alcatraz”, de Don Siegel, protagonizada por Clint Eastwood, donde lo ocurrido en esta famosa prisión de máxima seguridad, que llegó a albergar al mismísimo Al Capone, comían en autoservicio en bandejas semejantes, como nosotros. No es de extrañar, pues parece ser, hasta hace poco tiempo, las bandejas eran patente de aluminio de la marina americana. El Colegio no se normalizaría en cuanto a mobiliario y ornamentación hasta que la Caja de Ahorros de Ronda (hoy Unicaja) se hizo cargo del Patronato, tres años después y que entre otras cosas supuso que se plantara la actual jardinería y se instalaran butacas de madera en el salón de actos, que ya han desaparecido, y se equiparon totalmente las habitaciones.


La historia de mi acercamiento a la música comenzó en el Teatro Real, en estos años previos a los 70. Durante varios cursos estuve asistiendo a todos los conciertos de la Orquesta Nacional, “Los Domingos del Real”, para los que conseguir una entrada de anfiteatro de 10 pesetas (0,6 euros), teníamos que hacer a lo largo de la semana interminables colas de más de un día de duración, y asimismo asistí a otros muchos recitales extraordinarios de las más grandes figuras de la música clásica de nuestro siglo. Si algún nombre tengo que citar, que fueron muchísimos, sobre todo de directores de orquesta y de solistas en recitales entre semana, los recuerdos son imborrables del organista alemán Karl Ritcher, del violonchelista Mstislav Rostropovich, y sobre todo del pianista polaco Arthur Rubinstein, uno de los más grandes genios de la música que interpretando los “Nocturnos” de Chopin dejó en mí una huella imperecedera, y que recuerdo salía del Real casi a hombros al igual que los toreros coreando todos los aficionados su nombre al grito de ¡Artur! ¡Artur!

Y por los españoles se me viene a la memoria concertistas tan importantes como los maestros ya fallecidos, Andrés Segovia y Narciso Yepes a la guitarra, Nicanor Zabaleta, en el arpa; la soprano catalana Victoria de los Ángeles, y la pianista, también catalana Alicia de la Rocha cuyas versiones de la “Suite Iberia” de Albéniz probablemente sean únicas, hasta la grabación de la madrileña Rosa Torres-Pardo.

Por supuesto, a estos conciertos extraordinarios los jóvenes estudiantes de entonces, con recursos económicos muy precarios, entrábamos sin pagar, gracias al intendente Sr. Palacios, que nos dejaba sentar en la escalera del anfiteatro.

Esa época en el San Juan estaba marcada por una gran lucha por las libertades contra los últimos años de la dictadura, y en mi recuerdo está la multitud de asambleas que se celebraban en el Colegio y las carreras en la Universitaria perseguidos por la policía, los famosos “grises”, y cuando menos te lo esperabas terminabas con una redada y con todas las calles cortadas sin saber donde meterte, gritabas ¡tierra trágame!, con los zetas y los policías a caballo y antidisturbios persiguiéndote, una de cuyas redadas más espectaculares sobre el movimiento estudiantil, tuve la ocasión de sufrir mientras comía en los comedores universitarios, aunque por fortuna y gracias a algún buen policía que me indicó entrara por una puerta lateral de la Escuela de Ingenieros Agrónomos; salí sólo con magulladuras, cardenales y golpes que al regreso al Colegio, fueron curados por la intendenta del Colegio, pero no terminé en los calabozos de la DGS de la Puerta del Sol, con una multa imposible de pagar.

Las barricadas en la calle del San Juan, entonces sin nombre (hoy Gregorio del Amo), fueron numerosas y constantes durante varios cursos, con el trasfondo, como decía la famosa frase del Mayo Francés “las barricadas cierran la calle pero abren el camino”. Estas terminaban siempre en una manifestación multitudinaria que era dispersada por la policía no más lejos de la Plaza de Cristo Rey y, ni que decir tiene, como quedaban los cristales de los locales comerciales de calles adyacentes. Las sentadas también multitudinarias de estudiantes en las Facultades, resto de Centros Universitarios y en el propio Campus, fueron seguidas masivamente, al grito de la canción de protesta de Joan Baez “No nos moverán”, y dispersadas por la policía y las tanquetas de agua. En este tiempo fue cuando Raimon, en la Universidad Complutense, dio uno de los conciertos que tenía previstos, porque los demás fueron prohibidos, donde sus canciones “Al vent” y “Diguem no”, junto a “L`staca” de Lluis Llach se convirtieron en el grito de protesta de todos los estudiantes.

En esos difíciles años viví los “estados de excepción” con el consiguiente recorte de las libertades y los juicios sumarísimos del gobierno de Franco. Ni que decir tiene, que el miedo trataban de inocularlo por todos los medios. Durante estos primeros años de vida del Colegio fue cuando se practicaba curiosamente, más que nunca, la democracia interna. Todo se votaba, la comida e incluso las películas que se proyectaban en el cine colegial se elegían por votación. Por principios no había televisión en el Colegio, y en la votación que se realizaba al comienzo de cada curso, siempre salía que no. El concepto de “alineación” estaba entonces muy arraigado entre todos los residentes y la televisión se consideraba un medio muy alienante, aparte quitaba tiempo para la participación en las actividades culturales o el estudio. Recuerdo que teníamos que ver algún partido de fútbol interesante en las televisiones de los colegios de al lado, o en los bares de las calles próximas. La televisión no entraría en el Colegio hasta finales de los años 70 y hoy curiosamente, rara es la habitación que no tiene televisión o video, pero sobre todo ordenador.

Otra palabra en boga con gran contenido político durante esos años fue “reaccionario”, como puede explicarse por la cantidad de estudiantes de izquierdas que vivían entonces en el Colegio, porque no había peor insulto que te pudieran llamar “reaccionario”. Vamos, casi todos rojos.

La “intifada” tan frecuente hasta hace poco tiempo en diversos lugares del mundo, en especial en Oriente Próximo, tuvo un precedente con el tranvía que recorría desde Moncloa hasta la Ciudad Universitaria. Los raíles del mismo que estaban cubiertos por piedras, fueron las que sirvieron para la guerrilla urbana, de forma que no tardaron en desaparecer y ser cubiertos por cemento, incluso el propio tranvía, y fue el precedente de que los cristales de los coches de la policía fueran cubiertos por rejas y los policías empezaran a protegerse con cascos.

Pero sobre todo en esa época, final de los 60, político, filósofos, novelistas e intelectuales de la izquierda, sus libros clandestinos o copiados por las “vietnamitas” primitivas de esa época, eran el tema común de cada día. Así, antes que ninguno, quiero recordar “El Libro Rojo” de Mao Tse Tung con su revolución cultural, Marx y Engels con “La lucha de clases”, numerosos panfletos de Troski y de Lenin, “El materialismo dialéctico” y “¿Qué hacer?”. Los teóricos del anarquismo como Bakunin cuyo célebre libro “El estado y la anarquía” era muy conocido en la época, o el Príncipe Kropotkin con “El apoyo mutuo”; también se leía mucho en esa época los textos del pedagogo anarquista catalán Ferrer i Guardia, fundador de la Escuela Moderna e impulsor de publicaciones como “La huelga General” o “Solidaridad obrera”; el psicoanalista austriaco Wilhelm Reich, con su famoso libro, “La lucha sexual de los jóvenes”, o el filósofo padre del Mayo del 68 y de la revolución de los estudiantes, uno de los fundadores del freudmarxismo Herbert Marcuse y sobre el cual versaban interminables charlas, coloquios y tertulias en cualquier reunión de colegiales o asambleas. Sus libros “Eros y Civilización” y “El hombre unidimensional” eran muy frecuentes en la biblioteca particular de cada estudiante. Del mayo del 68 recuerdo frases que aparecieron pintadas en los muros de la Universidad de la Sorbona de París como “Prohibido prohibir”, “La imaginación al poder”, “Pide lo imposible para conseguir lo posible”, etc. que quedarían grabadas en nuestra memoria.



Un precedente importante guardado en la memoria, fue el estreno en el Teatro Español de la obra de teatro “Marat-Sade” de Peter Weiss, que dirigió Adolfo Marsillach, en el papel de Sade el propio Marsillach que sólo se representó durante tres días y armó un grandísimo revuelo al transformarse en una actividad también de oposición al régimen, siendo retirados de los escenarios por orden gubernativa. Entre los autores de teatro en boga el madrileño Alfonso Sastre que fue bastante prohibido y perseguido, igual que su esposa Eva Forest.

Y estos importantes nombres del teatro español vienen a cuento porque durante el curso 68/69 se presentó en el Colegio el grupo Bululú con la dirección del catalán Antonio Malonda (que colaboró con Marsillach en la obra anteriormente citada Bululú), que pusieron en escena que yo recuerde la obra “Guillermo Tell tiene los ojos tristes” de Alfonso Sastre, que hacía un virulento ataque a un dictador suizo, hecho que se podía comparar rápidamente con nuestro país. Después de la representación todos los estudiantes organizaron una manifestación, con lo cual la obra fue prohibida durante varios meses. De la importancia de este grupo recuerdo vagamente como los compañeros me decían “¡que viene el Bululú!”, no sé si antes de terminar la década también representaron esta misma compañía “La vida es sueño” de Calderón, que por problemas de la censura también tuvo que cambiar el nombre.

Durante el curso 1969/70, tan importante culturalmente, se organizaron las jornadas de cine 70, cuyos objetivos eran tratar de modo exhaustivo la problemática del cine español, con el fin de clarificar la situación cultural, profesional e industrial de nuestro cine en esa época, así como de servir a la unión de los distintos estamentos y personas en pro de una política de revitalización cinematográfica. Para ello se había invitado a más de un millar de personas relacionadas profesionalmente con el cine y según me dijeron se recibieron multitud de adhesiones. Los carteles y otros elementos de información ya estaban en la calle pero las jornadas fueron prohibidas una vez más por la autoridad, por lo que hubo que suspender este gran acontecimiento del cine español. La organización expresó su queja con estas palabras “profundamente lamentamos los proyectos que en un Estado avanzado, por circunstancias ajenas a nuestra voluntad no llegan a alcanzar su realidad”.

El Corral de Comedias del Colegio, que era quien organizaba todas las actividades culturales, en este Curso 1969/70 tuvo una temporada de teatro independiente verdaderamente importante, por no decir gloriosa. Se presentaron 15 obras con 45 representaciones de las que quiero destacar las siguientes: “Escuela de bufones” por el grupo Tábano, que dirigía Juan Margallo; “El Knack” por el grupo AKelarre de Bilbao, bajo la dirección de José Andrés Zalduegui; “La guerra y el hombre” por el grupo La Máscara de Gijón; “La boda del hojalatero” y “En la sombra del valle” por el Teatro Experimental Independiente (TEI) que dirigía José Carlos Plaza; “Ubu Rey” por La Cazuela de Alcoy, dirigida por Mario Silvestre (para esta obra se desplazaron más de 40 personas entre actores y técnicos); “El esclavo” por El Corral de Comedias de Valladolid, con la dirección de Carmelo Romero; “Esperando a Godot” por el grupo Joyce; “El juego de los insectos”, por el Corral de Comedias de Madrid, con la dirección de José Luis Alonso; y “Los juglares” del Centre d’Estudis d’Expresió de Barcelona, con un programa de mimo y pantomima, dirigido por Albert Boadella. Se terminó el año teatralmente con la sesión del psiquiatra madrileño Pablo Población que corrió a cargo del TEI, con la dirección de José Carlos Plaza. Sólo enumerar estas obras, los grupos, los actores que participaron y los directores, presentan un panorama difícilmente repetible y que sólo puede contar con esta lejanía abrir nuestro asombro y los mayores elogios. Creo recordar que todos los colegiales teníamos que pagar la entrada, y el abono para 3 representaciones era de 25 pesetas (0,15 euros) y una sola 15 pesetas (0,9 euros). Prueba de la colaboración de todos al mantenimiento del teatro era que si algún colegial se colaba era apercibido de expulsión por la dirección del Colegio expuesto oficialmente en el tablón de anuncios y no podía volver a reincidir. Lo que contrasta con la situación actual, que teniendo los mejores grupos de jazz internacionales, y con entrada gratis, son relativamente escuchados por los colegiales.

Y en el campo musical, también durante este curso, organizado por El Corral de Comedias tuvieron lugar los recitales de flamenco, con Enrique Morente y Juan Varea; y de jazz como la Canal Street Jazz Band, el Cuarteto de Juan Carlos Calderón y el Trío de Tete Montoliu, primera vez que actuó en el Jhonny. Y como anécdota la Canal era el primer grupo de jazz que yo escuchaba y es cuando me empecé a aficionar a esta música, pues ya me dejaba llevar por el ritmo y empecé a “chasquear” los dedos con el jazz tradicional.

 


AÑOS 70. LA DÉCADA HEROICA.

Quizás sin pretenderlo, serán referentes inconscientes, el símil del viaje de Ulises de vuelta a su patria del poema “Itaca” de Kavafis que cantaba en estos comienzos LLuis LLach, de gozar del camino sin perder de vista la meta; el vivir la amistad; la búsqueda de la sabiduría, es decir el conocimiento de uno mismo y de la vida, sin la aventura del Himalaya.

No sé si serán estos pretextos para justificar este trabajo sin desaliento con tan escasos recursos, año tras año. Es posible que haya habido un trasfondo paralelo más personal y metafísico, como la búsqueda de la liberación personal en todos los órdenes, el sentido de la existencia, cual es nuestra verdadera naturaleza... preguntas que no terminan de completarse nunca.


Era tanta la actividad cultural del San Juan que, cualquier día en la puerta de la habitación nos encontrábamos folletos como: “Sobre materia sexual”, de W. Reich muchas hojas mecanografiadas en distintas máquinas y hechos a ciclostil y grapados a mano; o “Introducción a la teoría económica marxista”, de Ernest Mandel, material de trabajo del seminario de economía española del San Juan Evangelista, curso 1971/72.


Precisamente las Asambleas eran el máximo órgano de expresión del Colegio, cosa que podía convocar cualquier residente y en donde, aparte de informar sobre el movimiento estudiantil en la universidad, era como una especie de cátedra de oradores donde uno muchas veces se llevaba el bloc para tomar notas y reflexionar ideas de aquellos cultos y sabios alumnos estudiantes de los últimos cursos de la carrera, muchos de los cuales hoy, son catedráticos en la universidad.

De ese periodo en que como decía, el Corral de Comedias organizaba el teatro dirigido por Cesar de la Prida y su equipo que cuando se abrió el Auditorio aún no disponía ni de butacas, por lo que había que alquilar sillas plegables, fue de los pocos locales en Madrid donde se podía estrenar el teatro independiente y donde nacieron autores, actores y directores hoy de mucho nombre; en mi mente está aparte de lo dicho anteriormente la continuación en cursos posteriores la representación de la obras “Castañuela 70” por el grupo Tábano y las Madres del Cordero, “El Juego de los Insectos” de los Hermanos Kappeck, que dirigió José Luis Alonso de Santos y en donde intervenía el colegial Rafael Álvarez “El Brujo”, “Quejío” y “los Palos” de La Cuadra de Sevilla dirigida por Salvador Tavora, que se representaron muchas veces siempre lleno, “La boda de los pequeños burgueses” de Brecht, por Los Goliardos, “Proceso por la sombra de un burro” de F. Dürrenmatt, por el TEI y “Camelamos naquerar” del gran bailarín y coreógrafo granadino Mario Maya, “Non Plus Plis” por Els Comediants dirigido por Joan Font, entre otros. El gran dramaturgo y hasta hace poco director de la Compañía de Teatro Clásico, José Luis Alonso de Santos, estrenó y dirigió algunas de sus primeras obras, así como directores tan conocidos, José Carlos Plaza, Juan Margallo, Albert Boadella, Antonio Malonda anteriormente citados, Juan Antonio Hormigón; y actores como Alfonso Guerra, Rafael Álvarez “El Brujo”, Victoria Vera, Ángel Facio, entre otros muchos.

En el verano del Curso 72-73 me embarqué en la aventura de viajar con un amigo colegial, Julio Belinchón Belinchón, al Norte de Europa, después de recalar en Suecia y Dinamarca, terminamos trabajando como obreros de temporada en una fábrica de papel pintado en un pueblo cerca de Hannover. Por supuesto que ese viaje me abrió bastante la mente y lo bueno que allí me compré por primera vez un magnetofón pequeño de la marca Grundig, que para la época sonaba magníficamente, para reproducir cintas de cassette a las que yo añadí dos bafles después. Posteriormente ese Grundig se hizo famoso en el Colegio y en él escuché las primeras cintas de jazz que me proporcionó el colegial Enrique del Moral Fernández Rincón, nada menos que empezando por Thelonius Monk y Miles Davis, y luego el gran aficionado a la música que mencionaré en algún otro contexto, Juan José González, me traía diferentes cassettes de jazz y flamenco, grabados por él, con los cuales fui ampliando mis conocimientos y afición por estas músicas poco a poco que habían despertado los conciertos en vivo en el Colegio.


Mediados los 70 para nosotros fue muy significativa la presencia en el San Juan de la Orquesta Filarmónica de Madrid, reducida a Orquesta de Cámara, de veinte a cuarenta profesores, todos miembros a su vez de la Orquesta Nacional de España, y que dirigida por el Maestro Isidoro García Polo, ya fallecido, cada curso nos deleitaba con un concierto de música barroca, con la intervención de extraordinarios solistas de la Orquesta Nacional como Ángel Beriain, M. A. Colmenero, Roberto Cuesta, etc. y donde se escucharon muchas de las más conocidas composiciones de Vivaldi, Mozart, Haydn, etc.


El cine club, que llevaba también el nombre de Corral de Comedias, fue también muy importante y su actividad duró hasta finales de los 70 y dejó grabado en mi memoria la proyección de películas cumbre del cine mudo como “El acorazado Potemkim” y “Octubre” de Eisenstein, con asistencia masiva de público y normalmente subtituladas en francés que tenía que ir traduciendo algún estudiante del anfiteatro. Un día me encontré una muchedumbre de jóvenes y sin saber cómo ni porqué asistí al estreno español de “Viridiana” de Buñuel, entonces prohibida. Por supuesto Ingmar Bergman con sus conocidas películas proyectadas una y otra vez “El séptimo sello”, “Fresas salvajes” o “El manantial de la doncella”; la mítica “Ciudadano Kane” de Orson Welles, o las semanas anuales de cortos en 16 mm. de cine de humor, y no faltaban los largometrajes “El maquinista de la General” y “El Navegante” de Buster Keaton, “¡Ay que me caigo!” de Harold Lloyd, “Tiempos Modernos”, “Luces de la ciudad” y “El Gran Dictador” de Charles Chaplin, y muchas de las de los Hermanos Marx como “Los Hermanos Marx en el Oeste” cuyo grito al final de la película “¡Esto es la guerra, más madera!” animó algunas barricadas. Recordar los estrenos de la Nouvelle Vage como “Cero en conducta”, “Atalante” de Jean Vigo, “El pequeño salvaje”, “Los cuatrocientos golpes” y “Jules y Jean” de Truffaut; el neorrealismo italiano con “El ladrón de bicicletas” de Vitorio de Sica, “Giulietta de los espíritus” y “Amarcord” de Fellini y las célebres “Mamma Roma”, “Pajaritos y pajarracos”, “Teorema”, etc. de Pier Paolo Pasolini; el expresionismo alemán con “Nosferatu” de D.F.W. Murnau; “La Caída de los Dioses”, “Muerte en Venecia” de Luchino Visconti y el cine español con “Bienvenido Mr. Marshall” y “Plácido” de Berlanga, “Calle Mayor” y “Muerte de un ciclista” de Bardem; Basilio Martín Patiño, Buñuel, Carlos Saura y Manuel Gutiérrez Aragón. Gozamos con el cine negro, en especial con las películas de Humphrey Bogart y Edward G. Robinson, y los westerns del maestro John Ford, como la mítica “La Diligencia”. Tampoco faltaron los grandes directores de la comedia como Ernst Lubitsch, Fritz Lang o Billy Wilder. Los coordinadores de esta importante actividad cultural, fueron entre otros, José Luis Rodríguez Panadero, Pedro García González, Carlos Rodríguez, y posteriormente, Emilio del Moral Fernández Rincón, Juan Félix Hernández y Pablo Nacarino Hernández.

¿Por qué tuvo tanta importancia el cine de estos años?, es claro que las películas sólo se podían ver en el cine, no existían los videoclubes, los reproductores de video eran muy escasos y las películas apenas existían y en estos comienzos eran en sistema Beta; y de televisiones sólo Televisión Española, ni privadas ni autonómicas.

Las multas de las autoridades gubernativas al Colegio dieron más de un disgusto a la dirección de la época, con las reprimendas del Patronato ante las amenazas de cierre sufridas. Por entonces durante las noches había que hacer vigilia, con número de llamadas de timbre secretos de la consejería a las habitaciones de los estudiantes se avisaban las visitas de la policía de la brigada político-social que buscaba a los delegados de facultad y estudiantes activos que vivían allí, de forma que, a pesar de las señas, la Cárcel de Carabanchel, tuvo algún que otro inquilino del Colegio.

En esa época en la que los medios de un estudiante del San Juan, normalmente becario o pagándose sus gastos con su trabajo, eran muy escasos, cada pasillo compraba semanalmente por aportación de todos los que vivíamos en el mismo, un ejemplar de las revistas progresistas de la época como “Triunfo”, “Cuadernos para el Diálogo”, “Sábado Gráfico”, “Destino”, “Primer Acto” y algún que otro “Play Boy”, etc., junto a alguna de humor como “La Codorniz” o algunos tebeos, que circulaban de habitación en habitación, apuntándose uno en la lista correspondiente en el tablón del pasillo. También durante estos años a veces nos encontrábamos con un ejemplar de la revista “Cuadernos de Ruedo Ibérico”, que se publicaba por la editorial Ruedo Ibérico en Paris, y que constituyeron un grupo de exiliados españoles. En el primer número figuraba como redactor jefe y fundador el anarquista José Martínez, y el comunista Jorge Semprún. Esta revista quería ser una alternativa a “Nuestra Bandera” la revista política del partido comunista de España, que varias veces me echaron por debajo de la puerta. “Cuadernos del Ruedo Ibérico” tuvo gran importancia y duro su publicación hasta 1979, ofreciendo una gran oposición política al franquismo, con propuestas social demócratas moderadas a la dictadura.

Evidentemente estaba prohibido reunirse, asociarse y expresarse públicamente, por lo que las actividades culturales de esa época, desde la creación del Colegio hasta la muerte de Franco, fueron de un gran sacrificio, trabajo y constancia. Había que solicitar los permisos por triplicado: Rectorado (que nunca había problemas), censura (al Ministerio de Información y Turismo que revisaba todos los textos y en el caso del teatro había que hacer una función previa para ellos comprobaran si se podía poner en escena y que luego la brigada político social comprobaba si las funciones se adaptaban a los textos aprobados); y la Dirección General de la Policía que nunca contestaba y nunca se sabía si el concierto se podía realizar o no.

Como anécdota, cuando realizábamos un concierto de flamenco, como nunca se sabe el texto de lo que va a cantar un cantaor, pasábamos a la censura algunos de los textos de los hermanos Machado que, incluso algunos de los versos terminaban tachados y prohibidos.


Como explica el entonces represaliado director de teatro Antonio Malonda, la censura en el teatro fue aún mayor que en la de música, él recuerda de estos años “prohibir, prohibición, prohibido”, con la censura de texto, censura visual de puesta en escena, censura del chivatazo, censura de censores anónimos, censura de censores muy conocidos, esposas, del régimen… ante todo aquello sólo se podía luchar con las armas de la astucia, el valor personal, la ética y la creatividad, cosa que desde los directores de la época tuvieron que desarrollar ampliamente, en palabras de este gran director teatral, ahora parece que no es muy solicitado.

Triunfo Sábado Gráfico

La junta de censura que es como se llamada el órgano del Ministerio de Información y Turismo encargado de la censura, no fue abolida hasta el 4 de marzo de 1978 en plena transición, recuperándose así la libertad de expresión tras 40 años de censura.

Desde el año 1969 hasta el 1973, la dirección del Colegio perteneció a la Congregación Religiosa Salesiana, que después se demostraría que el cargo le venía demasiado grande, en unos años política y socialmente bastante difíciles, pese a su muy buena voluntad. A pesar de lo cual cometieron algunos errores y no pudieron hacerse con las riendas del Colegio, de acuerdo con la libertad en todos los órdenes que los estudiantes en esa época defendíamos, por lo que tuvieron que marcharse.

Con este espíritu de la época, en donde los estudiantes debieron de ser los organizadores y a la vez receptores de las actividades culturales gestionadas por los mismos, pensamos que en lugar de que los estudiantes fueran a la música, la música debería ir a la Universidad y así a partir de los 70 es cuando el Club comenzó, en principio como comisión de actividades musicales de este Colegio. Se empezó principalmente por la música clásica, con este pasado que traíamos, y se creó la discoteca del Colegio, que inauguramos con la audición de la 2ª Sinfonía de Beethoven.

Previamente, y organizado por el Corral de Comedias, como decía yo ya había escuchado a la banda Canal Street Jazz Band, a quien debo mi afición por el Jazz y al organista Lou Bennett. El presupuesto anual con que contábamos el primer año y que se conservó durante varios era de quince mil pesetas (90 euros de hoy), y los conciertos de música clásica los conseguíamos patrocinados por la entonces Comisaría General de la Música del Ministerio de Educación, dentro del ciclo de Intérpretes Españoles en España, no sin mucho esfuerzo y constancia y que te echasen por la escalera más de una vez. De esa época recuerdo los conciertos de grupos de cámara y solistas y en especial de música española, Granados, Albéniz, Turina, interpretada por el gran pianista, ya fallecido, Esteban Sánchez.


La falta de libertad de expresión fue manifiesta por ejemplo con el cierre definitivo el 25 de noviembre de 1971 del Diario Madrid, que dirigía Antonio Fontán. Ya unos años antes el periódico había sido cerrado durante cuatro meses por el famoso artículo de Rafael Calvo Serrer: “Retirarse a tiempo. No al general De Gaulle”, por las alusiones a Franco.

A punto estuvo de venir el gran compositor y pianista de jazz Thelonious Monk, en su gira europea de este año 1971 con su grupo “Giants of jazz”, pero regresó para EEUU antes de lo previsto. En esa época aún no conocíamos la gran importancia de este gran músico. Hubiera supuesto un hito su actuación, cuando este Club empezaba a dar los primeros latidos de la música de Jazz. Para resarcirnos en época de tanta escasez y por supuesto de conocimientos jazzísticos, el Club promocionó dos libros de jazz en el Curso 70/71: “Variaciones sobre Jazz” del aficionado y director de cine Julio Coll, por la insistencia del conocido y sabio aficionado, Juan José González, que entonces era residente del Colegio Mayor Alfonso X El Sabio y “El Jazz, su origen y desarrollo” de Joachim E. Berendt, esta vez a requerimiento mío, considerado desde su primera edición en español en el año 1962 como “la Biblia del Jazz”, que el autor después ha ido actualizando. De ambos libros se vendieron 50 ejemplares de cada uno a los miembros del Club y residentes del Colegio, al precio de 50 pesetas de la época (0,30 euros). La Editorial Guadarrama nos hizo una rebaja del 50% en el libro de Coll.

Punto y aparte hay que hacer para la presencia en el Colegio en esta época de uno de los mejores directores de orquesta de este siglo pasado, quizás el número uno, el ya fallecido director rumano, Sergiu Celibidache, que cogido de mi brazo, recuerdo, me decía, “la música sólo hay que escucharla en directo, porque aunque existan los mejores grabadores, nunca podrán recoger sino el 70% de lo que se escucha en la realidad”. Él desde luego se negó en vida a grabar ningún disco, y aunque hay ya numerosas grabaciones suyas, se deben a las que se hicieron para la radio en distintos auditorios del mundo. A su conferencia en el Colegio asistieron directores que empezaban a despuntar en España como Odón Alonso y Enrique García Asensio, entre otros muchos. Recuerdo que le dimos como recuerdo una cerámica de Talavera que quizá figure hoy en el museo de su casa natal.

En estos años hubo bastante interés en dar a conocer y difundir la música contemporánea española. Compositores españoles hoy ya casi clásicos, como Luis de Pablo, Tomás Marco, Ramón Barce y sobre todo Cristóbal Halffter, eran comprendidos y admirados y algunas de sus obras fueron interpretadas en el Colegio por los Grupos ALEA y KOAN, cuando aún estaba muy lejos la creación del Centro para la Difusión de la Música Contemporánea, que en estos años tiene una importante actividad. Pero sobre todo es importante reseñar las charlas-audición que nos daba en la sala de música Cristóbal Halffter, para las cuales alquilábamos un magnetófono de cinta en un establecimiento musical de la calle Princesa. Así escuchábamos, explicadas por este compositor, casi en primicia, obras suyas como “Planto por las víctimas de la violencia”, “Gaudium et Spes-Bounza”, “Elegías a la muerte de tres poetas españoles”, entre otras, siempre en defensa de los derechos humanos.

Con este contexto, había que documentarse y reflexionar mucho para contrarrestar a los más activos de la comunidad colegial la necesidad de la música clásica como parte de las actividades culturales del Colegio, pues, en el ánimo de estos estaba que la música clásica era cosa de burgueses. Recuerdo como en esa época tenía que leer uno de los grandes teóricos de la música y fundador de la Escuela de Viena T.W Adorno y en especial su libro “La filosofía de la nueva música”, para tener argumentos con qué contrarrestar aunque entonces no los entendiera mucho. El precio de las entradas empezó en estos conciertos a cinco pesetas (0,03 euros), que en los conciertos de Jazz y Flamenco, subiría a las veinticinco (0,15 euros). Pero como lo que no querían las autoridades gubernativas era que los estudiantes se reunieran, algún año tampoco nos dejaron cobrar las entradas y hubo que organizar los conciertos como si fuesen actividades del Cine Club, única actividad que se permitía que se pagase por lo que tuvimos que hacer socios del cine club a miles de universitarios de esa época, con el siguiente trabajo de confección de carnets, y extensión de los mismos al precio de cinco pesetas (0,03 euros).

Los conciertos de estos primeros años de los 70 eran tan espectaculares y asistían tantos universitarios que, como anécdota, tengo que recordar que poníamos aquellos bafles muy primitivos, en el vestíbulo de entrada al Teatro, en las salas de comunidad del Colegio, e incluso en el jardín, para que el público que no podía entrar al salón porque estaba lleno, pudieran escucharlo desde la calle. El colegial Antonio Villarejo Perujo, que ejerce hoy su profesión de Ingeniero Agrónomo en la Serranía de Ronda, fue promotor del flamenco de estos conciertos, siguiendo los pasos de los hoy flamencólogos y catedráticos como Andrés Raya, Catedrático de la Universidad de Córdoba, Francisco Gutiérrez Carbajo, Decano de Filología de la UNED y José Luis Ortiz Nuevo, escritor y autor, ha publicado importantes libros para la flamencología, fue director de la Bienal de Arte Flamenco de Sevilla y lo es ahora de la de Málaga.


La gran afición de Antonio y un esfuerzo a toda prueba, conseguía convencer a los artistas en los tablaos de aquella época muy famosos de Madrid, como Zambra, con unos cachés de cinco mil pesetas (30 euros) por persona; y a los que venían de fuera se les pagaba, a parte, el viaje y el hotel. Con todo esto siempre el flamenco terminaba arruinando el presupuesto. En estos años se practicaba realmente la autogestión sin ningún tipo de ayuda de empresas o entidades. De esa época tengo que recordar los recitales flamencos del cantaor El Agujetas, que se prolongaban hasta altas horas de la madrugada después en la comunidad; muy especialmente los conciertos de Aguaviva cantando a “Los poetas andaluces”, “La Casa de San Jamás”, “Acopalipsis”, etc. y el espectáculo dirigiendo a una orquesta de jazz en la que sobresalía el saxofonista Pedro Iturralde con el grupo vasco de folk Mocedades al completo, “África Negra” de Juan Carlos Calderón y donde recuerdo como impresionante su versión del “Pange Lingua”. Y el mismísimo concierto de Paco de Lucía el año 74 cuyo caché era a taquilla, a 40 pesetas la entrada (0,25 euros de hoy), con jóvenes por todos los lados, incluido el propio escenario, y cuyos honorarios finales fueron de 30.000 pesetas (180 euros). Antes había estado en varios recitales el gran compositor y guitarrista flamenco Manolo Sanlúcar, después vendrían, entre otros muchos, el cantautor Carlos Cano, con su “manifiesto de la canción sur” cuyo primer concierto profesional fue en el San Juan y, que después se convertiría por unos años, en sus recitales en el abanderado del andalucismo, llenándose el teatro de banderas de Andalucía. Pocos años después se presentaba por primera vez quizás en Madrid, el principiante cantautor Joaquín Sabina, hoy uno de los más grandes poetas urbanos de la actualidad.

En el año 1973 se creó la editorial de flamenco Ediciones Demófilo, por los colegiales José Luis Ortiz Nuevo, Paco Gutiérrez Carbajo, Andrés Raya, el cantaor Enrique Morente y el flamencólogo José Blas Vega. Editorial que cubrió un hueco importante en la escasa bibliografía flamenca de la época.

Con el asesinato del General Carrero Blanco el 20 de diciembre de 1973, comienzo del proceso 1001 (juicio contra 10 dirigentes del sindicato CC.OO por el Tribunal de Orden Público, y donde fue condenado a veinte años de prisión el líder de este sindicato, Marcelino Camacho con las restantes penas que alcanzaron de veinte a doce años), la preocupación por la caída de Salvador Allende por la toma del poder por la fuerza del General Pinochet, y la esperanza cuatro meses después de la Revolución de los Claveles en Portugal.

Hay que destacar revistas que contribuyeron a la concienciación juvenil universitaria de la época con contenido cultural, musical, político, sexual, etc. como: AU (Apuntes Universitarios) Boletín del Colegio Mayor Chaminade de Madrid, fue creada aproximadamente en agosto en 1972 y se publicaba mensualmente con distribución gratuita, entre los redactores de música por ejemplo figuraban periodistas conocidos de hoy como Alvaro Feito, Manuel Domínguez, muchos de los hasta ahora en Radio 3 como Jorge Muñoz, Diego Manrique, etc. y otros como Luis Suárez Rufo, Gonzalo García Pelayo (el de los casinos hoy), etc.; también revistas mensuales, fueron “Ajoblanco”, nacida con redacción y editada en Barcelona, allá por el 1974, con contenidos de nueva cultura y acracia, y mucha utopía. Todos vivimos a través de esta revista, lo que era la contracultura, las comunas, el ecologismo, el feminismo, el movimiento libertario y la libertad sexual.

Durante los años 1972 al 1974, este Club tuvo dos o tres cursos de unión y colaboración con el vecino Colegio Mayor Femenino Isabel de España, con una participación muy activa de las chicas miembros del Club, realizándose actividades y compartiendo las reuniones en uno y otro centro.

Del Curso 1973/74 es de los pocos que guardamos casualmente algunos datos del Club. Los precios de las entradas oscilaron entre 25 pesetas (0,15 euros) para la Orquesta Filarmónica de Madrid, a la II Reunión Flamenca de la Universidad a 50 pesetas (0,30 euros), con aforo completo de entonces novecientas personas (el doble aforo que en la actualidad). También de ese curso, a parte del recital de Paco de Lucía, que llenó asimismo el aforo completo, tuvo lugar el recital de Jose Afonso y José J. Letría, también aforo completo a 30 pesetas (0,18 euros). De ese curso, concierto apoteósico también fue el del grupo de folk argentino los Chalchaleros a 45 pesetas (0,27 euros), que de nuevo agotaron el aforo, así como el recital del guitarrista argentino Eduardo Falú, el 16 de diciembre de 1973, rodeado el Colegio por la policía ante la situación política muy tensa que vivíamos, incluido el proceso 1001. La aportación del Colegio al club durante este curso fue de 40.000 pesetas (240 euros).

Si todos estos conciertos reseñados anteriormente, por primerísimas figuras de la música popular, dejaron una huella indeleble entre todos los asistentes, sin duda el de José Afonso fue de una importancia y de un recuerdo inolvidable, pues allí cantó el famoso tema “Grândola vila morena” que como es sabido fue utilizado como consigna en la Revolución de los Claveles de Portugal en el cambio de una dictadura por un sistema democrático.

Hay que reseñar, que durante estos primeros años, y durante casi una década, la infraestructura de sonido y luces era bastante elemental y rudimentaria si se comparan con los actuales, pero acorde con el tiempo tecnológico en que se vivía. Alquilábamos en la tienda de sonido Mario Gómez, de la Calle Santa Isabel cerca de la Plaza Antón Martín, un amplificador de válvulas, dos bafles y primitivos micrófonos y su manejo lo realizaban los propios estudiantes de Telecomunicación. Algo así como los bafles que teníamos en las habitaciones, los aficionados a la música, una caja de zapatos de cartón con altavoz y aún así, a años luz de los equipos técnicos de ahora, el sonido aquel nos parecía extraordinario, es evidente que lo que importaba era la afición por la música. Las luces también eran manejadas por colegiales y nos apañábamos con ocho focos, que cada tres por cuatro había que cambiar de bombilla y que se colocaban sobre las paralelas del piso superior y que servían para todas las actividades. Las mesas de mezclas estaban aún por venir. Las primeras empresas profesionales que recuerde que emplearon el sonido y luces como en la actualidad, fueron PTOLOMEO y BERENICE, que dirigía el que llegó a ser nuestro gran amigo y benefactor del Club, Ángel del Cerro del Casar, que años después crearía la Asociación Cultural Plató, convocante de importantes concursos de composición de jazz contemporáneo.

 

En estos años 70, en que la Universidad aún estaba muy centralizada y prácticamente todas las escuelas de Ingenieros de la Universidad Politécnica, sólo existían en Madrid, en el Colegio había estudiantes de todo el Estado Español. Ellos propiciaron a través del Club la presencia en el Colegio de grupos de folk y cantautores de todo el estado español tan míticos como Los Sabandeños de Canarias, Fuxa os Ventos y Milladoiro de Galicia, Oskorri del País Vasco, José Antonio Labordeta de Aragón, Francisco Pi de la Serra de Cataluña, Nuevo Mester de Juglaría de Castilla, Suburbano de Madrid, etc.

Siguiendo con estos primeros años 70 las miradas estaban puestas en el gobierno socialista de Salvador Allende y la democracia en Chile. Cantautores chilenos como Victor Jara y Violeta Parra y grupos como Intillimani y Quilapayún eran escuchados continuamente en programas de la radio especializados y seguidos por los cantautores españoles, especialmente de protesta. Durante esos años actuaron así en el Colegio, siempre con lleno total, Pablo Guerrero, Elisa Serna, Luis Pastor, Manuel Manzano y Olga Picón, José Antonio Labordeta (hoy diputado), Xabier Ribalta, Pi de la Serra, y un poco más tarde Javier Krahe y Luis Eduardo Aute, entre otros.

Agitadores culturales imprescindibles de las actividades culturales, del departamento de libros, conferencias y seminarios, fueron entre otros, los colegiales Francisco Gutiérrez Carbajo, Frutos Barbero Sánchez, Orlando Álvarez Redondo, Moisés Cohen, Carlos Rodríguez, Rafael Martín Huertas, Antonio Álvaro Rincón, etc. y de esta historia musical que estoy recordando, a miembros del Club a partir de finales de los 70 hasta la actualidad: Juan Jesús García Merayo, Jesús Gerardo Fernández García, José Luis Muñoz Guirado, Luis Mora Olivares, Guillermo Puente Ortiz de Urbina, David Cuenca Arcos, Diego Soto Ugalde, Julio Morilla Padial, Martín Camero Castro Mansilla, Pablo Sanz Magdaleno, Juan José Carrilero Martín, Ricardo Arjona Cano, Borja Judel Carballa, Alvaro Vivas Aparicio, Eduardo Santana Santana, en representación de muchos.


Sin duda algunos de los colegiales citados anteriormente, sobre todo los de origen andaluz, tendrían que ver en la organización de la “I Semana de Andalucía”, que se celebró del 9 al 16 de febrero de 1975, en el que participaron personalidades andaluzas de la literatura, de la sociología y la política, artistas de teatro e importantes músicos sobre todo del flamenco. Recuerdo que intervinieron José Luis Ortiz Nuevo, Félix Grande, Paco Alburquerque, Enrique Barón, Antonio Burgos, José Manuel Caballero Bonald, con la actuación de artistas de flamenco como Enrique Morente, José Romero, Gualberto y Agujetas y Manolo Sanlúcar entre otros y el grupo de teatro La Tabla de Granada que representó la obra “Cadenas”. Hubo lecturas poéticas en un homenaje a Antonio Machado, nada menos que por Luis Rosales y Fernando Quiñones, ya fallecidos e incluso una tertulia flamenca con el que fue famoso cantaor Pepe el de la Matrona. También hubo rock como fue la actuación del grupo Manantial de Sevilla, con el que se cerró la semana. Esta Semana de Andalucía tuvo su continuación en la segunda, que se celebró del 16 al 25 de abril de 1977, en colaboración con el vecino Colegio Mayor Chaminade, llevaban de subtítulo la copla, “Ni dioses, reyes ni na / en mí mando yo solito / y no manda nadie más”, por cierto una bulería del colegial Rafael Arjona Collado, hubo mesas redondas, conferencias, teatro, flamenco y rock. Entre los participantes de las mesas destacar a José Luis Sampedro, Agustín Gómez, José Luis Ortiz Nuevo, Francisco Lara, J. Antonio Lacomba, Antonio Burgos, entre otros. Actuó el teatro La Cuadra de Sevilla y el Grupo Aula 6 de Granada, y una mesa redonda sobre el teatro andaluz en el que intervino como moderador José Monleón y participaron Salvador Távora, Martín Recuerda, Enrique Llovet y miembros del grupo Esperpento de Sevilla; el cantautor Carlos Cano que presentó “A duras penas”, el grupo de rock Triana, el cantaor Enrique Morente con Pepe Habichuela y se celebró una “Reunión Flamenca en la Universidad” con la intervención de los excepcionales artistas Manuela Vargas al baile, Luis de Córdoba, Calixto Sánchez, Diego Clavel, José Mercé, Indio Gitano y Goméz de Jerez, en el cante y los guitarristas Luis Habichuela, Pepe Habichuela, Enrique de Melchor y Antonio Solera, dentro de esta semana tuvo lugar el homenaje nacional a Juan Rejano en la Universidad del que hablaremos posteriormente. Y asimismo se presentó el disco histórico “Persecución” de Juan Peña El Lebrijano, con las guitarras de Enrique de Melchor y Pedro Peña y el recitado de Félix Grande.

En este año 1975, tan emblemático, miembros destacados del club como Juan Ramón Martín Huertas, Fernando Orgambides Gómez, Emilio del Moral Fernández Rincón y yo, junto con otros significativos miembros del Club, entre ellos Pedro Díez Llavero, Eduardo Gantes Trellez, Emilio García Fuentes, Pedro García González, José F. Rodríguez Sánchez, el subdirector del Colegio Braulio Tamayo López y las colegialas del Isabel de España, Rosa Sánchez Herrera, Dolores Luengo Merino, y Soledad Martínez Martínez, junto a los estudiantes de Filosofía y Letras de la Universidad de Granada, Fidel Villar Ribot y Alejandro del Moral Fernández Rincón, organizamos el “I Festival Internacional de Jazz de Granada” con el complemento de una visita cultural a tan preciosa ciudad. Efectivamente tuvo lugar en el Claustro del Hospital Real, hoy sede del Rectorado de dicha Universidad, los días 9 y 10 de mayo de 1975, con la actuación de los grupos, Modern Jazz Sextet de Juventudes Musicales de Tarrasa, Lou Bennet y Al Jones, el día 9; Traditional Jazz Studio de Praga y Quinteto de Free-Jazz de Vladimiro Bas, el día 10; ambos días presentados por Juan Claudio Cifuentes, entonces en Radio España FM. El éxito fue total y se llevó a cabo su patrocinio gracias a la colaboración de la Subsecretaría del Ministerio de Educación y Ciencia de la que entonces era titular Federico Mayor Zaragoza, que después sería presidente de la UNESCO. Creo que este es el primer Festival de Jazz que se ha hecho en Granada. Por supuesto que se realizó la actividad cultural paralela con las visitas a la Alhambra, el Generalife y la Catedral. Estas visitas culturales tuvieron un precedente con el concierto de órgano de Montserrat Torrent en la antigua Iglesia de San Miguel de Cuenca con visitas al Museo de Arte Abstracto y posteriormente el concierto de órgano de Francis Chapelet en la Colegiata de San Cosme y San Damián de Covarrubias, con visita a la Catedral de Burgos.

Con posterioridad son históricas las dos entradas del Cuerpo de Policía que estrenó los antidisturbios en el recinto, desalojando el mismo, colegial por colegial, con las consiguientes palizas, sobre todo a los de aspecto físico más contrario a las normas de la época, que yo mismo sufrí con el recuerdo de que al salir del Colegio esquivé con la mano un golpe de la culata de la pistola a la cabeza, de un famoso policía de entonces, que a punto estuve de escayolar el dedo pulgar y que me dejó una huella para siempre. Baste recordar que el médico del Colegio realizó más de trescientos certificados médicos de heridos, de tales injustas refriegas y por ello sufrió el acoso de las autoridades. La primera entrada, que yo recuerde de la policía y a la que estoy aludiendo, tuvo lugar el 4 de junio de 1975, en ésta al final lo que la policía se llevaba después del registro era algún póster del Che Guevara o de Jesucristo, los más abundantes y también de Fidel Castro, Ho Chi Minch y hasta el propio Lumumba del Congo, y ninguna propaganda ilegal, que es lo que al parecer buscaban con la excusa también que iba a haber allí una concentración de estudiantes del distrito.

Como consecuencia de esta refriega entró el Colegio en un periodo bastante oscuro que con todo detalle a mi me es difícil recordar. Primero es cesado al final de ese Curso 74-75 el director José Luis Sagredo Ruiz, que acompaña la dimisión del fundador del Colegio, Jesús Cobeta como miembro del Patronato. Para el curso siguiente es nombrado en el verano por el Rectorado José Carlos García Sierra, vinculado familiarmente con el entonces Alcalde de Madrid, Miguel Ángel García Lomas. Este nuevo Director hace su presentación en octubre del Curso 75-76 en una asamblea que termina con el abandono de la sala de todos los asistentes por considerarle una persona no preparada para el cargo y con pocos méritos académicos. Tras un año ajetreado al final de este curso los colegiales piden su dimisión por su falta de implicación en la vida colegial. Siguen los sucesos y durante el verano García Sierra expulsa a cien colegiales y presenta su dimisión al Patronato. El 18 de agosto se reúne éste en Ronda, sede social de la Caja de Ahorros de Ronda propietaria del Colegio, con escasos miembros, admiten su dimisión y deciden la cesión del Colegio ante su probado interés a la Delegación Nacional de la Juventud de la Secretaría General del Movimiento, pero esta decisión tenía que ser rubricada por la Universidad Complutense. Entonces es nombrado Director para el Curso 1976-77 Agustín Díaz de Mera, que había desempeñado la dirección de un Colegio Menor del Movimiento en Ávila y que con el paso del tiempo sería el último Director General de la Policiía del Gobierno de Aznar, que admite a sesenta de los colegiales expulsados pero que lleva consigo un montón de estudiantes de otro Colegio Mayor vecino el Antonio Ribera de orientación falangista fundado por Blas Piñar, en la actualidad sede de las oficinas de la Universidad Politécnica. El 26 de septiembre se reúne la Junta de Gobierno de la Universidad Complutense para tratar este tema, pero la fuerte presión de los estudiantes con una carta al Rector Vian Ortuño impiden que al final esta decisión se formalice. A la vista de los hechos el Presidente de la Caja de Ahorros de Ronda D. Juan de la Rosa, toma la decisión de continuar con la propiedad del Colegio y nombra Director a Gustavo Villapalos que entraría a final de enero de 1977. En todo este proceso hubo colegiales que tuvieron una participación muy activa como Antonio Fernández Poyatos, Publio Beltrán Palomo y creo que Pascual Sicilia Martín, José Andrés Torres Mora, Miguel Ángel Ortiz Sobrino, entre otros muchos, que entrarían a formar parte del equipo de dirección de Villapalos. De todo esto pueden dar cuenta de lo que pasó el exdirector José Luis Sagredo Ruiz, en la actualidad Profesor en la Escuela de Ingenieros Aeronáuticos de Madrid y el exsubdirector Jesús Parra Montero, entonces cura salesiano, que incluso sufrió las represalias de la autoridad eclesiástica de Madrid de la época y creo recordar que fue desterrado al Colegio Mayor Chaminade y los excolegiales citados.

 

Concierto para percusión Concierto para percusión



El 20 de noviembre de 1975 moría Franco, cuando se dio la noticia oficialmente ese día por la radio y se conoció en el Colegio, sobre las seis de la mañana, todos salimos a los pasillos y hubo celebraciones, alegría y jolgorio general. Don Juan Carlos, que había asumido en funciones la Jefatura del Estado, por enfermedad de Franco desde el 30 de octubre, cesa en la misma y el 22 de noviembre es proclamado Rey de España, siendo el 27 de ese mes de 1975 cuando tiene lugar un acto religioso de su subida al trono de España con el nombre de Juan Carlos I.

Manuel de Falla · 100 años Manuel de Falla · 100 años

Durante este Curso 1975-76 hubo una época en el Colegio con mucho interés por la poesía, sobre todo porque un miembro del Club, Jesús Gerardo Fernández García, organizó numerosas tertulias con los poetas más importantes de España. Así estuvieron Claudio Rodríguez, Ángel González, Gloria Fuertes, Francisco Brines, Carlos Bousoño, etc. Además entre nosotros convivió un poeta que era estudiante de Filología Hispánica, Ángel Sánchez Pascual, que supongo ayudaría bastante en este tema y que fue precisamente Premio Adonáis de Poesía 1975 con su libro “Ceremonia de la Inocencia”. Él también se aficionó a la música a cuenta del interés que mostrábamos los miembros del Club por la misma y su amistad le llevó a que me diera su libro premiado recién salido de la imprenta dedicándomelo con estas palabras: “para ti, Reyes, toda ésta mi palabra de inocencia, como ceremonia de amistad. Viva la música”. En este último año en que los poetas jóvenes frecuentaban la casa del reconocido y admirado poeta Vicente Aleixandre que era vecino del San Juan, Calle Velintonía, 3, hoy Calle Vicente Aleixandre, le fue concedido el Premio Nobel de Literatura. Entonces como anécdota le di a Sánchez Pascual la “Antología Poética” del entonces reciente Premio Nobel, editada por alianza Editorial para que me la dedicara y terminó por dedicársela a él, que es la que se aprecia al lado.

De este Curso 75-76, por los estudiantes de los colegios de alrededor, quedó la frase “Johnny” lo siento, sois del movimiento” en contraste con su pasado, a lo que el San Juan respondía “Alcalá sois el culo de la Universidad” al colegio de enfrente, dirigido por una congregación religiosa.

Fue precisamente al final de este Curso 75-76, año 1976, intermedio entre los cursos 75/76 y el 76/77, en que se celebraba el centenario del nacimiento del compositor Manuel de Falla (1986-1976) cuando a un grupo de miembros del Club, con mucho entusiasmo y entre los que estaban los citados J. R. Martín Huertas, Fernando Orgambides, Emilio del Moral Fernández, y otros, se nos ocurrió convocar un concurso literario “Manuel de Falla. Cien Años”, en torno a la figura de este célebre compositor español por ahora uno de los más grandes de nuestra historia musical. Con enorme esfuerzo y dedicación éste se llevó a cabo y creo recordar que en el jurado había musicólogos tan importantes como Federico Sopeña Ibáñez, Enrique Franco y Tomás Marco. Visto con perspectiva, desde luego ahora sería imposible embarcarnos en una aventura semejante que sólo fue posible por el esfuerzo y la ilusión de un montón de jóvenes universitarios, a pesar de los dificilísimos tiempos políticos que se vivían y la escasez de recursos económicos que se consiguieron con mucho trabajo de las instituciones para los premios.

En este año 1976, Año Falla, y dentro de la temporada internacional de conciertos de la Unión Europea de Radiodifusión (UER) la Orquesta Sinfónica de RTVE presentó un concierto extraordinario en Homenaje a Manuel de Falla en el Teatro Real el lunes 29 de noviembre de 1976, donde destacaba en la segunda parte el concierto para piano y cinco instrumentos con solistas extraordinarios como Rafael Puyana al clave, Pedro León al violín y Pedro Corostola al violonchelo, entre otros.

Ya durante el año 76 se había nombrado a Adolfo Suárez como Presidente del Gobierno, que al proceder del Movimiento, se miraba entonces con mucha suspicacia y en diciembre de ese año realizó el referéndum para la reforma política, con la aprobación de los partidos políticos. Desgraciadamente en enero del 77 se produjo la matanza de Atocha, cuyo entierro fue en Madrid, uno de los más multitudinarios, a los que he asistido, comparable en esa década tan sólo al del Alcalde de Madrid D. Enrique Tierno Galván.

Es interesante ver de esta época negra de nuestra historia la película “Siete días de Enero” del director Juan Antonio Bardem, donde se documentan los hechos de la matanza de Atocha en la que perdieron la vida cinco abogados laboralistas de manos de asesinos de la ultraderecha.

Revistas también importantes en la época fueron “El Viejo Topo”, editada también en Cataluña, nacida allá por el 1976 y dedicada especialmente a política y filosofía; otra importante fue la madrileña “Ozono”, cuyo redactor jefe era Alvaro Feito y entre los redactores encontrábamos a Paco Almazán (importante musicólogo popular ya fallecido que escribió sobre flamenco en Triunfo), Mario Pacheco (Nuevos Medios) y Manuel Domínguez (Nube Negra), entre otros; o las ecologistas y libertarias “Bicicleta” y “Alfalfa”.

Lo importante de esos años fue la labor de las radios de FM, que nos dieron a conocer la buena música popular: Radio Juventud, después Radio Cadena Española, Radio Popular, Radio España Onda 2 y después RNE-Radio3. Hay que destacar los programas “Más o Menos Folk” de Antonio Gómez, “Tiempos de Universidad” de Fernando Segundo, “El Pupitre Loco” de Manolo HH y Juan Herrera, “En Concierto” de Javier Díez, “Diario Pop” de Jesús Ordovás, etc., entre los programas de música general y temas relacionados con la Universidad; y también los especiales de jazz, “Jazz Porque Sí” de Juan Claudio Cifuentes, “Jazz Internacional” de Paco Montes, “Jazztamos Aquí” de Rafael Fuentes, “Jazz en la Onda” de Jorge Arnaiz, “Ochenta Años de Jazz” de José Mª García Martínez, “Jazz en la Noche” de Narciso Munné, y tantos otros como los programas de Gonzalo García Pelayo, Julio Ruiz, Rodolfo Poveda, Diego Manrique, Jorge Muñoz, Luz Elez; en los cuales siempre se nos abrían las puertas a comunicar los conciertos que se celebraban en el San Juan.


En el recuerdo de esta casi década, quedan los gritos ¡amnistía, libertad! y ¡grises cabrones!... de las manifestaciones, “más madera, esto es la guerra” de las barricadas, “no nos moverán...” de las sentadas, y poco después ¡OTAN no, bases fuera! del antiamericanismo imperante en la época.

El 4 de mayo de 1976 salía a la calle el número uno del diario El País, con la dirección de Juan Luis Cebrián y con un artículo editorial del mismo en tribuna libre, “El País que queremos”. Precisamente la primera referencia al San Juan Evangelista en este diario fue por un artículo del entonces crítico Paco Montes, aparecido el día 26 de este mismo mes, con el título “Jazz en la Universidad” y donde escribía de la actuación de la Revival Jazz Band de Bratislava, con otros dos conciertos de jazz en los colegios vecinos, como los grupos españoles Orgón en el Elias Hauja y HackensacK en el femenino Almudena. Continuarían artículos como “El Johnny cumple 15 años” de José Ramón Rubio el 16 de marzo 1985; “el Club de Música del Colegio Mayor San Juan Evangelista cumple 20 años” de Javier de Cambra el 17 de octubre de 1989; “el Club de Música y Jazz es una experiencia única en el mundo”, palabras mías a Federico González (magnifico crítico de jazz, fallecido), con motivo del 30º Aniversario el 4 de marzo del 2000; entre otros muchos previos y críticas de las distintas músicas populares.

El domingo 9 de mayo de 1976, sobre la vaguada del Campus de Canto Blanco de la Universidad Autónoma, tuvo lugar el Festival de los Pueblos Ibéricos, a la que acudimos más de 50.000 personas, en su mayoría universitarios, organizado por la Federación de Asociaciones Culturales Universitarias de Madrid que lideraba la Joven Guardia Roja (JGR), grupo que se mostró muy activo desde el año 1973. Asistieron la mayoría de los cantautores y músicos de Folk de toda la península. Casi 20 grupos, entre los que recuerdo a Quico Pi de la Serra, Luis Pastor, Julia León, Elisa Serna, Pablo Guerrero, José Antonio Labordeta, Raimon, Victor Manuel, Mikel Laboa, Adolfo Cedrán, Bibiano y Benedicto, Ovidi Montllor, y los portugueses Fausto y Victorino, que cantaron “Grândola, vila morena” de Jose Afonso, con todo el mundo en pié, entre otros. Todo el recinto se llenó de banderas de las distintas comunidades autónomas y fueron constantes los gritos de “amnistía y libertad”, claveles rojos y globos con las letras “pan, cultura y libertad”. Rodeado todo el mundo por un grandísimo despliegue policial no hubo ningún problema y fue un gran éxito de organización. La JGR era la organización juvenil del Partido Comunista de España Internacional, que después se llamó Partido de Trabajo de España para que no se confundiese con el PCE.


Hay que mencionar tres salas independientes que tuvieron una importante actividad sobre todo con la presentación de teatro independiente en Madrid. La primera que apareció fue la Sala Cadarso, que abría el 25 de febrero de 1976 y que estaba situada en el número 18 de la calle Cadarso, cerca de la Plaza de España, y que era el hogar del empleado, estaba dirigida por la Asociación Caballo de Bastos y duró hasta el año 1982; otra que abrió el 23 de noviembre de 1978 era El Gallo Vallecano situada en la Avenida de San Diego 63 de Vallecas y que estaba dirigida por el Centro Cultural Ciudadano Fuenteovejuna. En estas dos salas estuvo implicado el director de teatro Juan Margallo y participaron todo tipo de personas relacionadas con el teatro independiente de entonces como Fermín Cabal, Manuel Álvarez Junco, etc. También en estas salas no sólo actuaban grupos de teatro sino que presentaban grupos de música como de jazz-rock, rock, etc. Antes que ésta empezó una importante actividad flamenca situada en un sótano en la calle Monteleón 10 del barrio madrileño de Malasaña, dirigida por la Asociación Cultural la Carcelera y con este nombre, que dirigida por el director de cine José Luis López del Río, conocido por su película de culto “Casas Viejas”, desarrollaría una respetable actividad flamenca los fines de semana durante casi veinte años, desde 1973 a 1993 con que cerró.


Ese año culturalmente tuvieron especial significado dos actos que para la época y como todo lo dicho hasta aquí organizado por los universitarios residentes en el Colegio, hay que considerarlo de gran trascendencia:
El primero musical organizado por el Club, un concierto de música clásica en conmemoración del 150º Aniversario de la muerte de Beethoven, se celebró en la mañana del domingo 27 de marzo de 1977 (horario inhabitual pero escogido para que los costes fueran menores) por la Orquesta Sinfónica de la Radio de Bratislava (entonces en Checoslovaquia) que dirigió Ondrej Lenard y entre otras obras se interpretó la 3ª Sinfonía, “Heroica” de Beethoven. Único concierto de una orquesta sinfónica en toda la historia del San Juan que será imposible volver a repetir ya que el escenario hubo que ampliarlo hasta casi la mitad del patio de butacas para que cupieran los más de cien profesores de la orquesta; a este concierto asistió el entonces Rector de la Universidad Complutense Ángel Vián Ortuño, invitado por el Director del Colegio Gustavo Villapalos, el concierto fue espectacular y la música escuchada creo que impregnó de magia a las paredes del auditorio en un concierto inolvidable.

El segundo acto cultural fue a iniciativa de un colegial cordobés, Miguel Ángel Toledano Rodríguez. Este acto homenaje, encuadrado en la II Semana de Andalucía que tuvo lugar del 16 al 25 de abril de 1977 en este Colegio Mayor, que se le tributó el 22 de abril al poeta y escritor asimismo cordobés, Juan Rejano, que vivió en el exilio en México desde 1939 hasta su muerte en 1976, el acto que se denominó homenaje a Juan Rejano en la Universidad de Madrid se realizó con la presentación de su primera antología poética publicada en España el libro “Juan Rejano, poesías”, editada por Ediciones Demófilo. Intervinieron Andrés Raya Saro, presidente de esta editorial, Aurora de Albornoz y la presentación del propio Miguel Ángel Toledano por la comisión organizadora, y recitaron sus poesías Juan de Diego y Rosa Vicente. Juan Rejano fue un auténtico poeta andaluz, militante comunista, que se nota en su poesía por su compromiso político y también refleja la nostalgia de España con una gran dimensión ética y humanista. Posteriormente se le han tributado numerosos homenajes y exposiciones en Andalucía, sobre todo en Córdoba y Málaga. Como muestra recordar sus versos:

Juan Rejano, 1903, Puentegenil (Córdoba) – México (exilio) 1976

“Si me dan a elegir,
yo nazco bajo un olivo,
orilla al Guadalquivir”

“Me nutrió tu palabra, desnuda y verdadera
y he crecido a tu lado como un árbol sonoro
al pie de una montaña.
Desde la infancia tengo los labios
rezumando tu sabia humilde y buena.
No te siento: te llevo dentro de mí
lo mismo que rumor enclaustrado de un caracol marino”

A lo largo del año 1977, tras un proceso judicial de un año, que llevé yo personalmente a través de la Dirección General de Registro y Notariado, mi nombre pasó de Reyes a Alejandro Reyes, pues estaba harto de las confusiones que el primero que acarreaban, en cuanto a mi identidad personal. Ya se sabe que Reyes es un nombre femenino muy usado en Andalucía.

Desgraciadamente el 21 de febrero de 1977 fallecía en la Clínica Puerta de Hierro el fundador del Colegio, Jesús Cobeta. En una breve necrológica, pero muy marcada, del diario El País, cuando aún no había esquelas mortuorias, se leía “Jesús Cobeta fue animador y primer Director del Colegio San Juan Evangelista de Madrid, a cuyo Patronato perteneció. En los primeros años de existencia del Colegio contribuyó a imprimirle su carácter de vanguardia cultural y política, que mantuvo en tiempos difíciles y ha sido siempre una de sus principales características. Uno de los planteamientos fundacionales del Sr. Cobeta fue hacer del San Juan una residencia universitaria económica, en la que el estudiante desembolsara como máximo un importe proporcional al salario mínimo”.

Días más tarde, 28 de febrero del 77, se reunió en el Colegio la Cominisión Nacional de Justicia y Paz para exponer las líneas fundamentales que según ellos debía reunir la Ley Electoral. Estuvieron Joaquín Ruiz Jiménez, que habló de las perspectivas políticas de la ley, Rafael Arias Salgado que nos habló de la libertad e igualdad de oportunidades, Enrique Miret Magdalena que desde un punto de vista ético expresó la importancia de la amnistía total y de las libertades fundamentales del hombre como la expresión y asociación, y Bonifacio Rojo que nos indicó las exigencias para unas elecciones libres, amnistía total, legalización de todos los partidos políticos y centrales sindicales y que tuviéramos seguridad, que durante el periodo electoral tuviéramos un clima de calma.

El 13 de mayo de 1977 se presentó en el Colegio el dramaturgo Enrique Buenaventura, director del teatro Experimental de Cali (TEC) de Colombia, que aparte de un coloquio sobre le teatro latinoamericano representaron las obras “Vida y muerte del fantoche Lusiano” (sobre un texto Peter Wess), “A la diestra de Dios padre”, “Soldados” y “La Denuncia”. Según Enrique Buenaventura el teatro no era para darle conciencia a nadie sino para cuestionarle la conciencia que tiene, para que las personas pensáramos los grandes problemas que tenemos y sobre todo para que nos divirtiéramos. Para la época fue desde luego, como tantas obras de teatro representadas en el Colegio, un gran acontecimiento que causó gran expectación.

También este año de 1977 los días 30 y 31 de mayo actuó en el Colegio el que era famoso grupo de Teatro Independiente Americano Bread and Puppet Theater de Nueva York, en su gira europea representó la obra “Circo del Caballo Blanco”, un espectáculo sobre el bicentenario de los Estados Unidos en su línea de teatro radical y denuncia de la sociedad norteamericana. Utilizaba una gran variedad de muñecos de papel o plástico y máscaras consiguiendo un gran éxito, no en vano ya había participado en varias ediciones en el Festival de Teatro de Nancy. Sin duda un nuevo éxito de la comisión de entonces del Corral de Comedias del Colegio. Un acontecimiento cultural insuperable que dejó el mayor impacto en los asistentes.


En mayo de 1977 en el Teatro Real, bajo la dirección de Rafael Frühbeck de Burgos la Orquesta Nacional de España presentó la Cantanta “Atlántida” según un poema de M. Jacinto Verdaguer, con música de Manuel de Falla y Ernesto Halfter y la participación del Coro Nacional de España y la Escolanía de Nuestra Señora del Recuerdo, bajo la supervisión del propio Ernesto Halfter, esto fue uno de los conciertos importantes de la historia del Teatro Real y tuvo lugar los días 20, 21 y 22 de mayo de 1977.

Con Gustavo Villapalos, primer director de la transición, se modernizó también bastante el Colegio, apareciendo los platos y los manteles en el comedor, y enriqueció artísticamente las paredes del hall, comedor y comunidades, con grandes murales de los pintores Jiménez Larios y Val Citoris, también se equipó con televisión, implantó los desayunos y cenas de los domingos y creó el Fondo de Compensación para los estudiantes más necesitados y la vida colegial tuvo un impulso dinámico volviendo a los tiempos históricos. Durante esos años la actividad política en el Colegio fue muy destacada con las agrupaciones de los partidos socialista y comunista, entre otros, y la presencia firme, así mismo, que durante muchos años ha sido muy estable del grupo cristiano que dirigía el capellán del Colegio, Juan Ardura, todo ya muy vago en la actualidad.

En lo político y en esta primera etapa de Villapalos, recuerdo con intensidad por la multitud de banderas rojas con la hoz y el martillo que vi concentradas en tan poco espacio, cuando yo me preparaba en un mes de agosto inusual para los exámenes de septiembre, la asistencia pasiva al espectáculo que fue desde fuera el I Congreso de la Organización Revolucionaria de Trabajadores (ORT), organización política que se autocalificaba como marxista-leninista y que se celebró de los días 13 al 20 de agosto en el Colegio. Asistieron más de quinientos delegados con un montón de temas a tratar. Incluso diversos partidos políticos nacionales y extranjeros enviaron delegaciones y ya en esa época de la transición tenía la correspondiente autorización del Gobierno Civil de Madrid.

Por su significación es importante recordar la presentación del libro “Poemas de Carlos González”, que tuvo lugar el 9 de noviembre de 1977, que fue asesinado el 27 de septiembre de 1976 por miembros de la extrema derecha de un grupo de incontrolados cuando se celebraba una manifestación en contra de la pena de muerte en la calle Barquillo de Madrid, en el aniversario de los fusilamientos realizados tras los consejos de guerra del verano del 75. En la presentación estuvieron presentes Celso Emilio Ferreiro, gran poeta gallego que prologó la edición y el editor del libro R. Acal y como en estos actos hubo bastante asistencia. Libro que incluye la totalidad de la obra poética de Carlos González entre 1974 y el 27 de septiembre del 76 en que fue herido de muerte. “Esperamos que el libro de Carlos sirva –concluyen sus amigos-, independientemente de su valor literario, para evitar que las trágicas circunstancias de su muerte se diluyan para siempre sin más diligencias ni investigaciones, sin que nadie vuelva a preguntarse sobre lo que sucedió aquella noche de septiembre que acabó con la vida de un muchacho de 21 años contrario a la pena de muerte”.

El 20 de diciembre de este año 1977, cuando ya casi estábamos en plenas vacaciones de Navidad, se organizó un acto convocado por la Unión para la Liberación de la Mujer (ULM), Movimiento Democrático de la Mujer y la Asociación de Mujeres Separadas, para la defensa de los derechos de la mujer y la plena igualdad de la mujer ante la Ley, que según ellas debía amparar la Constitución y era la finalidad de su lucha, como la plena igualdad de la mujer ante la Ley, la despenalización de los anticonceptivos, el divorcio, etc.

De esta época en que los colegiales estaban, como decía, muy politizados, recuerdo un grupo de los mismos que los llamaban “los pasaos” entre los que estaban mis amigos de entonces Francisco de la Torre Alvarado y Jesús Pose Furest, por su actitud que recordaba un poco a los hippies incluso por su aspecto físico. Ellos fueron los que me dieron a conocer el rock sinfónico con canciones inolvidables de Jethro Tull, Crosby, Stills, Nash & Young y King Crimson, entre otros y músicos emergentes de aquella época como Graham Parker, Ian Dury y Dire Straits, con su conocida canción “Communíqué” y otros más conocidos como Supertramp (“Crime of the Century”), Jackson Browne (“Running on Empty”), Steely Dan (“Aja”) y la Marshall Tucker Band.

Culturalmente el Colegio volvió a vivir unos años dorados con la creación del Centro de Estudios Juan de la Rosa, con conferencias, lecciones magistrales y seminarios de las más eminentes figuras de la cultura, el arte y la academia, que dirigió el Profesor de Sociología de la Complutense Lorenzo Navarrete Moreno. Destacar, por ejemplo, el seminario que anualmente daba el profesor Tierno Galván que se celebraba durante varias semanas. En ese periodo se estrenó en el Colegio en primicia en España la película inglesa “Quadrophenia”, ópera rock cuyo nombre provenía del sexto álbum que el grupo The Who publicaron en el año 1973 y cuyo mayor mérito podría ser su banda sonora, donde se encuentran canciones como la mítica “My generation”. La película con música de Pete Townshend y donde actuaba un jovencísimo Sting (que casualmente posteriormente visitaría el Colegio en el año 1989 en una jornada ecológica organizada por la Universidad Complutense para concienciar la importancia de conservar la selva del Amazonas), narra el nacimiento de dos grupos juveniles rivales los “mods” y los “rockers” convirtiéndose en la reivindicación de los valores de toda una generación de jóvenes que querían sentirse pertenecientes a un grupo. Los “mods” estaban solamente preocupados por tener algo de dinero para estar a la moda y estar todo el día corriendo encima de sus vespas y lambretas, adornadas con espejos. Por el otro lado, los “rockers” que les gustaba el rock de la década de los cincuenta, tenían motos más clásicas y vestían con botas camperas de cuero. Como ejemplo de la música “mod” tuvimos la osadía de presentar en el año 1982 al grupo pop Los Elegantes, que se saldó con la rotura de varias filas de butacas.

Junto a otros conciertos hay que hacer mención de los multitudinarios recitales del grupo bretón Gwendal, durante los cursos 76-77 y 77-78, que fue el precursor de la música Celta en España, que cada año hacían cinco a seis actuaciones, con llenos absolutos, y que incluso a veces había que llamar a la policía, cuando nosotros habíamos sido tan contrarios a ella, porque era imposible contener a tanta gente. Hubo que desistir de traerlos más por el Colegio, porque todo el recinto de acceso después de estos conciertos quedaba peor que la Puerta del Sol tras la Nochevieja.

Muestra de la libertad de expresión de los colegiales, fueron los extraordinarios dibujos humorísticos, que con el seudónimo de “Gil Patrik” aparecían en el tablón de anuncios de tiempo en tiempo con las críticas al momento colegial en que se vivía. Posteriormente se supo el nombre de este colegial, que yo en este momento no recuerdo, y cuyos dibujos se guardaron en la memoria durante varios años; y que al despedirse del Colegio me echó una colección por debajo de la puerta que he perdido.

Retomando la actividad colegial, musicalmente durante estos años finales de los 70 hubo un gran movimiento de música clásica, y en especial, de orquestas de cámara. Como no destacar la actuación de la Orquesta de Cámara de Holanda, dirigida por el Maestro Antoni Ros Marbá, o las Orquestas Femeninas de Praga y Bratislava, la Real de Cámara de Estocolmo, y la Orquesta de Cámara Plovdiv.

Fue claro que Villapalos no sólo se ocupó de la vida colegial y la cultural, sino como venimos recordando también de la política. Así durante los días del 17 al 19 de febrero de 1978 se celebró el I Simposium Cultural del Partido Socialista Obrero Español en el Colegio, bajo el titulo “Cultura es Libertad”, en donde se presentaron varias ponencias específicas sobre las distintas áreas culturales, hubo actos paralelos como una representación de teatro del grupo El Lebrel Blanco, un concierto de guitarra a cargo de Emiliano del Ceffo, pero lo más de destacar fue la mesa redonda en que intervinieron militantes del mundo de la cultura del PSOE e intelectuales independientes, estuvieron personalidades como Carlos Barral, Enrique LLovet, Ignacio Sotelo, José Agustín Goytisolo, entre otros. Creo que asistió el Secretario General del PSOE Felipe González, al que no tuve ocasión de escuchar.

La Asociación Española de Amistad con el Pueblo Palestino y el Instituto de Estudios Latinoamericanos organizaron una jornada de estudio del problema palestino en que, entre otros, asistió el presidente de la Asociación de Amistad Pedro Martínez Montálvez y el director de la oficina de la OLP de Madrid, con representantes de todos los partidos de izquierdas incluido UCD y centrales sindicales.


Hay que recordar que el 4 de febrero de este año 1978, más de un centenar de universitarios de los colegios mayores madrileños se entrevistaron en el Palacio de la Moncloa con el Presidente del Gobierno Adolfo Suárez durante casi tres horas, parece que el Presidente expresó a los mismos con agrado su idea de que los colegios mayores no quedaran en manos de los partidos políticos, sin embargo éstos no representaban a los alumnos de todos los colegios pues varios, entre ellos el nuestro, como el Elias Ahuja, Loyola, el entonces Santa María del Espíritu Santo, “El Negro”, no fuimos invitados a esta recepción.



En abril de 1978, no sabemos exactamente la fecha, pero si después de que falleciera su padre, actuó en el Colegio Luis Eduardo Aute, no recuerdo si la guitarra era la de Jorge Krahe con quien ya había actuado en los conciertos anteriores o con el que después sería su inseparable guitarrista Luis Mendo. Fue de las primeras veces que interpretó el tema “Al Alba”, posiblemente el más famoso y significativo de toda su carrera que dedicó a las víctimas de los últimos fusilamientos del franquismo, cinco terroristas ejecutados en septiembre de 1975. Esta canción que compuso precisamente en los días previos a los fusilamientos, dice el propio autor que la compuso muy rápidamente porque quería que la gente la cantara y como también tenía que pasar la censura la estructuró como una canción de amor, de despedida para siempre y como un alegato a la muerte. Una vez que pasó la censura la cantautora Rosa León la grabó en diciembre de ese año 75 y rápidamente alcanzó los mayores éxitos, el propio Aute no la llegó a grabar hasta este año 1978. Ahora la ha vuelto a recordar en clave flamenca el cantaor José Mercé.

“Al alba” de Luis Eduardo Aute (1975)

Si te dijera amor mío
que temo a la madrugada
no sé que estrellas son esas
que hieren como amenazas
ni sé que sangra la luna
al filo de su guadaña

Presiento que tras la noche
vendrá la noche más larga
quiero que no me abandones
amor mío al alba
al alba, al alba
al alba, al alba…

Dentro de los actos culturales que tuvieron lugar este año en Madrid, destaca y creo que fue muy importante la presencia del Ballet del Siglo XX de Maurice Bejart, ya desaparecido que organizó la Dirección General de Música y los Teatros Nacionales y Festivales de España en el Palacio de los Deportes del 20 al 25 de junio. Presentaron “El pájaro de fuego”, “Petrouchka” y “La consagración de la primavera” de Igor Stravinsky, a los cuales tuve la gran suerte de asistir pues estas obras eran para mi muy apreciadas. En “El pájaro de fuego” participó como bailarín solista el director y coreógrafo del ballet de la Comunicad de Madrid actualmente, Victor Ullate y en “Petrouchka” el ya desgraciadamente desaparecido bailarín Jorge Donn, al cual el propio Maurice Bejart dedicó un ballet como a la figura Freddie Mercury, los dos fallecido por SIDA siendo jóvenes. Los tres últimos días fueron dedicados nada menos que a la música de Gustav Mahler bajo el título “Lo que la muerte me dice” donde también actuó como solista el bailarín Jorge Donn. Recuerdo que fue impresionante y el éxito y la fama de Bejart llenó el Palacio de los Deportes durante estos seis días, un acontecimiento cultural difícil de repetir. El primer canto del Ballet puede servir de argumento para describir la soledad del poeta, extracto de las “Canciones Ruckert “que se siente ya como muerto al mundo.

ME HE CONVERTIDO EN UN EXTRAÑO PARA EL MUNDO

Donde, solía otrora, dilapidar tanto tiempo
Hace ahora ya mucho que no ha oído de mí
Pudiera bien pensar que he muerto…

En verdad, no me preocupa gran cosa
Si es que me cree ya muerto,
Ni siquiera puedo contradecirle,
Pues, en realidad, muerto para el Mundo estoy.

Renunciado he al mundanal bullicio,
Viviendo en paz en un lugar tranquilo.
Vivo solo en éste, mi paraíso,
En mi amor y en mis canciones.



En abril o mayo de 1978, no recuerdo como se organizó, supongo que por los universitarios del PCE que vivían en el Colegio, pero el caso es que hubo unas jornadas de presentación en Madrid en el Colegio del “XI Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes” bajo el lema “Por la solidaridad antiimperialista, la paz y la amistad”, el primero que se iba a celebrar en tierras americanas y que en julio se celebró en Cuba. Dentro de los actos tuvo lugar un concierto en el que participaron Silvio Rodríguez, Victor Manuel y Ana Belén, Teddy Bautista con el grupo canario Teclados Fritos y nuevos miembros de la Nova Troba Cubana como Amaury Pérez, entre otros, aunque posiblemente estuvieran también Pablo Milanés y Luis Eduardo Aute. Hubo paralelamente varias exposiciones permanentes sobre temas educativos y sociales de Cuba en esa época y mucha propaganda de la Revolución Cubana que tuvieron mucho éxito.

Otro acto importante en el Colegio fue la celebración Trigésimo Aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos, se celebró el 10 de diciembre de ese año 78 convocada por el Consejo Mundial de la Paz y el Club de Amigos de la UNESCO, donde intervinieron Joaquín Ruiz Giménez, Jordi Solé Tura, Gregorio Peces Barba, entre otros, instando en un comunicado a que se divulgara información sobre el significado de los derechos humanos “como forma de alcanzar y afianzar un ideal democrático que tenga como base la justicia, el respeto mutuo y la igualdad”.

En febrero de 1979 se organizaron unas jornadas sobre el “Filicidio”, supongo que por un colegial que estudiaba la rama de psicoanálisis en Psicología, Ángel de Frutos Salvador, pero tuvieron especial atención la proyección de tres películas “Porcile” de Pier Paolo Pasollini, “Padre Padrone” de Paolo y Vittorio Taviani y “Desesperación” de Fassbinder que fueron comentadas por Arnaldo Rascovsky que era figura destacada del psicoanálisis de la época y presidente de la Sociedad de Lucha contra el “Filicidio” y las tendencias destructivas contra los menores.

Especialmente tuvo, como decimos, importancia el Centro de Estudios Juan de la Rosa, Fundación que patrocinaba la Caja de Ahorros de Ronda, ahora integrada en Unicaja, durante el Curso 1979-80, donde se llevó a un gran número de personalidades del mundo de la cultura y la ciencia con conocidos profesores y especialistas de todas las ramas de la cultura, parece ser se pretendía como una Universidad paralela en lo académico para complementar la Universidad Estatal a la que se apoyaba y asimismo animar al escaso panorama cultural de la época. Dentro de las actividades del centro, aparte de las reseñadas, destacaron un ciclo de Filosofía con el nombre “Purgatorio, Infierno y Cielo de la Ética”, donde intervinieron los profesores hoy catedráticos de la Universidad Javier Mugüerza que disertó sobre la “Ética en la Cruz del Presente”, Javier Sádaba cuya conferencia tituló “Entre el Dogma y la Ilusión (de lo sublime a lo cotidiano)” para finalizar Jacobo Muñoz que habló sobre “Figuras del Apocalipsis: Dios (Teodicea y Ecología)”. En unas charlas tan especializadas por supuesto que se citaron a Hegel, Marx, Nietzsche, Wittgenstein y Heidegger, entre otros filósofos históricos, desde luego demasiado difícil para los que no estudiábamos filosofía. Este ciclo tuvo tal importancia que fue comentado en el diario El País por el filósofo de los sentimientos ya fallecido Carlos Gurmendez.

También en este Curso 79-80, en el mes de mayo, tuvo lugar el Primer Festival Internacional de Teatro San Juan Evangelista donde intervinieron ocho grupos. El programa lo abrió el Teatro Carrusel de Cádiz con el espectáculo “Rito y Ceremonia sobre una Leyenda Inmortal” que basaron en el mito de Medea y lo cerraron la Cooperativa Proposta de Venecia con la obra “Die Pestis” una investigación sobre los orígenes del hombre.

No puedo olvidar el concierto del 22 de febrero de 1980, organizado por el miembro del Club José Manuel Gómez Cantera, de Vainica Doble, uno de los principales mitos de la canción de autor, cuyo concierto fue tan multitudinario como problemático, hubo heridos entre el público en la puerta, incluidos varios miembros del Club, por los golpes de la gente para entrar, que tuvieron que ser curados en la enfermería por el médico del Colegio. Para hacernos una idea recuerdo cómo una chica sacaba de su macuto un martillo y se liaba a martillazos contra los cristales de la puerta del hall de entrada al salón rompiendo los mismos. Como ya había ocurrido en ocasiones anteriores, esto trajo consigo que se quitaran los cristales y se pusieran rejas, y tuviéramos que sufrir algunos insultos de “fascistas”, cuando, por todo lo dicho anteriormente, este Colegio siempre había luchado por todo lo contrario. En el concierto actuaron junto a Vainica Doble que se llaman Carmen y Gloria, Hilario Camacho y creo recordar el Gran Wyoming con El Reverendo al piano. Vainica Doble con una banda integrada por piano, sintetizadores, bajo, guitarra y batería, estuvieron además acompañadas al arpa por Emilio Cao en tres canciones. Interpretaron temas como “Caramelo de limón”, “La cocinita mágica”, “Alas de algodón”, “Cartas de amor”, hasta no sé cuantas canciones y terminaron con una de sus canciones más idolatradas “La habanera del primer amor”.

Respecto a mi historia personal en su relación con el Colegio, no deja de ser anecdótico que en dos ocasiones no fui readmitido en el mismo, aunque sólo fue por el breve lapsus del tiempo estival. En el 1973, porque ante la ingobernabilidad del Colegio, las órdenes del patronato eran excluir a los cabecillas de las comisiones culturales y creo que en el 1978, por la comisión de admisiones de colegiales, quizás esta vez fue justificado por el expediente académico.

Con la aprobación de los partidos políticos tuvieron charlas multitudinarias en el Colegio, de los secretarios generales del partido comunista, Santiago Carrillo, una vez dejada la peluca, del partido socialista Felipe González, etc. La política nacional, ya casi normalizada, celebra las primeras elecciones democráticas, el 15 de junio del 77, ganadas por mayoría por la UCD. El 27 de octubre de ese mismo año tuvieron lugar los famosos Pactos de la Moncloa, y el 6 de diciembre del 78 se aprobaría la Constitución. Las primeras elecciones populares democráticas tendrían lugar en abril del 79. Ese mismo año, en el Congreso del Partido Socialista, el PSOE aprobaba el abandono del marxismo, donde salía elegido como líder Felipe González. Con posterioridad, en los años 81, 82, 83, se creó el estado de las autonomías, siendo la última en aprobarse la Comunidad de Madrid el 1 de marzo del 83.

Como muestra de la represión franquista y de jóvenes que fueron asesinados por el régimen, además del citado anteriormente Carlos González, recordar tres de ellos: el catalán Salvador Puig Antich, de 25 años, anarquista activo, fue ejecutado a garrote vil el 2 de marzo de 1974, tras ser acusado de los disparos que causaron la muerte de un subinspector de la brigada político-social y juzgado y condenado a muerte en un consejo de guerra y aunque en toda Europa hubo un clamor unánime para que se le conmutara la pena, Franco fue inclemente y no le concedió el indulto; el joven estudiante almeriense de 19 años Francisco Javier Verdejo Lucas que murió por los disparos de la Guardia Civil, el 13 de agosto de 1976, mientras pintaba en las paredes de las casas de la Playa del Zapillo de Almería “pan, trabajo y libertad” y Agustín Rueda, que falleció en la prisión de Carabanchel el 14 de marzo de 1978, recluso anarquista tras a haber sido torturado por los funcionarios que le interrogaron. De todos estos asesinatos es interesante leer el documentado libro “La sombra de Franco en la transición” de Alfredo Grimaldos.


Siguiendo con la década de los 70, del cine, que como no era mi actividad preferida a pesar de ser cinéfilo he escrito poco, pero no obstante habría mucho de qué hablar, tanto de los ciclos de humor en 16mm., los maratones de 24 horas, como del cine colegial, el cine Club, las jornadas de cine prohibidas, la presencia de directores y actores, etc. Y también muchos de estos actos acordes con la época con la presencia de policía en la calle. Decía recientemente el psiquiatra y escritor Enrique González Duro, del que se hablaba y se leía tanto en esos años y que creo que también visitó el Colegio, en su libro “Biografía del miedo” que el cine es un mecanismo de proyección y liberación de nuestros propios miedos y fobias, cuando en la sociedad actual el miedo es más intenso que en ninguna otra época anterior, incluso cuando había guerras y epidemias que diezmaban la población. No sé si esta era la finalidad más o menos consciente de la proyección de tantas películas sobre todo en 36mm. (contábamos con un buen proyector y pantalla), pero desde luego el cine siempre estaba atiborrado y se desprende que había grandes aficionados entre los organizadores colegiales. Se proyectaron decenas de películas, pero a parte de las citadas anteriormente recuerdo que me dejaron huella y que sin duda estarán entre las mejores de la historia del cine, aunque no sabría distinguir si se proyectaron los jueves (Cineclub) o los domingos por la noche (Cine colegial) como “La novia de Frankestein”, “Casablanca”, “El tercer hombre”, “Puente sobre el río Kwai”, “Con faldas y a lo loco”, “Psicosis”, “El apartamento”, “EL feo, el bueno y el malo”, “Trenes rigurosamente vigilados”, “Bonnie & Clyde”, “Fahrenheit 451”, “Grupo salvaje”, “Cowboy de medianoche”, “Paseo por el amor y la muerte”, “El padrino”, “Aguirre y la cólera de Dios”, “La naranja mecánica”, “El hombre de McKintosh”, “Pat Garret & Billy the Kid”, “Chinatown”, y un largo etcétera.
 

LAS DÉCADAS DE LOS 80 Y 90. 20 AÑOS DE JAZZ Y TODAS LAS MÚSICAS.

A partir del comienzo de la década de los 80 y ya en los años siguientes será imposible practicar la autogestión, porque los artistas vienen con unos cachets fijos y la calidad de la producción de los conciertos va acorde y exigida por los mismos y también la presentación en los elementos gráficos irá avanzando con el tiempo en calidad. De la anterior década es oportuno recordar los agentes artísticos que colaboraron con el Club a la hora de presentar sus artistas de forma que sus cachets fueran según los ingresos de taquilla, como Luis Suárez Rufo, Silvia Lovosevic, Luis Ribalta, y casi al final Julio Martí, que continuaría unos años más en esta década, lo que sirvió de gran ayuda para presentar excelentes grupos de jazz.


Entre las actividades a destacar en los centros educativos de la Ciudad Universitaria por organizaciones semejantes a la nuestra, hay que mencionar la importante tarea realizada sobre todo en el campo del rock por la Asociación Cultural Caminos, como el concierto celebrado en dicha Escuela, Homenaje a Canito (batería del grupo Los Secretos) el 9 de febrero de 1980, en la que participaron grupos tan míticos del pop español como: Mermelada, Paraíso, Nacha Pop, Mama, etc. y que se consideró el acta fundacional de la nueva ola y por extensión de “la movida madrileña”.

Precisamente se ha dicho que “la movida” fue uno de los movimientos culturales más importantes del siglo XX en España. Madrid “la ciudad más divertida del mundo”, a decir de muchos, se convirtió en el centro de todas las miradas y duró al menos hasta 1985 con el cierre de la sala “Rockola”, que con el “Marquee” eran los lugares, entre otros, de encuentro.

Fue una gran ebullición musical de pop-rock de muchos grupos, donde se crearon canciones que aún se siguen escuchando con deleite como: “Enamorado de la moda juvenil”, de Radio Futura; “La chica de ayer” de Nacha Pop, con Antonio Vega, que aún sigue en solitario; “Déjame” de Los Secretos; “Chicas de colegio” de Mamá; “Para ti”, de Paraíso; “Groelandia” de Los Zombis; “Hoy no me puedo levantar” de Mecano; “El pistolero” de Los Pistones, grupo del que formaba parte un colegial, etc., etc., hasta “La puerta de Alcalá” de Suburbano.

Pero “la movida” no sólo fue musical, porque también quedó el cine de Pedro Almodóvar con “Laberinto de pasiones”; las fotografías de Ouka Lele; la pintura de Guillermo Pérez Villalta; la moda de Manuel Piña, etc. Y revistas como “Madriz”, “La Luna” y “Madrid me Mata”.

De todas formas, la movida también tiene numerosos detractores, porque la consideran como un movimiento escasamente cultural y poco significativo, y en lo referente a la música, las canciones dicen ser ñoñerías de los “hijos de papá” de la época. Por lo que fuera, en el San Juan no tuvieron cabida.


También significativo y, como de excepción, fue la actuación del grupo mítico británico de pop-rock Fischer-Z, que hizo su presentación en España en el Colegio los días 9 y 10 de abril de 1980, con el salón hasta la bandera, todo el mundo bailando, a tal punto que ese día estuve pensando durante el concierto que en ese momento el edificio iba a entrar en resonancia y se iba a desplomar con todo el público dentro, incluido yo mismo, de la estructura física del teatro. Este grupo era objeto de culto de la época junto a los Talking Heads, los B-52 o Nick Love y hacían pop-rock-reggae con composiciones propias donde destacaba la voz de su líder John Watts y como digo nos mantuvieron bailando aproximadamente una hora que para muchos resultó insuficiente.

Prueba, una vez más, de la importante actividad de los estudiantes de la época, fueron las convocatorias masivas de los festivales de pop-rock, las fiestas de la primavera de 1980 de la Universidad Autónoma y 1981 en el Campus de la escuela de Arquitectura de la Ciudad Universitaria, que quisieron ser nuevas ediciones del Festival de los Pueblos Ibéricos. Parece que en este último asistieron más de 15.000 personas y actuaron grupos conocidos de la época como Mamá, Los Secretos, Rubí y Los Casinos, Alaska y Los Pegamoides y otros de menos nombre como Farenheit 451 o Los Modelos.

Como inauguración del Curso 1980-81 del Centro de Estudios Juan de la Rosa, dio una conferencia el psiquiatra Carlos Castilla del Pino sobre “La conducta como lenguaje”, donde recordó su expulsión de la Universidad española y que diez años antes las autoridades gubernativas le habían prohibido hablar en nuestro Colegio.

A partir de los 80 empieza la gran eclosión del Jazz americano en el San Juan. A los primeros nombres de Andrew Cyrille, Louis Hayes y Archie Sheep se sucederían las actuaciones en estos últimos veinte años los más grandes nombres de la historia del jazz, cosa totalmente impensable cuando actuó el primero. Todo empezó con la universidad del jazz, el maestro de grandes músicos, el batería Art Blakey y sus Jazz Messengers y la asistencia era tan numerosa que en los primeros años se realizaban dos sesiones de cada grupo. La presencia que tuvieron estos conciertos en la prensa con grandes titulares y numerosas páginas se dio a conocer en toda España y quizás esta expresión pública de la música clásica del siglo XX fuera el embrión del nacimiento del Jazz al resto del estado español, con la excepción de Barcelona, y los Festivales históricos del País Vasco de San Sebastián y Vitoria. Estos grandes músicos compartieron muchas veces comida con los colegiales en el comedor.

No hay que olvidar dentro de todo este contexto histórico-político, el fallido golpe de estado del teniente coronel Tejero, el 23 de febrero del 81. Precisamente cuando los asaltantes penetraron en la Sala de Plenos del Congreso, se producía la votación de la investidura del Presidente de Gobierno Leopoldo Calvo Sotelo, y el nominado era el exeurodiputado socialista, ex-colegial y hoy catedrático de C.C. de la Información, Manuel Núñez Encabo. Esa tarde la mayoría de los colegiales abandonaron el Colegio, y los que permanecimos allí, afortunadamente sólo sufrimos dos cócteles molotov en el bar, aunque con muchísimo miedo, en nuestra imaginación estaba la acorazada armada echando el Colegio abajo por su historia de “rojillo”. Yo, que tenía una bandera de Andalucía que cubría toda la pared de mi habitación, inmediatamente la quité, la doblé y la escondí, para evitar represalias. Hoy no soy precisamente partidario de las banderas, porque desunen a la gente y crean enfrentamientos absurdos.

Frustrado el golpe de estado se produjo la Manifestación por la Democracia, convocada por los partidos y todas las instituciones democráticas, también multitudinaria, con la asistencia de más de dos millones de madrileños por la Castellana, desde la plaza de Atocha hasta la Plaza de Castilla, casi todo el paseo lleno, como desgraciadamente la reciente del 12 de marzo de 2004 contra el terrorismo, por los desgraciados e inolvidables sucesos terroristas del día anterior en Madrid, con casi 200 muertos.

Quizás prueba de que ya a la altura de 1981 éramos conocidos, fue el que estuviéramos en la relación de premiados por el programa “Tiempos de Universidad” de la entonces Radio Juventud de España (Radio Cadena Española) como institución que había destacado en dicho espacio nada menos que junto al Rector de la Universidad Autónoma de la época, Pedro Martínez Montávez, y con otra amplísima lista de premiados por cada programa como por ejemplo en el programa “Entrevista de los lunes” los escritores Fernando Sabater y Francisco Umbral, de la edición de tarde los cantantes Lluis Llach y Ana Belén, “897 Raya” los presentadores José Ramón Pardo y Carlos Tena, “Jazztamos aquí” el músico Max Suñé, etc. Se nos entregó un diploma donde figuraban los logos de RTVE, Radio Cadena Española y Radio Juventud, fechado el 25 de junio de 1981, junto con un recuerdo de la radio.


Expuesto en el museo Nacional Centro de arte Reina Sofía   

El 10 de septiembre de 1981, regresó a España “El Guernica” de Picasso, el cuadro más viajero de la historia, después de esa trayectoria nómada y pasar 40 años en el Museo de Arte Moderno de Nueva York (MOMA), que fue devuelto al Gobierno español por el deseo del propio Picasso en cuanto se hubieran restablecido las libertades públicas de España. Instalado en el Casón del Buen Retiro de Madrid, para salir después al Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, donde se exhibe actualmente. Precisamente las láminas de este cuadro, que reflejaban el bombardeo alemán de la localidad vasca en 1937, se convirtió en uno de los símbolos de la paz y la lucha contra la guerra y la libertad, y en esa primera década del colegio adornaba muchas de las habitaciones del mismo.

En este año de 1981, nacía la cadena norteamericana de televisión MTV, que a lo largo de los años venideros ha revolucionado la promoción de la cultura popular y sorbe todo de la música rock, con la creación del videoclip, que ha unido música con imagen.


En los cursos 80-81 y 81-82 volvieron con extraordinario éxito el grupo bretón de música celta Gwendal, y actuaron también con sesiones múltiples los cantautores cubanos de la Nueva Trova Silvio Rodríguez y Pablo Milanés con llenos absolutos; y seguiría Mercedes Sosa, que dio cinco recitales y de quien no olvidaremos sus versiones de las canciones “Gracias a la vida” y “Alfonsina y el mar”.

Durante el Curso 81-82 uno de los más triunfales por las grandes estrellas del jazz que nos visitaron, baste recordar: Los Angeles Four, McCoy Tyner, The Great Guitars, Art Blakey & The Jazz Messengers, The Mingus Dynasty, Woody Shaw, Irakere, Milt Jackson, Ray Brown Quartet, Dexter Gordon, Archie Shepp, entre otros; nuestro amigo miembro del Club entonces, Joseba Real de Asua Llona, nos embarcó en presentar el grupo de tecno-pop El Aviador Dro y sus Obreros Especializados, donde ofrecían el triunfo del automatismo, el futuro de las máquinas y según ellos nuestro inevitable transformismo en seres estúpidos y amorfos. Predicaban la victoria nuclear, el amor plastificado, etc. Tuvieron a pesar de su espectacular puesta en escena con dos chicas-robot y otras escenografías acorde con su propuesta, pitadas y abucheos y una mala crítica, pero nosotros quedamos encantados de presentar lo que creíamos una verdadera innovación dentro de la música rock por este grupo liderado por Servando Carballar.

En mayo de 1982, organizado por el Centro de Estudios, creo que por Carlos Manuel Fernández que era entonces su Director, con la coordinación del Filósofo Jesús Moreno, tuvo lugar una semana de homenaje a la pensadora, filósofa y escritora de la generación de la República, María Zambrano, que vivía exiliada desde la Guerra Civil, hubo conferencias y mesas redondas y se presentó una cinta-homenaje que editó el Ministerio de Educación y Ciencia. A parte de las conferencias he de destacar varias mesas redondas, una que moderó José Miguel Ullán en la que participaron el filósofo José Luis López Aranguren, el profesor José Antonio Maravall y el psiquiatra Juan Rof Carballo, otra en la que intervinieron sólo mujeres bajo el título “La palabra poética” donde analizaron la escritura de Zambrano e intervinieron Clara Janés, Fanny Rubio, Julia Castillo y Teresa Gracia; y la última bajo el título “Sabiduría y Filosofía” hablaron Jacobo Muñoz, Javier Ruiz, entre otros, donde se estudió el pensamiento de esta extraordinaria pensadora. Realmente fue un auténtico homenaje de los intelectuales españoles a la personalidad de María Zambrano y uno de los actos culturales más importantes celebrados en el Colegio a lo largo de su historia.

Fui invitado, el mes de julio del 82, como miembro del jurado del Concurso de Aficionados Internacional y del País Vasco de Grupos de Jazz del Festival de San Sebastián, se celebró del 13 al 18 de julio, jurado que presidió Tete Montoliu y que recuerde ganaría con el primer premio el grupo sueco Olle Bäver. De paso presencié importantes grupos de jazz internacional como The Modern Jazz Quartet, Wynton Marsalis Quintet donde formaba parte su hermano Bradford Marsalis, Randy Weston Trio y un grupo liderado por Tete Montoliu con Niels-Henning Ørsted Pedersen y Ed Thigpen a la batería, entre otros. El descubrimiento de este festival en la actualidad sin duda uno de los más importantes del mundo, me animó a asistir a San Sebastián en años sucesivos y hacerme un fan del mismo por su indudable calidad y la belleza de la ciudad.


Y en octubre del 82, tuve la suerte de dirigir el Festival Internacional de Jazz de Madrid que se celebró en el Palacio de los Deportes, por encargo del Ministerio de Cultura, a través de su Director General de Música, Juan Cambreleng, cuando solicitaba una ayuda para el San Juan, y sin duda ha sido el evento más importante de estas características celebrado nunca en Madrid, por la asistencia de público que agotó todas las entradas, durante los cinco días de su celebración. Participaron grandes jazzmen como Sonny Rollins, Oscar Peterson, Max Roach, B.B. King, Art Ensemble of Chicago, McCoy Tyner, Ron Carter, Elvin Jones, entre otros.

Un poco después, el 20 de octubre de este mes, el PSOE tenía la primera mayoría absoluta de un partido en la democracia, siendo elegido Felipe González Presidente del Gobierno y que también ganarían las tres elecciones siguientes de 1986, 1989 y 1993. Se apoyó la permanencia de España en la OTAN como referéndum en 1986. España se unión a la Comunidad Económica Europea en 1985, cuya entrada se produjo en enero de 1986.

Llegados hasta aquí habría que decir unas palabras sobre la Transición, que es el periodo de la historia que va desde la proclamación de Juan Carlos como Rey de España el 22 de noviembre de 1975, la aprobación de la Constitución, hasta el 28 de octubre de este año 1982, en que dejó de gobernar la UCD y empezaba el gobierno del PSOE. Para llegar aquí habría que recordar la Junta Democrática creada en julio del 74 por impulso del PCE que dirigía Santiago Carrillo en el que estaban otros partidos de la izquierda, sindicatos y personalidades significativas como Calvo Serer, García Trebijano y el gran intelectual José Vidal-Beneyto; la Plataforma de Convergencia Democrática que encabezó el PSOE en junio de 1975 con organizaciones de la izquierda como la ORT, Movimiento Comunista y las democracias cristianas entre otros; y la Coordinación Democrática o Platajunta que se creó en marzo de 1976 como fusión de las anteriores. Sus objetivos eran la amnistía, la libertad de creación de partidos políticos y la convocatoria de elecciones. De todo esto en la época oí mucho hablar, pero ya lo recuerdo vagamente. No se produjo la ruptura que tanto buscaba la izquierda, pero se llegó a esta convivencia pacífica considerada modelo en todo el mundo, con la cesión de ambas partes, los herederos del régimen por una parte y los que querían la democracia por otra. Para estudiar con profundidad este tema es interesante acudir a lo escrito por los catedráticos José Alvarez Junco, Antonio Elorza y José Vidal-Beneyto, entre otros muchos. Poco a poco se fueron consiguiendo las metas perseguidas en esta lucha por la democracia como la amnistía, la libertad de expresión, las leyes del aborto y del divorcio, etc., hasta llegar a la actualidad del matrimonio homosexual.


En enero del año 1983 actuaron en el Colegio el escritor Eduardo Galeano y el poeta y cantante Daniel Viglieti, ofrecieron un recital conjunto de canciones y textos sobre la canción de los presos, organizado por el Comité en apoyo a la Lucha del Pueblo Uruguayo, con poemas y textos de los dos intérpretes y de presos políticos uruguayos anónimos y cuya recaudación se destinó a las familias de los presos de Uruguay.


Continuando con el Jazz citar tantos nombres de músicos que hayan actuado en el Johnny sería muy prolijo, pero como detalle de sencillez recuerdo como, los grandes monstruos del jazz de fusión y grandes creadores de la música de cine con numerosos oscars, como David Grusin, Tom Scott con su espectáculo que representaron en concierto la GRP All Star, no sólo comieron en el Colegio sino que jugaron al tenis, e incluso hicieron footing por la Ciudad Universitaria. El gran vocalista Bobby McFerrin, que tuvo que dar dos recitales en el mismo día, compartió los momentos de ocio en los jardines del Colegio, entre concierto y concierto, con el numeroso público que se agolpaba a la puerta. Histórico fue el concierto del trompetista Chet Baker, que precisamente moriría unos días después en Ámsterdam al caerse de la ventana de la habitación de su hotel; el de Dizzie Gillespie con su trompeta angular; el Art Ensemble of Chicago con su espectacular puesta en escena de instrumentos de percusión de todo tipo, y vestimenta y colorido maquillaje; la Chick Corea Elektric Band cuyo decorado costó muchísimo trabajo montar; el concierto de Milt Jackson-Ray Brown Quartet, al que asistió tanta gente que yo tuve que ver el concierto sentado en el mismo escenario, casi debajo del piano; el concierto inigualable de Dexter Gordon, cuya imagen de él con sus dos metros de estatura, y sus brazos extendidos despidiéndose del público quedará como un recuerdo asociado a la historia del Colegio, y otros saxofonistas como Phil Woods, Joe Henderson, Benny Golson, Chico Freeman, Branford Marsalis, Jackie McLean, Steve Lacy, Jean Garbarek, etc., o los trompetistas Wynton Marsalis, Clark Terry, Freddie Hubbard, etc., o los contrabajistas Ray Brown, John Patitucci, etc.

Los recitales de Tete Montoliu, Pedro Iturralde y Vlady Bas; la bellísima reina de la bosanova, a sus cuarenta años, Astrud Gilberto, el rey del violín del mundo Stephane Grapelli que, pese a su avanzada edad, dio dos conciertos espectaculares; el guitarrista fundador del jazz-rock John McLaughlin; por supuesto, los grandes pianistas como Cecil Taylor, McCoy Tyner, Randy Weston, Kenny Barron, Tommy Flannagan, Michel Petrucciani, Paul Bley, Abdulah Ibrahim, Hank Jones; y la famosísima actual Diana Krall, y qué decir de los gigantes en la batería Max Roach y Elvin Jones; o los monstruos de la vanguardia como Ornette Coleman, Lester Bowie; la lista es interminable. El gran pianista cubano Rubén González cuyos éxitos de público recordaron viejos tiempos.

Las vocalistas Cassandra Wilson y Sheila Jordan, entre otros.

Y por supuesto la presencia de los grandes del jazz latino con Paquito d’Rivera, Gonzalo Rubalcaba, Danilo Pérez, Bebo y Chucho Valdés, David Sánchez, etc.

También el jazz europeo y africano como el citado Grappelli, Michel Portal, Martial Solal, Joachim Kühn, Philip Catherine, Hugh Masekela, Louis Moholo, etc.

A parte del jazz de fusión con los grupos The Lee Ritenour, han tenido también cabida las big band como la Toshico Akiyoshi, la Count Basie Orchestra o la Maynard Ferguson Big Band, Sun Ra Orchestra, Vienna Art Orchestra, etc.

El capítulo del jazz español sería igualmente extenso, pero a parte de los veteranos citados anteriormente, repetidas veces hemos tenido la presencia de las primeras figuras del jazz español como: Dave Thomas, Jean Luc Vallet, José Antonio Galicia, Jorge Pardo, Carles Benavent, Chano Domínguez, Perico Sambeat, Javier Paxariño, Ximo Tebar, Iñaki Salvador, José Vázquez “Roper”, entre otros muchos.

Hay que destacar la amplia nómina de nombres del blues, con los grandes mitos de esta historia como: Memphis Slim, Johnny Coppeland, Luther Allison, Charlie Musselwhite, Carey Bell. Aún hay que resaltar los grupos de Gospel: The Stars of Faith, Delois Barrett Campbell, The Barrett Sisters, La Velle, Liz McComb, Golden Gate Quartet, The Blind Boys of Alabama, The Dixie Hummingbirds, The Soul Stirrers of Chicago, The Mighty Prince Singers, o el famoso cantante de soul actual Maceo Parker.

A partir de aquí mis recuerdos de la vida colegial es menor, puesto que en el 82 tuve que empezar a trabajar. Por otra parte, en el 85 me hicieron subdirector del Colegio, y al año siguiente fui ubicado en una de las antiguas habitaciones de invitados, que hoy ocupan por un año los subdirectores que cesan en el puesto, y que han sido remodeladas recientemente y que, aunque parezca mentira aún conservo y utilizo en las visitas previas a los conciertos.

Los días 4 y 5 de marzo de 1983 presentamos el grupo inglés, que según Leonard Father, en su libro “La Encyclopedia of Jazz” había sido la influencia germinal de todos los grupos de jazz-rock, no sólo de Europa sino del mundo entero, gracias al entonces conocido agente Salvador Arevalillo, se trataba del grupo Nucleus, que venía avalado con el Primer Premio del Festival de Jazz de Montreux y mejor grupo británico de jazz-rock para el diario Melody Market durante varios años, con la presencia del trompetista Ian Carr, admirador de Miles Davis y que recientemente ha escrito su mejor biografía y el batería John Marshalls que había formado parte del grupo Soft Machine, fue un verdadero acontecimiento, porque el grupo de Ian Carr llevaba entonces trece años en activo con más de una decena de LP’s publicados, muchos años de una labor impecable, lúcida e imaginativa. En palabras de Xabier Rekalde en la revista Teleradio de marzo de ese año, con el título “Jazz electrónico en Madrid”, comentaba que “Nucleus fueron los pioneros junto a Blood, Sweet & Tears, de esa discutida influencia entre una de las tendencias más ricas de la música popular electrificada –el rock & roll- y las últimas corrientes jazzísticas especialmente el cool. Pero no solamente fueron la semilla de una vía de evolución para el jazz moderno, sino que, durante todos estos años, se han mentando como un grupo con personalidad diferenciada de las demás opciones planteadas hasta hoy en el jazz moderno. Ofrecieron dos propinas, una en que Carr se sentó al piano y una balada de Charlie Mariano para demostrar la sutileza de Carr y la emotividad que era capaz de transmitir con su trompeta, un final espléndido”.


El 28 de abril de 1983, RNE celebró en el San Juan la fiesta del libro, que fue retransmitida para toda España por Radio 3, intervinieron el entonces Director General del Libro Jaime Salinas y el escritor José Luis Sampedro y tuvimos las actuaciones de los grupos musicales Olga Manzano y Manuel Picón, Luis Pastor y Joaquín Sabina. Ese año fue especialmente intenso en la colaboración con RNE, pues para sus programas “Jazz Internacional” de Radio 2 y “Club de Jazz” de Radio 3 se grabó el II Festival de Jazz San Juan Evangelista celebrado en enero de este año, conciertos que luego fueron intercambiados con la Red de Radios Europeas, igualmente a través del programa “Tiempos de Universidad” de Radio 3 a lo largo de todo el año se hicieron diferentes tomas de los conciertos de jazz retransmitidos en directo.

A mediados de mayo del 83, intenté organizar unas jornadas de jazz y literatura, en la que invité a uno de los escritores, de los últimos Premios Cervantes, el cubano Guillermo Cabrera Infante, que vivía exiliado en Londres y al autor de obras tan conocidas como “El Perseguidor” o “Rayuela” donde reflejaba su amor por el jazz, Julio Cortázar, que vivía en París, ambos ya fallecidos y que no lo llegué a celebrar por la precaria salud de este último. Creo recordar que también iba a participar el importante escritor español José María Guelbenzu. Esta es la carta autógrafa que por suerte me escribió Cortázar, sin duda de un valor extraordinario.

Y para terminar este Curso 1982-83, el 29 de mayo de este año 1983, verdaderamente tuvimos un concierto de jazz fin de curso excepcional, la presentación del Sexteto de Anthony Davis & Abdud Wadud, con uno de los mejores flautistas de todos los tiempos James Newton, sin duda uno de los máximos representantes de la nueva generación de jazz de la época. Pero antes del concierto por sorpresa se me ofreció un pequeño homenaje al que José Ramón Rubio me indicaba mis merecimientos poniéndome como buen ejemplo de “promotor con swing” y es que al comienzo, antes de salir los músicos al escenario, el director del sello discográfico Jazz Stop, Carlos Pérez de Alvaro, me premiaba con un Disco de Oro como reconocimiento a la mejor labor realizada a favor de la difusión del jazz hasta la fecha. Con mi natural timidez y no sé si con suficientes merecimientos tuve que salir al escenario, no me acuerdo si logré dar las gracias, pero sí que me abrumaron la salva de plausos que me hicieron. Hasta la fecha presente no sé si a alguien, músico, compositor o institución se le ha vuelto a hacer este tipo de reconocimiento, por lo tanto para mí fue de un gran valor, por una parte entrañable y por otra de verdadero acicate para continuar en los tiempos posteriores llevando las riendas de este Club y apoyando y divulgando el jazz.

Los días 16 y 17 de marzo de 1984 volvía al San Juan después de casi diez años, local en el que dio su primer recital madrileño, el cantautor Carlos Cano. Presentó un recorrido de todas sus canciones desde su primer disco “A duras penas” a los entonces actuales “A la luz de los cantares” y “Crónicas granadinas”, recuperó las raíces de la tonadilla andaluza y repasó temas como “La murga de los currelantes”, “El Salustiano”, entre otras. Incorporó luego temas modernos de su repertorio como “Verde, blanca y verde” canción, que pudo ser el himno de Andalucía hasta el tango de “Las madres locas” en el que trataba el problema de los desparecidos argentinos. Había

n pasado ya un montón de años desde que Carlos Cano empezó el manifiesto “Canción del Sur” con Antonio Mata y el poeta Juan de Loxa, entre otros. Estos recitales tuvieron el éxito esperado como la primera vez que actuó, como decimos, en el San Juan hacía ya tiempo.

En noviembre de 1984, realizamos las Primeras Jornadas de Música Popular del País Vasco. Aunque era absolutamente desconocido la sorpresa fue la del grupo de rock Itoiz, que fue una auténtica revelación, con grandes músicos como el bajista, el de los teclados y el guitarrista conectaron con el público que abarrotaba el salón de una manera total, canciones sencillas y cortas, en las que me recuerde destacaron “Marea Gora” (buena marcha), con una mezcla de rock y ritmo de reggae y scat.

Los días 7 y 8 de febrero de 1985 tuvimos la extraordinaria actuación de Tete Montoliu con el contrabajista danés Niels-Henning Ørsted Pedersen. En la primera sesión se grabó con público restringido para el programa “Solo Jazz” de la Buena Música de TVE de la segunda cadena y el segundo día con entrada normal. Fueron conciertos sencillamente inolvidables que recogía la prensa de la época como nuestro amigo Angel Luis Inurria en el Diario Liberación con el título “Tete Montoliu grande entre los grandes”, “el hermano pequeño” de Tete Montoliu en el diario El País por José Ramón Rubio como presentó a Niels el propio Tete o el diario ABC considerándolo de histórico “Tete Montoliu generoso, ejemplar y apabullante”, sin duda unos conciertos de estos dos grandísimos músicos el pianista y el contrabajo ya fallecidos que nos deleitaron con su diálogo lleno de melodías emocionantes y bellísimas improvisaciones.

Como ilustración sobre el jazz nacional e internacional, empezamos a suscribirnos a revistas que trataban este tema. La primera y de la que fui colaborador “Quártica Jazz” editada en Barcelona, cuyo primer número aparecía en mayo de 1985, con la dirección sabia de Joan Giner. En el verano de 1990 aparecía “Cuadernos de Jazz”, bajo la dirección de Raúl A. Mao, que permanece hasta la fecha, pero ya anteriormente estábamos suscritos a las revistas francesas “Jazz Magazine” y “Jazz Hot”, que a parte del jazz internacional nos tenían al corriente del jazz europeo. Igualmente estábamos suscritos a las revistas americanas “Down Beat” y “Jazz Times” hasta la fecha. Al escoger al azar entre ellas a pesar de tantos números no es casual que muchos de los artistas, por no decir la mayoría, que aparecen en la portada han actuado en el San Juan.

He de destacar a partir del año 83, al igual que anteriormente hemos hablado del Festival de los Pueblos Ibéricos de la Universidad Autónoma, la “Gran Fiesta del Estudiante y la Radio” que organizaba Radio 3 de RNE a través de su programa “Tiempo de Universidad” dirigido por Fernando Segundo Moya y con la producción de Javier García Pelayo, para celebrar el día de Santo Tomás de Aquino patrón de los estudiantes (28 de febrero), en un maratón de 24 horas de música y cultura con entrada gratuita y donde en cada edición participaban varias decenas de grupos de todos los géneros musicales, como cantautor, jazz, folk, pop, rock, etc. El segundo se celebró en el Pabellón de Deportes del Real Madrid y como en todos ellos el programa “Tiempo de Universidad” entregó los premios universitarios del año, entre otros mejor universitario del año a Elisa Pérez Varela Rectora de la UNED y que fue la primera mujer rectora de la universidad española; el mejor universitario veterano a José Luis López Aranguren catedrático de Ética y Sociología de la Complutense de Madrid y mejor institución universitaria la “Fundación Universidad-Empresa” que estaba especializada en la promoción e investigación y colaboración del mundo empresarial y universitario, también se concedió al periódico ya desaparecido Informaciones de Madrid el premio de al medio de comunicación por su mejor cobertura de la información universitaria. Esta fiesta comenzó a las doce de la mañana del día 28 para acabar a las doce y cuarto del día siguiente y durante estas veinticuatro horas fue retransmitida en directo por Radio 3, Radio 1 y Radio Cadena Española, destacar que hubo decenas de entrevistas a diferentes personalidades relacionadas con la cultura y la universidad y entre otros habló el Alcalde Madrid D. Enrique Tierno Galván.

Al año siguiente, 1984 se celebró la “III Gran Fiesta del Estudiante y la Radio” que comenzó a las doce de la mañana del día 28 en el Palacio de Deportes de Madrid y también tenía previsto veinticuatro horas. En la organización del festival colaboraron la Comunidad de Madrid, el Ayuntamiento, el Ministerio de Educación y Ciencia y las universidades madrileñas Complutense, Autónoma, Politécnica, de Alcalá de Henares y UNED, Ministerio de Cultura y la SGAE. Una vez más el esfuerzo de Fernando Segundo a través del programa radiofónico “Tiempo de Universidad” hizo que este magno festival saliera adelante retransmitido una vez más por Radio 3 y Radio 1 y sumándose en esta ocasión TVE a través de su segunda cadena. Participaron numerosos grupos como en la anterior y entre los que recuerde estaban Javier Ruibal, Raúl Alcocer, José Antonio Labordeta, Pablo Guerrero e incluso Teddy Bautista con el grupo canario Teclados Fritos. En esta ocasión el premio institución universitaria recayó en nuestro Club que yo mismo recogí sobre el escenario del palacio entregado por el Alcalde de Madrid D. Enrique Tierno Galván en presencia entre otros del Ministro de Educación y Ciencia D. José María Maravall. A partir de esa hora las cosas empezaron a calentarse y unas palabras del Alcalde a los asistentes al acto que llenaba todo el recinto “rockeros: el que no esté colocado que se coloque y al loro” fueron sobre todo mal interpretadas al día siguiente por la prensa sensacionalista incluso ocupando portadas a no entender las palabras de éste, pues el Alcalde quiso dar a entender “lo de colocarse en el sentido de animarse y estar alegre”. Y es que a partir de la madrugada el ambiente totalmente normal con que había transcurrido el día empezó a romperse por cerca de dos mil personas que quisieron entrar al palacio por la fuerza cuando era imposible, pues sólo dejaron entrar el mismo número de los que salían, hubo multitud de altercados entre la gente y la policía sobre todo en la puerta principal, calle Felipe II, y tres amenazas de bomba en la centralita del Diario 16, Cadena SER y la Comisaría de Buena Vista, hicieron que se suspendiera la fiesta y se desalojara el local a todas las personas que había dentro, más de ocho mil, explicando que había sido por una avería en el equipo técnico. A las cinco de la madrugada los grupos de rock siguieron con sus actuaciones y se abrieron las puertas al público a partir de las siete de nuevo. Los directores de RNE Fernando Delgado, de Radio 3 Pablo García y el propio Fernando Segundo tuvieron que hacer frente a este lío inesperado y varios miembros del Club que en esta fiesta llevábamos la prensa no fuimos ajenos a todos los problemas que surgieron y que tuvimos que vivir con verdadero nerviosismo. Consecuencia de estos altercados es que el año siguiente, 1985, Fernando Segundo fue despedido pues tenía un contrato con RNE y la fiesta se dividió en dos partes, como Fernando consideraba que la idea era suya hizo un festival alternativo que se realizó en la Facultad de Geografía e Historia, Edifico B de Filosofía de la Complutense que ya sólo duró dieciséis horas y no contó con la transmisión por radio y televisión, en esta ocasión ante la imposibilidad de contar con buena parte de los grupos contactados, abrieron el escenario a cuantos grupos y músicos lo solicitaron que tuvieron también gran éxito. Y por su parte Radio 3 organizó la suya en el mes de marzo.


Este Club que en su origen se llamaba Club de Música y que en los finales de los 70 y comienzo de los 80 en los conciertos de jazz se denominaba Club de Jazz, terminó por unificar los dos nombres con el de Club de Música y Jazz San Juan Evangelista en el Curso 1984/85, con el logotipo actual que realizaron el arquitecto, crítico y promotor musical Manuel Domínguez y el entonces coordinador de imagen y relaciones públicas del Club,
José Luis García Díaz, que perdura hasta hoy.

En 1985, por mediación del periodista radiofónico antes citado, Fernando Segundo, gran agitador cultural como acabamos de reseñar, que montó y dirigió Radio Universidad en el edificio del Rectorado de la Universidad Politécnica de Madrid contiguo al San Juan, fue para mi bastante estimulante el presentar y dirigir un programa de jazz en la radio durante casi un curso, bajo el título “De Madrid al Jazz”, que por cierto escuchaba bastante gente Madrid y la Comunidad, según las llamadas que teníamos a la emisora.

Como indicábamos anteriormente actuaba en el San Juan el 30 de octubre de 1985 el que está considerado el mejor cantante de jazz de la actualidad Bobby McFerrin, que en solitario y sin instrumentos consiguió uno de los mayores éxitos de todos los conciertos celebrados hasta la fecha por este Club. McFerrin demostró en vivo su grandísimo talento improvisando jazz e interpretando sólo con la voz, acompañado a veces por los rítmicos golpes de la mano en el pecho o los efectos que sacaba con el micrófono en la garganta, incluyó en sus conciertos un amplio repertorio con obras tanto de Thelonius Monk, los Beatles o Juan Sebastián Bach, entre otros, logrando cuando quiso que le acompañara un público que llenó absolutamente el auditorio totalmente entregado. Sin duda un recuerdo histórico para todos los que tuvimos la oportunidad de escucharle en el Johnny.


En el Paseo Camoens del Parque del Oeste, un 11 de abril de 1986, estudiantes de las cuatro universidades madrileñas organizaron un homenaje a Enrique Tierno, Alcalde de Madrid fallecido en enero de es mismo año. Participaron numerosos grupos como Burning, Medina Zahara, La frontera y Joaquín Sabina entre otros, que fueron presentados por Moncho Alpuente, Alaska, El Pirata, Luis Carandell... Teniendo una asistencia masiva de jóvenes y estudiantes.

El domingo 16 de marzo de 1986, en sesiones de tarde y noche y dentro del programa del 5º Festival Internacional de Jazz, tuvimos la actuación de Memphis Slim al piano y la voz y de Son Thomas a la guitarra y George Colier a la batería con un lleno absoluto, fue uno de los mayores éxitos de los celebrados hasta la fecha. Memphis Slim, rey del boogie, un clásico del blues, realizó una actuación extraordinaria y llena de humor, cantando temas originales que pusieron al público en pié, explicando con sus canciones la esencia del blues “de lo buenas que son las mujeres”, “de lo malas que son las mujeres”, “de lo bueno que es tener bebida” y “de lo malo que es no tener bebida”. La despedida del concierto Memphis y Son Thomas nos deleitaron con una auténtica lección con un gran humor y nos relataron su vida cantando, primero Slim “me emborracho el lunes, el martes y el miércoles”. “Me emborracho el jueves, el viernes y el sábado. Y los domingos bebo porque no tengo otra cosas que hacer". A lo que contestó Thomas “no bebo güisqui. Sabes que no bebo vino rojo, así que móntatelo a tu manera que yo me lo montaré a la mía”. Como apostillaba Pedro Calvo en el Diario 16, es decir las cosas directamente con el corazón donde radica la raíz del blues y que también Alvaro Feito recogía en el Diario La Tarde como uno de los mayores éxitos del Johnny.

Estando yo de Coordinador de Actividades Musicales y Escénicas de la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, colaboré en el estreno en el Teatro Real, el viernes 16 de mayo, de “Fantasía de Cante Jondo” para voz flamenca y orquesta, una creación de Enrique Morente con música compuesta y orquestada por el compositor alemán Armin Hassen que adoptó el nombre de Antonio Robledo cuando decidió consagrar su talento creador al flamenco, actuó la Orquesta sinfónica de Madrid dirigida por Luis Izquierdo, entonces director titular de la Orquesta Filarmónica de Sevilla, actuando al cante Enrique Morente y a la guitarra Juan Habichuela y Gerardo Núñez, interpretaron letras de José Bergamín, Luis Rius, Manuel Machado, José Hierro, del propio Morente y populares del cante jondo. El éxito fue total y después esta obra la grabaría Enrique Morente en su sello “Discos Probéticos”, esta vez con la Orquesta Sinfónica de Europa y a la guitarra Montoyita y El Bola, entre otros. Por este tiempo era Alcalde de Madrid Juan Barranco Gallardo y Director de Actividades Culturales del Ayuntamiento, Ignacio Amestoy Eguiguren.

En 1988 se abría en Madrid el centro más importante para la música clásica, que iba a sustituir al Teatro Real como sala de conciertos, el Auditorio Nacional de Música donde tiene su sede la Orquesta Nacional de España y en donde este Club organizó varios conciertos siempre con notable éxito llenando casi todas sus localidades sobre todo de estudiantes.

Precisamente en este año de apertura del Teatro Real la Universidad Complutense organizó un concierto extraordinario de fin de curso con la presencia de uno de los grupos más importantes de la historia del jazz The Modern Jazz Quartet que el martes 7 de junio actuó en doble sesión, la primera para el público y la segunda para la comunidad universitaria, por supuesto con lleno absoluto concierto que ha quedado marcado en la vida jazzística de la capital desde entonces, además tocaron acústico y sin electrificación. La formación era la clásica y estaba integrada por John Lewis al piano, Milt Jackson vibráfono, Percy Heath contrabajo y Connie Kay a la batería.

Posteriormente, el 19 de octubre de 1988 actuaba para inaugurar el 19º Curso del Club de Música el excepcional pianista de vanguardia Cecil Taylor a piano solo. Sin duda ha sido uno de los grandes hitos musicales de la larga historia de este Club. En palabras al crítico Javier de Cambra aparecidas ese mismo día decía “comprende cuando se le insinúa de donde había sacado fuerzas para llevar adelante su solitaria y en parte reconocida tarea”, a la que contestaba: “siempre he sido un admirador de las grandes personas. Creo que hay cosas en la vida que te escogen a ti, tú no las escoges. Yo tengo un regalo y una responsabilidad y trato de devolverlo. También está el amor de mis padres y la fuerza que me dieron, y mi propio interés en lo que hago. El arte es un negocio en Estados Unidos y a veces dices no y te escapas de eso y te llaman listo o contestón y tú te enfadas, te frustras y te confundes-. Pero luego te encaras con el verdadero juego. Yo lo encaré cuando murió mi padre, al que yo llamaba tío Tom –cuando le alimentaba, pero no alzaba la voz-, y me encontré lavando platos. Tocada seis, siete horas diarias y encontré trabajo”. Al concierto asistieron multitud de músicos madrileños y sin duda su música quedó en la memoria colectiva de todos los presentes. Yo que tuve la suerte de que me grabara el concierto uno de los asistentes con un magnetofón de bolsillo, cuando escucho ahora su música me parece imposible que pudiéramos tener la suerte de escuchar en nuestro recinto este excepcional músico que nos dio una de las más brillantes páginas musicales dentro del jazz de vanguardia que yo haya escuchado hasta ahora.


El diario El Mundo sacaría su primer número bajo la dirección de Pedro J. Ramírez el 23 de octubre de 1989. Y ya el 1 de noviembre de ese año, Francisco Javier Llorente nos sacaba una página en el suplemento Campus dedicado a la Universidad de dicho diario, el perfil mío, bajo el título “El profesor de Jazz”. Después más artículos: 23 de enero de 1990 en el propio Campus, el 13 de diciembre de 1995 otro con el título “Feliz Cumpleaños querido Johnny”, de Lidia Garrido al cumplir el 25º Aniversario; Vox Populi cultural el 21 de mayo de 1999; “el San Juan Evangelista celebra 30 años de jazz y blues” de Pablo Sanz el 10 de marzo del 2000; “La leyenda continua” de Javier de Cambra, en el suplemento El Cultural el 26 de abril del 2000, con motivo del 30º Aniversario; Vox Populi el 19 de abril de 2004; “El Alma del Johnny” de Antonio Sanchidrián el 5 de mayo de 2004, con motivo del “23º Festival de Jazz”, y recientemente de nuevo en El Cultura “El Foco” el 2 de marzo de 2006, entre otros muchos previos y críticas.

Atrás quedaron periódicos importantes como Pueblo, Informaciones, Mundo Diario, Diario 16, Liberación, El Sol, El Independiente, El YA…, la revista La Calle, entre otros, que reflejaron con intensidad los conciertos del Club en previos y críticas.

Otro dato importante del año 1989, fue la caída del muro de Berlín el 9 de noviembre, llamado “el muro de la vergüenza” en Occidente y “muro antifascista” por RDA. Existió desde su construcción en 1961 y se considera con su retirada el fin de la Guerra Fría.

Este mismo año, 1989, moría la famosa luchadora comunista Dolores Ibarruri “La Pasionaria”, que volvió a España en 1977, después de su largo exilio. Recordemos las citas de sus discursos “más vale morir de pié que morir de rodillas” o su “no pasarán”. Auténtico símbolo popular, fue protagonista de poemas y canciones de Pablo Neruda, Rafael Alberti y otros.


Finalizando 1989, un 25 de noviembre, actuó en el Colegio el cantante guipuzcoano Benito Lertxundi, que presentó su último trabajo en euskera “Pazko Gerdi Ondua” (la post medianoche de pascua) que él definió como un trabajo de canciones de carácter tradicional, sin duda fue un extraordinario concierto del que guardamos un recuerdo imborrable por su música de belleza inolvidable.
 

Durante los meses de marzo, abril y mayo de 1991 la Universidad Complutense organizó un ciclo de conciertos para celebrar el Bicentenario de la muerte de W. A. Mozart y tuvimos la fortuna que dos de los conciertos se celebraran en el San Juan Evangelista con la presencia de dos importantes orquestas de cámara europeas, así el domingo 14 de abril a las 19.30 h. se presentó la Orquesta de Cámara de Munich dirigida por Hans Stadlmair y el sábado 11 de mayo a la misma ahora nada menos que la Orquesta de Cámara de la Filarmónica Checa, actuando cono director Petr Skvor y solista Miroslav Kejmar


Durante el año 1991 el presidente de Sudáfrica, Frederik Klerk, puso fin al régimen racista, conocido como Apartheid que surgió en este país en el año 1944. Fue liberado Nelson Mandela tras 28 años en prisión y que sería nombrado Presidente de la República tres años después. Mandela, Premio Nobel de la Paz y con numerosos premios más, entre ellos el Príncipe de Asturias de 1992, sin duda es una de las personas más admiradas y carismáticas de los últimos tiempos. Para concienciarnos sobre este problema, el Club organizó precisamente unas jornadas Antiapartheid de Afro-Jazz en diciembre de 1988, que comenzaron con una mesa redonda moderada por el periodista Xavier Rekalde y con la intervención del famoso trompetista sudafricano Hugh Masekela y representantes de ONG’s y continuaron los dos días siguientes con conciertos del Louis Moholo’s “Viva La Black” y el mismo Hugh Masekela and Company.

Quisiera recordar el último concierto en vida del cantaor José Monge “Camarón de la Isla”, el 25 enero de 1992, que vino porque fue patrocinado por la Dirección General de Cultura de la Junta de Andalucía. Camarón llegó de Francia, el día anterior había actuado creo que en Nimes y estaba por tanto bastante cansado y quizá ya tocado por la enfermedad. Media hora antes de la actuación, y con el local absolutamente repleto, hubo aficionados que trataron de pagar hasta veinticinco mil pesetas (150 euros) la entrada, sin que nadie pudiese saber que esa sería su última actuación en vida, me llamó Tomatito diciendo que el maestro se había quitado el puente de la boca, y debido a su cansancio, no tenía ganas de ir al concierto. Desde luego si llega a ocurrir que suspende la actuación se habría organizado un gran revuelo, pero gracias a la mediación de Tomatito que le dijo “no podemos dejar tirado al paisano”, finalmente acudieron y resultó ser uno de los mejores conciertos que haya dado Camarón en los últimos años de su vida, con una actuación de casi una hora totalmente entregado. Recuerdo que estuve hablando con él en los camerinos, y me pareció una excepcional persona, natural, amable y sencilla, como los grandes genios.


Hay que hacer mención como foco importante de la cultura de Madrid, la inauguración en el año 1992 de los museos de Arte Nacional Reina Sofía y Thyssen-Bornemisza. El primero con importantes obras de Picasso, Dalí y Miró, y el segundo con más de cincuenta lienzos de los más importantes de la pintura universal, que complementa la pintura de El Prado y Reina Sofía, como único lugar donde se pueden ver lienzos del impresionismo, postimpresionismo, últimas vanguardias, pop-art, etc. Estos tres museos, ubicados en lo que se llama el “paseo del arte”, sin duda constituyen uno de los atractivos culturales más importantes a nivel mundial de Madrid.


Precisamente en el año 1992 Madrid fue Capital Europea de la Cultura que se celebró con una gran cantidad y variedad de importantes actividades culturales de todo tipo, aparte de la Tribuna del Jazz que se celebró durante todo el año un día a la semana en la Sala Galileo Galilei con la mayoría de los grupos españoles y una presencia importante de grupos de jazz extranjeros, hay que destacar el Ciclo de Música Clásica fuera de serie con las más importantes orquestas de todo el mundo y que se inauguró en el Auditorio Nacional el domingo 19 de enero con la Royal Philarmonic Orchestra bajo la dirección de Vladimir Ashkennazy y actuando como solista el violonchelo Mischa Maisky y se interpretaron obras de Benjamín Britten, Richard Straus y la “Suite Española” de Albéniz y Frühbeck de Burgos. Después vendrían la Chicago Symphony Orchestra entre otras muchas, para terminar el 8 de diciembre con la Royal Concertgebouw Orkest. Todos estos actos fueron organizados por el Consorcio para la Organización de Madrid Capital Europea de la Cultura 1992 con la dirección general de Pablo López de Osaba y coordinando el área de música Tomás Martín de Vidales.

En el año 1993 se celebró el Séptimo Centenario de la Fundación de la Universidad Complutense que se conmemoró en el Auditorio Nacional de Música el jueves 20 de mayo a las 22.30 horas con la presencia de la Royal Philarmonic Orchestra bajo la dirección de Leopold Hager, con obras de Johannes Brahms, Jesús del Monasterio y Antonin Dvorak.
 

 


Al comienzo del Curso 93-94, concretamente los días 22, 23 y 24 de octubre de 1993, organizamos el I Festival de Música Popular de Brasil, con la ayuda del periodista Adolfo Montejo. En el San Juan que ya habíamos tenido previamente otro festival de música brasileña con músicos de este país, radicados en Madrid como Frutos Tropicais, Rubém Dantas, Quique Alvarado, etc. que actuaron en febrero de 1980 y otros españoles que hacían su música, esta vez fue verdaderamente internacional con todos los músicos procedentes de este país, participaron verdaderas figuras como Hermeto Pascoal, músico autodidacta que aparte de tocar gran número de instrumentos convencionales era capaz de sacar sonido de máquinas de coser o latas, el albino Severino Dias de Oliveira apodado Sivuca, un gran especialista del acordeón que practicaba la improvisación enfrentándose a canciones típicas brasileiras como sambas, forrós, etc. Y clausurando el domingo el festival Carlos Escobar, Guinga, que ya entonces consideraban como un compositor excepcional, tocando la guitarra de una manera especial.

Aunque en este texto hago especial incidencia a la música de jazz, a lo largo de todos estos años ha tenido una verdadera importancia también el flamenco, a parte de todas las músicas no especialmente comerciales, con presencia de todo el mundo. Baste recordar las importantísimas primeras “reuniones del flamenco en la universidad” dónde se le dio al flamenco la categoría cultural que merece, sacándole un poco de los reductos en que desde su creación había estado metido, con la celebración flamenca del Día de Andalucía alrededor del 28 de febrero, después de la creación de esta Autonomía y el “Festival Flamenco por Tarantos” que como almeriense hemos dedicado a Almería, para dar a conocer este importante cante libre, originario de mi tierra y en general todos los cantos mineros levantinos. Este festival empezó el 26 de noviembre de 1989 con la presentación de Juan Verdú y José Manuel Gamboa, que también colaborarían en la programación de flamenco en años posteriores, disertación Ángel Álvarez Caballero sobre el taranto y un cartel de lujo entre los que estaban los cantaores Carmen Linares, José Mercé, Fosforito y Chocolate, y los guitarristas Enrique de Melchor y Tomatito, entre otros. A parte de otros tipos de festivales como los de guitarra flamenca. Desde luego en todas estas actividades flamencas a lo largo de tantos años, sin duda ha pasado la flor y nata de los artistas flamencos del siglo XX: desde las míticas Fernanda y Bernarda de Utrera, La Paquera de Jerez, Juanito Valderrama, Camarón, El Cabrero, Chano Lobato, Rancapino, etc., a los hoy tan famosos Carmen Linares, Enrique Morente, José Mercé, Estrella Morente, Diego el Cigala, Miguel Poveda, Mayte Martín, etc.; o el flamenco-fusión, con los primeros conciertos de Ketama, La Barbería del Sur, Pata Negra, etc.

A la lista de famosos guitarristas nombrados, la lista sería interminable, no podemos dejar de recordar las actuaciones de los hermanos Juan y Pepe Habichuela, Perico del Lunar, Luis Pastor, Félix de Utrera, hasta los más jóvenes de hoy como Vicente Amigo, Tomatito, Gerardo Núñez, Jerónimo o Niño Josele. Igualmente en el baile ha habido una destacada presencia desde la gran bailaora gitana Manuela Carrasco o El Güito, a la hoy famosa internacionalmente Sara Baras, pasando por los conocidos Antonio Canales, María Pagés, Antonio el Pipa, El Mistela, etc.

Como prueba del interés que hemos tenido siempre por el flamenco, fue el merecido homenaje que hicimos el 21 de enero de 1994 al que había sido gran guitarrista, Félix de Utrera, que debido a una artrosis en las manos ya no podía tocar la guitarra. Aunque se cayeron del cartel importantes figuras que estaban anunciadas no por ello dejó de ser uno de los mayores éxitos que yo recuerde, estuvieron al cante grandísimos artistas como los cantaores Carmen Linares, Chaquetón, El Flecha, Gabriel Moreno, José Menese y Juanito Valderrama, con las guitarras de El Niño del Tupé, José Mª Pardo y Juan Carmona Habichuela, entre otros; en guitarra en concierto estuvieron los jóvenes guitarristas Jerónimo Maya y Rafael Riqueni y al baile Antonio Canales, ya entonces muy famoso, que venía de posar con trajes de Luccino y Adolfo Domínguez, y Manuela, la hija del homenajeado. Recuerdo como a Juan Carmona Habichuela le dio por acariciar la guitarra y desde el patio de butacas se oyó, y siempre se lo comento al maestro, “esa guitarra es tan dulce que sabe a caramelo”. El festival fue un auténtico éxito y gracias a la colaboración de las entidades que nos patrocinaban, el amigo Félix de Utrera ya fallecido se llevó un pico importante de pesetas de entonces que seguro le vinieron bien a su mermada economía.

Según escribía el famoso pedagogo brasileño Paolo Freire en sus conocidos libros “La educación como práctica de la libertad” y “Pedagogía del oprimido”, nadie enseña a nadie sino que todos aprendemos juntos, no obstante creo que el San Juan ha ocupado un lugar preferente en la historia de la música en vivo en la universidad española que posiblemente haya servido de ejemplo para que otras muchas asociaciones y organizaciones hayan recogido el testigo.

Decía un conocido cronista, en un marco de austeridad, el “sanjuanismo” –una forma de entender la vida- no se entendería si no es al calor de un público que es el que marca la diferencia. Ha sido un milagro escuchar los mejores músicos del mundo, pero también tocar para el mejor público del mundo. Entre estos personajes unidos a esta historia de sus comienzos, citar a Juan José González “Pepito el Jazzman”, ingeniero de Telecomunicaciones, socio de honor del Club, que no sólo nos ha animado desde el principio, sino que ha participado en muchos conciertos de forma espontánea y por sorpresa, con su canto “scat” en lo que él llama “blues por soleá”, provocando el aumento de la temperatura de los conciertos y a veces el asombro de los músicos y otras su cómplice, forzándolos muchas veces a tener que hacer otro bis para superar tan alto voltaje alcanzado con su participación en el escenario. Y sus cualidades humanas como su generosidad y bondad le han hecho ganarse la amistad de todos los que le hemos conocido al igual que de multitud de músicos, como ejemplo baste las palabras que el escritor y crítico de música popular Pedro Calvo nos decía recientemente sobre Juanjo: “Juanjo, tan enamorado del jazz como del flamenco, la música clásica o simplemente la buena música, comprende y sabe expresar y expresarse desde el tuétano de las músicas improvisadas. Sus improvisaciones ad libitum, en el trapecio del directo y sin red, son un hito absolutamente histórico para las músicas creativas. Además, a Juanjo debe serle reconocido el mérito de haberse subido a un escenario y salir con bien de sus retos con tantos y tan grandes artistas. Juanjo, que se duerme por la noche escuchando a Arnold Schonberg, ha sido capaz de contagiar un amor absoluto por la música y los músicos comprometidos seriamente con el arte. Todos los que conocemos a Juanjo hemos recibido de su apasionada bonhomía un anecdotario vital irrepetible, unas reflexiones teóricas sobre la música cabales, sorprendentes e innovadoras. Conocerle nos ha hecho mejores profesionales, mejores personas también. Juanjo ha tratado de echarnos una mano siempre, siempre con la más absoluta humildad”.

La “IV Muestra de Jazz y Blues de la Comunidad de Madrid” se celebró en el Colegio y entre otros tuvimos la actuación de la nueva banda del saxofonista John Zorn, presentando su proyecto “Masada”, en el que participaban artistas nada más y nada menos que John Medewski al órgano y los teclados, Marc Ribot a la guitarra y Billy Martin a la batería. En palabras del crítico y periodista Federico González en un diario madrileño de esos días “El pope de la vanguardia neoyorquina, en el San Juan. John Zorn ejemplifica para muchos el artista creativo por antonomasia, siempre mirando a su alrededor y absorbiendo materiales útiles para alimentar su revolución casi diaria. Entre sus ídolos figura músicos de jazz como John Coltrane y Albert Ayler, pero también compositores cultos contemporáneos como John Cage y Karlheinz Stockhausen, por ejemplo”. Pero es que ya John Zorn nos había visitado el 31 de marzo de 1990 con su anterior trabajo “Naked City” al que le acompañaban músicos tan importantes como Bill Frisell a la guitarra, Wayne Hortvitz al piano, Fred Frith bajo eléctrico y Joey Baron a la batería. Posteriormente en el año 99 vino con la New Ensemble Orchestra, este importantísimo grupo de la vanguardia neoyorquina, como vemos ya nos ha visitado con casi todos sus proyectos al San Juan Evangelista, y dentro del 3er. Ciclo de Músicas Creativas y de Raíz en la Universidad, programa que completarían músicos de la talla como John Patituccci Band, Bill Evans & Push y Lester Bowie & The Brass Fantasy.

Dentro del 13º Festival de Jazz San Juan Evangelista, el domingo 15 de mayo de 1994, en dos sesiones hubo un homenaje de blues a Muddy Waters. Una formación auténticamente de lujo contó nada más y nada menos con Bon Margolin, Luther Johnson Jr., Big Daddy Kinsey, Pinetop Perkins, Carey Bell, Calvin “Fuzz” Jones, Willie “Big Eyes” Smith, una selección de los grandes músicos que acompañaron a este mítico compositor e intérprete a lo largo de su dilatada carrera, uno de los padres del blues de Chicago y padre del rock de los años 60. Con motivo del décimo aniversario de la muerte de Muddy Waters, varias de las figuras más relevantes del blues contemporáneo se reunieron para rendirle este homenaje.

Todos los equipos de dirección, y los subdirectores de música, siempre han colaborado con el Club. Al exdirector del Colegio, José Santos Navarro, se debe la modernización de las salas y comedor del Colegio, y habitaciones renovadas totalmente que han sido dotadas con conexión central para ordenadores, nuevo mobiliario, etc., obras que se han realizado en sus últimos cinco años con el patrocinio de la Obra Social Unicaja.

Como inauguración del Curso 94-95, concretamente el 21 de octubre del 94, celebramos un festival antirracista, bajo el título “Por respeto al Diferente” con el objeto de recaudar fondos para la Federación de Organizaciones de Refugiados y Asilados en España (FEDORA), en la que colaboraron también el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados (ACNUR) y la Dirección General de la Juventud de la Comunidad de Madrid. FEDORA se fundó en 1965 para los que tenían la necesidad de mejorar la situación de los que obligatoriamente o sin más remedio escogían España como lugar de inmigración e incidir en el reconocimiento de sus derechos a la diferencia de religión, cultura… Presentaron el festival Carlos Tena y Mari Pau Domínguez, en un cartel diseñado por el líder del grupo de los Coyotes, Victor Abundancia, que tenía varias canciones dedicadas a países del tercer mundo y en donde participaron el cantautor Javier Krahe y su grupo, el grupo de pop la Marabunta, el reggae de Afro Brass y la música de Luis Paniagua, las entradas entonces costaron mil pesetas.

Este año 94, el 16 de diciembre, en el tradicional concierto de Navidad, tuvimos la presentación del grupo de Negro Spirituals & Gospel Songs, The Blind Boys of Alabama, que estuvieron dirigidos por su fundador Clarence Fountain. Este sexteto, entre sus miembros lo integraban cuatro vocalistas que son ciegos, sin duda fue uno de los mayores éxitos de los numerosos grupos de gospel que a lo largo de toda su historia han pasado por el Colegio.

Al año siguiente, en abril de 1995, coordinado por el periodista y escritor danés gran amigo del Club Ebbe Traberg, se celebraron unas Jornadas Nórdicas de Jazz con el título “Bajo la Estrella Polar”, el último día, domingo 23 de abril actuó el grupo sueco dirigido por el pianista Esbjörn Svensson (que a la hora de actualizar este texto acaba de fallecer en accidente en su país) que presentó su trabajo “When everyone has gone”, y el grupo danés del contrabajista también desgraciadamente fallecido Niels-Henning Østerd Pedersen. También participaron grupos de Finlandia, Islandia y Noruega y se dio para empezar a dar a conocer el jazz de los países nórdicos cuando ya ahora está tan de actualidad.


En el año 1996 el PP, presidido por José Mª Aznar, ganó las elecciones, sin mayoría absoluta y gobernando con los grupos nacionalistas; sí conseguiría la mayoría absoluta en las siguientes elecciones del año 2000. En su Gobierno, entre 1996 y 1999 se produjo la plena integración de España en la estructura militar de la OTAN y en la Unión Europea.

El 3 de mayo del 96, dentro de la programación del XV Festival de Jazz San Juan Evangelista, nos visitó el tejano Flaco Jiménez, para presentar su disco “Buena suerte señorita”, sin duda una de las más importantes figuras del tex-mex contemporáneo y virtuoso del acordeón. Su música era una mezcla entre rock & roll americano y la música popular mejicana, con un sonido basado en la polka su música enseñaba las raíces que los alemanes llevaron a Tejas a finales del Siglo XIX y que tanto se escucha en la frontera del Méjico y Tejas.

Este mismo año de 1996 tuvimos la presentación por primera vez en España, concretamente el 13 de diciembre, de la pianista y vocalista Diana Krall cuando entonces era una de las artistas más prometedoras del jazz actual, canadiense de origen, como vimos al presentar su disco “All for you” en el que rendía homenaje a Nat King Cole tocó el piano de una manera totalmente llamativa acompañándole Russell Malone a la guitarra y Paul Keller al contrabajo, también sorprendió por su voz cálida y con el tiempo ha llegado a convertirse en una de las más importantes figuras femeninas del jazz actual, aunque al entrar se sorprendió de una manera negativa por la “belleza” del recinto, al final terminó entregada ante un público sabio que la escuchó con atención y la aplaudió masivamente en todos los temas.

Ya al año siguiente, 1997, concretamente el 7 de febrero unos meses antes de fallecer nos visitaba el gran pianista catalán de jazz tan ligado a este Club Tete Montoliu que con la cantaora también catalana de flamenco Mayte Martín, presentaron el disco “Free Boleros”, a ellos le acompañaron Horacio Fumero al contrabajo y Nan Mercader a la percusión. Ese mismo día Tete indicaba a la prensa “los madrileños son muy agradecidos con el arte y la música” y a la pregunta de si el público le apreciaba aquí respondía “mucho y respeta mi forma de hacer música, tan ortodoxa. Y más en este Colegio Universitario donde actúo desde hace más de veinticinco años, y al que me encanta volver, porque era un lugar que frecuentábamos los progresistas”. Y a la no menos interesante pregunta ¿Si sabían de jazz?, respondía “la música no hay que entenderla cualquier manifestación artística hay que sentirla. Es una pedantería intentar entender de algo…” Una vez más este dúo obtuvieron un gran éxito donde escuchamos los boleros de siempre como “Contigo en la distancia”, “Nostalgia”, “El día que me quieras”, “Somos”, “El reloj”, y particularmente después de escuchar los temas con el piano de Tete ya otras interpretaciones me gustan menos. La prensa recogió este grandísimo éxito como Pedro Calvo en Diario 16 al que tituló “Boleros libérrimos”, decía “… a nadie imita Mayte. Su voz y su sentimiento fijan una impronta con nombre propio. Por supuesto que, como artista inteligente y noble que es, lejos de ella la tentación de embarullar flamenco y boleros en un pastiche absurdo. No es eso, ocurre que su talento es de serena avalancha. Con una afinación inmaculada y una credibilidad a flor de piel, Mayte hace boleros en el centro de su verdad. El hipercreativo piano jazzísitco de Tete se derrama por una torrentera de libertad que nos hace flotar con toda naturalidad en lo sublime…. Explicó Tete, al presentar la epistemológica belleza de ‘Contigo aprendí’, que, siendo él invidente, ha podido disfrutar la pintura de Miró gracias al don de su mujer, que ha tenido el amoroso talento de hacérsela comprender a través de las palabras. Muchos sueños imposibles despierta el bolero. Mayte, Tete y compañía encienden una luz al otro lado del alma”. Esta experiencia de mestizaje del jazz con otras músicas también tuvo un previo en octubre de 1996 cuando El Cabrero presentó un disco “Sin remache” dedicado al tango argentino y al que le acompañó el grupo Tango al Sur, también fue del aprecio de todos los aficionados aunque a lo largo del tiempo a todos nos ha gustado más Tete tocando jazz y Mayte Martín y El Cabrero cantando flamenco.

Dentro de la programación del XVI Festival de Jazz que se celebró en mayo de este año 1997 el dieciséis de este mes, hicimos un recuerdo al periodista que había fallecido meses atrás Ebbe Traberg, con actuación del excepcional pianista canadiense Paul Bley, amigo de Ebbe, al que le acompañó una sección rítmica de campanillas con el contrabajista George Mraz y el baterista antiguo miembro de la banda de Miles Davis, Al Foster, que después también nos visitaría con distintas formaciones. Sin duda Paul Bley junto a Abdullah Ibrahim y Randy Weston son tres de mis pianistas de jazz favoritos, pero a lo largo de toda esta historia han ido pasando por el San Juan extraordinarios pianistas de jazz como McCoy Tyner, Hank Jones, Tommy Flanagan, Tete Montoliu, Gonzalo Rubalcaba, Cedar Walton, Chano Domínguez, Carla Bley, Geri Allen, Iñaki Salvador, Diana Krall, Bebo Valdés, Uri Caine y Bugge Wesseltoft, entre otros muchos.

Al finalizar el Curso 96/97, el día 24 de mayo de 1997 presentábamos el grupo Afro Cuban All Stars, que venía por primea vez a España tocando un repertorio de nuevos y viejos clásicos y en donde se unían cuatro generaciones de los más brillantes músicos de Cuba. Un gran lleno acogió a este extraordinario grupo a cuyo frente estaban los maestros pianistas Rubén González y Guillermo Rubalcaba y que hasta algunos medios llegaron a llamar el concierto del siglo. Vinieron a presentar el disco “A toda Cuba le gusta”, y decían que era el mejor disco cubano de los últimos cuarenta años, les acompañaban la voz de Ibrahim Ferrer y estuvo entre otros Orlando López “Cachaito”, heredero de la gloria bajista de su padre Orestes, hermano de Israel y figura central del contrabajo en Cuba, sobrino del Gran Cachao. Presentaron piezas maestras de la música de Cuba que van del son a la rumba y el guacanson a la guajira, el danzonete, el cha-cha-cha y otras. Con una formación de hasta doce músicos en el que dirigiendo todo el grupo Juan Marcos González nos dejó en la memoria un recuerdo inolvidable que ha durado muchos años en los que tuvimos la ocasión de escucharlo. Evidentemente este Curso 96/97 en lo musical puede servir como ejemplo de todos los cursos siguientes porque verdaderamente nos visitaron grandísimos músicos de todo el mundo.

Siguiendo con el 97, Curso 97/98, a los pocos meses de la muerte de Tete Montoliu, concretamente los días 24, 25 y 26 de octubre, organizamos un festival en homenaje al mismo con el título “Nuestro Jazz. Pianos para Tete”, donde queríamos un poco presentar a la misma vez la calidad del jazz español a través de una presencia importante de los pianistas de diferentes comunidades como El País Vasco, Cataluña, Valencia, Galicia, Madrid y Asturias. Aprovechamos la ocasión para colocar una placa en el hall del teatro a Tete, junto a la de Camarón que como dijimos había dado su último concierto en vida en el San Juan Evangelista. Se entregaron diferentes premios con los nombres de las instituciones y empresas que lo patrocinaban y entre los premiados estuvieron Peer Wyboris, el gran batería ya jubilado que acompañó tantos años a Tete y a los pianistas Iñaki Salvador, Ignasi Terraza, Albert Bover y Chano Domínguez.

El 20 de abril de 1999 el diario El País, sobre la sociedad creada para afrontar el problema de los músicos de jazz madrileños, “Músicos Asociados” y aprovechando la ocasión para hacer un recorrido por los clubes de jazz más populares de Madrid, escrito por el periodista ya fallecido Federico González, terminaba su artículo con este párrafo que me parece necesario no olvidar: “… finalmente es obligado citar al San Juan Evangelista. No es un club ni es un teatro: simplemente es la catedral del jazz de Madrid, lugar de culto donde a lo largo de sus casi 30 años de existencia tanta música celestial se ha podido escuchar”. Evidentemente cuando se fechan estos recuerdos ya llevamos 40 años.


Antes de finalizar los recuerdos de estas dos décadas, tengo que hacer alguna reseña a la tecnología de los años 70, por su relación con la música. En mi memoria está, el trauma que me producían las tarjetas perforadas que llevaban algunos compañeros estudiantes de Ingeniería y que yo no llegué a conocer en la práctica. Creo que el funcionamiento era escribir a máquina los trabajos técnicos de algunas asignaturas, dárselos a un perforista que había en los centros de estudio que se dedicaba a eso, y éste sacaba las tarjetas amarillas con una máquina especializada. Éstas se llevaban a la computadora central, que había pocas en algunas escuelas técnicas, y las cuales ya sacaban impreso en papel el trabajo de estudio. Creo recordar que los lenguajes se utilizaban entonces, de los cuales había multitud de libros, eran Cobol y Ascic, y de los cuales mi ignorancia era grande.

Pero a partir de la década de los 80, se ha producido una auténtica revolución tecnológica, que sólo voy a reseñar someramente porque tiene que ver con lo que estoy escribiendo. En 1982 apareció el microprocesador individual PC, fabricado por IBM que ahora pulula por todos sitios, que sustituye a las grandes computadoras de tarjetas perforadas y programas ya poco en uso. La tarjeta perforada era una cartulina con unas determinadas posiciones que podían estar perforadas o no, lo que suponía la utilización de un código binario y era la forma de introducir la información a un computador, en los años 70 y cayeron en desuso al ser sustituidas por medios magnéticos y ópticos como el CD-ROM que hablaré más adelante.

Pocos años después aparecía Internet, acrónimo del inglés INTERnational NET que traducido al español significa “red mundial” y todo lo asociado con este sistema de comunicación, como la Web (World Wide Web), el correo electrónico con la @ como uno de los símbolos más conocidos, los navegadores como ADSL, y la famosa herramienta Windows con los programas Word, Excel…, los buscadores como Google, Yahoo, Terra, Altavista… y los exploradores como Microsoft, aunque éste ya contiene todos los términos anteriormente dichos, y otros conceptos como Blog, Chats, Foros, Videoconferencia…, en definitiva todo lo relacionado con la informática actual, entre cuyos contenidos, la palabra “icono” es una referencia básica.

Entre estas innovaciones también importantes hay que destacar el invento del CD siglas del inglés Compact Disc y en español Disco Compacto, primer sistema de grabación óptico-digital, que superaba las limitaciones de los formatos convencionales y convirtiéndose en el primer sistema de reproducción de sonido, que no se deteriora al usarlo y puede reproducirse muchas veces sin perder calidad, y que ha sustituido comercialmente a los antiguos vinilos y cassettes de música. Paralelamente se comercializaría el CD-ROM, disco compacto de memoria de sólo lectura y que ha revolucionado el uso de las computadoras personales, pieza estándar para un equipo de PC. También aparecía el DVD, un formato similar a los CD’s, pero codificado de forma distinta y su uso sobre todo es utilizado para películas con alta calidad de video y audio, sustituyendo a los antiguos VHS que prácticamente han desaparecido del mercado.

Durante estos años, asimismo, salieron al mercado los teléfonos móviles, sobre todo a partir de 1990, siendo su uso ahora absolutamente masivo. Y relacionados con ellos los mensajes SMS, en cifras también multimillonarias, su avance ha ido en aumento y en estos momentos su tecnología no deja de desarrollarse, como cámaras fotográficas y de video incorporadas y móvil-ordenador.


CURSO 2000-2001: CAMBIO DE SIGLO.
LA MÚSICA CONTINÚA.


Desde su llegada al Colegio, hasta hace pocos años director, José Andrés Torres Mora, y hoy Diputado del PSOE por Málaga, que también fue colegial y subdirector a finales de los 70, aportó su máxima colaboración para que el Club no desaparezca, con la búsqueda de recursos, su apoyo constante asistiendo como un buen aficionado a la música popular a la mayoría de los conciertos, y destacando siempre esta actividad como una de las más importantes del Colegio. A él se debe que, a partir del curso 2000-2001, el Colegio sea mixto, chicos y chicas, un logro inimaginable a nivel oficial en otros tiempos, aunque en la realidad lo fue desde sus comienzos.

En este año 2000 tuve la suerte de comprarme la entonces última novela de Manuel Vicent “La Novia de Matisse”, según Vicent “quería saber qué poder o energía ejerce sobre las personas el amor, el arte y la belleza. No hay que darle ninguna importancia al dinero ni a la moral frente a la belleza. Para mí, lo importante es saber demostrar si una obra de arte cuando es solamente estética ejerce el mismo poder y energía sobre las personas que cuando es una obra religiosa. Si una madonna de Rafael, cuando se la reza en la iglesia, te puede salvar y hacer un milagro, porqué no cuando está en un museo. También puede crear una emoción estética que sigue siendo tan poderosa como la religiosa y te puede sanar espiritualmente”. Manuel Vicent escogió a Matisse como sanador porque según él ya en sus tiempos le llamaban el doctor y a su cuadro “La Alegría de Vivir”, el paraíso curativo, en el que se basa la novela. A partir de aquí empezó mi afición por la pintura, las visitas dominicales a todos los museos de Madrid y a todas las exposiciones temporales e incluso me he hecho amigo de mi museo preferido el Thyssen-Bornemisza. De forma que de no tener ni idea ahora soy un aprendiz ilustrado que quizás puede distinguir un cuadro impresionista de uno pop-art y entre un dibujo, una acuarela o un óleo. Hasta entonces verdaderamente había sido un ignorante en esta materia, que afortunadamente gracias a este libro que recomiendo a todos, el arte, me está dando un suplemento necesario de espiritualidad.

Con el cambio del milenio, actuaron en el San Juan grupos de jazz tan importantes como los de los saxofonistas Gary Bartz, David S. Ware y James Carter; grupos míticos como Oregón y The Heath Brothers y la famosas orquestas, la europea Vienna Art Orchestra y la americana The Woody Herman Orchestra, entre otros. Siguió en pié el Festival Flamenco por Tarantos, con nombres de actualidad como los cantaores El Cigala y Montse Cortés y el guitarrista Niño Josele y también regresó la música celta con Phil Cunningham y la novedad del jazz-tango de Dino Saluzzi.

Mientras tanto en el año 2000, en colaboración con la Concejalía de Cultura del Ayuntamiento de Almería, en este año regentaba el grupo de Izquierda Unida, dirigido por los concejales Concha Márquez el primer año y Rafael Esteban los tres años siguientes, comenzamos los Encuentros de las Culturas Mediterráneas, Alamar; y durante cinco años colaboramos en llevar a esta ciudad a los mejores grupos de música popular de ambas orillas del Mediterráneo convirtiendo a este festival en uno de los referentes en estos años de toda Europa, con exposiciones, conciertos, encuentros cinematográficos y tertulias de poesía. Por ejemplo, en Almería actuaron grupos como Mª del Mar Bonet, Nass El Guiwan, Manolo Sanlúcar y Carmen Linares con “Locura de brisa y trino”, Tamburi del Vesuvio (Italia), La Sulamiyya (Túnez), José Menese y Mayte Martín, Orchestre National de Barbés (Argelia/París), Yair Dalal Trío (Israel), Adel Salameth Trío (Palestina), Ensemble Ganub (Egipto), Lluis Llach, Rabih Abu Jalil (Líbano), Cheija Rimitti (Argelia), Burhan Öçal (Turquía), Orquesta Arábigo Andaluza de Fez (Marruecos), Savina Yannatu & Primavera en Salonico (Grecia), Sivan Perwer (Curdistán), etc., etc. Posteriormente el festival ha tomado otros rumbos y ya no se realiza exclusivamente con las culturas del Mediterráneo, una lástima porque se había convertido en un referente en los países ribereños de este mar de los tres continentes que les baña.


Como muestra basta rememorar el texto que escribía el periodista Xabier Rekalde desgraciadamente fallecido en un accidente de coche: “Los aires de un mar. El mar es un camino desde que los navegantes de toda laya hicieron de él la ruta de sus andanzas. Pero también es frontera infranqueable y tenebrosa para las gentes de tierra, dique para los que los Continentes respiren por separado, y trinchera entre mundos que se observan con desconfianza. El Mediterráneo no quiso ser un lago gigante y abrió dos bocas hacia el infinito, y se creó un norte y un sur que parecen más distantes que su este de su oeste. Los ribereños se miran de frente y de cerca; se mezclan y se odian en caliente. Hay discrepancias seculares tan insistentes que nos han acercado pero no nos han convertido en el mismo. Alamar es un encuentro de culturas, de sensibilidades diferentes, de miradores sociales que cuentan la Historia con caligrafía que no coincide. Pero las culturas sólo se aproximan si se muestran como son, si se reconocen en el mismo plano porque ninguna es un exotismo, sino otra expresión, otro punto de vista de otros hombres. En el Mediterráneo, todas se han tocado, se han contagiado y se han negado, replegándose hacia su interior. Alamar quiere ser una plaza que las aproxime, porque, al sumergirnos en la cultura de otros, la nuestra se hace relativa y se afirma en lo que es: una forma de circular por la vida. Y quiere mostrar el rastro vivo de los pueblos a través de la música, la literatura, el cine, las artes plásticas de todas las esquinas de este rincón del Planeta… Esta cita anual pretende buscar argumentos distintos y no someterse a los caprichos de la Industria o de las giras ocasionales. Pretende ser un alamar, un adorno grande y refulgente que brille desde Andalucía, y que, además, sirva para sujetar una capa marina donde todos los vecinos se reconozcan un poco”.


No nos podremos olvidar de sonidos tan bellos de tantos conciertos en el San Juan donde los ojos se nos llenaban de emoción y se nos abría el espíritu y el alma a sentimientos positivos oscurecidos por la complejidad de la vida, con sus problemas y dificultades, decepciones y desencantos, pérdidas y separaciones, con músicos como Dexter Gordon, Milt Jackson, Hannibal Marvin Peterson, Paul Bley, Abdulah Ibrahim, David Murray, Juan Carmona Habichuela, Camarón, Morente, Emilio Cao, Benito Lertxundi, Pablo Milanés, Aute, Memphis Slim, Rubén González, Stephane Grapelli, Carmen Linares, Masekela, Astrud Gilberto, José Mercé, etc. En definitiva la música de ahora y del siglo XXI que hace poco comenzó.


A partir del 1 de enero de 2002 nos incorporamos a la moneda de la Unión Europea, el euro, un hecho que cambió nuestra vida económica y desde luego encareció todos los alimentos y servicios de primera necesidad y perdimos poder adquisitivo. Desde ese momento desapareció la moneda oficial española, la peseta.
 


Pero en estos tiempos en que es realidad la globalización, con la estandarización mundial del mercado, por las grandes empresas multinacionales, donde priva la eficiencia, la velocidad y el beneficio y las modas se imponen por la exagerada publicidad, podrá subsistir este Club donde sólo se encuentran partidas con recursos humanos, importantes, pero cada vez más escasos. La cultura siempre será deficitaria, por lo que será absolutamente imprescindible para sobrevivir, seguir contando con patrocinadores como hasta hora, manteniendo las señas e identidad propias, sin caer en la tentación de competir y comparase con nadie.

¿A estas alturas, cómo se explica que una Asociación Cultural sin fines de lucro, sin ningún personal asalariado haya superado ya las tres décadas de existencia? A decir de los periodistas, hoy por hoy es un misterio, pero transmitida y regenerada de generación en generación, por los jóvenes universitarios. Quizás sería tema para explicar por sociólogos o profesionales de la comunicación. El caso es que a decir de aficionados y periodistas, desde hace tiempo se ha convertido en una institución, que probablemente no tenga otra parecida en ningún otro lugar y que aún sigue viva.


Y así llegamos, con el paso del tiempo a las elecciones del 14 de febrero de 2004, en las cuales el PP fue derrotado por el PSOE, entre otras cosas por el descontento general por la participación de España en la Guerra de Irak y es elegido Presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, con lo que comienza una nueva época para España.

Atrás han quedado el mayo francés, la primavera de Praga, la revolución de los claveles, la transición española, la abolición del apartheid, la caída del muro, la perestroica, el eurocomunismo, las dictaduras chilena y argentina, los objetores de conciencia, etc. Se han desvanecido los mitos históricos, Lennin, Marx, Trosky, Mao... y los símbolos “la hoz y el martillo”, “Guevara”..., los himnos “cara al sol”. Y desapareció la mili, que yo hice durante 15 meses.

Ya se han cumplido varias décadas del inicio de la Revolución Cultural en China y según se ve al día de hoy estos diez años ahora son recordados como uno de los periodos más locos del Siglo XX, una de las épocas más difíciles de la historia contemporánea, en donde los hijos maltrataron a los padres, los alumnos les pegaban a los profesores y miles de personas fallecieron en nombre de la guerra de clases. La Revolución Cultural de Mao, que comenzó el 16 de mayo de 1966 con un panfleto del mismo “todas las ideas erróneas, todas las malas hierbas venenosas, todos los monstruos y fantasmas deben estar sujetos a las críticas”, donde llamaba a una batalla a vida o muerte contra la ideología burguesa. Error gigantesco que ya reconocen los libros de texto de la propia China.

Continúa el desacuerdo en Oriente Próximo entre Palestinos y Judíos, la Guerra de Irak y nos enfrentamos a otros problemas serios como la contaminación, el calentamiento del planeta, la globalización, el terrorismo (por ejemplo recordemos el 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos; el 11 de marzo de 2004 en Madrid y el 7 de julio de 2005 en Londres); el hambre y la pobreza sobre todo en África y el aumento de la desigualdad entre ricos y pobres. Aparecen con fuerza nuevas enfermedades como el Sida, el Alhzeimer, Parkinson y las catástrofes naturales parecen cebarse con los pueblos más pobres, con tsunamis, huracanes y terremotos, de miles de muertos; y fenómenos sociales nuevos con los movimientos migratorios, las pateras y entre los jóvenes “el botellón”. Y cantidad de ONG’s y los voluntarios. Y el fenómeno de la “piratería” en todo tipo de bienes de consumo.

Y en nuestro vocabulario de hoy, es frecuente escuchar palabras como “burka”, “velo”, “yihad”, “chador”, etc. y fenómenos sociales como “multiculturalismo”, “diálogo de culturas”, “diversidad cultural”, “excepción cultural”, “alianza de civilizaciones”, etc.


Durante los primeros cursos de este nuevo siglo hemos vuelto a contar con las figuras más destacadas del jazz contemporáneo y así han venido presentándose los proyectos del jazz de hoy como: los de los saxofonistas Bill Evans, Kenny Garrett, Steve Coleman, John Zorn, Lester Bowie, Ravi Coltrane, Archie Shepp, David Murray y Don Byron; de los guitarristas Bill Frisell, John Scofield, John Abercrombie y Larry Coryell; y de los trompetistas Michael Mossman, Dave Douglas y Jon Hassell; así como los grupos de los pianistas Marcus Robert, Jacky Terrasson, Uri Caine, Kenny Werner, Geri Allen, Bennie Green, Hiromi y reciente la de Myra Melford; y lo pianistas cubanos Ramón Valle y Omar Sosa. Entre los grupos destaca la presencia de The Bad Plus y los músicos emergentes europeos como Paolo Fresu, Bojan Z, y Erik Trufazz; los vocalistas Diane Schuur, Tania María, Sheila Jordan, Kurt Elling y Nnenna Freelon; y bajistas tan famosos como Christian McBride, John Patitucci y Avishai Cohen; o los grupos de los baterías Dave Weckl y Bobby Previte; y músicos de jazz españoles como el hoy internacionalmente conocido, Chano Domínguez; y el grupo de Jorge Pardo, d’3 y el del guitarrista Ximo Tebar.

Y la de los grupos de la fusión flamenca en su primera presentación pública como Elbicho y la Orquesta Chekara con Segundo Falcón, entre otros.

Y en el flamenco cantaores como Juanito Villar, Rancapino, Enrique Morente, José Mercé, Miguel Poveda, El Cabrero, Vicente Soto “Sordera”, Duquende, María Vargas, El Chocolate y Carmen Linares entre otros; o guitarristas tan conocidos como Tomatito, Pepe Habichuela, Gerardo Núñez y Serranito; o la del pianista Arturo Pavón.

También el folk ha tenido su hueco como la presencia de grupos como el asturiano Texedor, la del vasco Benito Lertxundi o la del canadiense La Botine Suriante y los madrileños Suburbano y La Musgaña, entre otros.


Por hacer una alusión a las Ciencias, el año 2005, aparte del 5ª Centenario del Quijote, nos trajo el centenario de la Teoría de la Relatividad E=mc2 de Albert Einstein y fue el año internacional de la Física. La prestigiosa revista científica “Science”, con motivo de su 125º Aniversario celebrado este mismo año, en un número especial dedicado al mismo, recopilaba las 125 incógnitas que aún la ciencia tiene sin resolver como: “¿Cómo se puede prolongar la vida humana?, ¿cómo obtener cualquier tipo de tejido de las células madre? (en mi caso sería muy favorable), ¿es factible una vacuna contra el sida?, ¿qué cambio genético nos hizo humanos?, ¿estamos solos en el Universo?, ¿cuáles son las bases biológicas de la conciencia?, ¿dónde y cómo surgió la vida?, ¿cuánto se calentará el planeta por el efecto invernadero?”, etc., entre otros interrogantes científicos que afronta la sociedad en los comienzos de este milenio.

El 17 de mayo del año 2005, organizado por el Festival Internacional de Jazz de Madrid se le tributó en el Colegio un homenaje al maestro cubano del trombón, Juan Pablo Torres, que había fallecido el mes anterior en Miami y cuya recaudación del concierto fue íntegramente a la familia de este histórico músico. Es de destacar que en este homenaje participó el legendario pianista Bebo Valdés al que le acompañó el contrabajista Javier Colina y también actuó el grupo Conexiones de Joshua Edelman. Juan Pablo Torres fue uno de los grandes de la música cubana e incluso fue nominado a los premios Grammy y Grammy Latino, entre sus discos destacaban títulos como “Trombón man”, “Cuba master”, etc.

Continúan los Festivales de Guitarra en Concierto, con artistas tan destacados como Gerardo Núñez, Pepe Habichuela, Victor Monge “Serranito”, Tomatito, entre otros. Conciertos especiales de flamenco como el dedicado a Jerez con artistas como Luis el Zambo, Fernando de la Morena y Manuel Moneo; y a Cádiz con artistas también de la tierra como Carmen de la Jara, Antonio Reyes y Canela de San Roque; y el concierto de las figuras jóvenes del flamenco actual, Arcángel. Y continúa el Festival de Tarantos, con figuras de la actualidad como José Mercé, Carmen Linares, Fuensanta la Moneta, Chano Lobato, Rancapino, Fernando Terremoto, José de la Tomasa, etc. Pero especial significado ha tenido la celebración en el año 2006 de las Bodas de Plata del Festival de Jazz, con el título “La libertad y la improvisación en el jazz moderno”, con figuras internacionales como Dave Douglas, Louis Sclavis, Marc Ribot y Dave Holland, entre otros. Y siguen los ciclos de Jazz es Primavera con grupos tan importantes del jazz actual como Atomic, Yusef Lateef, Jaime Saft y Dave Burrel, entre otros. Y vuelven los cantautores como Moncho Alpuente, con su último trabajo “De perdidos Alpuente” y Pablo Guerrero con su último disco “Plata”. Un cierre extraordinario con la vocalista noruega Rebekka Bakken.

No puedo dejar de hacerme eco en el año 2006 del homenaje que se le tributó en París a mi paisano el gran compositor José Padilla (1889-1960) que compuso “Ça c’est Paris!” uno de sus mayores éxitos a nivel mundial. Según Octavio Martín del diario El País, el martes 5 de diciembre de 2006 se le recordó en la capital francesa en presencia de autoridades municipales y familiares del compositor, supongo que estaría su hija Eugenia Padilla y se descubrió una placa en el número 10 de la Rue Pergolesi que fue el último domicilio de Padilla. Popularizada por Mistinguett, “Ça c’est Paris!” Se convirtió en “la marsellesa de los parisienses” y también fue tarareada por Greta Garbo en “Ninotchka” cuando recuerda en Moscú los placeres perdidos de la Ville Lumiére. Padilla es el autor de temas inolvidables, como “La violetera”, “Un relicario”, “Valencia”, “Fleur d’amour” o “Princesita”…

En el Curso 2007-2008, dentro de la programación del 26º Festival de Jazz San Juan Evangelista grabamos un CD con el grupo de Miguel Ángel Chastang con el título de “Johnny Forever”, en el que tenía como invitados especiales a los históricos músicos, el batería Al Foster y el trompetista Eddie Henderson. Este disco ya está en el mercado y lo distribuye RNE en su sello discográfico RTVE Música. Ya con anterioridad se habían grabado dos discos en directo en el San Juan, “Gwendal en Concierto” y “Tete en el San Juan”, que han tenido gran éxito en el mercado incluso internacionalmente. El programa de este festival ha tenido una de las mayores aceptaciones de la prensa de los hasta ahora celebrados, con títulos como “La vanguardia más libre con una programación espectacular”, “El Johnny trae el jazz más valiente” o “El San Juan Evangelista escenario del jazz más radical” y es que dentro de las grandes figuras que integraban el cartel inauguró el mismo el gran multiinstrumentista y compositor de Chicago Anthony Braxton. También estuvieron David Murray, Carla Bley, Jack DeJohnette, Peter Brötzmann y Enrico Rava con sus respectivas formaciones entre los extranjeros, y aparte del citado grupo de Chastang por España el gran trío de músicos de vanguardia integrado por Agustí Fernández, Baldo Martínez y Ramón López. No es necesario añadir que ha sido otro gran éxito de la historia de todos estos festivales.

En este curso concretamente el 14 de diciembre de 2007, organizamos un concierto de Gospel a cargo del grupo Sjuwana Byers & The Children of God para celebrar los 40 años de la vida del Johnny, en el texto del programa se destacaba estos 40 años con las siguientes palabras: “se cumplen ya 40 años de vida del San Juan Evangelista en su ubicación actual en la Ciudad Universitaria madrileña. Queremos recordar a toda la generación de universitarios residentes en el Colegio y rendirles con este concierto nuestro sencillo homenaje, en especial a todos los que contribuyeron con sus inquietudes y dedicación a hacer del Johnny un centro universitario pionero en la lucha por el advenimiento de la democracia en pleno en España hasta el año 1982 y referente cultural en toda su trayectoria”. Por supuesto asistieron al concierto exmiembros y excolegiales de todas las épocas. Previamente el Centro de Estudios que dirigía Miguel Ángel Cánovas organizó cuatro mesas redondas correspondientes a las cuatro décadas de vida del Colegio, en las que participaron excolegiales de cada década que fueron muy concurridas y divertidas.

También durante este curso, el 16 de abril de 2008, conmemoramos del 25º Aniversario de la Colaboración con El Corte Inglés con un concierto extraordinario. Actuó el grupo del mundialmente conocido guitarrista de jazz John Scofield Trio+Horns, presentando su obra “This meet that”, en la que se incluían dos estándars de la música rock como “House of the rising sun” de The Animals y “Satisfaction” de The Rolling Stones, dos grandes canciones que aprendió a tocar con doce años, y como él dijo himnos de guitarra que era divertido convertirlas en temas de jazz y en donde también expresó su alabanza y admiración por Miles Davis del que dijo “era más grande que ninguna estrella del pop”. El concierto fue un gran éxito con lleno total y al final del mismo en una sala del Colegio, se realizó un acto entrañable de aniversario con esta empresa y especialmente de homenaje al que ha sido nuestro benefactor durante todos estos años el Jefe de Relaciones Externas de El Corte Inglés, Ángel de Barutell Farinós, y se entregaron 25 esculturas creadas para la ocasión por el artista plástico Mauricio Jiménez Larios y fundidas en los talleres del prestigioso escultor José Luis Fernández, a diferentes personalidades incluidos los medios de comunicación que habían estado relacionadas con este Club durante estos 25 años. Y en donde contamos con la presencia del Rector Magnífico de la Universidad Complutense, Carlos Berzosa Alonso-Martínez que dio un carácter universitario. A esta celebración asistieron asimismo diferentes generaciones de exmiembros del Club y también todos los medios de comunicación que nos habían apoyado durante todos estos años. Breves discursos del Director del Colegio Juan Córcoles, mío, de Barutell y del Rector con las sencillas palabras también de los premiados, dieron un carácter verdaderamente emocionante a este acto-homenaje.



Si como indicaba en páginas anteriores que el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez no nos recibió en sus años de gobierno en La Moncloa, como lo hizo con otros universitarios vecinos, en esta ocasión sí recibimos el día de este concierto una carta del Presidente del Gobierno José Luis Rodríguez Zapatero, que entre otras palabras decía: “no todos pueden presumir que la vida cultural de varias generaciones sea, a estas alturas, más elevada, permitiendo con ello el crecimiento y la adquisición de un nivel de exigencia mayor en el teatro, en la música, en el cine frente a todos a los que, respectivamente, siempre atendieron su Corral de Comedias, el Club de Música y Jazz y el Cine Club. Sólo por eso el San Juan Evangelista ya es merecedor del mayor de los elogios. Pero es que además, no es casualidad que sus 40 años de vida, muy próximos por cierto a los 37 del Club de Música y Jazz, coincidan con un tiempo y unos acontecimientos que han sido catalizadores de nuestra democracia y de sus libertades”


Hace poco celebrábamos los 40 años de la fundación de este Colegio Mayor madrileño, que habría sus puertas en su actual ubicación, no sin muchas dificultades y carencias en noviembre del Curso 1966/67, y ahora en este Curso 2008/09 por considerar su especial significación queremos recordar los 40 años de actividades musicales y culturales que han tenido lugar aquí, empezando por el arte flamenco. Cómo comenzó es difícil acordarnos a estas alturas, pero sí los dos supuestos con los que los jóvenes universitarios de la época, residentes en el Colegio llevaron el arte flamenco al San Juan Evangelista, la primera para la dignificación de este arte, sacándolo de los reducidos marcos en que se movía en esos tiempos (fiestas privadas y tablaos) y reivindicar su importancia cultural desde la propia Universidad; y la segunda aprovechando el contenido de sus letras (a pesar de la censura obligatoria) y su carga emocional para que apoyara en la concienciación, en la lucha por la libertad y la democracia.

Los investigadores apuntan que la primera actividad flamenca en las universidades tuvo lugar en la Universidad de Sevilla en 1964, organizada por la Cátedra de Flamencología de Jerez, a la que siguió probablemente en el San Juan Evangelista de Madrid allá por el Curso 1968/69, pero en este caso organizada por los propios colegiales como ha venido siendo durante estos 40 años, en donde estuvo Enrique Morente cantando después de un recital de la poetisa Gloria Fuertes en la Sala de Música con entrada libre. Paralelamente parece que en esos años, comienzo de los 70, la otra Universidad andaluza existente entonces, la de Granada, en su Facultad de Ciencias se presentó al cantaor Fosforito.

En la actualidad es conocido que todas las universidades andaluzas y sus cursos de verano organizan recitales, ciclos, seminarios y algunas de ellas tienen ya Cátedras de Flamenco, actividad que también es representativa en otras universidades de España y hoy más que nunca el arte flamenco tiene tal importancia entre las actividades de la Universidad que cada curso se presentan varias tesis doctorales sobre el flamenco y también son numerosos los libros sobre este arte que propicia la propia Universidad, e incluso conceden los títulos de Doctor “Honoris Causa” a personalidades del flamenco actual, por lo que el arte flamenco es ahora una actividad normal ya en la Universidad.

Pero lo que diferencia sustancialmente al San Juan Evangelista de casi todas las actividades que se organizan en la Universidad es que todas las que ha realizado a lo largo de estos 40 años y que se pueden visitar en la página “historia” de la web de su Club de Música y Jazz, aparte de su continuidad sin lagunas, cada curso han sido organizadas desinteresadamente y con verdadera pasión por los propios universitarios residentes en el Colegio para lo cual además han tenido que buscar los recursos económicos necesarios para celebrarlas, lo que sin duda aumenta su mérito y es fiel referente de la cultura de base.

Para esta conmemoración presentábamos a dos gigantes de la creación flamenca, Enrique Morente al cante y Pepe Habichuela a la guitarra. Ambos han pasado por las tablas de nuestro escenario en más de una decena de actuaciones a lo largo de esta historia, dejando en nuestra memoria verdaderos momentos de la más pura emoción con su arte jondo y creativo que sigue impregnando de magia y duende nuestro modesto auditorio, y en tres ocasiones actuaron juntos en el Johnny, en los años 1977, 1991 y 1993.

No podemos olvidar a los artistas que nos han ido dejando en este largo recorrido y que tuvieron actuaciones memorables en el San Juan como: los cantaores Manuel Soto Sordera, Rafael Romero “El Gallina”, Fernanda y Bernarda de Utrera, José Monge “Camarón de la Isla”, Chaquetón, Chocolate, Juanito Valderrama, Indio Gitano, La Paquera de Jerez, Chato de la Isla, El Chino de Málaga; los guitarristas Félix de Utrera y Pedro Bacán y el pianista Arturo Pavón, actuaciones que yo he tenido la suerte de escuchar en su totalidad y de compartir con todos ellos momentos entrañables de simpatía y amistad verdadera, al igual que el crítico, promotor y agitador cultural Paco Almazán, al que fue inspector de la SGAE y excepcional compositor de la copla, el maestro Ricardo Freire; el letrista y cantaor Antonio Humanes y el promotor Antonio Fernández. Y a la hora de terminar este texto también se nos ha muerto de pronto el importante bailarín, coreógrafo y director, el maestro de la danza flamenca Mario Maya, gran amigo al que tuvimos también la ocasión de verlo bailar en el San Juan Evangelista en el año 1976 en el estreno en Madrid de su segunda obra “Camelamos Naquerar”, con lleno y éxito absolutos.

Como decía Oscar Wilde “el verdadero misterio es lo que se ve y no lo invisible” y lo que se ha visto y sobre todo oído hasta ahora en el Johnny ha sido mucho y bueno, de la mejor música española y del mundo. Se dice que nada que merezca la pena en la vida, se consigue sin mucho esfuerzo y en este caso lo ha habido con generosidad durante y por varias generaciones de universitarios. El Johnny, que es como se conoce popularmente al San Juan Evangelista, es hoy pues, según los medios de comunicación, una institución y también para los aficionados y eruditos, una leyenda. A lo largo de esta historia también se le ha conocido como “San Juan Jazzbandista”, “Uralita Palace”, “Universidad Popular”, “La Catedral”, “Templo”, “Cátedra”, entre otras admiraciones.

Respecto a mi persona, recuerdo con especial simpatía los apelativos con los que me designaba en sus sabios escritos el famoso periodista danés ya desaparecido Ebbe Traberg, como “Don Alex” y “Alex King”, o especialmente los artículos del diario El Mundo con títulos como “Alma del Club”, “Profesor del Jazz” o “Alma del Johnny”, o el apelativo en que coincidieron Freddie Hubbard y Lou Bennett “Keeping of swinging” cuando me veían en sus conciertos marcando el swing con los dedos.

Para médicos, psicólogos y sociólogos, que estudian el problema de la felicidad, coinciden en que la felicidad puede ser definida como la sensación que produce la persecución de un objetivo ansiado. Según esto, la persecución de mantener vivo un centro cultural musical en la Universidad de Madrid, al menos nos ha hecho un poco felices. Opinión que coincide con el padre de la psicología positiva, el americano Martin Seligman “la vida feliz es aquella vida con sentido y tu vida tiene sentido cuando tú te sientes ligado a algo mayor que tú mismo, al servicio de una causa que es mayor que tú, proporciona felicidad”.

Citando de nuevo el maestro Sergiu Celebidache, “la música es el camino de la libertad”. La música como cultura viva en la Universidad, en Madrid y para goce de estudiantes y universitarios, aficionados y muchos ciudadanos de España. Su nombre hoy es conocido desde Europa a África, desde el Norte de América (Canadá) al Sur (Argentina), y de Este a Oeste, y esto no es vanagloria ni falsa modestia.

Quien resiste vence, como lo demuestra continuamente la historia. ¿Qué se ha ganado? El San Juan Evangelista o “El Johnny”, a parte de un centro residencial universitario, educativo y formativo con su propia vida, continúa activo musicalmente, quizás sea esta la mejor noticia. La música como cultura, frente al mercantilismo, el espectáculo y el entretenimiento y las confusiones hoy en boga como cantidad por calidad, arte por espectáculo, envoltorio con el contenido, felicidad con consumo, lo popular con lo vulgar, etc., organizada y vivida por jóvenes, chicos y chicas en su ámbito universitario, y abierta a toda la sociedad madrileña.

En este paseo histórico-musical paralelamente, han quedado grabadas en la memoria canciones emblemáticas de la música popular que han ido marcando cada época, “Al vent” de Raimon, “Te recuerdo Amanda” de Victor Jara, “L’Staca” de Lluis Llach, “A beneficio de los huérfanos” de Moncho Alpuente, “La poesía es un arma cargada de futuro” y “Andaluces de Jaén” de Paco Ibáñez, “No nos moverán” de Joan Baez, “Canto a la libertad” de José Antonio Labordeta, “Poetas Andaluces” de Aguaviva, “Grândola vila morena” de Jose Afonso, “La Muralla” de Los Sabandeños y Ana Belén, “El pueblo unido jamás será vencido” por Intillimani, “A Cántaros” de Pablo Guerrero, “La Murga de los Currelantes” de Carlos Cano, “Con tu puedo y mi quiero, vamos juntos compañero” de Luis Pastor, “Quejido” de Elisa Serna, “La vida no vale nada” de Pablo Milanés, “Madrid Amanece” de Hilario Camacho, “La respuesta está en el viento” (“Blowin’ in the wind”) de B


ylan, “Imagine”
de John Lenon, “Libertad sin ira” de Jarcha, “Mediterráneo” de Joan Manuel Serrat, “Al alba” de Luis Eduardo Aute, “Pongamos que hablo de Madrid” de Joaquín Sabina, y las míticas canciones de Camarón “Volando voy” y “Soy gitano”, etc., no sólo cantada por todos, sino muchas de ellas a coro con sus propios intérpretes en directo en el Colegio, como estas:


“A cántaros” de Pablo Guerrero (1972)

Tu y yo muchacha, estamos hechos de nubes
pero, ¿quién nos ata?
Dame la mano y vamos a sentarnos
bajo cualquier estatua
que es tiempo de vivir y de soñar y de creer
que tiene que llover
a cántaros….

“Canto a la Libertad” de J. A. Labordeta

Habrá un día
en que todos
al levantar la vista
veremos una tierra
que ponga libertad…

La década prodigiosa del rock, la movida madrileña, los cantautores, la música contemporánea…, y la música popular viva de calidad en el San Juan Evangelista, porque como decía hace años, un reconocido crítico musical “los aficionados de Madrid, sabemos que aunque todo nos falle siempre nos quedará el San Juan”.

He reiterado en este texto lo de “leyenda” refiriéndome al Club, pero no sólo por la relación de conciertos extraordinarios e históricos que han tenido lugar en El Johnny, que cuando se recuerdan produce la admiración de los aficionados, sino que también ya es leyenda, porque se le atribuyen conciertos que uno no sabe a ciencia cierta, sin se han llegado a celebrar o son imaginados. A lo largo de todos estos años he escuchado como en el San Juan habían actuado músicos de la talla de Atahualpa Yupanqui, Miles Davis, Oscar Peterson, etc., que ahora ya no sabemos si se han celebrado realmente. Seguro que el de Miles Davis no, ¡qué más hubiera querido yo!.

Según escribía José Ortega y Gasset en su libro “Misión de la Universidad”, las funciones básicas de esta son promover y divulgar la cultura, la educación y la enseñanza de una profesión e investigación, por todo lo dicho, este Club ha contribuido a promover y divulgar la cultura musical desde un centro universitario madrileño, el San Juan Evangelista.

Y que la música, como contacta el músico venezolano José Antonio Abreu, creador de una red de orquestas infantiles y juveniles en dicho país, que utilizando la “música” como instrumento de acción social, los niños aprenden el sentido de equipo y solidaridad, nos indica como la música como también hemos aprendido a lo largo de todos estos años es un lenguaje privilegiado de comunicación, trasmisor de alegría y esperanza y sitúa los valores concernientes a lo humano más allá de cualquier consideración política o social.

El auditorio del “Johnny”, aún con sus paredes de ladrillo, remodelado recientemente, conserva como lo añejo que gana valor con los años, la magia y las buenas vibraciones de los mejores intérpretes y músicas del mundo que se han ido dando cita en él durante todos estos años, con ecos de grito y esperanza, de duende y “feeling”, de lirismo y de fiesta, de músicas cultas y sobre todo populares.

Desde luego que uno se va dejando la vida en lo que hace y para mí tantos años de esfuerzo y trabajo, y también de sacrificios y renuncias a las que he dedicado muchas horas, a la vez con el paso del tiempo van dejando su marca, pero el balance final por todo lo que he escrito creo que ha merecido la pena. Los cientos de conciertos programados, todos ellos se han realizado sin que milagrosamente hayan faltado ninguno de los músicos programados a la cita y yo personalmente he disfrutado prácticamente de todos ellos, presenciando casi la totalidad de los mismos y el haber compartido estos momentos con muchas generaciones de universitarios, sin duda han enriquecido mi vida personal con numerosas amistades que se han conservado con el paso del tiempo.

Claro que nos hemos esforzado y hemos trabajado mucho para acercarnos ya a las cuatro décadas de música en vivo en El Johnny, pero, por todo lo dicho, es una realidad que hemos disfrutado de la mejor música del mundo, y durante estos años, hemos conocido multitud de universitarios de todas las carreras, clases sociales y provincias de España, y conservado de entre ellos algunos buenos amigos. Siguiendo al premio Nóbel de literatura ruso-americano Iósif A. Brodski, en la actualidad es muy importante la estética, pues ésta engendra a la ética, es decir, que los que trabajan y disfrutan por la cultura y el arte, como la literatura, el cine, la pintura, el teatro, la fotografía, la música, etc. parece ser que terminan siendo personas que aprenden y practican los valores universales más fácilmente y son más cívicos.

Pero al menos en esta búsqueda personal paralela hemos ido constatando como se aprecia: que la “belleza” salvará al mundo, según escribió Dostoyevski en su novela “El Idiota”, “la libertad” es el bien supremo del hombre, aunque cueste un alto precio y siempre hay que ir conquistando y que “la bondad” como escribe W. Somerset Moaugham en su novela “El Filo de la Navaja”, al fin y al cabo es la fuerza más poderosa del mundo, o como reflexiona el ensayista y filósofo José Antonio Marina “la gran creación de la inteligencia no es la ciencia, ni el arte, ni la técnica, sino la bondad, porque es la solución más inteligente a los problemas fundamentales del ser humano: la felicidad y la dignidad de la convivencia”.

Creo también que en lo autobiográfico hay algo de lo que refleja la bonita película “La leyenda del pianista en el océano” de Giuseppe Tornatore (con música de jazz), que comienza su relato indicando “no estás acabado mientras tengas una buena historia que contar y a alguien a quien contársela” y sobre todo como reflejaba el crítico Benjamín Manzanares “algo de la perplejidad del hombre moderno, incapaz de satisfacer su innato deseo por negarse a bajar del barco de sus propios deseos”; y no menos del libro y la película “La soledad del corredor de fondo” del británico Tony Richardson, al habarme sentido solo en algunos momentos en mantener en pie al Club. ¿Será por pura cabezonería?. Recordando al libro de Alan Sillitoe, “luego dobló metiéndose por una lengua de árboles y matojos donde ya no le pude ver, ni pude ver a nadie, y entonces conocí la soledad que siente el corredor de fondo corriendo campo a través y me di cuenta que por lo que a mí se refiere esta sensación era lo único honrado y verdadero que hay en el mundo, y comprendí que nunca cambiaría, sin importar para nada lo que sentía en algunos momentos raros, y sin importar tampoco lo que me digan los demás”.

Así, esta es la breve historia de una pasión desbordante por la música de calidad y en libertad en la Universidad de Madrid, con un idealismo, entusiasmo, independencia, trabajo y constancia a prueba de fuego, a veces al filo de lo imposible por su dificultad. Personalmente, sin mis conocimientos aprendidos de álgebra en el bachillerato hubieran sido más sólidos y profundos, es probable que hubiera terminado la carrera de Ingeniero Industrial, con lo cual quizás no estaría contando estos recuerdos, lo que no sé si para mejor o peor. Como el protagonista del cuento de Gabriel García Márquez “El hombre sin paga”, en este trabajo constante sin desmayo, sólo hemos cobrado en ilusiones, inusual, pero cierto.

También en esta historia aparecen momentos con elecciones tal vez equivocadas como la propuesta que me hicieron para traer al grupo de pop Radio Futura, que posteriormente sería uno de los grupos más importantes de la movida madrileña y que aún persiste su fama, pero que entonces comenzaban su andadura y al gaitero Carlos Núñez, que entonces residía en un Colegio Mayor vecino, El Aquinas, antes de comenzar a ser famoso, y por aquella época a ambos me negué no sé porqué razones. También me parece que he ido incidiendo demasiado en los años que cumplía el Club y quizás me haya puesto un poco pesado con tanto aniversario, sin embargo mi intención era simplemente atraer la atención de los medios de comunicación y de esa forma tuviéramos un plus de información general para conocimiento de aficionados, que por los medios publicitarios ante la imposibilidad de tener recursos para este tema, nos era imposible llevar a cabo. De todas maneras pocas asociaciones culturales como la nuestra es casi imposible comparar que hayan sobrevivido a tan prolongado periodo de actividad ininterrumpida que ya se está acercando a los cuarenta años.

Hasta aquí algunos de los recuerdos escritos seguramente con más voluntad que acierto, con mucha dificultad y con poco oficio también, dados, mi lenguaje de nacimiento, el castellano versión andaluz, que reduce las frases a palabras, que cuando se lee se nota, con lagunas de memoria por supuesto, quizás con escasez de vocabulario y demasiados datos políticos y al que próximamente tendré que añadir más datos culturales, y sobre todo, más memoria en recuerdos personales y que no podía haber escrito sin la ayuda inestimable e impagable de Lola de Pablo. ¿Cómo me voy a acordar yo de ya cerca de dos mil conciertos y próximo a los cuarenta años de existencia del Club?

Hubiera sido necesario que se hubieran grabado los momentos mágicos de tanta música escuchada y ahora tendríamos un museo de la gran música en vivo, pero por ahora así están las cosas, y cronológicamente en mis recuerdos sucedieron como he intentado recordar, con fallos seguramente, pero sin ser fantasioso.

Con esfuerzo, trabajo y no poco entusiasmo y con una gran dificultad en recoger todos los datos del Club, al final hemos conseguido colgar en la red una Web sobre toda la vida del Club y El Johnny, donde precisamente lees este texto, con multitud de datos, fechas, conciertos e imágenes. La Web www.sanjuanevangelista.org fue presentada a los medios de comunicación en octubre de 2006 y seguimos actualizándola poco a poco. Modestamente pensamos que tiene una riqueza histórica musical importante y recoge casi toda la vida del Club, una organización musical de base que, por todo lo dicho, está dentro del campo de las ONL (Organizaciones no Lucrativas).

Y como se han quedado muchas cosas en el tintero, sobretodo en lo musical nuestro, si tenéis curiosidad, os recomiendo visitar la HISTORIA en dicha Web, donde están recogidos todos los conciertos realizados desde su origen, en muchos casos con las formaciones completas de los grupos y las fechas que tuvieron lugar, o la página IMÁGENES, donde hemos colgado numerosos carteles que son interesantes ver por su contenido y evolución del diseño, tanto de jazz, como de flamenco y otras músicas, y QUIENES SOMOS, la sección Documentación, donde se citan algunos libros que complementan este relato.

Si se aún tienes tiempo de continuar con esta lectura, puedes visitar las direcciones siguientes, donde se cuenta un poco la historia más actual del Club y se documenta con una relación de carteles significativos de distintos años:


http://www.tomajazz.com/perfiles/san_juan_evangelista.htm


http://www.tomajazz.com/perfiles/fotografias/johnny.htm

o buscar por San Juan Evangelista o Johnny en el buscador de google de “Tomajazz”
http://www.tomajazz.com/mapa/resultados.html

Imagina el mundo que soñábamos en la década de los 70, ¿seguiremos persiguiendo esa utopía? Recordando otra de las canciones míticas del movimiento pacifista universal, que siempre estará presente en la memoria para los que la vivimos y sentimos desde sus comienzos, quizás sigamos actualizando este texto porque así nos mantendremos más vivos con espíritu joven, “La respuesta está soplando en el viento”, canción que sigue estando vigente.

“Blowin’ in the Wind” de Bod Dylan (1963)

¿Cuántos caminos tiene que andar un hombre
antes de que le llaméis hombre?
Si, ¿Cuántos mares tiene que surcar
la paloma blanca
antes de poder descansar en la arena?
Sí, ¿y cuánto tiempo tienen que volar
las balas de cañón
antes de que sean prohibidas para siempre?
La respuesta, amigo mío,
está soplando en el viento,
la respuesta está soplando en el viento….

How many roads must a man walk down
before you call him a man?
Yes, ‘n’ how many seas must
a white dove sail
befote she sleeps in the sand?
Yes, ‘n’ how many times
must the cannon balls fly
before they’re forever banned?
The answer, my friend,
is blowin’ in the wind,
the answer is blowin’ in the wind…

Como es sabido y por todo lo dicho, el mundo de la cultura, como es el caso

 en el que nosotros nos movemos, será siempre una actividad deficitaria, por lo que necesitará para su supervivencia seguir contando con el patrocinio de empresas o entidades públicas, de forma que esta línea que ha caracterizado al Club con una programación siempre de calidad y a veces diferente y con miras al futuro, pueda seguir teniendo un hueco en el ya amplio abanico de actividades musicales que se desarrollan cada año en la Universidad y en Madrid.

¿Continuará esta historia? Por ahora todo parece indicar que sí, siempre que los patrocinadores oficiales El Corte Inglés y Fundación Unicaja y otro privados y oficiales, con los organismos que se suman cada año, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid, y ya el Ministerio de Cultura, entre otros, mantengan su importante e imprescindible ayuda económica, porque la cultura siempre será deficitaria, y lo demás es la industria del espectáculo y el marketing. Y también se cuente como hasta ahora con la colaboración de la Dirección del Colegio, que los socios vayan teniendo progresivamente una participación más activa, y sobre todo que la directiva de la Asociación sepa transmitir a futuras generaciones de los universitarios residentes en el Mayor esta pasión y entusiasmo por la música. Y no menos importante seguir afianzándose en una identidad propia, como centro cultural de la Universidad y que se diferencie el programa musical que se presente, claramente de las salas comerciales.

Desde luego el Festival de Jazz de los últimos años va alcanzando unas dimensiones artísticas difíciles de imaginar cuando comenzábamos los primeros pasos, véase el programa, pero visto todo lo que he intentado recordar con perspectiva, por muy de destacar que sea lo que este Club ha ido organizando a partir de los años 80, donde vemos a muchos músicos de primer nivel nacional e internacional, me parece que es muy meritorio y de un valor histórico impresionante los quince primeros años de vida cultural del Johnny, desde su segundo año de andadura después de la apertura en el Curso 1966-67 hasta la recuperación de la democracia en 1982, sobre todo por haberse realizado en una época tan difícil, tenebrosa y oscurantista. Porque, recordemos, todo estaba prohibido, no había libertad de expresión, reunión ni asociación, ni patrocinadores ni infraestructura, con medios de comunicación oficiales al servicio del régimen, la censura, la brigada político social, la policía acechando, en medio de mítines, asambleas, manifestaciones, barricadas, panfletos y pancartas por doquier en la lucha estudiantil por la libertad. Había que ser muy imaginativos, luchadores, idealistas y sobre todo resistentes. Las actividades realizadas por el Corral de Comedias del Colegio en el teatro y en el cine y este Club de Música con las Reuniones Flamencas en la Universidad, los recitales de Paco de Lucía y Manolo Sanlúcar, Festival Internacional de Jazz de Granada, la presentación del jazz español con todos los grupos históricos y la Primera Semana de Andalucía, el concurso Manuel de Falla Cien Años, los cantautores y las actividades del Centro de Estudios Juan de la Rosa, entre otras actividades, merecen de por sí un sitio en la historia cultural de nuestro país y desde luego que algún sociólogo debería haber escrito en un libro para contar esta actividad cultural tan brillante realizada por estudiantes cuando en Madrid eran tan escasas las actividades culturales de cualquier tipo.

Viene a cuento, las palabras que “el loco Mateo”, es decir, Francisco Gutiérrez Carbajo antes aludido, con que presentaba al San Juan Evangelista sobre el escenario del mismo, en el documental de TVE “Tesoros del Flamenco” bajo guión y dirección del flamencólogo Miguel Espín, y recientemente editado en el DVD en el número “Camarón de la Isla”: “en la década de los 60 y 70, el San Juan Evangelista fue la catedral cultural y artística de la universidad española, por él pasaron los mejores jazzmen españoles, se proyectaron películas prohibidas y actuaron los mejores artistas flamencos. Todo esto tenía un valor testimonial, respuesta a una situación de injusticia y política social de esos tiempos; por ejemplo, por primera vez, Enrique Morente cantó “Las nanas a la cebolla” de Miguel Hernández, José Menese “El Romance de Juan García” y allí se presentó el primer cancionero flamenco de Manuel Balmaseda, que después cantaría alguna de estas preciosas letras, Carmen Linares”…

 

Enrique Morente Enrique Morente

Para la estadística varios músicos españoles han tenido una notable presencia a lo largo de esta historia como el gran pianista catalán ya fallecido Tete Montoliu, que actuó doce veces y grabó el directo “Tete en el San Juan”; el maestro del cante actual Enrique Morente que también ha actuado hasta hora once veces, aunque creo que son más; el contrabajista Miguel Ángel Chastang con diez, el gran pianista de jazz-flamenco Chano Domínguez que lleva más de cinco, pero la palma en cuanto a su presencia en nuestro auditorio, hasta hora la tiene el gran saxofonista y flautista de jazz-flamenco Jorge Pardo, que lleva por ahora cerca de veinte actuaciones.

 

Jorge Pardo, el músico de jazz que más
ha actuado en el San Juan Evangelista

Prueba de los años ya de esta legendaria historia del Club de Música y Jazz San Juan Evangelista, es que nuestra web en la página de HISTORIA hemos hecho un apartado dedicado a músicos que han tenido destacada presencia en el San Juan Evangelista a lo largo de estos años, como el pianista de jazz Tete Montoliu, el cantaor flamenco Enrique Morente y por su especial significación por el último concierto de su vida al cantaor Camarón de la Isla, y así mismo hemos recogido la historia del los festivales de jazz, hasta ahora ya 29, los Ciclos de Jazz es Primavera que va por la 18ª edición y los Festivales Flamenco por Tarantos que ha alcanzado el 21º.

 


Sabido es que tarantos es como se llamaban a los mineros de Almería que iban a trabajar a Linares, a raíz de la creación del ferrocarril que unía estas dos poblaciones, y también que con el nombre de taranto se denomina a este palo flamenco al que según los escritores Fernando Quiñones y José Blas Vega, entre otros destacan su origen almeriense. Su nacimiento está al final del Siglo XIX en los cantaores El Cabogatero, El Ciego de la Playa, para seguir con Pedro El Morato y Chilares, al que seguirían entre otros Joselito, El Tío Enrique, Manolo el de la Ribera, etc. Y luego, en la época dorada del flamenco, aparte de las grabaciones de D. Antonio Chacón y Manuel Torre, los cantaores La Niña de los Peines, El Cojo de Málaga, Vallejo, Pepe Marchena, El Pena, Bernardo el de los Lobitos, etc., siguiendo con los pioneros del cante por tarantos como Antonio Mairena, Gabriel Moreno, Juan Varea, por citar algunos, para llegar hasta 1956 donde Antonio Fernández “Fosforito” en su triunfo en el Concurso Nacional de Córdoba, difundió y puso en marcha este palo, que hoy es interpretado por todos los artistas flamencos y ya ampliamente conocido.

Para celebrar este importante aniversario, se contó con la presencia de dos de los más destacados cantaores gitanos de la actualidad, la máxima expresión de lo jondo, como Pansequito con la guitarra de Diego Amaya y El Pele con la guitarra de Patrocinio Hijo, en recuerdo del centenario del cantaor Manolo Caracol. Aparece por primera vez la presentación de la joven cantaora Tamara Escudero, cuya voz dulce flamenca llena de quejío será un auténtico descubrimiento y el resto del programa lo configuraron jóvenes cantaores almerienses como El Niño de la Chata, Mª Angeles Fernández y Montse Pérez, cargados de futuro, con guitarristas de acompañamiento de gran predicamento donde destaca el gigante Antonio Carrión. Pero lo que brilló especialmente en el segundo día es sin duda el regreso al San Juan, donde empezó su carrera como profesional en este Festival en el año 1993 después de la muerte de Camarón de la Isla, del guitarrista en concierto el almeriense José Fernández Torres “Tomatito”, hoy en día una de las máximas figuras de la guitarra flamenca, artista admirado, internacional y popular. El nexo común de los conciertos del programa fue el taranto que interpretaron todos los artistas, de aquí el nombre del Festival.

Veintiún años de tarantos en Madrid y una vez más es necesario agradecer a las empresas y organismos que nos apoyan su colaboración en este Festival Flamenco en la Universidad de Madrid y a las personalidades flamencas de Almería que nos han ayudado a lo largo de estos años, como las directivas de la Peña El Taranto, su presidente de honor Lucas López, el coordinador de los circuitos municipales José Antonio López Alemán, la de críticos y flamencólogos como Antonio Sevillano, Lola Benavides, Antonio F. García, Antonio Zapata, Norberto Torres, Rubén Gutiérrez y Antonio Alcántara, entre otros y la de muchos aficionados almerienses que nos animan cuyos nombres sería muy largo ahora de reseñar.

No sé si al comienzo de este relato nos preguntábamos si todos estos años de actividad musical y de cultura nos ayudarían a encontrar el sentido de la vida por el que nos interrogamos todos en cualquier época y en especial en las de crisis. Después de tanto tiempo sólo puedo citar dos libros que he descubierto tras haber leído muchos de ellos que nos pueden hacer reflexionar sobre este tema, el primero “El sentido de la vida y las respuestas de la filosofía” del filósofo, escritor y periodista Julián Baggini, que con un discurso humanista nos responde a las dudas que acompañan a todo ser humano, pero sobre todo “El sentido de la vida” del catedrático de filología inglesa en la Universidad de Manchester, Terry Eagleton, donde repasa esta cuestión tan difícil desde los filósofos y escritores de siglos anteriores como Shakespeare, Schopenhauer y Marx, hasta Sartre y Beckett, poniendo con sentido del humor e ironía hasta qué punto se ha vuelto problemática esta pregunta en los tiempos actuales y confesando como la desorientación nos hace refugiar en gran cantidad de actividades cual de ellas más disparatada, libros pues verdaderamente interesantes que quizás deberíamos tener en la cabecera de nuestra cama y que sería importante complemento a los amantes del arte y la música. Y cuando renuevo este texto me encuentro con otro libro sobre “El sentido de la vida” del Doctor de Filosofía español Salvardor A. Carrión, sobre los fundamentos y técnicas para dar un sentido humano y trascendente a nuestra existencia. Un libro que me parece aún más interesante que los anteriores, pues nos aporta y nos sugiere los medios para evitar que penetremos en ese agujero negro de la insatisfacción, tristeza, desgana y apatía, una orientación para vivir con intensidad, compromiso y satisfacción la propia existencia.

Con toda sorpresa el 4 de mayo de 2009, la dirección del Colegio envía una carta a todos los colegiales en la que indica que la Obra Social Unicaja había tomado la decisión de cerrar el Colegio para el curso siguiente 2009-2010. La reacción no se hizo esperar, se creó la Asociación de Excolegiales y con los propios colegiales del Mayor se creó un movimiento de todos por intentar que Unicaja cambiara de parecer. Así se hizo un manifiesto bajo el título “Por la libertad, la cultura y la pluralidad, el Johnny no se cierra” que fue presentado en rueda de prensa en el Ateneo de Madrid. Las razones del motivo del cierre se dan por realizar una obra de mejoras de las instalaciones pero no se comunicaba fecha de inicio de las mismas. Después de la rueda de prensa la presión social y cultural fue impresionante e incluso política y de las centrales sindicales, incluso la propia Asamblea y el Ayuntamiento de Madrid. Los artículos en prensa fueron muchísimos, tanto de carácter local como firmas de prestigio como Benjamín Prado, Moncho Alpuente, Clara Sánchez, Luis Martín, etc. Al final, el 25 de junio Unicaja comunicaba que las obras parciales se harían en el verano y que la actividad académica seguiría de nuevo el próximo curso. En busca de que no se cerrara se organizó un gran festival de música el viernes 26 de junio con el título “Gran Festival El Johnny Vive”. Difícilmente se podrá volver a reunir a tantos artistas como los que estuvieron aquella noche, en el programa participaron los siguientes artistas con sus grupos: los cantautores Pablo Gerrero, Moncho Alpuente, Pedro Guerra; los jazzistas Jorge Pardo, Miguel Ángel Chastang, Mariano Díaz, Carlos Carli, Natalia Dicenta, Vicente Borland, Santiago Reyes, en el blues Javier Bargas Blues Band, en el flamenco Paco del Pozo, Vicente Soto “Sordera”, Pepe Habichuela, Niño Josele, Josemi Carmona, en el pop-rock Los Melocos, El Gran Wyoming, J. Teixi Band, Kiko Veneno y Flaming Pie Band.

Hemos llegado al curso 2009-2010 y lo vamos a hacer con nuestro modesto homenaje a la música y el legado de Miles Davis por el 50º Aniversario de “Kind of Blue”. Y es que se cumple en este año 2009 el 50º Aniversario de “Kind of Blue”, la obra maestra de Miles Davis, de atractivo intemporal y popularidad siempre creciente, lo que nos ha movido a que el hilo conductor del programa de este Festival del San Juan Evangelista 2009 sea la figura y el legado de este músico universal en especial de su álbum “Kind of Blue”, con la trompeta “el rey de los instrumentos” que Miles tocaba con inspiración y personalidad propia, como el metal común de varios de los líderes de las bandas que nos visitan.

Y es que Miles, conocido ya desde su juventud como el “Picasso del Jazz” por su permanente espíritu innovador y que además de genial músico fue líder, director musical y descubridor constante de talentos en sus importantes grupos, de amplias giras, actuaciones y discografía, es considerado desde hace tiempo una leyenda de la música americana.

En nuestro modesto homenaje a este icono del jazz y a su música imperecedera contaremos con excelentes músicos de sobra conocidos por los aficionados como Dave Liebman y Ron Carter que formaron parte de alguno de sus grupos, o Dave Douglas y Tomasz Stanko de los que se dicen son herederos del maestro por el lirismo semejante con que tocan. Tendremos revisiones de algunos de sus temas y sobre todo las del mencionado álbum, como la novedosa del grupo gaditano Kind of Cai en jazz-flamenco donde Miles fue pionero con varios temas inspirados en el flamenco y su importante álbum “Sketches of Spain”. Asimismo son significativas la presencia por primera vez en España del músico incomparable, el genial trompetista americano de vanguardia Wadada Leo Smith como la extensa e importante representación de grandes jazzmen españoles porque aparte de los gaditanos estarán los liderados por tres grandes trompetistas, Raynald Colom al que llaman “el Miles Davis catalán” y los americanos residentes en Madrid Chris Kase y Jerry González, todos en la estela de Miles como se podrá ver con detalle en el programa completo.

Parafraseando el tema más versionado de “Kind of Blue”, “So What” en su traducción al castellano “y qué”, así con humildad en esta ocasión el recuerdo de Miles en el Johnny, buscando en el programa como él un “siempre más allá”. Y es que ya lo decía Chet Baker, icono de nuestra Web, que también actuó en el San Juan, Miles Davis “The King”. Genio, figura y mito del músico con un sonido único.

Pero hay más, puede que la sombra del mítico legado musical de Miles Davis sobre el Johnny sea también luminosa y azul, como se coloreaba en los lienzos de la pintura impresionista, de Monet, Sisley y Pissarro o los españoles Sorolla, Rusiñol y Regoyos, porque los conocidos temas de su famoso álbum “la leyenda del azul”, “el azul de España”, “como… triste”, “tipo azul”, “azul legendario”… según traducen libremente cronistas y aficionados el título de “Kind of Blue” que celebra ahora su triunfante 50 aniversario, o las de sus grandes aportaciones o innovaciones en los estilos, cool, hard bop, modal, jazz-rock y fusión, entre otras, escuchados más de una vez en el Johnny, sin duda han llenado de la magia de Miles el alma musical del modesto auditorio de este centro universitario madrileño dejando una huella indeleble en su ya legendaria historia jazzística que afortunadamente continuará.

Como no es para menos, también la leyenda del jazz de Madrid cuenta del Johnny, según he leído en más de una ocasión en algún artículo escrito en prensa por prestigiosas firmas, que dicen, que Miles tocó aquí por sorpresa al terminar un concierto de músicos americanos amigos suyos en una de sus cinco visitas a Madrid en los años ochenta, y lo hizo cara al público, con una trompeta con sordina, sus gafas de sol de siempre y vestimenta elegante de cuero, dejando sorprendidos y anonadados a los aficionados asistentes que tuvieron la fortuna de presenciar ese momento histórico. No podría ser de otra forma para nosotros, habida cuenta de su cachet de entonces superior a 40.000$ USA de la época (1 dólar=160 pesetas; la peseta moneda oficial de España hasta el año 2002) más gastos de lujo, es decir, más de seis millones de las antiguas pesetas y que sólo tocaba ya en grandes recintos.

Parece pues suceso raro y difícil, pero no tan extraño de imaginar si sobre todo recordamos el antecedente de Miles en Barcelona en los años 60, donde presenciando un concierto de B.B. King en el Palau de la Música, éste le invitó a subir al escenario y con una trompeta prestada tocó un larguísimo blues. Y sobre todo lo que es importante es que en el Johnny han ido actuando durante estos años muchos de sus mejores amigos y compañeros que participaron con él en sus discos, conciertos o giras, gigantes del jazz de todos los tiempos, liderando sus grupos, como Dexter Gordon, Clark Terry, Art Blakey, Dizzy Gillespie, Milt Jackson, Roy Haynes, Philly Joe Jones, Max Roach, Jackie McLean, Tony Williams, Elvin Jones, Chick Corea, George Coleman, Jimmy Heath, Jack DeJohnette, John McLaughlin, Adam Holzmann, Bob Berg, Dave Holland, Dave Liebman, Gary Bartz, John Scolfield, Bill Evans, Al Foster, Kenny Garrett, entre otros muchos.

En una entrevista que realizó el admirado decano periodista radiofónico Juan Claudio Cifuentes “Cifu” a Miles Davis en el año 1986 durante el Festival de Jazz de San Sebastián para el programa “Jazz entre amigos” de TVE2, le decía “siempre juzgo a mis grupos por el batería; si el batería es bueno la cosa funciona”, pues bien, entre los músicos antes citados aparecen casi todos los grandes bateristas que estuvieron con Miles.

Por si fuera poco, el afamado trompetista y gran periodista escocés Ian Carr, fallecido en febrero de 2009, que publicó en España en el año 2005 “Miles Davis, la biografía definitiva”, con traducción al castellano del gran escritor jazzista Eduardo Hojman, actuó con su grupo Nucleus en el año 1983 en el San Juan Evangelista.

Lo dicho “el azul de España”, quizás porque cuando Miles era entrevistado en nuestro país siempre señalaba que “el blues tiene el sentido del flamenco”. Una sombra espiritual y azul de Miles sobre el Johnny, ya durante casi cuatro décadas, que sin duda ha contribuido a la magia musical del local que los propios músicos perciben cuando pisan el escenario, como el mismo Dave Holland decía en su actuación en el 27º Festival de Jazz “me gusta tocar en Madrid, pero este sitio, es muy muy especial”.



Continuamos el Curso 2009/2010 con el 18º Ciclo Jazz es Primavera, dentro del programa Eurojazz 2010 de la Presidencia Española de la Unión Europea desde enero a junio de 2010. Precisamente celebrábamos en este año 2010 el 40º aniversario de la creación de este Club, Asociación Cultural sin fines de lucro, que empezó llamándose Club de Música San Juan Evangelista y tiempo después se le añadió la palabra Jazz, pasando a denominarse Club de Música y Jazz, para recalcar la importancia y la valoración que le dábamos los aficionados residentes en este Colegio Mayor madrileño a esta música, porque desde su inicio, año 1970, comenzamos las actividades musicales con un concierto del jazzman español más universal, el catalán Tete Montoliu; conciertos de jazz en la dictadura y que, ininterrumpidamente, hemos seguido haciendo durante estos 40 años.

Refiriéndonos a la música de jazz en vivo, el propósito que hemos seguido en estos últimos festivales, como en los ciclos de jazz, ha sido que los conciertos programados tuvieran un hilo conductor y este año, coincidiendo con la Presidencia Española de la Unión Europea, nos ha parecido oportuno dedicar este 18º Ciclo de Jazz es Primavera al Eurojazz, a celebrar entre finales de febrero y marzo.

A la hora de confeccionar este programa, lo que hemos buscado además de su origen europeo, es la importante calidad de los músicos que nos visitan y sus grandes proyectos, su música diversa, su espíritu creativo y originalidad desde los más jóvenes hasta los más veteranos con la absoluta novedad de Djabe, el mejor grupo de Hungría, el regreso a España de la European Jazz Ensemble en su 34º Tour formada por excelentes músicos europeos, las joyas de los tríos de Stefano Bollani (Italia), Nils Wogram (Alemania), Bobo Stenson (Suecia) y Enrico Pieranunzi (Italia), la nueva estrella del jazz vocal inglés Jose James, el jazz español de raíz de Carlos “Sir Charles” Glez. y la sorpresa joven innovadora también inglesa de Portico Quartet.

Se nos antoja que es un programa para el recuerdo, con músicas basadas en el folklor de cada país, en un free-jazz propio, en la música clásica europea o el jazz de raíz, llenas de belleza, lirismo y frescura en esta nueva presentación del jazz europeo, con arreglo a unas modestas posibilidades económicas y en este año aún más menguadas por la retirada de uno de nuestros patrocinadores oficiales y que han provocado que dejemos fuera de este ciclo -muy a pesar nuestro- al jazz de Francia que, como es sabido, es una de las cunas más importantes del jazz en Europa.

Nuestro futuro es de incertidumbre, por lo que el apoyo de aficionados y medios de comunicación resulta más necesario que nunca, así como es de agradecer una vez más, para este ciclo, la importante colaboración de El Corte Inglés que se remonta ya a 28 años junto a la de las Embajadas de Hungría y Suecia y la Presidencia Española.

Quien podía pensar en cumplir 40 años de jazz, flamenco y el resto de músicas del mundo en el Johnny, es decir, en el San Juan Evangelista organizados por su Club de Música y Jazz y sin embargo seguimos en la brecha.

Como dice el director de ópera del Teatro Real, Gérard Portier “en momentos de crisis en que Europa no se puede salvar más que gracias a las ideas creativas, sobre todo a nivel cultural”, esperamos que nuestro proyecto de Jazz es Primavera esté entre ellas, formando parte del Festival Eurojazz 2010 de la Presidencia Española de la UE.

Por supuesto que este año también hemos celebrado el 21º Festival Flamenco por Tarantos, más modesto en la nómina de artistas por la escasez de recursos, algunos patrocinadores se nos han venido abajo, peor en abril han estado presentes el guitarrista Leo de Aurora con su grupo, y los cantaores Ramón el Portugués, Cancanilla de Marbella, Rafael Jiménez Falo y El Titi

Destacar que participamos por primera vez con La Noche en Blanco de Madrid el 11 de septiembre de 2010, en un homenaje a los “50 años de los Beatles”, con el grupo Flaming Pie Band y actuando como invitados Alex de la Nuez, Delincuencia Sonora, Sol & Soul, Wyoming y Última Experiencia, Luis Livingstone, Javier Losada, Carmelo López (El Norte), Blue Child y Las Chamorro. Que resultó un gran éxito con asistencia masiva de aficionados hasta que acabó el evento.

Como inauguración del curso celebramos un importante concierto con el gran guitarrista flamenco Juan Manuel Cañizares, que presentó su último trabajo “Cuerdas del Alma” con un destacado grupo y que demostró su gran maestría artística, su depurada técnica y su gran espíritu creador lleno de libertad en todos sus temas.

El 29º Festival de Jazz se celebró del 22 de octubre al 20 de noviembre de 2010, bajo el título “La belleza mágica del jazz en su valiosa diversidad”.

Porque si algo caracteriza al jazz actual es sin duda su rica diversidad. Aún en vigencia los estilos clásicos, su tendencia al mestizaje con otras músicas es notorio desde hace tiempo, sin perder su identidad y a veces no hay fronteras con las músicas improvisadas o la música clásica contemporánea.

En esta línea de ponderar la vitalidad del jazz, en el programa de la 29ª edición, dimos presencia con nuestro modesto presupuesto, a una muestra significativa de estos distintos lenguajes, con grupos de varios países y con un homenaje especial al padre del jazz francés, uno de los músicos más importantes de la historia del jazz europeo como es el pianista Martial Solal.

Dentro de esta, parece que lujosa variedad, nuestra línea y finalidad en el programa, fue encaminada con determinación hacia la búsqueda de la belleza del jazz en vivo; ese sentimiento tan fuerte que en un momento determinado del concierto nos hace captar algo muy especial de la música que escuchamos y que los aficionados tratamos de descubrir con ahínco. Resulta muy difícil explicar con precisión este término, más aún en un arte tan abstracto como la música, sin embargo, lo que nos confirma que estamos percibiendo la misma es cuando asistimos a un concierto y se nota su ausencia. Puede leerse el aclaratorio artículo “la belleza estructural del jazz” de Enrique Turpin.

Esperábamos así expectantes a que en algún momento surgieran esos acordes, notas o temas que encierran lo que buscamos y que si podíamos, no sin esfuerzo, se nos quedaran grabados en nuestra memoria para siempre, porque sin duda, esos instantes del jazz en directo donde su principal característica es la conocida improvisación, esta belleza perseguida no se volvería a repetir, ya que nada sonará igual otra vez, porque como es sabido debido a la misma, el intérprete es el creador y el compositor al mismo tiempo mientras actúa y cada concierto difiere aún en los mismos temas y no la encontraremos ni siquiera rastreando en sus grabaciones pasadas o futuras.

Quizás esta belleza añorada la percibimos primero en el sonido de los instrumentos melódicos, es decir, en los de viento, pero en el programa que presentamos lo más probable es que ocurriera en el instrumento armónico más presente en el cartel como fue el piano, que vino a ser la línea conductora del programa, donde figuraron seis grandes músicos como los pianistas Martial Solal, Albert Sanz, Geri Allen, Agustí Fernández, Chano Domínguez y Tord Gustavsen o en su libertad creativa, otra esencia del jazz, como la de los grupos de UZ, Nicole Mitchell, Peter Brötzmann o Dave Holland del que se describe como el mejor quinteto acústico de jazz del mundo.

Poco antes de finalizar este Festival de Jazz, concretamente el martes 16 de noviembre de 2010, el Comité Intergubernamental del Patrimonio Inmaterial de la UNESCO, reunido en Nairobi (Kenia), nos dio la buena noticia de considerar al Flamenco como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, junto al Flamenco, también se lo concedieron a el canto la Sibila de Mallorca y Los Castells catalanes, la dieta mediterránea y la cetrería que fueron compartidas por varios países. La Junta de Andalucía había hecho una gran campaña desde principios de año con “Flamenco Soy”, a la que se unieron para promocionar este proyecto el Gobierno de España y el consenso de Murcia y Extremadura, así contó con una gran apoyo de instituciones, artistas y aficionados, se contabilizó que más de 30.000 personas procedentes de 60 países votaron online para que el Flamenco tuviera este importante reconocimiento a nivel internacional.

 

Camaron con Tomatito en el San Juan Evangelista ‘92
Universal Music 2010

Afortunadamente, el 8 de diciembre de 2010 salía al mercado publicado por Universal Music el concierto que dio Camarón de la Isla en el San Juan Evangelista el 25 de enero de 1992, dentro del programa del III Festival Flamenco por Tarantos a Almería y que desgraciadamente fue el último que dio en vida, con el título “El último concierto. San Juan Evangelista 92”. Por supuesto que estuvo acompañado por la guitarra de Tomatito y ese mismo día actuaron previamente tres cantaores de Almería, Juan Gómez, José Sorroche y Luis de la Venta, este ya también fallecido. El disco tuvo una gran repercusión en la prensa y ha sido muy bien acogido por todos los aficionados por su gran calidad, como muestra recogemos las palabras que escribía José Mª Velázquez-Gaztelu en el suplemento El Cultural del diario El Mundo: “Los directos de Camarón superaban en mucho las grabaciones en estudio. La diferencia, en la mayoría de los casos, era bastante significativa, tanto en emoción y calidez como en la disposición para transmitir la música de manera más vigorosa. Sobre el escenario, la capacidad de Camarón se multiplicaba y sus magníficos y originales materiales expresivos adquirían su máxima dimensión. También había que tener en cuenta la presencia de un público incondicional y dispuesto a dejarse conducir hasta las más altas cotas de catarsis emocional. Ahí se encontraba a gusto el cantaor de la Isla de San Fernando, y en ese momento lo daba todo. Así ocurre en este disco del concierto celebrado en el San Juan Evangelista el 25 de enero de 1992, acompañado en sus cinco cantes por la guitarra de Tomatito. Una experiencia única para los que quieran encontrarse con un Camarón grandioso, conmovedor, dramático en muchos pasajes y con el valor añadido de ser su última comparecencia pública”.

Sin embargo el año 2010 se nos despidió con la muerte inesperada de dos grandes personalidades del mundo de la música.

Mario Pacheco año 1996 Mario Pacheco con Diego Carrasco entre otros Caratula CD Barrio Nuevo de Tomatito - Nuevos Medios Caratula CD Pepe Habichuela - Nuevos Medios

El 26 de noviembre fallecía Mario Pacheco, fotógrafo, productor, cazatalentos y creador del sello discográfico Nuevos Medios, cosa que realizó en el año 1982, se le considera el impulsor del nuevo flamenco con la edición de discos de los grupos Ketama, La Barbería del Sur, Pata Negra, Ray Heredia, Martirio, Diego Carrasco y de grandes guitarristas como Pepe Habichuela, Tomatito y hasta el cantaor Enrique Morente. Muchos de estos artistas actuaron y dieron sus primeros conciertos en el San Juan Evangelista. El disco “El Blues de la Frontera” de Pata Negra que también se presentó en el San Juan, fue considerado el mejor disco de la década de los 80. También hizo una importante labor en el mundo del jazz como fue la distribución de los discos del sello ECM y con el San Juan intervino en la producción y edición del disco “Tete en el San Juan” que fue grabado en directo por Tete Montoliu acompañado por los Harper Brothers. Importante fue también su aportación al nacimiento de la movida con grupos que aportaban un estilo novedoso y fresco como La Mode, Golpes Bajos y otros. La biografía de este ilustre personaje desde luego es larguísima y también recordar que a principios del 70 organizó el Primer Festival Internacional de Jazz de Madrid en el Colegio Mayor Pio XII que solo se celebró durante un día porque el resto fue prohibido por la policía. Para la historia del flamenco hay que mencionar que él hizo la foto de la portada del más importante disco de Camarón de la Isla “La Leyenda del Tiempo”. Mario Pacheco fue un gran amigo del San Juan, acudía a los conciertos de jazz y de flamenco en numerosas ocasiones y lamentablemente se quedó con las ganas de que presentáramos en concierto al gran músico y pianista, bajista y cantaor de flamenco, Diego Amador.

 

Morente miembros de la hermandad y excolegiales - 2008 Morente con colegiales 2008

Otra triste noticia para los aficionados al flamenco fue también el fallecimiento del maestro Enrique Morente, considerado uno de los grande innovadores del cante flamenco, hecho que ocurrió el 13 de diciembre en la Clínica de la Luz de Madrid. Su disco “Omega” que grabó con el grupo Lagartija Nick como el de “La Leyenda del Tiempo” de Camarón de la Isla, han sido dos de los más revolucionarios del cante flamenco, atribuyéndose a estos maestros a Camarón como la popularización del flamenco y a Morente como el innovador del género. Morente fue un gran amigo del San Juan Evangelista donde comenzó su carrera a finales de los 60 y actuando desde entonces en más de 15 recitales. El último fue el 17 de octubre de 2008 para celebrar “El Johnny. 40 años de arte flamenco en la Universidad de Madrid” acompañándole a la guitarra Pepe Habichuela; para esta ocasión yo escribí el siguiente texto: “Enrique Morente, creación y maestría. Enrique Morente, al que se ha llamado el Picasso del cante, es sin duda hoy la voz más creativa e importante del flamenco, un auténtico maestro. Es uno de los cantaores más comprometidos con la creación y que, conservando lo mejor de la tradición, está proyectando permanentemente el flamenco como un arte vivo hacia el futuro. Cantaor de poetas como Federico García Lorca, Miguel Hernández, Antonio y Manuel Machado, San Juan de la Cruz, Al Mutamid, León Felipe, Bécquer, entre otros grandes. Sus experiencias con todo tipo de músicas, comunica el flamenco con la música sinfónica, el rock, con el canto gregoriano, con la música andalusí, y hasta con el mismísimo Leonard Cohen, le convierten en un cantaor de plena actualidad y universalidad. Su coherencia y sabiduría permanentes, acompañado por los mejores guitarristas, le llevan en la actualidad a ser considerado como un gran maestro del cante jondo de todos los tiempos. Premio Nacional de Música del Ministerio de Cultura, Premio Bienal de Cultura de la Junta de Andalucía, Premio Extremadura de la Creación, Galardón calle de Alcalá... Es Socio de Honor de este Club y prácticamente ha venido actuando en este Colegio Mayor desde sus inicios como se aprecia en la página lateral, pues ya actuó por primera vez en el Curso 1968/69 en una tertulia con entrada libre en la Sala de Música del Colegio, después de recitar poemas la poetisa Gloria Fuertes. En estos últimos años su actividad es frenética, más exitosa que nunca y junto a sus nuevas grabaciones, ha trabajado mezclando el flamenco con el jazz (Pat Metheny), con las músicas étnicas (Orquesta Chekara) o con el rock (Lagartija Nick), girando en las principales poblaciones de España con lleno total en amplios recintos.Caratula CD Omega de Enrique MorenteCaratula CD Flamenco de Enrique Morente

En las sabias palabras de José Mª Velázquez-Gaztelu “la creatividad, la inventiva, la indagación de nuevos recursos musicales y el camino en el escudriñamiento perenne de distintos modelos expresivos, ha formado parte de la identidad de Enrique Morente. Es su condición inmutable, la que ha definido su trayectoria artística, su particularidad como persona y como cantaor”.

Escuchar a Morente en el San Juan evangelista, su casa, era como asistir a una reunión de cabales en un pequeño local entre amigos. Una ocasión única e irrepetible; acústica, afición y su casa, hacían aparecer el duende, la comunicación, los ecos y el pellizco más jondo”.

Respecto al 19º Ciclo Jazz es Primavera 2011 pusimos de manifiesto, si cabe con más fuerza, la vitalidad del Jazz actual bajo el prisma de su universalidad, como se muestra que hayan integrado el programa grandes músicos de cuatro continentes Asía, África, América del Norte y Europa, así como con diferentes estilos. Pensamos que ha habido calidad, diversidad y también novedad, porque la mayoría de los grupos se presentaron por primera vez en Madrid. Así estuvieron la famosa cantante Roberta Gambarini, el guitarrista africano Lionel Loueke Trío, el grupo de vanguardia europeo La Planete Quartet la japonesa Aki Takase, el pianista americano de origen indio Vijay Iyer, los grupos también americanos Tarbaby y Trombone Shorty Quintet, y los quintetos de los españoles de Cecilia Cruz y Juan Camacho.

Muy importante destacar en este Curso 2010/2011, que el pasado mes de abril, a propuesta de la Ministra de Cultura Ángeles González Sinde y este Ministerioy previa aprobación del Consejo de Ministros, se nos concediera la Medalla de Oro al Mérito de las Bellas Artes 2010, junto con otras personalidades del mundo del arte y la cultura que recogeremos en el próximo otoño, supone un reconocimiento muy importante a ya más de 40 años de música en vivo en un centro de la Universidad de Madrid y que nos sirve de ánimo para continuar en la medida de nuestras modestas posibilidades presentando música popular de calidad en la Universidad. “Oro para la buena música… la concesión de esta Medalla de las Bellas Artes que es de oro y sabe a gloria…’puedo sentir las vibraciones’, exclamó Art Blakey nada más pisar el salón de actos del San Juan Evangelista… Nuestro añorado Tete Montoliu le dedicó un blues al San Juan que hoy debería sonar en todas las emisoras de radio. Porque le acaban de conceder una de las más altas distinciones culturales del país, la Medalla de Oro de las Bellas Artes. Porque la buena música se lo merece. Por justicia” Pablo Sanz (El Mundo)

La medalla la recibí el 24 de noviembre en el Palacio Real de El Pardo, de manos de S.M. el Rey con presencia de S.M. la Reina, la Ministra de Cultura y la Presidenta de la Comunidad de Madrid Esperanza Aguirre, con asistencia de numerosos invitados del mundo de la cultura y los galardonados, todos ellos se recogen en la foto que se muestra.

Desde finales de febrero en que comenzó el 19º Ciclo de Jazz es Primavera, muchos de los aficionados que acuden a los conciertos del San Juan Evangelista tomaron conciencia de la incertidumbre que se cierne sobre la vida y futuro del Colegio Mayor San Juan Evangelista, principalmente porque las obras que había previstas de rehabilitación del edificio del Colegio sólo se habían llevado a cabo en una parte parcial de las mismas por su propietaria la Obra Social de Unicaja y añadiendo que en el 2013 termina la cesión del terreno sobre el que está el Colegio que pertenece a la Universidad Complutense de Madrid, en el ambiente está el futuro del Colegio. De aquí que especialmente a dos grandes aficionados históricos del Colegio empezaran a promover que el edificio fuera declarado Bien de Interés Cultural y este Club Bien Inmaterial, sobre todo para preservar que no se pudiera vender o dedicar a otro menester que no fuera el actual, es decir el de residencia universitaria con actividades culturales importantes abiertas no sólo a la Universidad sino a Madrid.

Con un trabajo contumaz al que le han dedicado muchas horas los aficionados Amparo Berlinches Acin, el fotógrafo Sergio Cabanillas, la aficionada Mª Teresa Torres del Pino y yo mismo, durante dos meses recogimos toda la documentación necesaria que fue la siguiente: un CD con el archivo en pdf. de una documentación de más de 500 páginas (del que se encargó Sergio Cananillas con un trabajo de muchas horas constante e infatigable), un expositor con carteles y otros impresos promocionales, cuatro carpetas con muestra de carteles desde los cursos 1993 a 2011, un anexo “ocurrió en el Johnny” y listas de firmas de apoyo y la solicitud pertinente que fue presentada el 5 de mayo de 2011 en la Dirección General del Patrimonio Histórico de la Vicepresidencia, Consejería de Cultura y Deportes y Portavocía de Gobierno de la Comunidad de Madrid, solicitando que simultáneamente se declare como Bien de Interés Cultural el edificio del Colegio Mayor San Juan Evangelista y como Bien Inmaterial asociado al mismo a su Club de Música y Jazz San Juan Evangelista.

En la solicitud se exponía el siguiente texto:
Que el Colegio San Juan Evangelista, edificio de gran interés arquitectónico sito en la calle Gregorio del Amo nº 4 de Madrid, proyectado por los arquitectos Luis Miguel Suárez Inclán y Antonio Viloria, en 1964 es sede desde su inauguración de un Colegio Mayor de singulares características, tanto formales y funcionales como sociales y culturales.
En él surgió en los difíciles años de la dictadura un peculiar club musical, teatral, cultural en suma, que recogiendo las inquietudes del momento y sintonizando con la demanda social de sus ocupantes y en general de la Universidad española, cumplió esforzándose con aquellas inquietudes, deviniendo a lo largo de los años transcurridos, cuarenta se han cumplido, en un singular foro cultural, un auténtico templo de la música de mayor calidad de nuestra ciudad. Su indudable interés y trayectoria han sido premiados recientemente con la concesión de la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes 2010 al Club de Música y Jazz San Juan Evangelista.
Que el interés de su arquitectura, reconocida sobradamente en los foros profesionales y en la protección urbanística que ostenta, conforma lo que hemos denominado “el cuerpo” de una interesantísima y dilatada actividad cultural “el alma” en una afortunada y singular conjunción.

Asimismo hay que destacar el gran trabajo realizado por la aficionada Amparo Berlinches, arquitecta de profesión, que redactó buscando la construcción del edificio del Colegio por sus arquitectos autores y las personas que intervinieron para llevarlo a cabo. Es interesante recordar aunque lo hagamos resumidamente el mismo dado que implícitamente es una especie de homenaje al fundador del Colegio Jesús Cobeta:

EL CUERPO: EL EDIFICIO DEL C.M.U. SAN JUAN EVANGELISTA

- ORIGEN.
En el año 1963 la Universidad Complutense cedió el solar donde se asienta el Colegio Mayor San Juan Evangelista, para su construcción. “El Evangelista” era entonces un colegio mayor de poca entidad, cuya sede estaba localizada en un pequeño edificio de la calle Écija c/v a la calle Ferraz (conviene aclarar que los colegios mayores eran instituciones de carácter privado o semipúblico sin ánimo de lucro, regidas por un Patronato en el que participaba un representante del Ministerio de Educación Nacional).
El solar cedido en la Ciudad Universitaria presentaba una complicada topografía con una acusada pendiente hacia el Norte, una escasa superficie – 6.400 m2- y un suelo de muy mala calidad (echadizo), como en gran parte de la Ciudad Universitaria, en realidad una escombrera cuyo firme está en algunos puntos a más de 15 mts., fue no obstante soporte de un original y pionero edificio tanto en lo conceptual como en lo arquitectónico.
Sus autores, los arquitectos Luis Miquel Suárez-Inclán y Antonio Viloria García, fueron invitados por el Patronato a participar en un concurso restringido de anteproyectos junto con otros dos equipos, debido al conocimiento circunstancial de Antonio Viloria con Jesús Cobeta.
En palabras de Lucho Miquel:
“Jesús Cobeta “fue el “alma mater” del Johnny, su creador conceptual, su tenaz impulsor y su genio gestor. Era un abogado de nuestra edad, de origen muy modesto, socialista de raíz cristiana, un baturro empecinado en cambiar el mundo (en ese momento cambiar el mundo era liquidar la dictadura). Hasta su muerte, en los años 80, fue un amigo de verdad.”
Uno de los arquitectos invitados al concurso fue Antonio Perpiñá, ya en ese momento figura consolidada de nuestra arquitectura, sin embargo el jurado, formado por miembros del Patronato, (en el que estaba Jesús Cobeta como secretario), les seleccionó a los ganadores por la claridad y frescura de su propuesta; quizás pensaron que para Perpiñá el proyecto era solo una solución correcta y al uso, frente a la ganadora, que estaba llena de vida y de incertidumbres y que al ser el primer trabajo de sus autores fue para ellos un constante reto en el que se “dejarían la piel” (lo que, en los momentos difíciles que Cobeta tuvo que remontar, se demostró cierto). El proyecto se adaptaba perfectamente al programa del concurso y se integraba en el solar y en el entorno, mostrando su bello y curvo chaflán en la parte más visible de la parcela dejando patente una de las perspectivas más valoradas de la arquitectura del incipiente Movimiento Moderno español.
El programa inicial del edificio, que sirvió de base para el concurso de anteproyectos, fue elaborado por el ya mencionado y por entonces director del colegio de la calle Écija, Jesús Cobeta, este joven abogado de ideología socialista fue, hasta su prematura muerte, el valedor conceptual del proyecto, pleno responsable de su ejecución y director del nuevo colegio durante los primeros años de funcionamiento.
Jesús Cobeta imaginó un colegio mayor que, alejado del modelo imperante de alojamiento para estudiantes de buena posición, sirviera a una numerosa población estudiantil de medios limitados, que entonces se hospedaba en pensiones o en pisos compartidos.

• La idea
Construir un Colegio masivo (400 plazas) y de calidad material espartana cuya dimensión no sólo asegurase un coste de funcionamiento económico (lo que daría lugar a precios bajos y por tanto facilitaría el acceso a estudiantes de familias de rentas medio-bajas), sino que también permitiese montar y justificar económicamente un aparato cultural importante que desbordase el ámbito del Colegio y, a ser posible, el universitario, devolviendo a la Universidad su depauperada (al menos en Madrid) función pública.


- ESTADO ACTUAL

A lo largo de los años la edificación ha sido objeto de múltiples reformas, más o menos acertadas, más o menos desacertadas, que no han modificado su carácter ni alterado su vigor expresivo. Algunas han sido absolutamente lamentables como el chapado con mármol que ha padecido el corredor de acceso al Edificio de Comunidades que ha pretendido “dignificar” la austeridad original (de vivienda popular) que, al parecer, ofendía, a algún director. Horteril exceso que contrasta con el bajísimo nivel de diseño de la ruidosa cafetería que ha venido a ocupar, razonablemente, una parte de los soportales originales. También ha sido acertada la apertura de un nuevo acceso desde la calle Ramón Menéndez Pidal.

En la actualidad se ha procedido a realizar en el conjunto una acertada rehabilitación de gran parte de las fachadas, coherente con el espíritu del edificio, que si bien no mantiene los materiales originales en cuanto a las placas onduladas de fibrocemento, que hoy no existen en el mercado, la solución (chapas onduladas de acero galvanizado) ha sido respetuosa con la fisonomía del proyecto. En esta inconclusa “rehabilitación” se han añadido, por imperativos normativos, unas potentes escaleras de emergencia que se compadecen bien con el descaro formal, irreverente y joven que, desde su origen, presenta el edificio. (2)

La rehabilitación ha sido ejecutada por el arquitecto Luis Fernández Yruegas que ha tenido el acierto de contar con el asesoramiento de Luis Miquel, uno de los autores del edificio.

Todas lo expuesto fundamenta la solicitud de la declaración de Bien de Interés Cultural en la categoría de Monumento, con la feliz circunstancia de que este monumento alberga, según se desarrolla en otros apartados de este documento, el Club de Música San Juan Evangelista cuya consideración como Bien Cultural Inmaterial se solicita conjuntamente.

- PROTECCIÓN LEGAL VIGENTE

De Patrimonio Histórico:
El colegio mayor San Juan Evangelista está dentro del recinto declarado Conjunto Histórico Artístico de la Ciudad Universitaria por decreto 21/ 1999. Esta protección genérica implica la tutela de la Dirección General de Patrimonio Histórico en las obras que en él se realicen al igual que en todos los edificios comprendidos en recinto delimitado en el Conjunto Histórico y recogido en tal decreto.
Los efectos prácticos de tal declaración en lo que a obras se refiere, son los que suponen el análisis y necesaria aprobación de los proyectos que se pretendan realizar en el edificio.

(2) Como bien dice Antonio Viloria “el cacharro” del Evangelista aguanta lo que le echen.


- Protección Urbanística:
Además de esta protección genérica, el edificio está catalogado como de protección INTEGRAL por el Plan General de Ordenación Urbana de Madrid.
Esta catalogación incluida en lo que en el PGOUM define como Nivel 1, implica lo siguiente:
Edificios con nivel 1 de protección: Se consideran protegidos de forma global, con el fin de mantener sus características arquitectónicas y constructivas, volúmenes, formas y elementos decorativos.
matiza esta norma la protección para el grado Integral, haciéndola extensiva además a la parcela:
…con este grado se protegen los edificios de gran calidad, que presentan importantes valores arquitectónicos y ambientales.
en cuanto a los usos en los edificios catalogados en este nivel dice:
Los usos dotacionales de equipamiento público o privado ubicados en edificios de estos niveles de protección, no podrán cambiar de actividad ni categoría,…
impone la norma la prohibición del cambio de uso limitando el mismo a la preservación del mantenimiento de los valores del edificio y ello mediante la redacción de un Plan Especial que acredite tal mantenimiento.
en cuanto a las obras permitidas la norma municipal autoriza las de:
…conservación, consolidación, restauración.
En los edificios con protección Integral se autorizan además las de acondicionamiento y reestructuración puntual, siempre que no se alteren las características arquitectónicas…
es decir, en la protección municipal vigente se preserva sus características arquitectónicas y formales además de su uso.

Podría pensarse que esta protección sería suficiente para preservar los valores arquitectónicos y de uso vigentes, pero la solicitud de declaración de BIC representaría además el reconocimiento social de los valores conjuntos de contenedor y contenido; “cuerpo” y “alma” como venimos llamando a esta feliz suma de una arquitectura de gran valor y un contenido cultural único.

A este fin apoyaron con textos varios críticos: Mª Antonia García y Raúl Mao de Cuadernos de Jazz, Pablo Sanz del diario El Mundo y la revista Scherzo, Enrique Farelo, Carlos Lara y Arturo Mora de la web tomajazz.com, José Manuel Gamboa escritor, Fernando Ortiz de Urbina, etc. En representación de todos ellos recojo el texto de José Manuel Gamboa:


Al Johnny lo que es del Johnny

Una alegría grande, grande, grande, muy grande para el mundo de la cultura en general y la música en particular, en estos tiempos que no les son nada propicios, por no decir algo peor, ha sido la recién anunciada concesión al Club de Música y Jazz San Juan Evangelista, de la Medalla al Mérito en las Bellas Artes, en su categoría de oro, otorgada por S.M. el rey don Juan Carlos I de Borbón a propuesta de la ministra de Cultura y tras deliberación del Consejo de Ministros.

Ante las incertidumbres que asoman en el horizonte cercano para la institución, nada mejor que la dorada luz de una concesión semejante, porque, parafraseando a la copla flamenca popular, A los “alumnos” del Johnny mucho nos importa que un rey nos abone. Y damos gracias a la Democracia; eso sí, una Democracia que en muchos sentidos no hubiese sido posible sin la labor consumada –a la contra, cuando necesario era, y positiva siempre-, por el Club de Música del madrileño Colegio Mayor Universitario y sus infinitos amigos.

La continuidad del Club de Música y Jazz del San Juan -al que pertenezco en calidad de Socio de Honor, de lo que me siento particularmente honrado-, así como la del propio Colegio Mayor, sobra decirlo, la entendemos decisiva en la buena marcha cultural/universitaria; para la Complutense es un bastión de primer orden y así ha de entenderse. El programa de actividades desplegado desde antaño por el Colegio es desde todo punto ejemplar, por eso va recogiendo frutos. Incontables son los personajes de máxima entidad que agitan la cultura en este país –en todos los ámbitos-, que se formaron al calor del San Juan Evangelista, bien en su propio seno, bien externos. Pretender un nomenclátor será labor tan ardua como injusta, pues si el listado tendería a infinito cualquier ausencia va a ser de relieve.

La obra sociocultural verificada por el Club de Música y Jazz San Juan Evangelista, queda reconocida en toda clase de artículos periodísticos –locales, nacionales e internacionales-, ensayos, programas televisivos y radiofónicos, el ciberespacio, libros de ficción y no-ficción, siendo motivo de estudio científico.
Únicamente en la parcela dedicada al flamenco –hoy Patrimonio Universal de la Humanidad-, la labor desplegada por los colegiales y amigos del San Juan es de tal calado, que sin su colaboración ni tan siquiera la UNESCO hubiese tenido opción a declarar el género Patrimonio Universal ¿Motivo? Que el equipo encargado por la Junta de Andalucía de elaborar/redactar el proyecto que a UNESCO se presentó, dirigido estaba por un antiguo alumno del San Juan Evangelista –José Luis Ortiz Nuevo- y contaba con otro veterano del Colegio –el profesor Francisco Gutiérrez Carbajo-, más quien suscribe. Poco exageramos al decir que la mitad del grupo hundía sus raíces en el Johnny. El dato es claro y decisivo.

Y hemos empezado por el final en la parcela concreta, imposible de abordar una breve historia de la misma con la mínima profundidad sin necesitar para ello las páginas de un libro. Por cierto, hablando de libros, en la sede del Colegio nació, por iniciativa de colegiales y allegados, la primera editorial dedicada al flamenco, Demófilo. En 1975 dio a las estanterías los primeros ejemplares. Antes, en aquel ámbito cultural, el amigo Enrique Morente supo de la existencia de un poeta prohibido llamado Miguel Hernández. Poco después ponía quejío a tan intensa obra, dándolo a conocer en la España melómana y desplegando su mensaje en México y demás países hermanos. Luego vino Serrat.

Sobre el escenario del salón de actos del Johnny se despidió de los públicos Camarón de la Isla, que, aún encontrándose físicamente mal, esforzado quiso cumplir esa noche con el compromiso adquirido tras haber comprobado, dos años atrás, la respuesta de aquel público tan joven al que no se le podía fallar. Hoy se encuentra al alcance de cualquier aficionado del planeta la grabación de esa última noche, pues el pasado año la editó la multinacional Universal. Y si aquí dijo adiós Camarón, también en el Johnny renació como concertista su acompañante, Tomatito, quien hoy acumula premios Grammy.

Desde Paco de Lucía hasta los miembros de La Barbería del Sur, desde Manolo Sanlúcar a Pitingo, el gremio sabe de la importancia esencial del lugar. Y sólo nos referimos al flamenco, pues dejamos que otros compañeros mencionen demás parcelas –que hemos disfrutado por igual. Nuestra formación, allá en la adolescencia, se completó de modo esencial a través de la múltiple y asequible oferta cultural que el San Juan ofrecía. Madrid y la Complutense no pueden desairar a una de sus preclaras señas de identidad culturales, y mucho menos prescindir de su crucial labor de extensión cultural –en la que apenas encuentra “rival”.

El movimiento se demuestra andando y el Johnny jamás paró de moverse y hacer camino, como su inmueble de dar cabida a los empeños más generosos e inestimables. Hoy que tanto hay que hacer en el apartado cultural y escasean las voluntades para emplearse en ello sin ánimo de lucro, el Club de Música y Jazz y el propio Colegio Mayor San Juan Evangelista son un ejemplo a seguir y un modelo a amparar urgente.

Es por eso que apoyamos sin reservas la iniciativa tomada por los responsables de la institución de solicitar sea declarado por la Comunidad de Madrid: "El San Juan Evangelista, Bien de Interés Cultural".


Y preparamos el programa del 30º Festival de Jazz San Juan Evangelista a celebrar entre el 20 de octubre y el 18 de noviembre de 2011. Así, si cabe, mantiene la calidad de años anteriores, y aunque es tarea cada vez más difícil, para un aficionado quizás bastaría con sólo ojear los nombres de grupos y líderes que próximamente nos van a visitar y con ello pueda ser suficiente para apreciar su importancia y es que sin duda vamos a disfrutar una vez más de un poquito del mejor jazz del mundo, con sus elementos esenciales de libertad e improvisación, que junto con el talento y originalidad de los músicos poseedores también de una sobrada y refinada técnica, nos mantendrán de nuevo impacientes por escucharles pronto en el Johnny y sentir emocionados esos acordes y notas que configuran melodías o ritmos que expresan el lenguaje musical de la belleza en el jazz, que intentaremos no sin esfuerzo seguir reteniendo en la memoria como un valioso tesoro.

De los brillantes músicos americanos que nos visitan, profesores de jazz de universidad, nominados a los Grammys, con multitud de premios, excepcionales compositores, si repasamos sus nombres en las encuestas anuales de la crítica de las revistas americanas “Down Beat” y “ Jazz Times”, lo que vemos, ya durante varios años es que todos ellos copan los primeros puestos de las listas en sus respectivos instrumentos, Rudresh Mahanthappa mejor saxo alto, Kurt Elling mejor vocalista, Dave Holland mejor contrabajista y que decir de Wadada Leo Smith, Steve Coleman, Fred Hersch y vuelve el baterista sudafricano residente en Londres Louis Moholo que ya estuvo en el San Juan en las I Jornadas Antiaparheid de afrojazz en Diciembre de 1988 con su “Viva la Black”.

Significativa también la presencia del jazz español con cuatro grupos de diferentes estilos en la línea del mejor jazz europeo, como D’3 de Jorge Pardo, Jerez-Texas, MBM Trío de Baldo Martínez y Dead Capo, dedicándose un día a homenajear al programa de radio “Jazz porque sí” del admirado sabio jazzista Juan Claudio Cifuentes “Cifu”, que celebra su 40º Aniversario en la actualidad en Radio Clásica y Radio 3 de RNE. Como destacada es la presencia del gran guitarrista flamenco Pepe Habichuela músico inquieto y uno de los pioneros en la fusión del jazz con el flamenco, en el estreno de su trabajo con Holland, “Hands”, en un concierto en que volvemos al Auditorio Nacional en coproducción con el Centro Nacional de Difusión Musical.

Dentro del programa presentamos varios conciertos dobles para acompañar al jazz mas intelectual con música más lúdica como en el caso Jerez-Texas, que por el jazz tratan de unir la música clásica con el flamenco o Dead Capo que con un jazz funk es de lo más sorprendente y animado del jazz español.

En definitiva, un programa de jazz actual reafirmando su vitalidad y diversidad, de nuevo arriesgando con un poco de aire fresco donde la creatividad marca su hilo conductor y permanece la curiosidad por presentar a algunos músicos no sobradamente escuchados y sonidos diferentes, con la pasión de siempre por este arte, que sigue alimentando nuestro espíritu, nos hace más felices y hasta puede que nos rejuvenezca, como apunta que le ocurre a un gran aficionado vasco cuando escucha el jazz.

Os invitamos pues a participar con nosotros en esta fiesta del jazz en el San Juan y una vez más es obligado agradecer a patrocinadores públicos (Ministerio de Cultura, Ayuntamiento y Comunidad de Madrid) y privados (El Corte Inglés, AIE) su importante e imprescindible mecenazgo, así como a los aficionados y la prensa local y especializada, escrita y digital, porque sin la fiel ayuda de todos ellos, es indudable que ahora no celebraríamos ni treinta años de festival ni condecoración y también al Ministerio de Cultura y al Gobierno de España por tan importante reconocimiento, que nos anima a resistir y avanzar, superando las dificultades y lo a veces uniforme y más comercial si cabe con algo de novedad y frescura.

¿Quién dice que el jazz de hoy no puede ser también divertido? ¡Vamos, el Johnny, que treinta años de festival no son nada…¡

Cuando la web acaba de cumplir ya más de 20 años aparecen con fuerza los blogspot personales y toman enorme fuerza facebook y twiter de forma que la tecnología y los programas por Internet continúan evolucionando con fuerza y constituyendo las redes sociales que son usadas por millones de personas diariamente.

El libro “¡Indignados!” de Stéphane Hessel, un sobreviviente del campo de concentración de Buchenwald y formó parte del equipo internacional que redactó la Declaración Universal de los Derechos Humanos, a sus 93 años ha contagiado su mensaje de esperanza y rebeldía a muchos lectores invitándolos a no dejarse impresionar por las dictaduras de los mercados financieros y preocuparse por la ética y la justicia con un prólogo del también nonagenario escritor y economista José Luis Sampedro llama a la revolución pacífica. Quizás haya sido este el embrión del movimiento del “15 de mayo” ‘Democracia Real YA’ que se le ha llamado en twiter #15m, #Spanish Revolution, etc. De su acampada en la Puerta del Sol en el centro de la ciudad de Madrid se ha extendido por todas las plazas de España y del mundo y continúa con la misma fuerza con que partió.

Su manifiesto comienza:

Somos personas normales y corrientes. Somos como tú: gente que se levanta por las mañanas para estudiar, para trabajar o para buscar trabajo, gente que tiene familia y amigos. Gente que trabaja duro todos los días para vivir y dar un futuro mejor a los que nos rodean.

Unos nos consideramos más progresistas, otros más conservadores. Unos creyentes, otros no. Unos tenemos ideologías bien definidas, otros nos consideramos apolíticos. Pero todos estamos preocupados por el panorama político, económico y social que vemos a nuestro alrededor. Por la corrupción de los políticos, empresario, banqueros. Por la indefensión del ciudadano de a pie…

Por todo lo anterior, estoy indignado.
Creo que puedo cambiarlo.
Creo que puedo ayudar.
Sé que unidos podemos.
Sal con nosotros. Es tu derecho

Cuando terminamos de actualizar este ya largo texto se ha estrenado por la TV Digital el interesante documental “Jazz en España” que ha realizado el Canal Historia y donde aparece suficientemente reflejado el San Juan Evangelista con entrevistas a algunos de sus miembros y algunos reflejos importantes de su historia.

No dudamos, que en este centro universitario madrileño, con su amplísima historia musical, como es el San Juan Evangelista, que celebra en este 2011 los 41 años de la creación de su CLUB DE MUSICA, entidad organizadora, con la magia del local (más músicos, aficionados y técnicos), vuelva a aparecer esta belleza en el jazz en vivo, lo efímero de unos instantes para la eternidad y que -como ocurrió otras tantas veces-, surja de la imaginación, inspiración y técnica o del sonido particular de los músicos, bien como solistas o en su conjunto y en donde la emoción transmitida también importará mucho.

En mis recuerdos quedan múltiples momentos donde tuve la suerte de sentirla y vivirla. Reseñar, por citar algunos en el hilo del piano, los excepcionales conciertos que hemos venido escuchando en vivo en el San Juan, como los de Chucho Valdés, Anthony Davis, Paul Bley, Cecil Taylor, Chick Corea, Cedar Walton, Don Pullen, McCoy Tyner, Joachim Kühn, Abdullah Ibrahim, Tete Montoliu, Gonzalo Rubalcaba, Michel Petrucciani, Hank Jones, Chano Domínguez, Randy Weston, Mulgrew Miller, Dave Burrel, Kenny Barron, Richard Wyands, Danilo Pérez, Marcus Roberts, Esbjörn Svenson, Carla Bley, Bebo Valdés, Diana Krall, Iñaki Salvador, Geri Allen, Bugge Wesseltoft, Agustí Fernández, Jason Moran, Albert Bover, Vijay Iyer, Bobo Stenson, Enrico Pieranunzi,… donde surgió normalmente en momentos puntuales, siempre por sorpresa y en más de una ocasión en los bises. ¿Quizás un poco de vanidad en recordar esta extensa lista y exagere porque desde luego no fue en todos?

Divertirse, distraerse y disfrutar, algo más que asistir a un simple concierto y olvidarse al poco tiempo. Prestemos atención y procuremos sobre todo mantener despierta la curiosidad, el secreto según se dice de la juventud y la sabiduría. Resistamos y persistamos educando nuestra sensibilidad, vigilando la memoria, pero ¿Cómo atrapamos la belleza? ¿Después de tantos años, será ésta una de las claves de haber llegado a esta historia?

Desde luego no ha sido nada fácil ordenar cronológicamente estos recuerdos y con un trabajo incansable que cada año vamos actualizando conforme nuestra memoria incorpora detalles, a estas alturas se necesitaría un trabajo prolongado de investigación. Las líneas maestras por este recorrido histórico del Club han sido: independencia y autonomía de todos los poderes; voluntarismo y generosidad a prueba de fuego por parte de los organizadores, espíritu de curiosidad y aprendizaje permanentes; honestidad, respeto, democracia e idealismo; y tener presente que el cambio es lo único consistente en la vida para ir adaptándose a cada época sin olvidar el pasado y buscar y mantener una identidad que nos distinga claramente en el ya extenso y variado universo de actividades musicales que se celebran diariamente en Madrid sin olvidar que somos un centro de la Universidad. En definitiva disfrutar de la música de calidad en vivo en un centro universitario de Madrid y compartirla con la comunidad universitaria y sociedad. ¿Cuándo se editará un libro? Más de cuatro décadas de música en vivo, desconozco que haya una asociación semejante en España con tanta historia.

Resumiendo, resistir, recuperar la memoria y los recuerdos, pasión y curiosidad y amor por la música con mayúsculas.

Y ya estamos en el año 2012, la crisis y los recortes aparecen por todos los sitios y a nosotros también nos ha tocado, si ya fue importante la retirada de la Fundación Unicaja como patrocinador de este Club hace dos años, después de veintiocho años también se descuelga toda la colaboración de El Corte Inglés. Al no tener por ahora patrocinadores privados y los oficiales merman sus ayudas, después de 41 años no quiero ser agorero pero parece que se acerca el fin de esta historia. Por lo pronto ya se han caído dos festivales, el Festival Flamenco por Tarantos que llegó a la 21ª edición y el Ciclo Jazz es Primavera que ha llegado hasta la 19ª. Corre bastante preligo y en todo caso habrá una disminución considerable de conciertos del próximo 31º Festival de Jazz a celebrar en noviembre. A no ser que haya algún mecenas o alguna ayuda desinteresada de alguien con alto nivel de propiedades, como digo el futuro para esta Asociación se avecina casi como imposible.

Y como decía mi amigo el gran poeta y periodista danés Ebbe Traberg fallecido en 1996 “la música nos mantiene en vida más de lo que tal vez imaginas”.

Y aparte de lo dicho, también como comenzábamos al principio, mucho entusiasmo, otra de las claves del posible éxito hasta ahora reseñado.

 

 

 

 


 

Alejandro Reyes Domene Rodríguez
Socio fundador y coordinador desde sus orígenes
Club de Música y Jazz San Juan Evangelista
Desde 1970

 

José Saramago · Mañana es la única utopía Los justos · Jorge Luis Borges

 

Esta carpeta recoge algunas de las letras completas de las canciones citadas anteriormente en el texto, que han sido compañeras de estos recuerdos: Carlos Gardel, Bob Dylan, Raimon, Violeta Parra, John Lennon, Paco Ibáñez, Quilapayún, Victor Jara, Sergio Ortega, Pablo Guerrero, The Who, Jose Afonso, Joan Baez, Lluis Llach, José Antonio Labordeta, Luis Eduardo Aute, Pablo Milanés, Luis Pastor, Carlos Cano, Joaquín Sabina, Camarón de la Isla, Enrique Morente.

Nota final:
Después de tantos años, recordar minuciosamente la historia del Johnny, resulta evidente que es una tarea para mí no sólo difícil sino casi imposible, a pesar del idealismo y el entusiasmo que ponga, porque seguro estará llena de bastantes lagunas. Por lo tanto, este texto quizás podría servir de una especie de guión, para poco a poco entre todos ir escribiendo la historia real del San Juan Evangelista. Por eso os pediría a todos los que habéis tenido la paciencia de llegar hasta aquí y vivido en alguna época en el Colegio, me enviarais vuestros recuerdos de entonces a la dirección de correo electrónico: areyes@sanjuanevangelista.org

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